martes, 28 de diciembre de 2021
Arturo Pérez-Reverte, El pintor de batallas
sábado, 18 de diciembre de 2021
Audre Lorde, Zami. Una biomitografía. Una nueva forma de escribir mi nombre
jueves, 9 de diciembre de 2021
Imre Kertész, El espectador. Apuntes (1991-2001).
Ya he dicho muchas veces cuanto me gusta este escritor (primer premio Nobel húngaro). Extrañamente, sin tener nada en común (quizás solo tenemos en común el ser europeos), me identifico con sus reflexiones de una forma inquietante. Como ya he dicho alguna vez, siento que Kertész me identifica, me traduce, dice lo que pienso y siente lo que me emociona.
domingo, 28 de noviembre de 2021
Pedro Mairal, Una noche con Sabrina Love
Tengo que confesar desde la primera línea que esta historia me ha encandilado, me ha parecido tierna sin caer en la bobería.
jueves, 18 de noviembre de 2021
Javier Marías, Así empieza lo malo
Esta novela sitúa los sucesos que nos relata en la Transición, etapa histórica que se desarrolló tras la muerte de Franco y la «transición» de la Dictadura a la Democracia.
lunes, 8 de noviembre de 2021
James Salter, Anochecer
Este libro está compuesto por once relatos, uno de ellos es el que da título al libro. Todos los relatos comparten características comunes: son sobrios, predominan las situaciones cotidianas, con pocos trazos dibuja diversidad de sentimientos, sus argumentos son tan corrientes que nos cuesta entender dónde quiere ir a parar. Todos los relatos están impregnados de cierta tristeza, de una sensación de fracaso y de vulnerabilidad.
jueves, 28 de octubre de 2021
Douglas Kennedy, El momento en que todo cambió
lunes, 18 de octubre de 2021
Angelika Schrobsdorff, Tú no eres como otras madres
En este caso es casi obligado empezar por la explicación del título, la autora se refiere con el título a su madre: Else Kirschner. Por tanto, esta novela es en realidad la reconstrucción de una vida real, la autora nos relata la vida de una mujer que rompió los estereotipos femeninos de lo que debía ser una madre en un contexto tremendamente complejo, los años posteriores a la Iª Guerra Mundial.
viernes, 8 de octubre de 2021
Amos Oz, La caja negra
Me ha sorprendido gratamente esta novela de Amos Oz, un autor del que he leído varias novelas. El asombro viene de la estructura narrativa adoptada por el autor, en la que apenas hay diálogos, los personajes no comparten escenas, y apenas hay acción. Esto es así porque Oz escribe una novela epistolar en la que los diversos personajes intercambian cartas a través de las cuales conocemos sus opiniones, percepciones y sentimientos.
martes, 28 de septiembre de 2021
Eduardo Halfon, Duelo
Esta breve novela (poco más de cien páginas) tiene un protagonista alrededor del cual gira: Salomón, un niño que se ahoga con cinco años en el lago Amatitlan (en Guatemala). El niño era el hermano mayor del padre del narrador (trasunto del propio Halfon).
sábado, 18 de septiembre de 2021
JOHN CONNOLLY, Serie de Charlie Parker
Los protagonistas continúan siendo los mismos: Charlie Parker por un lado, ex policía atormentado desde el asesinato de su mujer y su hija pequeña, que ahora es detective. Louis y Ángel, dos delincuentes amigos de Parker y que son gays. Por último, Rachel su pareja que tiene una convivencia difícil con Parker porque se siente en peligro por el trabajo del expuesto detective.
Otro aspecto curioso son los aspectos fantásticos que aumentan los elementos terroríficos de esta serie y que no había encontrado en ninguna novela de este género. Al principio no me hacía mucha gracia este aspecto pero me he acostumbrado.
Dice Carlos Boyero que solo dos autores de "novela negra" le provocan insomnio la noche anterior a que salga publicada su última entrega para zampársela de un tirón. Uno de los dos es John Connolly (el otro, James Ellroy). Coincido con Boyero, no en el insomnio, pero sí en que el enganche con este autor será a perpetuidad.
miércoles, 8 de septiembre de 2021
Joyce Carol Oantes, Hermana mía, mi amor
lunes, 26 de julio de 2021
BAÑOS
Me gusta mucho bañarme en el mar.
No llevo toalla, ni me tumbo en la arena, ni tomo el sol, ni leo. Voy muy pronto para no pasar calor, ando hasta una pequeña playa nudista, me baño varias veces mirando como el sol se va elevando y cuando sus rayos, todavía mansos, me secan la piel, vuelvo a casa.
Leo mucho durante el día.
A veces paseo por la tarde y me tomo una copa de cava mientras llega el ocaso.
Y así paso el verano...
lunes, 28 de junio de 2021
Eduardo Halfon, Biblioteca bizarra
viernes, 18 de junio de 2021
John Connolly, Todo lo que muere
Es mi segunda novela de la serie Charlie Parker. Empecé mal porque leí la octava novela, Los hombres de la guadaña, de la serie (formada por veinte novelas) cuando tenía esta que es la primera de la serie. Cierto que no tenía idea de la existencia de la serie.
martes, 8 de junio de 2021
Charlotte Delbo, Ninguno de nosotros volverá
«O partir todas juntas o quedarse todas juntas. Cada una había aprendido a golpe de dura experiencia que el individuo aislado se encuentra indefenso, que es imposible sobrevivir sin las demás. Las demás son las de tu grupo, las que te sostienen o cargan contigo cuando ya no puedes caminar, las que te ayudan a aguantar cuando ya no te quedan ni fuerzas ni valor» (p. 263).
viernes, 28 de mayo de 2021
Dubravka Ugrešić, No hay nadie en casa
«Vivimos en tiempos que nos obligan a comportarnos como si viviéramos en el paraíso. Evidentemente, el mundo en el que vivimos no es un paraíso. Este libro va en contra de las reglas de la buena conducta: gruñe».
martes, 18 de mayo de 2021
Fernando Fernán-Gómez, El Tiempo amarillo. Memorias 1921-1943.
sábado, 8 de mayo de 2021
John Connolly, Los hombres de la guadaña
miércoles, 28 de abril de 2021
David Grossman, La sonrisa del cordero
« (…) Darío, el que me enseñó que la maldad tiene mil rostros y profusión de mentiras, de imágenes y perfumes, pero que no hay error en el contacto con la bondad» (p. 67).
domingo, 18 de abril de 2021
Agustín Comotto, 155 Simón Radowitzky
Es excepcional que lea cómics (o novelas gráficas, no sé cuál es la denominación más correcta), pese a haber leídos muchos tebeos de niña. Los comics eran «de chicos», el propio Agustín Comotto me explicó que cuando empezó a dibujar quienes hacían comics miraban con malos ojos a los dibujantes (aplastante mayoría) que hacían comics que no eran tan masculinos como marcaba la norma. Sé que hoy hay más mujeres dibujantas, pero me temo que salvo excepciones he perdido ese «tren».
He leído este 155 Simón Radowitzky por varios motivos: primero porque conozco a
Agustín (pronto hará un año), segundo porque Radowitzky era anarquista (además aparece en la historia otro amigo
anarquista, Octavio Alberola). Motivos personales, por tanto, me han aproximado
a un género que no me llama la atención.
Los dibujos de Agustín Comotto me han
parecido una maravilla, en blanco y negro con la aparición del rojo en momentos
determinados para resaltar algo concreto. Unos dibujos con una fuerza expresiva
tremenda, unos dibujos que emocionan, contagian el miedo, la fuerza, la
decisión, la resistencia especialmente.
La historia, producto de una
investigación exhaustiva que llevó a cabo Agustín en varios países y archivos
revela a un hombre, Simón Radowitzky, con una capacidad del lucha y resistencia
impresionante. Nacido en un pueblo cercano a Kiev (Ucrania), judío, ateo,
anarquista desde la adolescencia que siempre trato de vivir siendo consecuente
con su ideal, sobrevivió a un pogromo siendo niño, perdió la infancia al
empezar a trabajar a los 13 años, emigró para escapar de la represión, llegó a
Argentina y pronto acabó en la prisión de Ushuaia durante 22 años. Fue un acto
de resistencia enorme lo que le llevó a resistir una cárcel durísima donde fue
sistemáticamente torturado.
Hay mucho más en su historia que podéis
descubrir leyendo este magnífico cómic con el que me he emocionado y he conocido
un anarquista del que apenas sabía nada.
jueves, 8 de abril de 2021
Mircea Cărtărescu, Las bellas extranjeras
domingo, 28 de marzo de 2021
Belén Gopegui, Acceso no autorizado
jueves, 18 de marzo de 2021
Margaret Atwood, La semilla de la bruja
Esta es la
quinta novela que leo de Margaret Atwood, demasiadas teniendo en cuenta que no
me entusiasma (esta última no la compré yo). La semilla de la bruja es una novela, sin duda alguna, con aspectos
positivos y que se lee bien. Es una historia bien narrada, el ritmo no decae en
ningún momento y el interés se mantiene a lo largo de toda la novela.
El
protagonista de la historia es Félix, un hombre en la madurez dedicado al
teatro por su trabajo y un enamorado de las obras de Shakespeare. Un despido
injusto lo deja en la calle y, tras un momento de decaimiento, encuentra un
lugar muy sencillo para vivir retirado de la vida social y un trabajo especial
ligado al teatro.
Felíx, dentro
de un programa especial en la prisión de una localidad cercana a Toronto, monta
una obra al año dedicada a una obra de Shakespeare. La obra que centra la
historia de la novela es La Tempestad, con
ella se podrá vengar de algo ocurrido en el pasado, además de tener una
motivación personal relacionada con su hija Miranda.
Parece ser
que Atwood participa con otros/as escritores/as en un proyecto que recrea las
obras de Shakespeare en sus novelas y
ella eligió La Tempestad.
La novela se
lee bien, con comodidad… pero le falta chispa, entusiasmo, carácter. Un
entretenimiento (algo que no desprecio pero que no me satisface).
lunes, 8 de marzo de 2021
Francisco Umbral, Carta a mi mujer
Me gustó tanto Mortal y rosa, leído en 2014, que cuando vi este otro título, decidí leerlo. Sin embargo la experiencia lectora no ha sido tan positiva como la de Mortal y rosa. Esta Carta a mi mujer sería una delicia leerla si solo tuviera en cuenta la forma, lo bien escrita que está. Umbral vuelve a demostrar que es un maestro del lenguaje, de la prosa poética que lo caracterizaba.
Esta Carta describe la vida de su mujer y de
él en los años ochenta, de su matrimonio. Sin embargo Umbral va mucho más allá
porque se recrea en describir las rutinas matrimoniales, la convivencia no
siempre feliz, la vejez y la muerte.
Sin embargo,
me ha dejado un sabor tan amargo que no creo que vuelva leer nada suyo. De
golpe he entendido porque me caía mal el personaje «Umbral». Ingenuamente, tras
leer Mortal y rosa, pensé que Umbral
había creado al histriónico personaje para el mundillo público pero que en
realidad él era otra cosa.
Esta Carta demuestra que no era así y que
personaje público y persona eran bastante parecidos. Es desagradable comprobar
cómo a lo largo de toda la Carta insiste
en darnas su concepción tradicional de la mujer, una y otra vez. La mujer es
más «natural» y menos intelectual que el hombre, más apegada a las labores
domésticas (Umbral asegura que llegaba a despertar a su mujer para que le
hiciera el desayuno) y a los cuidados que los hombres, su carácter y su cuerpo
están a su servició, etc.
No es
misoginia, como se le acuso en su momento por parte de sectores del feminismo,
es la imagen de las mujeres que plantea, profundamente conservadora y entendida
desde el cuerpo sexualizado de las mujeres.
Una lectura
decepcionante.
domingo, 28 de febrero de 2021
Andrés Trapiello, Locuras sin fundamento. Salón de pasos perdidos (2).
Este es el segundo de los libros que componen la serie del «Salón de pasos perdidos. Una novela en marcha». Leí hace un año y medio «El gato encerrado»
Y me hice el
propósito de seguir leyendo esta serie aunque será difícil que lea los más de
20 títulos que la componen.
Esta Locuras sin fundamento sigue la línea
del primer libro de la serie, el autor con aparente espontaneidad y naturalidad
compone unos Diarios que recogen lo cotidiano. No esperéis encontrar
anotaciones diarias o mensuales, estos Diarios son una suerte de río que fluye
sin más. En sus páginas aparecen referencias a los pensamientos,
acontecimientos, viajes, vacaciones, paseos y otros hechos que Trapiello
realiza a lo largo de un año que transcurre más por estaciones que por días o
meses. Por eso, podemos encontrar pequeñas frases que el autor compone,
noticias que encuentra en diarios antiguos, sucesos que ocurren en el
vecindario, entrevistas relacionadas con su trabajo o referencias a sus hijos y
a su mujer.
«Tengo la
sensación de que estos diarios míos van a ser un barullo. En primer lugar no
pongo días. ¿Para qué? ¿Qué más me da a mí que las cosas me sucedan un martes o
un lunes, un 3 o un 97? Que sucedan ya es bastante, no pido más. Vivir es ver
pasar, decía Campoamor, y Azorín lo corrigió: Vivir es ver volver. Pues eso. Y
uno, que tiene también sus pujos de filósofo pobre, añade: Vivir es verlas
pasar, verlas venir» (p. 176).
Aparecen
pocas referencias a la vida política pero algunas cosas se cuelan y nos
aproximan a su manera de entenderla. Mucho más aparece la vida de su barrio en
el centro de Madrid. Me gustan especialmente las referencias literarias que van
ilustrando sus páginas y sus toques de humor. El tono acostumbra a ser amable y
no da nombres de personas que puedan disgustarse por aparecer en estos libros.
Su lectura
es, ya lo he dicho, como un río que fluye con parsimonia y que va dejando un
limo a su paso que regenera por donde pasa.
jueves, 18 de febrero de 2021
Jhumpa Lahiri, Donde me encuentro
La novela pasea por la vida de una mujer en la cincuentena que vive sola y que se siente extraña en muchos momentos de su vida. Lahiri nos muestra a esta mujer en su cotidianidad. La autora desvela pocos datos de la protagonista, la vamos conociendo a través de los breves capítulos que la sitúan en espacios de su vida diaria: cuando pasea, entra en un bar, se va a la playa, al campo, toma un tren o visita a su madre. Cotidianidad y cosas pequeñas, aparentemente intrascendentes, nos van mostrando las emociones de la protagonista de esta novela.
La soledad
elegida por esta mujer que se ha desviado de lo que su madre quería para ella
(lo normativo: casarse, tener hijos/as, etc.) es un sentimiento que advierte a
la protagonista de alguna carencia que relaciona con una familia distante y
frustrada que la ha condicionado más de lo que ella quisiera.
Parece que la
relación con su madre fue (y es) negativa por el poco apego que parece sentir
por la hija y por cómo va limitando o anulando sus deseos. A su padre le achaca
la falta de compromiso con ella, en que no la protegió y tomó partido por ella
para compensar la actitud de su madre. Sobre ese trasfondo vamos conociendo las
emociones y expectativas de esta mujer.
Su escritura
es delicada y refinada pero, a la vez, distante (quizás sea el resultado de que
haya decidido utilizar en esta novela por primera vez el italiano, no el
inglés).
lunes, 8 de febrero de 2021
Albert Camus, La peste
Este libro lo había leído (y «perdido») hace tiempo, cuando se hizo evidente la gravedad de la pandemia del covid y el largo confinamiento que empezó en marzo de 2020, decidí volver a comprarlo y releerlo.
En
su momento me pareció que Camus había fantaseado en exceso al narrar una
epidemia de peste en la década de 1940, esta vez me ha parecido verosímil y
cercana. He encontrado paralelismos con lo vivido en estos meses, casi ya un
año:
«Aunque la peste, por la imparcialidad eficiente que usaba en su ministerio, hubiera debido afirmar el sentido de igualdad en nuestros conciudadanos, el juego natural de los egoísmos hacía que, por el contrario, agravase más en el corazón de los hombres el sentimiento de la injusticia» (p. 271).
Como
decía, la peste se declara en la década de 1940 en la ciudad de Orán, pronto la
muerte se extiende y se declara el aislamiento de la ciudad que queda confinada
durante meses. Diversos personajes irán apareciendo en el transcurso del
relato, de todos ellos el médico Rieux tendrá un especial protagonismo y será
quien relatará los sucesos ocurridos durante la epidemia.
Camus
retrata un mundo enfermo, como el nuestro, que tiene la oportunidad de sanar a
través de la experiencia de la epidemia de peste:
«Tarrou creía que la peste cambiaría y no cambiaría la ciudad, que sin duda, el más firme deseo de nuestros conciudadanos era y sería siempre el de hacer como si no hubiera cambiado nada, y que, por lo tanto, nada cambiaría en un sentido, pero, en otro, no todo se puede olvidar, ni aun teniendo la voluntad necesaria, y la peste dejaría huellas, por lo menos en los corazones» (p. 320).
En
efecto, el aislamiento y confinamiento modifican los comportamientos humanos:
los afectos, el apoyo mutuo, la solidaridad y la colaboración. Si eso perdurará
cuando se supere la pandemia está por ver, si nos ha dejado huellas en los
corazones, también lo podremos comprobar.
jueves, 28 de enero de 2021
Theodor Kallifatides, Madres e hijos
«Quiero recordar sin recordar. Quiero ser mis recuerdos».
«Ni siquiera teníamos relojes. El alcalde tenía, el juez, el boticario, tu difunto padre. Nosotros sabíamos que era la mañana, el mediodía, la tarde o la noche. Nadie decía “las tres menos cuarto”. ¿A quién le importaba el cuarto? Ni las olivas ni las uvas están listas en un cuarto de hora. Mi primer reloj lo usé a los cuarenta años».
lunes, 18 de enero de 2021
Olga Tokarczuk, Un lugar llamado Antaño
« (…) para pensar es necesario tragarse el tiempo, interiorizar el pasado, el presente, el futuro y sus constantes cambios. El tiempo opera en el interior de la mente humana. Nunca se halla fuera».