miércoles, 28 de octubre de 2020

Benjamin Black, Los lobos de Praga

 

Benjamin Black es el seudónimo de John Banville, sobrenombre que utiliza cuando escribe novela negra. Había leído a Banville, no a Black hasta esta novela. Los lobos de Praga, es una novela que está ambientada en esa ciudad en el tránsito del siglo XVI al XVII. El protagonista de esta novela, Christian Stern, tiene que resolver el asesinato de una joven, encargo que recibe del emperador Rodolfo II, sobrino de Felipe II.


Black construye una brillante intriga que arranca del asesinado de una joven mujer que es mucho más compleja y que implica a muchas otras personas que también son asesinadas. La corte de
  Rodolfo II en Praga reúne conspiraciones, luchas y enfrentamientos entre diversos bandos que aspiran a controlar la influencia y el poder.

La religión, la magia, la alquimia, las relaciones amorosas, las intrigas políticas, las diferencias religiosas, las desavenencias familiares, etc. van construyendo una telaraña de muertes, pasiones y luchas por el poder que rodean al joven Christian Stern. El trasfondo es la ciudad de Praga alrededor del castillo que habitaba el sacro emperador Rodolfo II y su corte.

Los lobos de Praga no son una «novela negra» al uso. Existe el asesinato (en realidad varios asesinatos), existe un investigador (Christian Stern) aunque no es policía, y existe una trama compleja difícil de esclarecer. Se trata de «novela negra» de alto nivel, muy bien escrita y que mantiene la trama misteriosa hasta el final.

Una novela que puede resultar interesante incluso para aquellas personas que no son aficionadas a este género.

 

domingo, 18 de octubre de 2020

Aleksandar Tišma, El uso del hombre

 

Hace tiempo tenía obsesión por interpretar-entender los títulos de las novelas. Y buscaba en la propia novela o fuera de ella hasta que encontraba una explicación, pero en un momento dado decidí descargarme de esa obsesión. Normalmente acostumbro a encontrar en la novela el porqué del título, no ha sido el caso de esta, quizás me he despistado absorbida por esta historia que en algunas ocasiones me ha acongojado.

El uso del hombre me parece que puede estar relacionado con el utilitarismo extremo a que el ser humano fue sometido por el nazismo en casi toda Europa, pero quizás me equivoque. Tišma, nacido en 1924, de madre húngara y padre serbio estuvo preso en un campo de trabajos forzados durante la II Guerra Mundial, fue partisano al final de la guerra y décadas después, en 1993, su oposición a Miloševic lo llevó a refugiarse en Francia. Me he enterado también que esta novela es la segunda de un ciclo de cinco novelas llamado «Ramas entrelazadas». Un ciclo que tengo intención de leer dada la calidad de esta que he leído.

He leído esta novela en la montaña, su compañía ha sido muy gratificante para mí pese a que su contenido es duro. Tišma construye unos personajes, especialmente Vera y Sredoje, con una sutileza y rigor extraordinarios. Su prosa es exacta, sin excesos cuando podría haberlos justificadamente, nunca deja desbordarse a sus protagonistas, ni la historia que nos está contando.

Para mí la protagonista indiscutible es Vera que pasa de una inocencia y ociosidad típica de una familia mixta de clase media judía en la localidad de Novi Sad (Serbia) al infierno de un campo de exterminio. En la fila de selección para el horno crematorio, Vera es elegida por su juventud y belleza para la «casa de placer», es prostituida hasta la liberación del campo. El autor no carga las tintas en esta situación que la condicionará para siempre pero nos cuenta lo suficiente para que percibamos la tragedia de la protagonista.

Sredoje es un amigo de Vera de antes de la guerra y de su misma edad. La huida de Novi Sad con su padre y su hermano le conducirán, muy pronto en solitario, a un comportamiento que nos irrita por su posición acomodaticia que lo sitúa en esa zona gris en la que tantos se movieron para sobrevivir.

Nos queda clara la inhumanidad, la maldad, la indiferencia de la desgracia ajena (especialmente hacia la población judía), la supervivencia en situaciones límites, la monstruosidad normalizada. Sobre este tema se ha escrito mucho pero Tišma lo hace con una maestría narrativa y una sutileza extraordinaria.

jueves, 8 de octubre de 2020

Paco Santos, Confidencias de un apestado

 

Hacía tiempo que tenía ganas de leer esta novela del istagrammer Paco Santos con quien comparto el gusto por la literatura, la filosofía y el buen humor. Por fin decidí buscarlo y enseguida me apeteció leerlo y lo colé en los libros que tengo en espera en las estanterías más próximas a mi mesa de trabajo.

Poco conozco del autor más allá de los breves comentarios que intercambiamos en IG. No me ha sorprendido saber que es licenciado en Filosofía porque sus libros le delatan. Algo del conocimiento de ese sector del profesorado encontramos en esta novela breve.

Confidencias de un apestado es una buena muestra del talento de Paco Santos para construir una historia y un personaje cuya psicología se va mostrando con rigor y sutileza a lo largo de sus poco más de cien páginas. Y todo ello con una prosa clara, exacta y bien construida. También hay un trasfondo social que, aunque es conciso, podemos reconocer con facilidad, más si cabe en estos tiempos de pandemia.

El protagonista es una persona honesta, algo que suele incomodar en ambientes en los que predominan las pequeñas corrupciones, deshonestidades, concesiones para medrar, lisonjas para caer bien al superior jerárquico o simplemente el invisibilizarse para seguir a la mayoría. Su honestidad lo convierte  en un «apestado» que escribe sus confidencias tras padecer la exclusión social. Paco Santos construye una distopía  que no lo parece pero que nos va removiendo en la silla mientras la vamos leyendo.

Mis felicitaciones Paco.