sábado, 18 de diciembre de 2021

Audre Lorde, Zami. Una biomitografía. Una nueva forma de escribir mi nombre

Primero de todo decir que Zami es un nombre Carriacou que designa a aquellas mujeres que colaboran como amigas y amantes. Esta aclaración en la primera página ya nos da una clave importante de esta novela-biografía, es decir, autobiografía novelada/poetizada en el sentido de que se otorga licencia para no ser totalmente fiel a la realidad. 



Lorde hace un recorrido por su vida hasta los años sesenta (ella nació en 1934), justamente la etapa en la que no era todavía famosa como poeta y feminista. Por tanto, estamos ante una autobiografía que no abarca sino una parte de su vida, su etapa de formación, de crecimiento personal y de sus inicios como escritora.

Sus primeros treinta años de vida constituyen la base de lo que luego se desarrollará plenamente: su experiencia en sus múltiples identidades (mujer, lesbiana, negra, madre, escritora, trabajadora…). Ella no considera que tenga que unificarlas en una sola identidad sino que considera que la diversidad la enriquece y que es factible vivir con todas sus identidades. No obstante, se da cuenta (la obra está escrita en los años ochenta), no sabemos si en los años sesenta o cuando escribió esta obra, de cómo en el ambiente lesbiano en el que se movía, las lesbianas blancas no eran capaces de entender el racismo que sufría.

Indudablemente estamos ante un texto que plantea la interseccionalidad dentro del feminismo y la importancia de que las mujeres colaboren solidariamente entre ellas y refuercen su autonomía vital por la que hay que luchar como una guerrera. Lorde asumió su condición de guerrera, incluso en el nombre que adoptó poco antes de su muerte: Gamba Adisa, que significa “Guerrera: la que se hace comprender”. 

Una novela bien escrita e interesante en cuanto al contenido, especialmente en la descripción de los ambientes neoyorkinos lesbianos de los años 50 del siglo pasado. Así mismo resulta ilustrativo el racismo que sufre la población negra en Estados Unidos en un momento previo a la consecución de los derechos civiles. Conviene no olvidar tampoco su condición de obrera y las condiciones que tuvo que sufrir en sus lugares de trabajo. Concluyendo, una buena novela, o como ella quiso denominarla: una buena biomitografía.

12 comentarios:


  1. Muy interesante la idea de biomitografía, que creo que otros ya la han utilizado sin advertir de la mistificación en que suelen incurrir. También el asunto de ser minoría dentro de una minoría y de cómo se repiten dinámicas que supuestamente intentan hacer desaparecer. Me apunto el libro.

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    1. Yo no sabía nada de este término. A las mujeres negras (y otras identidades) les ha costado mucho hacerse escuchar por las mismas feministas blancas, de hecho ese debate sigue presente en el feminismo: las mujeres sujeto universal y todas juntas o abrir espacio a las diferencias dentro del propio sujeto "mujeres".

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  2. Pues no debieron ser tiempos buenos para ella, con tanta discriminacion en la que hubo de vivir por su raza y su condicion sexual... Pero, sin duda, fue capaz de vencerlo todo... Y su palabra pervive...
    Un abrazo, amiga

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    1. Sí, pervive y realmente cuenta cosas interesantes y muy bien contadas.

      Un abrazo, Ildefonso.

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  3. Lo siento el identitarismo es la nueva plaga social, el nuevo opio. Me parece muy bien que cada cual haga lo que desee con su cuerpo y con su identidad sexual, de género, nacional, racial etc... pero que no nos den con su identidad en las narices que ya aburren. Por cierto ¿la sororidad viene de sor, no? Va a ser que los conventos de monjas eran un modelo a seguir.
    Un abrazo

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    1. Tienes razón en algunas cuestiones pero me parece que lo resuelves de forma excesivamente simple. La palabra es latina, soror es hermana, por tanto es seguro que las monjas lo tomaron de ahí.

      Un abrazo.

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  4. Primera vez que escucho este término. Tampoco conocía a la autora. No tuvo que tener una vida fácil. Interesantes todos los temas que toca.
    Besotes!!!
    PD. Por cierto, has tenido la misma confusión que suelo tener yo entre Michael Connelly y John Connolly. Hablo del primero en el blog, su personaje famoso es Harry Bosch. Pero que vamos, más de una vez los confundo también y tengo que pararme a pensar.
    Más besotes!!!

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    1. Ayyy!! Qué fallo tan grande, además he leído mucho a Michael Connelly y me encantaba su Harry Bosch. Gracias por decírmelo.
      Respecto a la novela de Lorde es interesante por muchos motivos, uno de ellos lo bien que retrata la situación de la población negra en Estados Unidos en la década de los cincuenta del siglo pasado.

      Besos.

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  5. Gracias por informar de asuntos que ignoro en gran medida. Por eso no me atrevo a opinar.

    Un abrazo

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    1. Creo que te gustaría esta obra entre la realidad y la ficción. Lorde escribe muy bien.

      Un abrazo.

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  6. συνεργεία καθαρισμού κτιρίων-πολυκατοικιών αθήνα

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  7. Que interesante me parece el fondo argumental de este texto, saludos cordiales para ti.

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