Vuelvo a caer en la trascendencia que hoy intentaba evitar, después de una reflexión como la última (“Libertad”). Pero la realidad que me rodea me lleva de nuevo por estos derroteros, espero que quien me lea sepa perdonarme.
Hoy pienso en una amiga que vislumbra Ítaca, otra que, dominada por sus circunstancias, se siente perdida y paralizada en el camino y, por último, pienso en 40añera, que acabo de encontrar en este viaje, y generosa e inmerecidamente, ha creído que este blog se podía recomendar…
KONSTANTINOS KAVÁFIS, Ítaca.
Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Posidón.
Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Posidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.
Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.
Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías:
madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.
Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben.
Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ellas, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.
Fotografías de Cerler y Aiguallut (Huesca)
La historia de Ulises y de su patria, Ítaca, está llena de aventuras y de peligros que Homero retrató en "La Odisea". Ulises, que también recibe el nombre de Odiseo, era el rey de Ítaca. Cuando se produce la Guerra de Troya a consecuencia del rapto de la bella Helena, el rey Agamenón convence a Ulises para que vaya a la guerra. Una vez producida la caída de la mítica Troya, Ulises comienza el periplo que habrá de llevarle de vuelta a las playas de Ítaca. Lo que él no sabe entonces es que tardará en arribar a Ítaca más de veinte años, en los cuales habrá de recorrer las aguas de medio Mediterráneo y vivir todo tipo de aventuras.
Kaváfis fue capaz de realizar un poema interpretando la historia mítica de Ulises desde el verdadero sentido de la vida. Ítaca es una utopía (el lugar que no existe) porque confía en que, quien hace ese viaje, llega al final del camino con riqueza y armonía personal ya que es el camino el que, lleno de experiencias, de personas, de tropiezos, de levantarse aunque con heridas, de risas, de felicidad, de desventura, de pena, de nostalgia, de valentía, de osadía, de amor, de amistad, de aceptación, de lucha, de rebelión… El verdadero significado de Ítaca es algo mucho más íntimo y sencillo que Kaváfis, milenios después de la historia de Ítaca, supo reflejar en su maravilloso poema.
Ítaca es el camino, Ítaca es la vida misma y muchas veces la dejamos pasar sin pena ni gloria, permitimos que la rutina y los días grises nos anulen y nos olvidamos de lo que tiene importancia. Ítaca encarna la sabiduría de lo que aprendemos a lo largo de nuestro camino y nuestra existencia, de lo que vamos acumulando poco a poco en el equipaje de nuestras vivencias y nuestros recuerdos, aquello que siempre llevamos con nosotros mismos.
Todo lo vivido va llenando el equipaje para llegar a Ítaca y poder descansar…, echar la vista atrás y sentirse satisfecho…ya que cuando se llega a Ítaca ya no hay vuelta atrás… lo hecho, hecho está, y lo que no hemos hecho no podremos volver a tener la oportunidad de repetirlo. Por eso la "Ítaca" de Kaváfis es una auténtica oda a la vida y a nosotros mismos.