domingo, 28 de abril de 2019

AHARON APPELFELD, Flores de sombra

Como bien sabemos el Holocausto no fue solo cosa de los nazis, jamás hubieran podido matar a tanta gente sin la colaboración activa o pasiva de millones de personas que lo hicieron posible. Algo que el protagonista de esta novela, Hugo, que tiene 11-12 años comprueba cuando vuelve a su ciudad tras la retirada alemana y comprueba que la vida ha continuado en su ausencia (y la de la comunidad judía) con bastante normalidad.


Esta novela de 2006, traducida seis años después, permite conocer a un autor para mi desconocido y que sufrió siendo un niño, en carne propia, la persecución por su condición de judío en la región de Bucovina, territorio de Rumanía entonces, y hoy de Ucrania. Esto no quiere decir que esta novela sea autobiográfica pero sí que, inevitablemente, está basada en lo vivido por Appelfeld. 

Flores de sombra cuenta la historia de Hugo, un niño que, junto a su familia (que regenta una farmacia), ha sido trasladado a un gueto. El padre de Hugo es deportado y la madre es consciente del futuro que les espera y trata de salvar a su hijo de la muerte buscando una familia campesina que lo acoja como hacen otras familias judías, pero no lo logra. Ante esa perspectiva, la madre desesperada lo lleva a casa de una amiga de la infancia, Mariana, que se dedica a la prostitución en un burdel.

Hugo vivirá durante más de un año en una fría y oscura recamara al lado de la habitación en la que Mariana recibe y sufre a los hombres, muchos de ellos soldados alemanes. Por las mañanas Hugo puede salir de su escondite y estar en la habitación de su protectora. El niño no acaba de entender dónde está, ni a qué se dedica Mariana pero el acercamiento entre ambos se va produciendo. Ella encuentra en Hugo a una persona que la quiere sinceramente, a una persona ingenua e inocente y Hugo encuentra a una mujer guapa, que lo protege y le da cariño despertando su incipiente sexualidad.

Mariana le explica a Hugo: 
El hombre es sólo carne y hueso y está esclavizado por el día a día y las necesidades cotidianas. Cuando no tiene casa ni comida ni a nadie, hace lo que yo he hecho. Pude ser lavandera o criada de los ricos, pero por alguna razón fui a parar a eso que llaman “casa de citas”. En una casa así tú no eres tú, eres un trozo de carne que bambolean, dan la vuelta, pellizcan o simplemente muerden. Al final de la noche estás golpeada, herida, y te entierras en el pozo del sueño (215). 

Hugo vivirá su iniciación a la vida adulta en un contexto terrible, sus sueños le sirven para sentirse vinculado a su familia y amigos. La realidad le acerca a la dureza de la vida, el final de la novela lo pondrá de manifiesto de forma trágica.

jueves, 18 de abril de 2019

JUAN GÓMEZ BÁRCENA, Kanada



El autor de Kanada arranca su novela  en el momento en que la II Guerra Mundial acaba (1945) y las víctimas de los campos de concentración, como es el caso del protagonista, regresan a sus casas y a sus ciudades de origen. Juan Gómez Bárcena construye una historia angustiosa alrededor del regreso de una persona a su casa donde nadie lo esperaba, salvo un vecino que afirmaba haber intentado proteger su vivienda. El Vecino creía que el protagonista de Kanada volvería a llevar una vida normal y le ayudó durante un tiempo. Conforme fue aceptando que no sería así, intentó rentabilizar su ayuda sacando provecho de la vivienda. 
(…) el paisaje de un hogar no está hecho de paredes ni cimientos sino de detalles, de olores, de una determinada disposición de los muebles y una narrativa tejida en torno a esos muebles, de una fotografía presidiendo la entrada al salón o un reloj de pesas manoseando con gravedad las horas, y en tu casa –en la casa- ya no queda nada de eso (15). 

El protagonista de la novela, sin nombre (igual que el resto de personajes), había sido profesor universitario antes de ser enviado a los campos por ser judío. Su regreso se convirtió para él mismo en un drama puesto que nada lo ligaba a la vida, una vida condicionada por lo vivido en los campos, entre otras cosas su sentimiento de culpabilidad por haber sobrevivido en Kanada (ordenando, cuantificando y aprovechándose de los bienes de las personas que morían en las cámaras de gas). 

Muy poco se dice en la novela de dicha experiencia salvo al final de la novela. Hasta ese momento solo aparecían pequeñas pinceladas sueltas sobre algún aspecto concreto que el protagonista recordaba mientras sobrevivía recluido en su despacho. 

Pero el autor no pone solo sobre el tapete el totalitarismo fascista, también emerge el comunista que se implanta en Hungría tras el fin de la Guerra. La novela se convierte así en una denuncia de cualquier sistema totalitario y en una denuncia de las graves consecuencias que tiene su existencia para las personas que lo sufren. 

La novela está bien escrita, el autor utiliza una manera de narrar escueta pero que trasluce la desesperanza de una época que parece repetirse en la actualidad.

lunes, 8 de abril de 2019

JEANNE BENAMEUR, Las retrasadas

Un relato muy breve, la historia es aparentemente muy simple pero lleva aparejada una carga de profundidad. Luce, cuya madre Varienne es retrasada, se ve incluida en el paquete y se la considera también retrasada.



Las dos mujeres, madre e hija, han logrado crear un microcosmos aislado basado en el afecto y el cariño. Pero Luce tiene que ir a la escuela y eso lo viven como un auténtico desgarro, así que la niña se negará a aprender pese a la obstinación de la maestra, Solange, que no entiende por qué Luce no va a poder tener derecho a la educación.

La lucha de la maestra por enseñar y de Luce por no aprender llegará a causar la enfermedad primero de una y luego de la otra. Sin embargo el relato plantea que no siempre se aprende a través de la palabra y que, a veces, las letras someten, normativizan la manera de ver el mundo. La experiencia y los afectos y emociones pueden ser, quizás, otro camino para el conocimiento.

Un relato muy hermoso. Siempre habrá un dolor y una felicidad intensas. Saber que alguien nos echa en falta y que echamos en falta a alguien (55). Algo tan simple y tan complejo como eso.