lunes, 28 de noviembre de 2022

Michael Connelly, Pasaje al paraíso

 


Leí a este escritor norteamericano de «novela negra» hace unos cuantos años, tengo numerosas novelas de la serie del detective Harry Bosch. En su momento disfruté y me entretuve mucho con ellas y, quizás, su recuerdo me ha llevado, recientemente, a ver la serie de TV Bosch, inspirada en estas novelas. La serie me ha parecido bastante buena tanto por los actores y actrices que encarnan a los protagonistas de las novelas como por el desarrollo de las diferentes temporadas relacionadas con casos que van a parar a Homicidios que es donde mora el conflictivo Harry Bosch.

Buscando las novelas que me faltaban, comprobé que entre ellas no tenía la primera, este Pasaje al paraíso, que encontré en una librería de libros usados. Sorprendentemente aparece ya muy bien caracterizado el protagonista, pero también otros personajes como  Eleanor Wish, el compañero de Bosch, Jerry Edgar, el jefe Irving, etc.

El caso para resolver está relacionado con la industria del cine porno que sirve de tapadera para blanquear dinero a la mafia de Los Ángeles y de Las Vegas, escenario de las andanzas del detective. Lo que en principio parecía una investigación sencilla, se irá complicando y Bosch se verá en serios aprietos. 

Después de leer tantas novelas de M. Connelly y ver la serie me ha parecido un poco previsible, pero me ha entretenido mucho en las horas que he pasado en tren en un viaje que hice hace unos días. Una lectura perfecta en esas circunstancias.

viernes, 18 de noviembre de 2022

Jordi Amat, El hijo del chófer

 


No compré este libro porque es un tema que a priori no me interesa demasiado, pero el libro estaba en casa y, seguramente afectada por el calor, he decidido leerlo. El hijo del chófer es una narración de no ficción, un género que tiene numerosos seguidores entre escritores de relevancia como es el caso de Carrère, Cercas, Vuillard, entre otros.

Amat parte de la idea de que la no ficción literaria puede aportar algo que no siempre es claro pero que no descarto: puede tener una función social que puede concienciar a los y las conciudadanas. El autor afirma tal cosa, aunque en numerosas ocasiones, como es el caso de El hijo del chófer, escribir una historia real como la de Alfons Quintà no es nada agradable por su enfermiza personalidad y, sobre todo, por el trágico final. Si recurrimos a H. Arendt y su Eichmann en Jerusalén, se puede entender esa incomodidad a la hora de escribir sobre un personaje malvado.

Sin embargo, la biografía de Quintà, el hijo del chofer habla de algo más que de él, habla de un contexto: el final del franquismo y la Transición hasta llegar casi hasta nuestros días. Habla de Cataluña en esa coyuntura, del mito Jordi Pujol y de cómo se construyó, habla, en definitiva, del poder y de sus espacios oscuros.

Tiene que interesarnos adentrarnos en esos recovecos del poder a través de un personaje controvertido porque si no es así el libro puede hacerse pesado (es lo que me ha ocurrido a mi en ciertos momentos).  

martes, 8 de noviembre de 2022

Guillermo Martínez, Los crímenes de Oxford

 


Cuando empiezas la lectura de Los crímenes de Oxford parece que estamos ante una novela policiaca al uso. El punto de partida es la llegada de un joven matemático argentino a Oxford que se verá envuelto en el asesinato de su casera. El crimen le permite relacionarse con un matemático de prestigio, Arthur Seldom, que parece vinculado a ese primer asesinato y a los que vienen a continuación.

Realmente la policía tiene un papel secundario en la investigación cuyo protagonismo lo tienen los dos matemáticos a los que se les requiere sus conocimientos matemáticos para resolver el enigma de los asesinatos. El trasfondo de las indagaciones es el ambiente universitario inglés con sus actividades diversas y su modo de vida tan peculiar.

Sin embargo, el desenlace de la historia te sorprende por inesperado, como si se tratara de una especie de juego de magia (por cierto, hay una actuación de un mago muy peculiar) todo lo que apuntaba la trama de la novela salta por los aires y la realidad de los crímenes poco tiene que ver con lo que parecía. Una sorpresa inesperada que transforma el final de la novela y que habla muy bien de la capacidad del autor para cambiar en pocas hojas lo que parecía que iba por unos derroteros previsibles.