La novela la compré por recomendación de un amigo del que pronto os hablaré porque acaba de publicar su primera novela, que yo ya tengo leída porque amablemente me la pasó antes de tener editorial para que le diera mi opinión. Compré la novela de D. Kennedy hace un tiempo, pero su volumen me retraía. Está en mi mesa, como casi siempre, y tiene encima de la tapa dos pequeños fósiles marinos que encontré en una cantera que hay cerca de donde vivo.
La novela tiene 731 páginas y el título se relaciona con la búsqueda de la felicidad de la protagonista, Sara Smythe. Me gusta mucho el poema de Matthew Arnold, que da entrada a la novela:
No hacemos lo que debemos;
Hacemos lo que no debemos;
Y contamos con la idea
De que la suerte nos acompañe.
Kennedy nació en Nueva York en 1955 y vive en Londres. Entre sus novelas, cabe destacar: En busca de la felicidad, Una relación especial, Perderlo todo y El discreto encanto de la vida conyugal. También es autor de tres libros de viajes: Más allá de las pirámides In God’s Country Chasing Mammon Su obra se ha traducido a sesenta idiomas.
La novela relata la historia de dos hermanos Eric y Sara Smythe que, en su búsqueda de la felicidad, salen del camino marcado en la época y el país en el que vivían. El inicio de la trama se localiza en Manhattan, víspera del día de Acción de Gracias de 1945. La IIª Guerra Mundial ha acabado y en la fiesta de Eric entra, por causalidad un soldado, Jack Malone. El amor a primera vista entre Sara, la hermana de Eric que ha ido arrastrada por él a la fiesta, y Malone, condicionará el futuro de ambos. La historia es de las que te enganchan sin remisión, cosa que es de agradecer teniendo en cuenta su extensión. Especialmente interesante es el trasfondo histórico en el que se mueven los personajes, especialmente la histeria anticomunista que se despertó en EUA con el inicio de la Guerra Fría. El senador McCarthy instigó una cruzada anticomunista, titulándose defensor de los auténticos valores americanos. Los elementos más conservadores de la clase política norteamericana, entre ellos el futuro presidente Richard Nixon, le apoyaron en su labor en el Comité del Senado que presidió.
Por extensión, el término macarthismo ha sido acuñado para describir específicamente la intensa persecución anticomunista que existió en Norteamérica desde 1950 hasta alrededor de 1956, momento en el que se le empezó a conocer popularmente como Red Scare. Durante este periodo, las personas que eran sospechosas de diferentes grados de lealtad al comunismo se convirtieron en el blanco de investigaciones gubernamentales. Estos procesos fueron denominados como "caza de brujas". Gente de los medios de comunicación, del gobierno, militares y funcionarios fueron acusados por McCarthy como sospechosos de espionaje soviético o de simpatizantes del comunismo.
La novela relata perfectamente el clima de terror y de censura que se instauró en EUA durante los años cincuenta. Describe los dilemas morales a que se vieron sometidas muchas personas que debían denunciar a otras para salvar su vida profesional, familiar e, incluso, la propia vida.
Una estupenda historia, bien escrita y con un trasfondo histórico muy interesante.
FRAGMENTOS:
“…hay algo maravilloso en el amanecer de Manhattan. Tal vez sea por lo vacío de las calles. O la coincidencia de farolas encendidas y luz solar incipiente. Es todo tan incierto, tan profundo. Los frenéticos ritmos de la ciudad están temporalmente paralizados. Se tiene una sensación de equívoco y expectativa” (p. 51).
“…en la vida de familia, todos nos creamos escudos protectores a nuestro alrededor. Con el paso de los años, estas defensas se solidifican. Los demás no pueden penetrarlas, y a nosotros aún nos cuesta más derribarlas, porque se convierten en nuestra forma de protegernos –y proteger a los que amamos- de toda una serie de verdades” (p. 73).
“Después de la rabia viene el resentimiento. Después del resentimiento, la amargura. Y cuando finalmente disminuye el sabor amargo, lo que te suele quedar es melancolía. Un cóctel lamentable de aceptación y añoranza” (p. 223).
“Quizá éste sea el sentido real de la ira: la forma en que nos ponemos furiosos contra nuestra total insignificancia. La furia dota de consecuencia lo que es fundamentalmente inconsecuente. La furia nos hace creer que no moriremos” (p. 529).
“Elegir nos define. Elegir nos obliga a enfrentarnos a nuestra auténtica naturaleza, nuestras aspiraciones, nuestros miedos, nuestra fibra ética. En la vida, a menudo elegimos mal. O (…) hacemos algo calladamente heroico, elegimos bien, aunque sepamos que aquella elección acabará con todo lo que hemos creado en la vida” (p. 534).
RECOMENDACIÓN: Es una novela que te atrapa como un remolino y no puedes dejar de leerla, os la recomiendo encarecidamente, creo que tiene muchas virtudes para hacerla una interesante lectura.