sábado, 28 de julio de 2018

VIVIAN GORNICK, La mujer singular y la ciudad

Con este libro cerraré este espacio por vacaciones, os deseo que el verano sea feliz (pese al calor que tan odioso me resulta).


Sobre esta autora hay un libro, Apegos feroces, que todo el mundo alaba por las redes sociales. Como soy así de desconfiada, las unanimidades me repelen y mi vocación es resistirme hasta ver qué recorrido tiene el libro. Sin embargo, llegó a mi casa sin yo decidirlo (estoy suscrita a una web que me envía un libro al mes sin yo saber cuál es) este otro que hoy comento de la misma autora.

En la Feria del Libro de Madrid, compré Apegos feroces. Igual pensáis que La mujer singular y la ciudad me ha encantado, no es así. Pero me ha interesado lo suficiente para decir comprar el otro. Este libro es un puzle, su autora cuenta cosas sobre sí misma, sus amistades, su ciudad, escritores/as, situaciones, emociones, etc. A través de todos esos temas queda claro que Gornick es una mujer singular, una feminista, una mujer que piensa y mira el mundo pensando en que puede ser diferente, mejor, igualitario, respetuoso con las diferencias, solidario, justo socialmente hablando, etc. 

Y el fragmento: 
Cuando sentía que cada vez estaba más fuera de lugar, no había nada que aliviara mejor el dolor y el resquemor que un paseo por la ciudad. Al ver cómo la gente se esforzaba de mil maneras distintas por seguir siendo humana –la variedad y la inventiva de las técnicas de supervivencia que ponían en práctica- sentía cómo bajaba la presión, cómo se drenaba el exceso de líquido. Notaba en las terminaciones nerviosas la resistencia de todos a hundirse. Esa resistencia se convirtió en mi compañera. Nunca me sentía menos sola que cuando estaba sola en una calle abarrotada. Allí descubrí que podía imaginarme a mí misma. Allí sentía que ganaba tiempo. Qué idea: ganar tiempo (17). 
Si valoráis a las mujeres escritoras singulares, os gustará sin más.

miércoles, 18 de julio de 2018

JOSEPH ROTH, Judíos errantes

Un ensayo en el que Roth hace un mural de lo que entiende por judaísmo en Europa. En él reflexiona sobre aspectos importantes de la existencia del pueblo judío (su manera de entenderse a sí mismos, la patria, la libertad, etc.), cuenta anécdotas, formas de vida, celebraciones, huidas, llegadas, oficios, etc.


La inexistencia de patria, algo milenario para los judíos, desaparecido con la creación del Estado de Israel (que Roth no conoció, aunque sí conoció el sionismo): 
Y, en toda la milenaria aflicción en que viven los judíos, no han tenido más que un único consuelo, a saber: el de no poseer una de tales patrias. A los judíos les fue dado conservar la razón y, en una época en la que el mundo entero se entregaba a la clemencia patriótica, no poseyeran <<patria>> alguna (38).
Una afirmación para reflexionar: 
La <<libertad nacional>> es un concepto de lujo, propio de una raza que no tiene otros problemas (68). 
Su ensayo gira en torno a si los judíos son una nación o no; si son una comunidad religiosa, racial o solo una unidad espiritual; si son un pueblo con independencia de su religión; y tantas otras cuestiones. 

Su repaso por las juderías de la Europa Oriental y Occidental, por sus ciudades, sus costumbres, el carácter errático de los judíos del Este; sus creencias, su credulidad en milagros religiosos, sus fiestas, matrimonios, etc., componen un mosaico de la propia Europa hace tiempo desaparecida para nuestra desgracia.

Interesante la referencia que hace a España en las pàgs. 99 y 100. Un gustazo leer a Joseph Roth.

domingo, 8 de julio de 2018

CELESTE NG, Todo lo que no te conté


Una buena novela que cuenta una historia interesante: las dificultades de un matrimonio chino-norteamericano para integrarse en una pequeña ciudad de Ohio donde el racismo es el sustrato básico de sus ciudadanos/as, algo que parece natural y que, seguramente, negarían que así fuera con la misma naturalidad. Una pareja aparentemente bien avenida que exigen desmedidamente a una de sus hijas, causando su desgracia y la de sus hermanos. 

El relato de los avatares de la familia Lee te atrapa desde su inicio con esta frase: Lydia está muerta. Pero esto aún no lo saben. Y a partir de ese momento te interesa la historia y los personajes de esta familia. 
¿Qué convertía algo en valioso? Perderlo y encontrarlo (270). 
Una escritora a seguir.