martes, 28 de abril de 2020

Dragan Velikić, Bonavia

Hay libros que empiezas a leer y en la página primera ya sabes que te va a gustar, incluso que te va a entusiasmar. Ocurre con muy pocos, pero de vez en cuando aparece esa novela que no vas a olvidar porque desde el principio te cuenta algo que te interesa, algo con lo que te identificas. No es que lo que explica lo haya vivido, no es así, es que las reacciones, las emociones, las reflexiones, los sueños, los pesares y las alegrías, las has vivido también. 


Bonavia es un libro en el que los viajes se convierten en huidas. Los personajes se entrecruzan entre sí en una especie de concierto en el que entran y salen, se apoderan de la historia o casi desaparecen para volver a reaparecer páginas después. Todo está tan bien orquestado y narrado que les sigues a la espera del próximo paso de Miljan, Marko, Marija, Kristina y muchos otros personajes.

Hay un trasfondo apenas visible que es la guerra de la antigua Yugoslavia y el colapso que se produce tras el conflicto y la propia desaparición del país (curiosamente, de la mano de Viena se narra otro país, todo un Imperio, que también desapareció). Hay ciudades como Budapest, Belgrado o Viena (incluso algunas ciudades norteamericanas más fugaces). Hay viviendas, hoteles, trenes o tranvías. Alrededor de la vida que surge aquí y allí hay mucho pensamiento interior, muchas reflexiones, soledad, enfermedad, ambiciones, abandonos.
 «Hace tiempo que el crimen se ha paliado con el movimiento invisible del reloj de la historia, sus campanadas miden el pulso de los sonrientes y triunfadores» (p. 58). 
Una excelente novela, una de esas que cuando acaba te quedas compungida porque quisieras seguir al lado de los personajes y saber más, saber cómo sigue la vida de ellos y de ellas.

sábado, 18 de abril de 2020

JEFFREY EUGENIDES, La trama nupcial

Leí hace poco más de seis años, Middlesex. Me gustó mucho, tal y como dejé escrito en la reseña que hice, y me prometí a mí misma leer sus otras novelas. Debí comprar en ese momento La trama nupcial pero no he encontrado el momento de leerla hasta ahora. Espero no tardar tanto en leer Las vírgenes suicidas o sus relatos recogidos en Denuncia inmediata.


Como en el caso de Middlesex, Eugenides, al que no le gusta nada hablar de su vida personal, refleja en algunos de sus personajes rasgos autobiográficos como el origen griego de Mitchell (que quizás contenga más rasgos de su autor en su personalidad), un personaje muy bien tratado en la novela.

Sorprende que Eugenides tome como base de su novela una historia de amor entre jóvenes que acaba en boda, una trama aparentemente muy convencional y mil veces tratada en la literatura, el cine o el teatro. En efecto, Madeleine y Leonard son dos jóvenes a punto de acabar sus estudios universitarios que se enamoran. Incluso hay un tercer joven, Mitchell, que también está enamorado de Madeleine formando un típico triángulo amoroso. Sin embargo, nada es lo que parece porque Leonard padece una enfermedad mental que transforma el “pastel” amoroso en casi una pesadilla. 

El trasfondo de estos amoríos juveniles es el de los años ochenta del siglo XX en EUA con sus transformaciones y cambios que el autor va desgranando a lo largo de la novela.

Una historia bien contada y bien articulada. Con Eugenides es imposible aburrirse, es un maestro en desarrollar historias que relacionan diversos personajes entre sí, de la misma manera construye personajes de personalidad muy bien definida. Todo esto te atrapa y quieres saber más y más.

miércoles, 8 de abril de 2020

Imre Kertész, Un relato policíaco

Se trata de una novela corta (apenas cien páginas) destinada a acompañar a El buscador de huellas. 


Las editoriales del régimen comunista húngaro solo publicaban a apartir de una determinada extensión, El buscador de huellas no llegaba al mínimo y para publicarla el editor le propuso que añadiera un relato breve. Así nació Un relato policíaco

Aunque el escenario de la narración es un país sudamericano imaginario, el autor pensaba en Hungría. Evitó dejarlo en evidencia para burlar a la censura. Tenía sus motivos, esta narración es un relato escalofriante (y frio) sobre la toma del poder ilegalmente para imponer una dictadura, de la esencia de un sistema autoritario (de verdad) y de cómo una persona, el narrador, puede convertirse en un torturador, en un verdugo. 

La indiferencia moral de este policía, que espera su ejecución años después, nos habla de nuestra época. 

Excelente como todo lo que escribe Imre Kertész.