jueves, 28 de marzo de 2019

FRIEDRICH TORBERG, Mía es la venganza


En esta edición hay dos relatos breves, el que da título al libro y otro titulado El regreso del Golem. Sin dudarlo, Mía es la venganza, es superior al otro siendo un relato interesante el segundo. Me centraré, por tanto, en el que me ha impactado y me ha dejado desolada. Leo que es una de las primeras narraciones del Holocausto ya que fue escrita en 1943 en Estados Unidos. 

El título es una sentencia que aparece en la Biblia para indicar que a pesar de que las personas creyentes sean víctimas de injusticias, deben dejar la venganza en manos del Señor que Él castigará a los culpables cuando llegue el momento. 

El relato empieza cuando un hombre, el narrador, acude varios días al muelle de Nueva Jersey (en 1940) y se da cuenta de que un hombre día tras día vaga por el vestíbulo. Intrigado, se dirige al hombre y logrará que este le explique por qué va regularmente al muelle. Su relato empieza en el campo de concentración de Heidenburg, al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, un campo “blando” hasta que llega Wagenseil, el nuevo Jefe del campo que cambiará por completo la vida en el campo para los prisioneros judíos. 

La crueldad de Wagenseil permitirá al narrador explicar muchos aspectos que siguen estando, hoy, en el centro de nuestra vida: ¿Podemos decidir cómo afrontar una situación límite como la que se producía en los campos de concentración? ¿Debemos confiar en que Dios decidirá por nosotros/as o debemos rebelarnos? Las creencias, religiosas o políticas, el libre albedrío, el optimismo o el pesimismo, las esperanzas, condicionan la manera en que las personas se enfrentan a situaciones extremas. Todo eso y mucho más aparece en este breve, y extraordinario, relato. 
(…) siempre estamos sujetos a la decisión, todos y cada uno de nosotros, en cualquier caso… (…) una y otra vez tenemos que decidir, lo contrario sería vano y ciego y absurdo (57). 
El regreso del Golem (1868), es un relato sobre qué es aquello que une la tradición y las leyendas judías con la historia de unos nazis a la caza de reliquias en una Praga ocupada por las tropas alemanas.

lunes, 18 de marzo de 2019

MARISA MADIERI, El claro del bosque


Desde que leí Verde agua  tenía ganas de leer esta otra novela, en realidad una fábula floral tan original como bella y deliciosa. Como en el caso de su otra novela el aspecto biográfico está presente, en ambas es patente que la escritura de Madieri es parca, natural, sencilla, y, a la vez rica en emociones. Dice en el posfacio Ernestina Pellegrini que, su estilo está desnudo, es resultado de una poda total y responde a dos reglas fundamentales: la ligereza y la precisión (118). Ya había hecho referencia a este hecho en la reseña del libro anterior. 

El claro del bosque es una comunidad vegetal organizada en la que se desarrolla el ciclo de la vida de una margarita, Dafne. El relato, aparentemente banal y estético, esconde líneas oscuras (amenazas, peligros, muerte, enfermedad, afán de resistencia y de lucha, etc.) tan realistas como las que se dan en la vida humana. El final es muy bello. 

Un fragmento:
En las novelas, en los relatos y en las poesías descubrió el reino de la libertad. Allí todo era posible, había lugar para el sueño y la esperanza. Se podía crear cualquier cosa de acuerdo con los propios deseos, exiliar el dolor (75). 
Un libro recomendable para disfrutar de la exquisita literatura de Madieri.

sábado, 9 de marzo de 2019

STUART TURTON, Las siete muertes de Evelyn Hardcastle


Esta novela no la elegí yo, me llegó de fuera y decidí adelantarla a las muchas que tenía en espera porque necesitaba algo entretenido y sin grandes pretensiones. 

Podríamos decir que es una novela policíaca pero no hay un policía protagonista que resuelva el caso. Hay un policía pero es solo una de las personas en que se encarna el protagonista: Aiden Bishop, no tiene un protagonismo especial en la resolución del misterioso asesinato de Evelyn Hardcastle. Se trata, por tanto, de un thriller de una novela de suspense en la que el misterio y la tensión se mantiene hasta la última página. No supe dilucidar el misterio pese a que hay pistas para hacerlo, por ejemplo, el plano de la vivienda y posesiones de Blackheath. Y es que en esta casa de campo decadente se produce una situación original, cada día se repite y con él los acontecimientos ocurridos, incluido el asesinato de Evelyn Hardcastle. Dicen que se nota que al autor le gustan los vídeo juegos, sea cierto o no, el ritmo que impone a la narración es trepidante y eso es una de las claves de su lectura. 

Me ha gustado la idea de que solo la bondad puede torcer un destino inmutable como era el bucle que se había producido en la gran mansión decadente. No he subrayado apenas, pero alguna joya hay dispersa por el libro: 
Solo puedo imaginarme cómo debe de ser estar tan preocupado por el futuro que eres ciego al presente (297). 
Algunos políticos/as en activo deberían aplicarse el “cuento”, que buena falta les hace.

viernes, 8 de marzo de 2019