sábado, 25 de mayo de 2013

ANDRÉS BARBA, Agosto, octubre...

Esta novela la cogí prestada en la biblioteca tras leer el comentario que hizo Offuscatio en su blog.


La novela tiene 146 páginas y su título hace referencia a la estructura que tiene la obra dividida en dos partes: Recuerdo de agosto, la parte más larga hasta la página 106 y Recuerdo de octubre, más breve, hasta el final de la novela.


Andrés Barba Muñiz (Madrid, 1975) es novelista, ensayista, traductor, guionista y fotógrafo. Ha publicado doce libros de ficción literaria, entre los que se encuentran tres novelas infantiles. Ha ganado diversos premios y en 2010 fue seleccionado por la Revista Granta en Inglaterra y Granta en español como uno de los veintidós jóvenes escritores más importantes de habla hispana.
Es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid y posee estudios de Filosofía. Ha ejercido la docencia en el Bowdoin College (EUA) y en la propia Complutense.

Agosto, octubre, fue publicada en 2010 y alcanzó una cierta repercusión en la crítica y la prensa especializada. Es una novela breve que trata sobre la tensión de la adolescencia de Tomás y un grupo de amigos que conoce en el pueblo en el que hace turismo cada año.

No debían de tener más de catorce años, pero eran más viejos que él, viejos como peces fósiles, como la supervivencia, como la tortura o el desamparo. Se habían vuelto realistas. Su sexualidad estaba claramente desarrollada y eso parecía crear entre ellos extraños lazos de simpatía y compañerismo, como los de unos lobos que cazaran en grupo (p. 37).


En Recuerdos de agosto, unas rutinarias vacaciones familiares acaban convirtiéndose en un aprendizaje intempestivo de la sexualidad, en la aproximación a la muerte y en la violencia interior que genera la propia adolescencia:

¿Pero qué era exactamente lo que había comprendido? No lo sabía, el engaño. Una especie de viento que se había levantado sobre todas las cosas, arracimándolas contra una esquina del mundo. Sentía un deseo extraño de ser violento, impetuoso, voraz, como si algo fuera a salir de entre aquellas dunas iluminadas para tragárselo también a él de golpe, igual que a la tía Eli (pp. 89-90).


O la violencia a la que tan fácilmente se puede llegar presionado por el grupo.

Recuerdo de octubre, es el miedo y la culpa, dura y fría, vivida al límite de las fuerzas de un adolescente y el retorno para enfrentarse a la única persona que puede perdonarle.

Era un tipo de miedo que no había sentido jamás, un miedo descabalado y esquemático, sin forma, como si quisiera saltar del banco en el que estaba sentado y arrojarse al primer coche que pasara (p. 111).

En ese encuentro es donde aparece el único personaje inocente que inspira ternura en su naturalidad maltratada, Marita.
Escrita con claridad y maestría, tiene la virtud de sobrecogerte y enternecerte a la vez, profundizando en la difícil y contradictoria personalidad de los adolescentes. En esta breve novela pasan muchas cosas y se desarrollan muchas contradicciones, nadie es bueno ni malo sino todo lo contrario. 

Una novela recomendable y un autor que volveré a leer.


Fotografía del Andrés Barba en google

sábado, 18 de mayo de 2013

ESCRIBIÓ, BEBIÓ Y AMÓ: DYLAN THOMAS, Cartas de amor... Y MICHAEL CONNELLY, La caja negra.


Buscaba poesía de Thomas y encontré recién publicadas estas Cartas de amor en un precioso formato de una nueva editorial.
La obra tiene 177 páginas con prólogo y notas (además de la traducción) de Andrés Barba, del que he leído recientemente la excelente Agosto, octubre. Al final tiene una cronología del poeta.
El título es obvio, se trata de las cartas de amor que D. Thomas escribió a diversas mujeres (Pamela Hansford, Wyn Henderson, Emily Holmes, Ruth Wynn, Edith Sitwell, Margaret Taylor, Margred Howard, Elizabeth Reitell y, especialmente, a la que mujer con la que se casó, Caitlin Macnamara).



Dylan Thomas nació en 1914 en Uplands, Swansea y murió en 1953 mientras estaba en EUA como consecuencia de la ingestión de dieciocho whiskies seguidos, en la taberna White Horse, que le produjeron el colapso que acabó con su vida.

En estas cartas se revela la compleja y torturada personalidad del escritor y poeta a través de su relación con las mujeres que amó.

Me gustaría tener una mente ordenada, pero rara vez la tengo. Es como si mi inteligencia se deshilachara en hebras de ideas medio recordadas, en fragmentos de hechos medio vividos.
(…)
Uno se pone la coraza todos los días pero el verdadero yo, el herido, sigue en el interior oculto a la mirada de los demás. Si me quito la armadura no dispares, querida mía. Ni siquiera con una sonrisa satisfecha o ensayada.
 (pp. 28-29)

Sus cartas son de una autenticidad que impresiona, en ellas realiza declaraciones de amor llenas de lirismo y amor arrebatado:

(…) para mí no tiene sentido vivir si no es contigo, el mundo se desequilibraría si en el mismísimo centro no estuviésemos tú y yo, minúsculas motitas constantemente abrazadas en una bruma peluda y luminosa.
(p. 95)

(…) pero también escribe impresiones llenas de humor y de inadaptación al mundo real.

Qué bonito tu ronroneo conmigo después de la cena, como dos gatos alimentados y lustrosos restregándose en las patas de la mesa e imaginándose que le pertenecen a un enano galés con una resaca acumulada de tres semanas y el corazón lleno de ansiedad, amor y alcohol (…)
 (p. 63-64).

Su constante escapismo de la realidad a través del alcohol se manifiesta constantemente dibujando un camino a la enfermedad y a la muerte.

Existía un proyecto ya acordado entre Dylan y Stravinsky de realizar una ópera en colaboración, con textos de Thomas. Stravinsky hizo unas conmovedoras declaraciones tras su muerte y compuso, en su honor, un cuarteto para cuerda, trombones y tenor titulado: In memoriam Dylan Thomas…

 

Una recomendable lectura estas Cartas de amor.




MICHAEL CONNELLY, La caja negra.

Connelly es, desde hace tiempo, uno de mis autores favoritos de novela negra. Así que, simplemente, no pude resistir la tentación de comprarla en lugar de esperar la edición de bolsillo.

La novela tiene 393 páginas (incluidos los agradecimientos) y su título hace referencia a la parte fundamental de una novela, igual que la caja negra lo es en un avión en caso de accidente.


Michael Connelly, Filadelfia (1956), periodista de formación con una amplia experiencia en sucesos, comenzó a escribir ficción partiendo de sus propias experiencias en las calles de Los Ángeles. Desde su primera novela, El eco negro, apareció la figura del inspector Harry Bosch que protagoniza también La caja negra.

La trama está bien articulada, el inspector H. Bosch investiga un crimen cometido hace veinte años, el de una periodista danesa, en los disturbios raciales de Los Ángeles (1992). Enseguida se establece una relación con la Guerra del Golfo y la presencia norteamericana.

En paralelo a la trama principal, Connelly va desgranando aspectos del trasfondo social de los sucesos narrados y de su vida personal. Una novela fácil de leer (¿quizás demasiado fácil?) y muy entretenida.

Connelly es aficionado al jazz (otro motivo para que me atraigan sus novelas) y este tema, Patricia, de Art Pepper está muy presente en la novela.



Recomendable para los lectores de novela negra sin complicaciones.

Música y fotografías de los autores, tomadas de google.

miércoles, 15 de mayo de 2013

ANGUSTIA...

























(…) la pavorosa angustia de la vida (…) que surge, de cuando en cuando, en el saxofón de Charlie Parker,  crucificándonos de pronto en un solo desesperado  que resume toda la inocencia y todo el sufrimiento  del mundo en el soplo desgarrador de una nota.
ANTONIO LOBO ANTUNES, Memoria de elefante.

Música: google (You Tube).
     

sábado, 11 de mayo de 2013

BOLAÑO AL CUADRADO…


EXPOSICIÓN ARCHIVO BOLAÑO (1977-2003)
Me ha costado empezar a leer a Bolaño pero tengo que confesarme cautivada por este autor. Empecé por el final, 2666, y ahora tengo que hacer un extraño viaje al principio… veremos cómo me va.
Aprovecho que os comento mi segunda lectura para invitaros a visitar la exposición que hay en Barcelona hasta el 30 de junio.


Frases como esta del piel roja Bolaño me atraen sin remisión a él…



La exposición es un paseo íntimo por los objetos que atesoraba Bolaño, especialmente sus libretas y fotografías, pero también hojas donde apuntaba textos diversos. Hay muchos textos inéditos que no sabemos qué futuro tendrán, si serán publicados y bajo qué criterios. Bolaño lo guardaba todo y su archivo es muy esclarecedor de su rica personalidad.






ROBERTO BOLAÑO, Los detectives salvajes.

Compré esta novela porque algunas personas me hablaron muy bien de ella y me quedé con las ganas de leerla tras 2666.
La novela tiene 609 páginas en una densa edición de bolsillo que tiene una portada con la obra, The Billy Boys, de Jack Vettriano. El título  tiene relación con Arturo Belano y Ulises Lima, los detectives salvajes, que salen a buscar a Cesárea Tinajero, la misteriosa escritora desaparecida en México en 1976, año de gran crisis económica en este país. La búsqueda dura veinte años, hasta 1996. Arturo Belano es el álter ego de Bolaño. Su primera aparición conocida fue en la novela corta Estrella distante. Ulises Lima, por otro lado, es un personaje que representa al amigo de Bolaño, el poeta mexicano Mario Santiago Papasquiaro


Sobre el autor ya escribí cuando comenté 2666 (consultar la etiqueta correspondiente).

La trama de esta novela es más desestructurada, si cabe, que la de 2666. Tomando como referencia la mencionada búsqueda de Cesárea Tinajero, poeta del realismo visceral, se desarrollan numerosas historias y personajes que se entrecruzan, en momentos determinados, o nunca llegan a encontrarse. En la novela hay tramas diversas en las que el centro puede ser el amor, el mundo de la prostitución y los barrios marginales, la universidad, los manicomios, etc.

Consta de tres partes: la primera y la tercera son el diario del personaje Juan García Madero, un estudiante de derecho de 17 años. La primera transcurre en México DF en el año 1975 y la tercera en el desierto de Sonora en el año 1976. La segunda parte, la más extensa (de la p. 141 a la 554), consiste en testimonios de distintos personajes, donde se recogen las vivencias entre los años 1976 y 1996 de Arturo Belano y Ulises Lima. El relato es un homenaje al infrarealismo, movimiento poético, que en la novela es denominado realismo visceral. Este movimiento apareció de la mano del chileno Roberto Matta cuando Breton lo expulsó del surrealismo. Este movimiento reapareció en México en 1976 con un grupo de poetas mexicanos y chilenos, destacando el propio Bolaño y su amigo Papasquiaro. El infrarrealismo está emparentado con el dadaísmo, y su etapa inicial, la más importante, duró hasta 1977, con la partida de Papasquiaro y Bolaño a Europa. El infrarrealismo tomó como consigna la frase de Matta «volarle la tapa de los sesos a la cultura oficial».
La novela trata, creo yo, de la poesía joven y de su inmensa creatividad, de su rebeldía y de sus nuevas maneras para no seguir los caminos trillados por los grande poetas como Octavio Paz, en el punto de mira del realismo visceral/ infrarrealismo.
Los escenarios transcurren, sobre todo en México y sus barrios, pero también en Estados Unidos, Francia, España, Israel, África y Austria.

Aunque hay un hilo conductor muy sutil, la novela tiene cientos de meandros por los que se dispersa una trama que tiene decenas de historias, decenas de digresiones que te conducen por meandros secundarios para recuperar de pronto a los personajes centrales y la búsqueda de Cesárea.

Dentro de esos meandros secundarios me ha dejado sorprendida ver mencionada a la anarquista, poeta y fundadora de Mujeres Libres, Lucía Sánchez Saornil (p. 218) y al cantante Elliot Murphie que le explicó a uno de los personajes que hay un tipo que es y habla como los gusanos, es decir, con palabras-dobles (p. 238).

FRAGMENTOS:

Este primer fragmento puede también anticipar el significado del enigmático título 2666:

Pero Cesárea habló de los tiempos que iban a venir y la maestra, por cambiar de tema, le preguntó qué tiempos eran aquellos y cuándo. Y Cesárea apuntó una fecha: allá por el año 2600. Dos mil seiscientos y pico (p. 596).

Hay bellas descripciones de coger en la novela, ésta es solo el inicio de una de ellas:

Luego todo se convirtió en una sucesión de hechos concretos o de nombres propios o de verbos, o de capítulos de un manual de anatomía deshojado como una flor, interrelacionados caóticamente entre sí. Exploré el cuerpo desnudo de María, el glorioso cuerpo desnudo de María en un silencio contenido, aunque de buena gana hubiera gritado, celebrando cada rincón, cada espacio terso e interminable que encontraba (p. 63).

Y un bello fragmento que me recordó una hermosa fotografía de un amigo:

(…) él me miraba con sus ojos como de lago al atardecer, esos lagos que están en medio del monte y que nadie visita, esos lagos tristísimos y apacibles, tan apacibles que no parecen de este mundo (…) (p. 191).

Leer a Bolaño no es un ejercicio fácil y pese a momentos de crisis que se producen en novelas tan largas, considero que estamos ante una excelente novela.
  
Y entonces uno de ellos abrió la botella y escanció el néctar de los dioses en los respectivos vasos, los mismos en donde antes habíamos bebido mezcal, lo que según algunos es señal de dejación y según otros una exquisitez de los mil demonios pues al estar el cristal, digamos, lacado con el mezcal, el tequila se encuentra más a gusto, como si a una mujer desnuda la vistiéramos con un abrigo de piel. ¡Salud, pues!, dije (p. 270).

Naturalmente recomiendo su lectura.

Todas las fotografías de Laura Uve 

sábado, 4 de mayo de 2013

JOSÉ JAMES y HJALMAR SÖDERBERG, El juego serio.


BEN GILES

No es solo una joya preciosa de refinada inteligencia y dominio estilístico. Es la obra que sale del corazón y del alma de un hombre adulto y que ofrece todo el colorido de la vida.
BO BERGMAN, 1913

Lo compre, junto con otro del mismo autor, por una referencia que encontré en un periódico (ya no leo periódicos excepto los culturales y con desconfianza).


El juego serio tiene 316 páginas incluyendo un prólogo de Elena Balzamo. Su título me parece que hace referencia al juego amoroso que se relata y que para su protagonista, Arvid Stjärmblom, es serio. No así para Lydia Stille de quien está enamorado.

Hjalmar Söderberg (1869-1941), novelista escandinavo de prestigio, un clásico de las letras europeas entre el siglo XIX y XX. Tras un corto periodo de estudio en la Universidad de Uppsala, empezó a trabajar de periodista en provincias y más tarde en Estocolmo, donde escribió para el diario Svenska Dagbladet. Su empeño político se dirigió sobre todo contra el ascenso del fascismo, que combatió en sus artículos en Göteborgs Handels- och Sjöfartstidning. Fue un verdadero "diario" contra la ocupación alemana.


Como consecuencia de sus avatares amorosos, Söderberg escribió esta novela, tercera y última, en 1912, una de las más importantes de la literatura sueca de principios de siglo. Es una historia de amor y fatalidad, narrada de forma concisa, sin retórica alguna, desde la perspectiva masculina. Es una historia fatalista pues recoge las repetidas derrotas padecidas por el protagonista en su intento de ser feliz. Arvid Stjärmblom es incapaz de controlar su destino, incapaz de escapar a un matrimonio desdichado o de retener el amor de su amante. El amor que marca el destino de Arvid Stjärmblom está lleno de actos de traición inevitables porque los personajes son incapaces de verse a sí mismos tal y como son, incapaces de hablar y explicarse.

Qué poco se conoce uno a sí mismo: siempre he creído, al menos hasta ahora, que yo era una persona honesta y franca. Dentro de un límite, claro: tampoco voy por ahí abordando a mis amigos y diciéndoles qué pienso de ellos. En cualquier caso, siempre he dado por supuesto que la honradez y cierto amor desinteresado por la verdad eran dos  de mis rasgos más característicos. Y ahora me encuentro en una situación que hace de la falsedad, la astucia y las mentiras una necesidad casi diaria, y para mi sorpresa me doy cuenta de que también tengo aptitudes en este terreno (p. 210).

Es en gran parte autobiográfica puesto que al autor le ocurrió una historia de amor muy parecida. En 1906 abandonó todo y se marchó a Copenhague donde desarraigado, maltrecho y sin un céntimo, libró varias batallas con los demonios que lo atormentaban, escribiendo Gertrud  y, posteriormente, El juego serio. El drama emocional del autor, sin embargo, da lugar a una obra equilibrada. La experiencia destructiva sigue ahí, pero reestructurada, digerida y asimilada, en definitiva, puesta en su sitio. El drama amoroso del protagonista, un suceso individual, se convierte en el drama de cualquier individuo.

Por otro lado Söderberg llena su obra de digresiones como el caso Dreyfus, o la guerra ruso-japonesa, dibujando un trasfondo histórico que aporta interés a la obra. Es un autor que da mucha importancia a la vida urbana de Estocolmo haciendo un interesante retrato de la ciudad. En esta obra se habla de casi todos los barrios de la capital sueca captándolos a través de instantáneas en las que mezcla detalles permanentes como casas, jardines e iglesias, con elementos efímeros como el clima, los cambios de luz, el flujo de las multitudes, etc.

Una obra muy recomendable que complementaré con Doctor Glas que leeré próximamente.

JOSÉ JAMES



Luz de Gas, Barcelona, 2 de mayo 2013 

A las 21:OO h apareció su grupo para hacer un tema instrumental (un trompeta magnífico, guitarra eléctrica y voz, teclados y batería) y dar paso a José James, un hombre guapo a rabiar (perdonadme esta concesión a la frivolidad), gafas negras, pelo muy corto, tejanos oscuros, camiseta de manga corta blanca, cazadora, que se quitó al final de concierto, y botas camperas. Toca la guitarra acústica en momentos determinados.







Conocí a José James (Minneapolis, 1978) a través de su tercer álbum, For All We Know, que he escuchado muchas veces en los últimos meses. Me pareció, desde la primera vez que lo escuché, un músico multifacético con un estilo que combina elementos de jazz, rhythm and blues, hip-hop y electrónica. Es original, sólido y con criterio propio aunque se inspira en sonidos suaves del soul de finales de los 60 y primeros 70 como mi admirada Roberta Flack o Marvin Gaye.




Presentaba su No Beginning No End (2012), que ya tengo en mi poder, bajo el sello discográfico Blue Note Record, nombre de referencia en el mundo del jazz desde los años treinta. 


El concierto, con un entusiasta público joven, mostró su originalidad y fuerza. Me gustó mucho su peculiar Scat, improvisando sin palabras, un modo de cantar en el que la voz se asemeja a un instrumento musical. Estoy convencida que estamos ante un gran artista que dejará huella en la forma de entender e interpretar el jazz. 



Disfruté mucho, si podéis no os perdáis sus actuaciones puesto que está de gira por España.




miércoles, 1 de mayo de 2013

SILENCIO... FERNANDO PESSOA.

BROOKE SHADEN


El silencio que emana del sonido de la lluvia se extiende, en un crescendo de monotonía cenicienta, por la calle estrecha que observo. Estoy durmiendo despierto, de pie contra la ventana, en la que me recuesto como en todo. Busco en mí qué sensaciones son las que experimento ante este caer deshilachado de agua sombríamente luminosa que [se] destaca en las fachadas sucias y más aún en las ventanas abiertas. Y no sé lo que siento, no sé lo que quiero sentir, no sé lo que pienso ni lo que soy.

Toda la amargura retardada de mi vida se despoja, ante mis ojos sin sensación, del traje de alegría natural de que se sirve en los azares prolongados de cada día. Compruebo que, unas veces alegre, otras contento, estoy siempre triste.

(...)

Cesa la lluvia, y de ella queda, por un instante, un calabobos de mínimos diamantes, como si, en las alturas, algo parecido a una gran toalla se sacudiera azulmente  de esas migajitas.

FERNANDO PESSOA, Libro del desasosiego 41