No recuerdo cómo llegué a este libro, si llegué por la recomendación de alguna amiga/o, por verla en IG o por alguna revista literaria que frecuento. Sea como sea, he llegado a esta novela y su lectura ha sido rápida y gozosa (y ello pese a que no se puede abrir bien el libro porque se desmadeja, algo que me amarga la lectura).
Frías flores de marzo es una extraña novela en la que se mezclan lo real con lo fantástico, el pasado con el presente y donde los mitos y leyendas tienen un lugar protagonismo pese a su pasado comunista..
El protagonista de la novela es Mark Gurabardhi, un joven pintor decepcionado por los cambios que estaba sufriendo Albania. Quizás por esa desilusión, Mark se traslada a una pequeña ciudad del norte y allí entablará una relación afectivo-sexual con una joven que, a la vez, era la modelo para sus cuadros. Mark vive atemorizado por la posible pérdida de su joven amante.
El trasfondo de la novela es la situación de Albania diez años después de la caída del comunismo, la implantación del capitalismo y el sorprendente regreso de antiguas tradiciones que muestran a las claras el escaso impacto del comunismo y la ignorancia de las personas que necesitan de creencias para subsistir.
Muy bien escrito, su lectura es adentrarse en los Balcanes y en un país bastante ignorado en Europa: Albania.