miércoles, 28 de agosto de 2019

ISMAÍL KADARÉ, Frías flores de marzo

 No recuerdo cómo llegué a este libro, si llegué por la recomendación de alguna amiga/o, por verla en IG o por alguna revista literaria que frecuento. Sea como sea, he llegado a esta novela y su lectura ha sido rápida y gozosa (y ello pese a que no se puede abrir bien el libro porque se desmadeja, algo que me amarga la lectura). 



Frías flores de marzo es una extraña novela en la que se mezclan lo real con lo fantástico, el pasado con el presente y donde los mitos y leyendas tienen un lugar protagonismo pese a su pasado comunista.. El protagonista de la novela es Mark Gurabardhi, un joven pintor decepcionado por los cambios que estaba sufriendo Albania. Quizás por esa desilusión, Mark se traslada a una pequeña ciudad del norte y allí entablará una relación afectivo-sexual con una joven que, a la vez, era la modelo para sus cuadros. Mark vive atemorizado por la posible pérdida de su joven amante. 

El trasfondo de la novela es la situación de Albania diez años después de la caída del comunismo, la implantación del capitalismo y el sorprendente regreso de antiguas tradiciones que muestran a las claras el escaso impacto del comunismo y la ignorancia de las personas que necesitan de creencias para subsistir. 

Muy bien escrito, su lectura es adentrarse en los Balcanes y en un país bastante ignorado en Europa: Albania.

domingo, 18 de agosto de 2019

RYSZARD KAPUŚCIŃSKI, Viajes con Heródoto


Estamos ante un libro difícil de clasificar, no es ficción en sentido estricto, no es un ensayo, en parte es un libro de viajes, en parte trata de historia… Viajes con Heródoto trata de viajes a lo largo del tiempo puesto que el autor va entretejiendo sus viajes como reportero, enviado por un periódico polaco, con los viajes de Heródoto, 2.500 años antes de que Kapuściński llevara a cabo los suyos.
(…) Heródoto era un griego de los confines y, además, un mestizo. Personas como él crecen entre varias culturas y por sus venas corre una sangre mixta. Su cosmovisión se compone de nociones tales como: tierra de frontera, distancia, otredad, diversidad (58). 
Se nota el amor de Kapuściński por el libro de Heródoto: Historia y por su autor, el primer globalista que quiso escribir una historia global sin juzgar a los otros pueblos y sus costumbres. De esta manera, el autor narra sus viajes a la manera de Heródoto, su fuente de inspiración. 
(…) resultado de sus viajes, el libro de Heródoto es el primer gran reportaje de la literatura universal. Su autor está dotado de una intuición, una vista y un oído de reportero. También es incansable: atraviesa los mares, recorre las estepas y se interna en los desiertos, y de todo ello nos da cumplida cuenta (291-292).
No es un libro complaciente, la lectora o lector tiene que empatizar con esta forma de narración tan peculiar y disfrutar de la riqueza de lenguaje de Kapuściński. 
(…) El presente ha existido siempre, pues la historia no es sino una ininterrumpida cadena de presentes, que los tiempos más remotos eran para la gente que en ellos vivió el hoy más inmediato, real y querido (305). 
Muy recomendable dejarse llevar por este viaje singular para disfrutar de su lectura.

jueves, 8 de agosto de 2019

JERZY KOSINSKI, El pájaro pintado


Hacía tiempo que tenía esta novela en casa, pero como siempre me ocurre, su lectura se ha postergado porque otras novelas me han captado más la atención. Sin embargo, ha merecido la pena la espera y la ocasión para leerla. Aproveché un viaje a Málaga de ida un día y vuelta al siguiente para leerlos en las horas de esperas y de viaje, así que la he leído en tres días con muchas horas seguidas de lectura. Imposible mejor ocasión. 

Estamos ante una maravilla, una de esas novelas que no se olvidan, MAGISTRAL. Todo es magnífico: la historia, el trasfondo, el personaje central, la manera de narrar, el dominio del lenguaje, todo. 

En el otoño de 1939, una familia judía decide enviar a su hijo de seis años a una aldea remota para salvarle la vida. El escenario no se especifica en la novela pero Kosinski habla de su país de origen: Polonia. Este niño se verá obligado a vagar por la zona rural polaca para poder sobrevivir durante toda la guerra. Acusado continuamente de gitano, a veces de judío, su vida se complicará mucho en un contexto de violencia en el que los nazis apenas aparecen. 

Una violencia primitiva, unida al antisemitismo y el racismo campará a sus anchas, sin límites legales, en uno de los países en los que más muertes de civiles se produjeron. Esa violencia se muestra sin paliativos, es la barbarie vista por la mirada de un niño que se convierte en víctima permanente por su pelo y ojos morenos. 

La mirada de este zarandeado niño es magistral, sus maneras de intentar huir de la violencia, de adaptarse y aprender lo necesario para sobrevivir, de confiar en alguien que lo pudiera tratar como un ser humano. 
Me asustaba estar solo, pero recordé las dos condiciones que, según Olga, eran indispensables para sobrevivir sin ayuda humana. La primera consistía en conocer las plantas y los animales, en estar familiarizado con los venenos y las hierbas medicinales. La otra era poseer un fuego, o «cometa», propio (59). 
Muy recomendable.