Dice en la contraportada que, en 2009, el matrimonio de la autora llegó a su fin y su mundo se fracturó, Despojos es el relato de esa ruptura. Estamos ante una reflexión sobre la destrucción de su matrimonio y la construcción (o mejor, intento de construcción) de una nueva vida. Empieza el libro explicando cómo su vida quedó afectada por su divorcio y como quedaron solo «despojos» de su vida matrimonial. A partir de esta situación desoladora se inició la búsqueda de respuestas desde la observación de otras parejas, la relación con otros hombres, la genealogía femenina familiar, el psicoanalista, etc.
El planteamiento es interesante, sin
embargo, la lectura me ha resultado pesada por su manera de escribir. Cusk
escribe sin trama y sin personajes centrales, estructura su relato a través de
ocho escenas (que parecen pequeños relatos) a partir de las cuales van
aflorando los sentimientos y las emociones que nos permiten comprender cómo
vivió Cusk el fracaso de su matrimonio.