“Belleza, la última victoria posible del hombre que ya no tiene esperanza”.
MILAN KUNDERA
Posiblemente Kundera tiene razón. La búsqueda de la belleza, como objetivo primordial de la vida, puede ocultar una huida de la realidad, un rechazo de las dificultades, de los conflictos, de las contradicciones, del sufrimiento y de la angustia que conlleva la vida. Pero la vida es también lo contrario, es placer, compenetración, afinidad, encaje, risa y caricias.
La belleza puede acabar siendo, como dice Baudelaire, sueño de piedra, seno mudo, alma de nieve, indiferencia de sensaciones y sentimientos…
Yo soy bella, ¡oh mortales! , como un sueño de piedra.
Mi seno -donde el hombre se desangra y expira-
mudo, infinito amor al poeta le inspira,
coronada de rosas lo mismo que de yedra.
Campea en el azul -esfinge impenetrable-:
bajo alburas de cisne llevo un alma de nieve;
odio los movimientos que las líneas remueve;
lo mismo ignoro el llanto que la risa inefable.
ZADIE SMITH, Sobre la belleza.
No recuerdo porqué compré esta novela pero hace tiempo que la tengo, por lo menos cuatro o cinco años.
La novela está en mi mesa acompañada de despojos, que el mar erosiona con su continuo oleaje, y que tanto me gusta coger mientras paseo descalza por la orilla.
La obra tiene 476 páginas e incluye una nota de la autora (págs. 475-476). El título está relacionado con un poema escrito por uno de los personajes de la novela, Claire Malcolm, y que se titula Sobre la Belleza:
No, no podríamos hacer la lista
de los pecados que ellos no pueden perdonarnos.
Los bellos no están exentos de la herida.
Siempre está empezando a nevar.
De los pecados que ellos no pueden perdonarnos
el habla es bella inutilidad.
Siempre está empezando a nevar.
Los bellos lo saben.
(…)
En la novela se hace referencia a diversos tipos de música y a algunas canciones. De la banda sonora de esta obra he elegido Pride (In the Name of Love) de U2
Zadie Smith (Londres, 1975), nació y creció en el barrio multicultural y de clase obrera de Brent. Su madre, modelo jamaicana, emigró al Reino Unido en 1969 y se casó con un fotógrafo inglés. De niña se aficionó a la danza y de adolescente se interesó por convertirse en actriz. Mientras estudiaba actuaba como cantante de jazz y quería ser periodista, pero finalmente se decantó por la literatura.
Tras formarse en colegios e institutos públicos, estudió filología en la Universidad de Cambridge.
Su primera novela Dientes Blancos (1997) fue un gran éxito internacional y le concedieron numerosos galardones. La segunda novela, El cazador de autógrafos (2002), fue también un éxito aunque no fue tan bien acogida por la crítica. Sobre la belleza, su tercera novela (2005), recibió el premio Orange y fue finalista del Booker.
La autora recrea, en clave del siglo XXI, una de sus novelas favoritas, Regreso a Howards End de E. M. Forster, que destaca por la precisión de su prosa y la agudeza del estudio psicológico de sus principales personajes. Forster indagó sobre la capacidad del ser humano para establecer relaciones armónicas entre su vida interior y el medio exterior, así como por reflexionar en torno a la posibilidad de salvación personal en una sociedad sumida en una profunda crisis.
Sobre la belleza, tiene una trama basada en el choque entre dos familias, una liberal y progresista (la de Howard, nueva conexión con la novela de Forster) y la otra ultraconservadora y reaccionaria (la de Monty). Howard y Monty son profesores universitarios especialistas en Rembrandt con una compleja situación familiar que provocara el desarrollo de una historia muy ágil, de ritmo vertiginoso en ocasiones y que profundiza en el perfil psicológico de sus personajes.
La autora analiza, desde una mirada irónica, brillante y lúcida a la familia de Howard (blanco, de origen humilde e inglés) formada por su mujer, Kiki, una activista afroamericana y sus tres hijos, Jerome, de 20 años, Zora de 19 y Levi de 14. Tras treinta años de matrimonio una aventura amorosa de Howard pone en peligro la estabilidad familiar.
Aunque no trata con tanta atención a la familia de Monty, la familia de éste es el referente necesario para que se produzca el choque de actitudes e ideologías antagónicas tan característico de Regreso a Howards End de E. M. Forster.
La relación entre ambas familias es un muestrario sobre las filias y fobias de la especie humana: choques generacionales, amores contrariados, amistades imposibles, rebeldía juvenil, identidades raciales, diferencias ideológicas y de clase, etc.
Aunque me costó cerca de cien páginas interesarme por la novela, la historia va creciendo en interés y resulta en algunos pasajes, por su fina ironía, incluso divertida.
Solo destacaré un largo fragmento sobre Hampstead Heath (p. 299) en Londres:
“En el norte de Londres, un extenso parque poblado de robles, sauces y castaños, tejos y sicomoros, álamos y abedules, que abarca el punto más alto de la ciudad y se prolonga más allá, que está plantado con tanto arte que no parece plantado, que no es campo pero tampoco más jardín que Yellowstone, que tiene un verde para cada posible gradación de la luz, que se pinta de carmines y ámbares en otoño y de amarillo canario en la ostentosa primavera; con ásperos arbustos que ocultan a la pareja adolescente y al que fuma un canuto, con robustos robles que amparan el beso furtivo, con prados recortados para los juegos de pelota estivales, con montículos para remontar cometas, estanques para los hippies, una piscina helada para ancianos intrépidos, con llamas díscolas para niños díscolos y, para los turistas, una casa solariega de blanca fachada, apta para un primer plano hollywoodiense, con su salón de té, aunque se recomienda comer fuera lo que se compre dentro, sintiendo la hierba en la planta de los pies, sentado bajo el magnolio, entre campanillas blancas con ribete rosa. ¡Hampstead Heath! ¡Gloria de Londres! Donde Keats paseaba y Jarman follaba, donde Orwell oxigenaba sus pulmones delicados y Constable nunca dejaba de encontrar algo sagrado”.
RECOMENDACIÓN: considerada una de las voces más destacadas de la narrativa inglesa actual, recomiendo su lectura con entusiasmo medio. Leeré El cazador de autógrafos que está en espera en mi biblioteca…, espero no tardar cuatro o cinco años.
Las dos esculturas están en la entrada del Teatro Olímpico de Palladio en Vicenza (Italia).