viernes, 28 de mayo de 2021

Dubravka Ugrešić, No hay nadie en casa


Tengo que confesar que había olvidado que ya había leído un libro de Ugrešić, me refiero a El Museo de la Rendición Incondicional. Y resulta imperdonable porque esta novela me gustó bastante.

No hay nadie en casa es una obra difícil de clasificar, desde luego no es ficción porque lo que se explica ha sucedido en la realidad. La autora va desgranado diversos temas que parecen tener sentido agrupado y que están vinculados entre sí. La literatura, el racismo, las migraciones, Yugoslavia, el comunismo, el capitalismo, la pobreza y, especialmente, la Europa del Este y sus copas de champagne.

La mayoría de los textos son breves o muy breves porque se escribieron la mayoría para la prensa escrita, tal y como explica la autora. 

Son textos de actualidad, propositivos, sintéticos, bien escritos. Lo que escribe se lo toma muy en serio pese a que en algunas ocasiones nos haga casi reír. Cuando se refiere a temas de actualidad política la autora sabe que pisa aguas pantanosas, sin embargo el hecho de vivir fuera de los territorios de la antigua Yugoslavia, ha aligerado su carga y puede hablar con mayor libertad.

El tema de las migraciones, culturas e identidades es un tema permanente en su literatura, tal y como lo demuestra en sus libros. Es extremadamente dura en su crítica al poscomunismo y, también al nacionalismo, la etnicidad o el esencialismo:
 «Vivimos en tiempos que nos obligan a comportarnos como si viviéramos en el paraíso. Evidentemente, el mundo en el que vivimos no es un paraíso. Este libro va en contra de las reglas de la buena conducta: gruñe». 
 Cuando la autora gruñe, su empatía, la comprensión de la complejidad de los problemas geoestratégicos y la necesidad de cierto entendimiento entre las personas, prepara el terreno para otros objetivos. Una autora a la que hay que seguir.

martes, 18 de mayo de 2021

Fernando Fernán-Gómez, El Tiempo amarillo. Memorias 1921-1943.


Estamos ante un libro de memorias (primer volumen) que recorre sus primeros 22 años de vida. Resulta interesante el recorrido vital de un niño, adolescente y joven que era hijo «natural» puesto que el padre, un actor conocido, nunca lo reconoció. Criado por su madre, también actriz, y su abuela fue creciendo en un ambiente de pensiones y pisos compartidos en los que predominaron las mujeres. Aunque la intención de su familia era que estudiara, la Guerra Civil lo impidió y entró en el ambiente de los y las cómicas a los 15 años del que ya no saldría. 

Si el recorrido vital tiene su interés (a veces cae en la reiteración y en un cierto desorden cronológico), el trasfondo histórico resulta interesante, especialmente los agitados años de la República, la Guerra Civil y el inicio de la postguerra. Todo ello localizado en la ciudad de Madrid. 

Compré estas memorias por la admiración que sentí por Fernando Fernán-Gómez como actor en los años noventa y hasta su muerte en 2007. Acabaré de leer el segundo volumen en otro momento.

sábado, 8 de mayo de 2021

John Connolly, Los hombres de la guadaña


No había leído nada de este autor pese a que hacía tiempo que tenía dos novelas suyas, por fin elegí esta y no me di cuenta que la otra era la primera novela de la serie dedicada al detective Charlie Parker, titulada Todo lo que muere. Efectivamente, Los hombres de la guadaña, forma parte de dicha serie que está formada por veinte novelas de la que esta es la octava si no me equivoco. 

Creo recordar que no me atraía leerlo porque había visto en algún sitio que introducía en sus novelas elementos sobrenaturales (fantasmas por ejemplo) y eso no me gusta nada. Debe ser en otras novelas porque en esta no hay nada de eso. 

En Los hombres de la guadaña apenas aparece Charlie Parker que es el protagonista de la serie, la novela se centra en una pareja de asesinos que son una pareja homosexual, Louis y Ángel. El primero será objeto de una venganza relacionada con un asesinato de encargo realizado hacía tiempo y la trama se centrará en ese tema. 

Me inclino a catalogarla como «novela negra» más que «policíaca» por varios motivos, en primer lugar hay un trasfondo de carácter social relacionado con la raza puesto que Louis es negro. Su inmersión en el mundo de los asesinos por encargo está vinculada con un suceso ocurrido en su infancia/adolescencia relacionado con el racismo en Estados Unidos. En segundo lugar, no hay un enfrentamiento del bien contra el mal sino que aparecen personajes que transitan entre la maldad y una cierta bondad, entre otros los protagonistas. En todo caso no hay una intervención de la policía para arreglar las cosas y que los «malos» paguen por serlo. 

El hecho de que Louis y Ángel formen una pareja gay es interesante puesto que no es habitual que los tipos duros de la «novela negra» lo sean, rompiendo un estereotipo de opción sexual que me parece que hay que resaltar. Por lo demás, una buena novela que resulta muy entretenida y absorbente y que está bien escrita.