Sensaciones
Esa sensación transmite la lectura de esta novela, que estamos entre el cielo y la tierra. Suele ser habitual en las novelas nórdicas que el clima, los aspectos geográficos, la naturaleza en definitiva, ocupen un lugar importante en la historia narrada.
Alegría, felicidad y amor apasionado son la trinidad que nos hace humanos, da sentido a la vida y la hace más grande que la muerte, sin embargo, cuando arrecian los vientos polares, no abriga más que esta última (66).
Esta afirmación abre paso en el relato a una tormenta en el Mar de Hielo, de la zona de los fiordos occidentales de Islandia, espeluznante donde las haya que se extiende entre las páginas 66 y 71.
¿De qué trata esta novela?
Trata de un Muchacho (se trata de la primera novela de la “Trilogía del muchacho”), de un Lugar, de unas aldeas del oeste de Islandia y del mar. Trata de las dificultades para sobrevivir cuando un espacio bello pero inhóspito nos rodea. Y trata del alma humana, algo universal en Islandia o en Kenia.
Un muchacho con una infancia marcada por la muerte y el mar, vive una nueva tragedia que le hace pensar en buscar la muerte y sin embargo se encuentra con la “trinidad profana”, que seguro que da mucho que hablar en las dos siguientes novelas.
Y pese a las adversidades…
La amistad:
(…) es maravilloso contar con un amigo de verdad en este mundo, así no estás tan indefenso, puedes hablar con alguien y escucharle sin tener que protegerte el corazón.
Los libros:
(…) aquí las noches de invierno son largas, tienden la oscuridad entre las cumbres de las montañas y los niños se duermen, la calma es ensordecedora y tenemos tiempo de leer, para reflexionar (113).
El tiempo (proustiano sin duda alguna):
El tiempo es relativo y el reloj rara vez mide lo que sucede dentro de nosotros y que constituye la verdadera duración de la vida, por eso pueden concentrarse muchos días en unas pocas horas y a la inversa, el número de años es una medición inexacta del tiempo de vida del hombre (…) (75).
El amor, el trabajo colaborativo en el mar, el café humeante, la charla al calor de la chimenea, la nieve… y tantas otras cosas que hacen esta novela inolvidable.