Leí hace diez años, En busca de la felicidad. Me resultó entretenida, me pareció que hilaba bien las historias pero que rozaba la novela romántica. Así que, aunque compré esta segunda novela, había pasado mucho tiempo (de hecho parece ser que está agotada) sin sentirme tentada por ella.
Empezaré diciendo que ese rozar la novela romántica, aquí es algo más que rozar. En momentos puntuales es empalagosa. Pese a ello hay componentes que me han atraído mucho: el primero que transcurra mayoritariamente en Berlín, ciudad que conozco de varios viajes y que me encanta. Me ha interesado también el relato de los últimos años de la RDA (el centro de la historia transcurre en 1984) y, por tanto, de las dos Alemanias, el muro dividiendo Berlín y la Guerra Fría.
La historia, como indica el título, va de los «momentos» en que se toman decisiones que lo cambian «todo». Thomas Nesbitt recibe un paquete cuyo remitente, Petra Dussman, lo deja perplejo hasta el punto de postergar su apertura. Con esta excusa, asistiremos a una historia bien trazada y solventemente desarrollada. Los secretos se irán desvelando y conoceremos otra versión de lo sucedido.