La novela de Herminia la encargué por correo electrónico a la editorial ya que me pareció lo más seguro tras preguntar en varias librerías por ella, y no tenerla. La compré porque conozco a la autora a través de su blog, Novela negra con lunares.
En una de sus entradas HLO habló y fotografió una parte de su biblioteca y salió el tema de que la biblioteca de una persona la refleja de alguna manera. También en otra entrada preguntó que dónde escribía cada una y yo comente que lo hago en una habitación que siempre he llamado (y todos en casa) “cuarto de estudio”. HLO comentó que si algún día enseñaría un poquito. Así que su novela está en el “cuarto de estudio”. Es la única novela de los muchos libros que tengo ahí, ya que las novelas están en otros espacios (sala de estar y pasillo). Aquí están los de Historia, Ciencias Sociales, Arte y revistas (de historia), aproximadamente unos 2.500 volúmenes.
La novela tiene 145 páginas. El título creo que está relacionado (la autora puede rectificarme) con el hecho de que el protagonista, Maldonado, odia el mar y su hermano Roberto, en tono de burla, le llama Poseidón. Al final él mismo dice que es “dios marino por la gracia de sí mismo” (p. 145)… y yo añadiría que también por la gracia del amor. Una bitácora, según la RAE, es un armario, fijo a la cubierta e inmediato al timón, en que se pone la aguja de marear. Creo, sin embargo, que la autora se refiere al cuaderno de bitácora que hay en los barcos y por tanto el título sería una especie de cuaderno virtual de Maldonado.
La novela me ha gustado por dos motivos, quizás tres. El primero por lo bien escrito que está y la riqueza de lenguaje que utiliza Herminia Luque Ortiz. Hacía muchísimo que no tenía que consultar el diccionario de español (sí uso el de catalán con cierta frecuencia) leyendo una novela y alguna palabra he tenido que buscar.
En segundo lugar, y es la sorpresa mayor de la novela, me ha gustado la construcción que realiza, minuciosamente, de un personaje de ficción, Maldonado, que va creciendo e interesando conforme avanza su bitácora. De un personaje oscuro, gris, desagradable incluso, a un personaje complejo, irónico, tierno y cruel, que capta la atención del lector. Que finalmente se redima en cierta manera por el amor, me ha sorprendido.
En tercer lugar, aunque no es el motivo más destacado, por los trazos certeros con que describe, no extensamente pero suficientemente, un instituto de enseñanza secundaria. En algún momento no he podido evitar reír.
En segundo lugar, y es la sorpresa mayor de la novela, me ha gustado la construcción que realiza, minuciosamente, de un personaje de ficción, Maldonado, que va creciendo e interesando conforme avanza su bitácora. De un personaje oscuro, gris, desagradable incluso, a un personaje complejo, irónico, tierno y cruel, que capta la atención del lector. Que finalmente se redima en cierta manera por el amor, me ha sorprendido.
En tercer lugar, aunque no es el motivo más destacado, por los trazos certeros con que describe, no extensamente pero suficientemente, un instituto de enseñanza secundaria. En algún momento no he podido evitar reír.
FRAGMENTOS:
--- Maldonado es un GTI (Grandes Tímidos Irredentos), y él mismo se explica: “(…) somos el sostén del mundo. De las democracias y de Internet, de las fábricas de jerseys de punto discretos y de las conserveras marinas. Todas las instituciones, el sistema educativo, las leyes, las tradiciones nacionales, los subvenirse de plástico, las felicitaciones de empresa, los muebles sin estilo, las colchas marrones, los calzoncillos con estampado cachemir, los pisos sin vistas, las monografías cervantinas, los colutorios azul Prusia, las habitaciones minúsculas, la pornografía de blonda, los cajeros automáticos, los embutidos en Blaster, la homeopatía, los váteres de color café con leche, las endodoncias, los impresos autocopiables, los documentales de sabana, los macarrones lisos, los calcetines de canalé, la publicidad con bella dentro, los fascículos de idiomas, los ministros sin cultura, los relojes de manecillas nos necesitan, necesitan nuestra aquiescencia para sobrevivir. Existen porque de nosotros, de la mayoría, silenciosos como un almanaque, brota con naturalidad, una tolerancia absoluta hacia los demás. Tan ocupados estamos los GTI en construirnos a nosotros mismos que sólo aspiramos a pasar desapercibidos” (p. 125).
---“A lo largo de la vida llegamos a conocer muy pocas cosas, tres o cuatro, cinco a lo sumo. Tal vez porque es limitada nuestra capacidad de conocer y sólo podemos aislar unos cuantos objetos o arquetipos platónicos, un catálogo abreviado de cosas con las que todos los días comerciamos. Esta economía cognoscitiva sería la que nos permitiría sobrevivir. Delimitada una parcela, desbrozado un fragmento del bosque, nos dedicamos a vivir en él, a trabajarlo, a andar de un extremo a otro de la roza, pero sin salir de ella, sin aventurarnos por senderos que no existen, por espesuras de las que desconocemos sus límites” (p. 73).
--- Sobre su novia Rebeca:
“El ser humano está hecho a base de un cierto número de convenciones, un número limitado de premisas no sujetas a discusión pero arbitrarias por completo. Las referidas a la alimentación no son las menores. Sin embargo había algo que me molestaba aún más. Era su mal disimulado egoísmo, que tendía a banalizar lo ajeno, reduciéndolo a polvo de sarcasmo. Por qué eran magníficos su bolso huichol, sus gracietas verbales, su hambre inoportuna y carecían de importancia mis aprensiones de crepúsculo, mis cenas modestas, mi dolor de estómago o de corazón…” (p. 76).
--- Maldonado es un GTI (Grandes Tímidos Irredentos), y él mismo se explica: “(…) somos el sostén del mundo. De las democracias y de Internet, de las fábricas de jerseys de punto discretos y de las conserveras marinas. Todas las instituciones, el sistema educativo, las leyes, las tradiciones nacionales, los subvenirse de plástico, las felicitaciones de empresa, los muebles sin estilo, las colchas marrones, los calzoncillos con estampado cachemir, los pisos sin vistas, las monografías cervantinas, los colutorios azul Prusia, las habitaciones minúsculas, la pornografía de blonda, los cajeros automáticos, los embutidos en Blaster, la homeopatía, los váteres de color café con leche, las endodoncias, los impresos autocopiables, los documentales de sabana, los macarrones lisos, los calcetines de canalé, la publicidad con bella dentro, los fascículos de idiomas, los ministros sin cultura, los relojes de manecillas nos necesitan, necesitan nuestra aquiescencia para sobrevivir. Existen porque de nosotros, de la mayoría, silenciosos como un almanaque, brota con naturalidad, una tolerancia absoluta hacia los demás. Tan ocupados estamos los GTI en construirnos a nosotros mismos que sólo aspiramos a pasar desapercibidos” (p. 125).
---“A lo largo de la vida llegamos a conocer muy pocas cosas, tres o cuatro, cinco a lo sumo. Tal vez porque es limitada nuestra capacidad de conocer y sólo podemos aislar unos cuantos objetos o arquetipos platónicos, un catálogo abreviado de cosas con las que todos los días comerciamos. Esta economía cognoscitiva sería la que nos permitiría sobrevivir. Delimitada una parcela, desbrozado un fragmento del bosque, nos dedicamos a vivir en él, a trabajarlo, a andar de un extremo a otro de la roza, pero sin salir de ella, sin aventurarnos por senderos que no existen, por espesuras de las que desconocemos sus límites” (p. 73).
--- Sobre su novia Rebeca:
“El ser humano está hecho a base de un cierto número de convenciones, un número limitado de premisas no sujetas a discusión pero arbitrarias por completo. Las referidas a la alimentación no son las menores. Sin embargo había algo que me molestaba aún más. Era su mal disimulado egoísmo, que tendía a banalizar lo ajeno, reduciéndolo a polvo de sarcasmo. Por qué eran magníficos su bolso huichol, sus gracietas verbales, su hambre inoportuna y carecían de importancia mis aprensiones de crepúsculo, mis cenas modestas, mi dolor de estómago o de corazón…” (p. 76).
RECOMENDACIÓN: Me apuraba pensar qué haría si no me gustaba la novela de Herminia, me ha librado de esa preocupación, porque me gusta su novela y la recomiendo. Vuelvo a felicitarle, si me lee, por lo difícil que es hoy en día publicar para una autora relativamente novel.
"[...] un cierto número de convenciones [...]"
ResponderEliminarconscientes o inconscientes de Moral
conjunta de valores aprendidos
haciendo referencia al bien y al mal
que pretenden guiar nuestra conducta
con normas que pretenden regular nuestros comportamientos en los actos
sociales de sujetos cotidianos.
Habrá que irse a casa de la ética
nuestra segunda casa, y adoptar
nuestra naturaleza más segunda
de ética en el nivel más reflexivo,
aquella reflexión veraz consciente
acerca de los códigos morales
ya sea de personas, colectivos,
y conscientes decir con libertad:
nuestra ética es moral ya repensada
más allá de moral sólo vivida.
Y beso de disculpa de este rollo
Se dice que la pareja es la representación de tu inconsciente, parece que esta premisa se cumple en el caso de Maldonado y su novia.
ResponderEliminarMe han gustado mucho los fragmentos escogidos y me han entrado ganas de leer más, así que felicidades a Herminia y a ti por la labor de divulgación.
Por cierto el nombre del protagonista quiere decir que anda mal de dones.
Un abrazo desde el fondo del mar***
Pero esa chica, Herminia, comenta en tu blog. No sabía que era escritora. Leo sus comentarios, siempre agradables y acertados. ¿Puedo conseguir esa novela Laura?
ResponderEliminarMuack.
No conocía a esta escritora, me gustan los fragmentos que nos has dejado de su novela, también me gusta la foto de tu cuarto de estudio, cualquier rincó de nuestra casa dice mucho de nosotros pero su biblioteca especialmente; yo los libros los tengo en lo que siempre denominé cíber-habitación.
ResponderEliminarEchare un vistazo al blog de HLO.
Un beso
Bueno Laura V. con tus entradas de frivolidades culinarias creo que lo que intentas es despistarnos pues echando un ojo al blog de Herminia he visto que te nombra en una de sus entradas y tú también eres escritora. Ahora estoy cansada pero mañana leeré el artículo que publicaste en octubre de 2010 sobre Marisabidillas en Barcelona.
ResponderEliminarBesosssssss
Laura, dime qué tengo qué hacer para conseguir la novela. Tu sinopsis me ha gustado. He visitado alguna vez el blog de Herminia por curiosidad, que por cierto habla de novela negra.
ResponderEliminarBesos.
POETA, a veces me dejas descolocá!!! Pero ¿cómo te ha sugerido esta reflexión-poema sobre la moral y la ética la novela de Herminia?
ResponderEliminarNada de disculpas, me gusta leer siempre lo que tienes que decirme, pero dime, explica...¿cómo es que te ha sugerido esa reflexión?
Un abrazo.
La verdad es que la relación entre Maldonado (no había pensado en una lectura literal del nombre... jejeje) y Rebeca es un desastre desde el principio, propia de un timido seguramente. No había pensado en lo que dices de que la pareja es la representación de nuestro subconsciente... ummmm...
ResponderEliminarUn abrazo admirado hacia esas fotos de la Plaza del Pilar... me has dejado de verdad asombrada como nunca.
Síiii Emma, por eso digo que la he conocido por su blog (otra cosa que tengo que agradecer al mundo virtual). Además llegué a ella como a vosotras, su blog se llama novela negra con lunares, le gusta también ese género.
ResponderEliminarYo la encargué a la editorial directamente, si entras en su blog y vas al 23 de octubre encontraras los enlaces para comprarla por internet.
Un abrazo.
Nuria, Herminia tiene un humor fino y afilado que me gusta mucho, en esos fragmentos creo que se detecta.
ResponderEliminarAyssss a mi también me gusta mi biblioteca. Yo entiendo que el libro electrónico ocupa poco sitio y eso, pero me encanta sentirme arropada por mis libros de papel.
Ciber-habitación??? pero bueno, tienes un cuarto de máquinas o qué??? jajaja
Jopetassss.......me has descubierto......jejeje.... la cocina es una frivolidad... ya te lo dije un día, le dedico el menor tiempo posible pero de tanto cocinar pues algo se aprende.
No soy escritora, cariño, soy historiadora. Cierto que hay que escribir y que tengo algún libro publicado, pero es diferente.
Un abrazo.
Lía, lo que le he comentado a Emma, entra en el blog y ve al 23 de octubre, allí tienes los enlaces para comprarlo.
ResponderEliminarSíiii, a Herminia le gusta bastante la novela negra... Qué curioso ¿verdad? La novela negra además de gustarnos nos ha permitido conocernos y encontrarnos, algo más que agradecerle a nuestra afición.
Besitos.
Bueno historiadora y escritora.
ResponderEliminarCíber-habitación por ser la habitación donde está el escritorio y mi ordenador con conexión a internet.
Besotes
Querida Laura: mil gracias por tu generoso comentario. Te agradezco el tiempo y las ganas que le has echado a la novela y me alegra y me emociona a la vez no haberte decepcionado.
ResponderEliminarY a Enric, Ofelia, Emma, Nuri y Lía muchísimas gracias también. Y ¡hala! a ver si desbancamos en ventas a Kete Follen...
Un besazo a todos
Valeeee... Nuria, así de acuerdo. Sí, entendí lo de ciber-habitación, pero pensé que tenías más de un ordenador (yo confieso que tengo dos... el portatil y el miniportatil... y en el resto de la casa hay dos más, lo original de mi casa es que solo hay una TV).
ResponderEliminarUn beso.
Herminia, lo he hecho con sumo placer. Leer me encanta y cuando leo algo que me gusta de alguien que conozco, aunque sea virtualmente, de verdad que disfruto mucho.
ResponderEliminarBuena suerte con el libro, la mereces y a ver si alcanzamos a Kete Follen... jajajaja
Un abrazo.
¿Quizá, mi historiadora preferida,
ResponderEliminarha sido la palabra "convención"?
Un beso en la palabra en alboroto
Hola!
ResponderEliminarEn primer lugar, me ha dejado impresionada tu biblioteca de libros de historia. Guau, increíble! Está claro que una biblioteca personal dice mucho de la persona, sí.
En segundo lugar, me ha sorprendido muy gratamente la novela de Herminia que comentas. Vaya descubrimiento cibernáutico, ¿no? Me ha encantado la enumeración relacionada con los tímidos. Simplemente demuestra un dominio del lenguaje brutal. A ver si yo también encuentro un rincón para leerla.
Un abrazo!
Que envidia me das. Yo no he conseguido encontrar el libro aún. A ver si esta semana hago un nuevo intento por las librerías.
ResponderEliminarYo visito otro blog de Herminia "No sport" y disfruto en el de todas las virtudes que mencionas en su escritura. Por eso me apetece mucho leerlo y mas ahora después de esta estupenda reseña y sus pequeños fragmentos.
Un abrazo
Hija tú como mi Lía, con la biblioteca a reventar...si es que...oye, que simpática Herminia. El Club negro ha decidido comprarla, aunque no sea una novela negra porque el Club lo lee todo y tiene inquietudes...huy que fina me he vuelto...Además, observo, por tu reseña, que es una historia para reflexionar.
ResponderEliminarSaluditos mañaneros, que una está de reposo pero madruga igual...desde la cama claro, que se madruga mejor.
Ummm... los caminos del poeta son inescrutables...
ResponderEliminarOtro beso alborotado y feliz
Dona, es mi campo de trabajo y estudio y por eso quiero esos libros bien cerca. Pero de literatura tengo otro tanto o quizás más...
ResponderEliminarHe encontrado personas muy interesantes, por los caminos virtuales, desde el verano... nunca lo hubiera dicho. Menos mal que siempre me encuentro abierta al cambio y a la novedad (aunque sea con gran torpeza en el dominio de los internetes).
Es una descripción genial, bien escrita, con riqueza de vocabulario y con ese fino humor que la caracteriza en lo que escribe.
Un abrazo.
Uno, creo que lo mejor es comprarlo vía internet, a mi me pasó lo mismo en Barcelona.
ResponderEliminarAyssss... es que a mi me gusta mucho nadarrrrrr.... jejeje. En cambio la novela negra es mi debilidad.
Cuando lo leas, comentamos ehhhh
Besote grande.
Jajajaja, sip... ya ha comenzado la colonización del pasillo (tengo en proyecto invadir la entrada con libros... pero de momento encuentro resistencia... grrrrrr....quizás necesite algún medio más expeditivo ¿qué te parece Martina? estás dispuesta a colaborar??? jejeje).
ResponderEliminarMe parece una idea estupenda, no es negra pero algo hay (no digo másssssssssssss).
Joooo... que envidia... madrugar en la cama, no hay mayor placer... y en martessss.
Descansa, un besote.
Ya hemos encargado el libro de Herminia esta mañana.
ResponderEliminarGracias por la recomendación.
Besos.
Yo la quiero ¿como, donde, que hay que hacer para tenerla y poder leerla.
ResponderEliminarMe encanta como eres capaz de inocular el gusno en mi , esres única
Besos
Lía, estupendo. A ver si os gusta y me contáis.
ResponderEliminar40añera, aunque no me ha quedado claro qué te inoculo, si el gusto (por leer) o el gusano (de la lectura)... jejeje... me alegro que así sea.
Un abrazo grande para las dos.
Eso de banalizar lo ajeno es un deporte muy común, desafortunadamente. El libro suena interesante, Laura. Y los tímidos están poco valorados. Muchas veces hacen el trabajo calladamente, mientras los que pisan más fuerte van presumiendo por los pasillos y meneando la cresta.
ResponderEliminarUn beso
Cuando se banaliza algo, se anula... es como si fuera una tontería, algo intrascendente. Parece que no es tan grave como desprestigiar algo, pero su trascendencia es enorme. Algo que yo pongo mucho como ejemplo es cuando se banaliza el fascismo, aplicándolo a cualquier idea o ideología conservadora. Es una manera de quitar trascendencia a lo que supuso y ningunearlo, no sé si me explico.
ResponderEliminarRespecto a los tímidos, te doy toda la razón.... qué odiosos son los gallos ufanos ¿verdad?
Un abrazo.
Llevo un tiempo liada, pero me apunto tu referencia...
ResponderEliminarBesos
Arlette, si todo va bien..., como hacía días que no te leía y la última entrada estabas tristona y preocupada...
ResponderEliminarUn besito.