Este plato es apropiado para el invierno, cuando el frío ataca y apetece comer un plato caliente de cuchara. Se llama rancho porque es la comida que se hace para muchos en común y que se reduce a un solo guisado que lleva muchos componentes y, en sí mismo, es muy completo. Es un plato típico de Aragón aunque lo hay en toda España adaptándose a los productos de cada zona. En mi caso es un plato familiar que hacían mis abuelas, mi madre y ahora lo hago yo de vez en cuando.
En su origen cuando el frío refrigera Aragón (y lo hace con fuerza sobre todo en Teruel) sobrevienen productos que, o bien despiertan de su letargo, o bien han estado guardados durante el otoño, caso, por ejemplo, del vino. Verduras y hortalizas como el bróquil, la borraja o el cardo, sopas como la de pan escaldada, embutidos como las tortetas y platos cárnicos como la ternera con olivas o la caza.
Un rancho simple y en la época de mis abuelas barato, ahorra carne —salvo para darle sustancia— y aumenta la presencia de otros componentes como arroz, patatas o legumbres secas. El que yo voy a explicar tiene importante presencia de carne pero que, al no ser de primera calidad, resulta barata.
En primer lugar se fríe la carne de cordero (tajo bajo, cuello o espalda), la costilla de cerdo y el conejo. Se reserva y en el aceite restante se hace un sofrito de cebolla, pimiento verde, zanahoria y ajo. Se reserva y se cortan patatas en trozos que también se rehogan en el aceite restante. Se pone el sofrito y las patatas en la sopera junto a la carne y se cubre con agua para que vaya cociendo a fuego muy lento (aproximadamente una hora es suficiente). Poco antes de que esté listo (unos diez minutos), se añade unos puñados de arroz y un para de trozos de longaniza y de chorizo. Es un plato caldoso y delicioso…, eso sí, energético e hipercalórico.
Bueno Laura no te gustará cocinar pero a lo tonto a lo tono casi todas las semanas nos dejas una entrada de Frivolidades culinarias. Yo, ya sabes, odio cocinar así que la receta no la copio, pero me ha encantado leer esta entrada sobre todo porque he aprendido algunas cosas de la tierra de mis abuelos paternos, Teruel.
ResponderEliminarBesos y feliz domingo
Me encantan los platos de cuchara, los pucheros, los cocidos, la escudella..., me recuerdan a mis abuelas y a mi madre, ésta última la reina según mi opinión en cocinar este tipo de platos... Enérgico y calentito para el invierno apetece mucho. !Qué bien me vendría aquí en Viena!
ResponderEliminarBesitos.
Jajaja... qué razón tienes Nuria, las frivolidades van aumentando..., no me gusta pero es una obligación con dos hijos.
ResponderEliminarMe alegro de haberte aportado un recuerdo de tus abuelos, es lo que tiene la comida, que siempre va asociada a personas y recuerdos.
Estos platos en Viena deben apetecer, aunque solo sea por el frio. Es lo que le comentaba ahora, Dona invisible, ciertos platos además de que sean buenos, van asociados a recuerdos y personas..., tienen un valor añadido.
Besos a las dos y feliz domingo.
Muy rico!. Yo hago algo similar, no tan hipercalórico: sin arroz,longaniza y chorizo. Si le añades una alcachofas, unos trigueros y un poco de champiñón rebajarás las calorías y disfrutarás de las alcachofas que tanto nos gustan. Y es bien cierto que son platos de invierno. Apetecen mucho sobre todo aquí donde el frio y el cierzo hace de las suyas. A mí, de vez en cuando, también me gusta cocinar y saborear los platos de cuchara (que por cierto me gustan casi todos).
ResponderEliminarBssss
Si lo sé, lo sé, cuando se tienen hijos hay que hacerles la comida y alimentarlos bien, sólo lo decía para meterme contigo.
ResponderEliminarPor cierto, ¿solucionaste ya los problemas que tenías con los comentarios y el blog?
Besossss
Me has recordado (con lo de las carnes baratas y todo eso) que mi madre me contaba que durante la guerra, en los barrios mas humildes, había quien llevaba de casa en casa carne dentro de una redecilla y te lo metían unos minutos en tu olla para dar gusto al arroz o a los garbanzos o las patatas por una pequña suma de pelas.
ResponderEliminarMe gusta mucho esta receta. Esta semana me pongo el cachirulo y la pruebo que apetece con los fríos.
Un abrazo
Gtb, yo normalmente no pongo longaniza pero sí chorizo. Me apunto lo de las verduras y lo añadiré. Aysss... las alchachofas qué ricas... ummmm
ResponderEliminarLa verdad es que están muy buenos algunos de esos platos, en casa éste les gusta a todos por unanimidad.
Besos y buen inicio de semana.
Aysss, ¿¿¿Nuria de malota??? no me lo creooo... jejeje...
ResponderEliminarUno, debe ser cierto, yo también lo he oído, no en casa, pero me lo han dicho alumnos de sus casas. En estos tiempos de despilfarro parece algo de otro mundo... y no está tan lejos. Qué poco hemos aprendido de nuestro pasado, joder.
Uyyy, con cachirulooo... jejeje... qué pena no verte.
Un abrazo a los dos.
Menuda pinta tiene esa olla. Entran ganas de comer Laura y eso que a mí lo de comer es un placer no va conmigo, como para sobrevivir. Laura Códex 10 está genial. Leí su segunda novela, la recomendada por el club y me dio por pillar de la biblioteca esta, la primera. Es un libro con relatos cortos policiales en los que sale Flores. Estoy preparando una reseña para el club y la ficha del escritor.
ResponderEliminarTe la aconsejo, hay unos relatos muy buenos y uno de ellos ganó un premio.
Besos wapa.
Pero Lía, ¿no disfrutas de verdad con una buena comida? Yo soy de poco comer, pero disfruto cuando está buena y creo que sé apreciarla.
ResponderEliminarPues anoto Codex, menudo descubrimiento este escritor... y Flores... bufff, me encanta, también la mossa es potente ehhh.
Pues estaré atenta para leerte.
Un abrazo.
Ehhhhh, vosotras dos que hacéis hablando de libros cuando la cosa va de ranchos y papeo....mi abuela, que es de Huesca, lo hace y no dejo nada...como las niñas buenas Laura...je,je,je...
ResponderEliminarEngorda de solo mirarlo. Para no gustarte mucho la cocina eres una experta. Quizá te mande a Marta para que le enseñes algunas recetas, últimamente solo cocina cosas al vapor.
ResponderEliminarMuack.
Martinaaaa, encima tenemos raices comunes, jajaja. A que está de muerte... ummmm, en mi casa tampoco queda ni rastro.
ResponderEliminarOyeeee que comer y leer riman ehhhh
Emma, eso es que te cuidan para mantener la línea, eso es lo malo de estos platos que... buffff... son contundentes de narices.
Un abrazo a las dos
Platos de cuchara y con energía como para ponerse después a apacentar a las ovejas por el monte con temperaturas cercanas a cero... ¡pero qué buena está la comida de pastores!
ResponderEliminarSaludos, compañera.
Garito, hoy vendría de perlas, debe hacer un frio por los montes de Soria.... BRRRRRR
ResponderEliminarUn abrazo.