Tras la huelga general, que hubo en nuestro país el día 29 de septiembre, se ha incrementado mi curiosidadpor ver cómo se encara en otros países la crisis actual.
En el país vecino llevan tres semanas de huelgas, bloqueos de depósitos de carburante, guerra de gasolina y manifestaciones crecientes. Primera, y gran diferencia, con nuestro país, donde los sindicatos convocaron un día de huelga con sus respectivas manifestaciones y no parece que piensen en hacer nada más.
La lucha entre el gobierno de Sarkozy y los sindicatos, por esta ley de reforma de las pensiones, parece muy seria, se está procediendo incluso a la intervención estatal de los depósitos y la movilización obligatoria de una veintena de huelguistas a fin de que rellenen camiones con gasolina. Los antidisturbios toman por la fuerza las entradas de las refinerías, saltándose el derecho de huelga. Hay escasez de combustible y, aunque un 56 % de los franceses es partidario de que todo termine, un 63 % de los franceses justifican las nuevas jornadas de protesta. No quiero ni imaginar que ocurriría aquí si los sindicatos llegaran a ese “extremo” de conflictividad, los llamarían violentos, desestabilizadores, etc.
Dejo para el final el significado de los jóvenes encapuchados que apedrearon los escaparates de las tiendas del centro de Lyon y que procedían de los barrios periféricos con unos niveles de pobreza importantes.
Y la figura del sindicalista Charles Foulard, de 53 años, con su gorro rojo de lana y su trinchera negra, que se ha convertido en todo un símbolo de la lucha sindical contra Sarkozy. Los dirigentes de los sindicatos españoles hace tiempo que abandonaron su presencia en los piquetes y su en su vestuario ya no figuran el gorro de lana, el color rojo, ni la trinchera.
Para tener en cuenta en este mundo:
ResponderEliminar"La Justicia francesa invalidó el viernes por la noche la orden prefectoral de requisición que había servido al presidente Nicolás Sarkozy para ordenar el asalto de los gendarmes contra la entrada de la refinería de Grandpuits (región de París), y para obligar a los huelguistas a trabajar so pena de cárcel. Con esa decisión de los tribunales, se abría este sábado una batalla jurídica de los sindicatos destinada a permitir que prosiga la huelga contra el recorte de pensiones.
Tras el asalto de los gendarmes en la madrugada del viernes, numerosos obreros de la refinería fueron obligados a trabajar. El prefecto había invocado, en su orden de embargo, "los intereses de la Defensa nacional", algo que, según pensaba, le autorizaba a obligar a trabajar a un porcentaje importante de obreros. Pero el Tribunal Administrativo estimó que el prefecto había "causado un perjuicio grave y manifiestamente ilegal al derecho de huelga" por lo que suspendió la orden prefectoral."
ANDRÉS PÉREZ CORRESPONSAL 23/10/2010 22:00
Actualizado: 23/10/2010 23:57
Diario Público
Creo que la mentalidad francesa es muy diferente a la española en muchos aspectos.
ResponderEliminarLas movilizaciones de los sindicatos franceses desde que se anunciaron las reformas que recortan derechos adquiridos por los trabajadores y conseguidos en parte gracias a la lucha sindical de los abuelos de muchos de los que ahora se manifiestan, serían impensables en España. También sería impensable ver a uno de nuestros líderes sindicales con un gorro de lana.
Creo que en España, o al menos en mi Comunidad Autónoma protestamos mucho cuando nos entrevistan por la calle nuestra opinión sobre recortes sociales pero a la hora de la verdad no hacemos nada que indique que realmente no estamos de acuerdo con esos recortes. Nos resignamos sin más y nos lo tomamos como algo natural al estar en período de crisis.
Un beso
Simplemente estamos dormidos, aletargados. Parece que no nos importe nuestro futuro, tan sólo el ahora, cuando se están tomando decisiones que nos afectaran. Los sindicatos en España son un mero club social que baila al antojo del gobierno de turno. Los trabajadores peonzas humanas sin voz, porque no desean alzarla. Ya se oyen voces diciendo que tanta inmigración tiene la culpa de que no haya trabajo y ya no recordamos que hasta hace muy poco un español no quería trabajar barriendo calles, limpiando edificios ni trabajos con sueldos normales. ¿Y ahora qué? ¿Nos deshacemos de esas personas las cuales sus hijos ya son españoles y tiene sus derechos o nos enfrentamos a la ineptitud de la política de nuestro gobierno?
ResponderEliminarNecesitamos un cambio de gobierno y de mentalización. Los ciudadanos tenemos nuestra parte de culpa.
Saludos Laura.
A mí lo de la expulsión de los judíos me pareció tremendo, aunque lo disfrazaran de que lo hacían por su propia voluntad.
ResponderEliminarVamos a ver cómo acaba todo este tema de las pensiones. Un beso
Estoy de acuerdo con tu post Laura, España se ha vuelto menopausica.
ResponderEliminarOpino como Marta.
Muack.
Emma.
DAMAS NEGRAS del CLUB NEGRO, decidle
ResponderEliminardecidle a L'Aura Uve que os diga algo
de ese nuevo proyecto que tenemos
entre manos y a punto para hablar...
Un beso disparado con un COLT
Hola, Laura!
ResponderEliminarCreo que voy a dar un poco la nota discordante en este post (siempre con educación, claro :-)) Recuerdo las revueltas de las banlieues francesas de hace unos años: destrucción, sin piedad, coches quemados, revueltas urbanas, que sólo los que no tienen ninguna esperanza pueden hacer, con la "rage" de las clases desfavorecidas, de los jóvenes inmigrantes... No quieren reformar nada, quieren destruir esta sociedad porque no funciona... ¿cómo sería recibido eso en España?
Si se proponen semanas, meses de huelga, ¿qué porcentaje de la población la seguiría? Si yo desde Austria no he parado de leer (facebooks y compañía) por parte de algunas personas (bastantes) que no iban a hacer huelga porque "les rebajaban el día" y luego veías las fotos de la fiesta de fin de semana de turno. Si preferimos gastarnos 50 euros en copas y no defender nuestros derechos... ¿por qué los sindicatos siempre son los culpables? Yo creo que la política la hacemos todos. Puede que no sea muy objetiva en cuanto a los sindicatos (he sido hija de sindicalista, de los de antes, y yo misma también he sido delegada y te aseguro que di mucho la cara por compañeros y que me la partieron... pero no se trata de mí), si miramos en general las condiciones en que viven los trabajadores en una empresa con comité y en otra que no lo tenga, no hay color... Se les acusa de ser unos "vendidos", pero cuando se propone un día de huelga, empiezan los problemas de conciencia o salen las miserias humanas... En algo estoy de acuerdo con todo el mundo hoy: estamos dormidos, no salimos a la calle aunque nos pisoteen y nos hemos acomodado en trabajos de "m...." Pero -lo siento- la culpa no creo que sea de los sindicatos.
Sólo mi humilde opinión, por supuesto...
Estoy de acuerdo con la mayoría: estamos dormidos y superacomodados aunque se tengan unos salarios de m.... y unas condiciones laborales sangrantes. En mi Centro comenté la posibilidad de anular todas las salidas extraescolares como medida de protesta y presión y no me hicieron ni caso: el siguiente claustro 1/2 hora dedicada a ver si se hacía la salida de la nieve y quién se hacía cargo de realizarla. ¿Será posible?. Y desde luego aquí no me imagino a ningún lider sindicalista llevando el gorro rojo como distintivo.
ResponderEliminarBssss.
Enric, un aspecto más que indica que en Francia hubo revolución burguesa en condiciones. No me imagino algo parecido aquí.
ResponderEliminarJajaja... yo no sé si sabría explicar bien a las DAMAS NEGRAS, tú eres el padre de la criatura.
Un abrazo con colt virtual.
El punto de vista de DONA INVISIBLE es muy interesante. Yo también he sido delegada sindical y el problema es que los propios trabajadores no quieren implicarse y las huelgas no las siguen por el descuento. La culpa es de todos. Un post estupendo lleno de debate.
ResponderEliminarBesos wapi.
Es verdad, Nuria, su mentalidad ha pasado por unos procesos históricos (me refiero a la época contemporánea) que marcan una gran distancia.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo que es fácil hablar y difícil actuar.
El sindicalismo en España se ha burocratizado en poquísimo tiempo. Sería más lógico que fuera al contrario, el sindicalismo francés lleva más años de democracia a sus espaldas que nosotros......pero............es lo que hay.
Nuestra responsabilidad está ahí tambien, claro.
Por cierto, cariño, tú has sufrido lo desastre que soy con la informática. Resulta que para programar (ya sabes que andaba en ello con tu ayuda) he actualizado no sé qué (ahora ya tengo lo de la programación) pero no me aclaraba con las fotos y he liado una impresionante. No sé si volver al sistema antiguo con que miraaaaa............ufffffff, que mal rato he pasado.
Un abrazo.
Marta, no puedo estar más de acuerdo. Los sindicatos forman parte de las instituciones del Estado, han olvidado su carácter reivindicativo, luchador y concienciador. Y todos nosotros acomodados en la rutina y en el individualismo. Además, tienes razón, de esa actitud solo sale una posición cada vez más conservadora, racista, sexista y todos os istas que queramos...
ResponderEliminarNo sé cómo saldremos de ésto. Menudo panorama.
Aunque sé que no es oro todo lo que reluce, como mínimo los franceses se mueven, se quejan, plantan cara...
Un abrazo lleno de mosqueo por lo que pasa y de cariño hacia los que nos rebelamos como podemos.
Elvira, creo que te refieres a los gitanos rumanos ¿no?
ResponderEliminarPues es tremendo como se desenmascara la derecha en momentos de crisis...
Sí, a ver cómo acaba. No pinta bien.
Un abrazo
Jajajaja.....así que menopáusica ehhhh, ni lo mentes...
ResponderEliminarCompartimos opinión, sí.
Un abrazo.
Dona, estamos más de acuerdo de lo que parece.
ResponderEliminarRespecto a los jóvenes destructores, lo de hace unos años es similar a lo de Lyon de ahora. Pero fíjate, Lyon es una de las ciudades más ricas de Francia y, en cambio, los niveles de pobreza de su periferia (donde viven estos jóvenes, muchos de origen argelino y magrebí en general) son de los más altos de Francia. Es la desintegración, la inadaptación, la rabia..., la pena es que no lo canalicen más que con explosiones de rabia y no de forma más eficaz.
De acuerdo con el amodorramiento del personal y con la insensatez de quejarse porque te descuentan por la huelga... pues claro...
La culpa no es solo de los sindicatos, claro que no, la gente estamos abotargada, adormecida por el consumo y la comodidad. Pero los sindicatos nacieron, no para reflejar a los trabajadores, sino para concienciarlos, despertarlos, agitarlos, movilizarlos, convocarlos........ y desgraciadamente ahora forman parte de las instituciones del Estado, del poder. No apoyan más lo que canalizan y controlan, tienen pánico de cualquier cosa que se les escapa de las manos, son un lazo que retiene en lugar de un impulso para luchar y movilizar.
Compartimos que nuestros padres fueron sindicalistas (y en años de dictadura), yo he estado siempre afiliada a un sindicato (minoritario, eso sí), y lo estoy aún. He militado poco en el sindicalismo (lo hice en otros temas más sociales) y reconozco que es duro hacerlo salvo los que viven ya de eso.
Ya sabes cuánto me gusta el debate, así que adelante... y sigamos discrepando y, si podemos, actuando.
Un abrazo grande y discutidor... jejeje
gtb, ya sabes que estamos de acuerdo, nosotros con nuestra pequeña lucha andamos por libre con gran esfuerzo y criticados por todos, los primeros los sindicatos. Pero, hacía años que no dábamos ni estos cuatro pasos, tarde o temprano tiene que haber una rebelión contra la situación que sufre la enseñanza pública.
ResponderEliminarAbrazo grande y animoso.
Lía, estoy de acuerdo en muchas cosas con Dona (acabo de explicarlo), pero ojo, los sindicatos y sindicalistas están para movilizar, ese fue su origen: concienciar, movilizar, animar, batallar..... y en peores condiciones que ahora.
ResponderEliminarY el personal pues tenemos nuestra parte.
Síiiiiiiiiii.......disfruto con el debate......y con la acción también.... no solo de palabras vive la mujer (y el hombre).
Un abrazo.
Mmmm... ay, que me has picado (y yo que huyo de estos debates, que siempre salgo escaldada, pero bueno contigo es diferente).
ResponderEliminarDiscrepo sobre el papel de los sindicatos: están para representar a los trabajadores, a sus derechos, para eso son escogidos en elecciones democráticas. Las movilizaciones tienen que dirigirlas ellos, cierto, pero no olvidemos que son nuestros representantes, todos decidimos, todos actuamos. Si no hay respuesta, la movilización no tiene sentido. ¿Cuántas personas se informan de sus convenios, acuden a reuniones, investigan lo que se cuece dentro de un sindicato -aunque sea minoritario-? Si nosotros no utilizamos los mecanismos de la democracia, ¿podemos criticarla tan fácilmente sin tomar nuestra parte de responsabilidad?
Por otro lado, me gustaría que se concretara un poco más cuando se dice que forman parte del aparato del Estado, ¿es porque reciben subvenciones? Creo que eso es en función de la representatividad. ¿Y eso es malo? Pienso que fue una batalla ganada por la democracia, ¿no? Yo estoy sindicada, pero mi etapa como delegada duró poco, sólo un año y tuve suficiente. O sea que tampoco he militado mucho en el sindicalismo (sí en otros campos).
Yo distinguiría, sin embargo, cada sindicato, con sus correspondientes ideologías, filosofías y afiliaciones detrás (y no voy a entrar más en detalle, que no quiero señalar con el dedo). Quiero decir con eso que se demoniza en conjunto a los sindicatos mayoritarios, pero no creo que sean los dos iguales... En fin, también forma parte de la crisis política y el descontento generalizado... (he de decir que entiendo en parte ese discurso, pero que me "enerva" cuando se hace desde posiciones de pasotismo y conformismo...).
Y ya no me enrollo más!!!
*Por cierto, para Lía: me has sorprendido gratamente :-)
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarJajajaja.... en cambio a mi me encantan, dona de Viena, porque creo que es la manera de profundizar en los temas. Si cada una se queda con sus convicciones y no las confronta con otras opiniones, se acartonan y se anquilosan.
ResponderEliminarCreo que hay que diferencias entre el papel de los sindicatos en el pasado (en España sería hasta la guerra civil) y en el presente (democracia). En el caso de los demás países europeos el cambio se produce tras la II ª Guerra Mundial, aunque todo apuntaba ya tras la Iª Guerra Mundial y el fracaso del Internacionalismo. El periodo de entreguerras, con la crisis de postguerra y luego la crisis económica y el fascismo, aún provoco la alianza antifascista que detuvo el proceso.
También depende de las ideologías, no es lo mismo el papel del sindicato para el anarcosindicalismo, mayoritario en España hasta la guerra civil, que el sindicalismo marxista.
Hasta la guerra civil o la II Guerra Mundial, el sindicalismo tiene unos objetivos bastante comunes y precisos: concienciar, es decir, hacer tomar conciencia a los obreros de su condición de explotados y de su capacidad de transformación de la realidad; y movilizador, es decir, impulsor de reclamaciones y reivindicaciones. El sindicato ofrece su organización para unir, agrupar y dar coherencia a las reclamaciones y luchas. Está al servicio de los trabajadores y se pone al frente de ellos para impulsarlos en la lucha. No olvidemos que el objetivo es acabar con la explotación, suprimiendo su origen, la propiedad privada y la apropiación de los beneficios por parte de los empresarios.
Cuando el sindicalismo marxista, condicionado por la prioridad del partido político, abandona su objetivo revolucionario, empieza a centrar sus prioridades en el reformismo social, es decir, en pedir la intervención del Estado a través de leyes para mejorar la situación de los trabajadores (para ello es necesario un incremento de los impuestos que permita al Estado realizar esas intervenciones sociales).
[CONTINUACIÓN, el comentario lo he suprimido yo porque me he liado al no caber todo]
ResponderEliminarCuando se opta por esa opción, el partido político (los partidos socialistas o socialdemócratas) toma el protagonismo, centra los objetivos centrales en las elecciones y en gobernar y los sindicatos pasan a retener a los trabajadores para que no se expresen por su cuenta y siempre lo hagan a través de unos sindicatos que están al servicio de la acción política. Todo lo que se sale de su canal es salvaje, violento y condenable. Su función pasa a ser la de retener y desmovilizar , salvo en momentos concretos en que necesitan demostrar que pueden, si quieren, movilizar en momentos puntuales para justificar su capacidad de negociación.
En España, el sistema político fue tan desastroso, basado en la manipulación electoral, la corrupción y la manipulación electoral a través del caciquismo (Sistema de la Restauración, 1875-1931) que esta opción fue frustrante e impracticable, además de que el sindicalismo de influencia anarquista demostró mayor eficacia para lograr mejoras para los trabajadores.
Cuando acabó el franquismo, en España había un sindicalismo asambleario bastante potente que se movilizó contra el franquismo y que luchó por conseguir mejoras laborales durante el final del franquismo y la crisis económica de los años setenta y ochenta. Los Pactos de la Moncloa fueron el punto de inicio del control de las reicindicaciones y del asambleismo por parte de los dos sindicatos que se configuraron como mayoritarios. To do ello avalado por las elecciones sindicales que permitieron a los sindicatos unos ingresos económicos que no podían conseguir a través de las cuotas dada la baja afiliación de los sindicatos. Éstos están financiados lisa y llanamente por el Estado, por tanto no pueden tener autonomía para actuar ya que el Estado les puede cortar esa fuente de financiación.
Los sindicatos tienen su papel y deben asumir su responsabilidad. Los trabajadores tenemos la nuestra y debemos asumirla también. Aunque ya digo que sigo afiliada a un sindicato, es más por romanticismo que por otra cosa, creo que hay que buscar otras formas organizativas más acordes con el mundo laboral actual y que no estén prisioneras de las instituciones del Estado ni dependan económicamente de él.
Por ahí va mi opinión. También yo me he alargado demasiado.
Un abrazo lleno de fervor trangresor.
En Francia los trabajadores protestan y se movilizan bastante a menudo. Recuerdo que en muchas de mis estancias en Francia, y he ido unas cuantas veces, me avisaban de que había huelga de esto o de lo otro. Los franceses están acostumbrados a esto y saben que por eso no se acaba el mundo. Eso es importante.
ResponderEliminarPor otra parte, tengo la impresión de que no hay en nuestro pais, en general, muy buena opinión de los sindicatos o de los sindicalistas. Deberían pensarse por qué. Esto tampoco ayuda a la hora de movilizar a los trabajadores.
Quiero por último señalar una noticia de hoy. En Francia los estudiantes están de vacaciones y su presencia en las manifestaciones ha disminuido radicalmente.
Oh la la!
Un abrazo
Oh la, la!! Como son los niños... jejeje... las vacaciones son sagradas.
ResponderEliminarMe sorprendió ese dato, en la línea de lo que dices, de que más del 60% siguen pensando que hay que seguir protestando con desabastecimiento de gasolinaaaaa y todo.... amos amos...
También te doy la razón de que los sindicatos se lo tenían que pensar un poquito y ver porque la gente los rechaza, algo deben tener que ver...
Un abrazo jacobino.
Laura Uve, aplaudo el final
ResponderEliminarde tu último y más largo comentario.
Me pierdo por perderme y encontrar
otras formas más libres de luchar
por aquellos derechos sociales
por los que se ha luchado tanto y tanto.
Si te parece puedes rebotar
el mail de la propuesta de "perdi2"
a quienes tú estimes oportuno,
o, si prefieres, esperar a vernos
y luego se verá lo que se dé.
Un beso en el principio de partida
¡POR SUPUESTO!! ¿En qué estaría yo pensando? Los gitanos rumanos, claro. Estos fallos son preocupantes, oye!
ResponderEliminarEnric, ¿¿¿aplaudes el abrazo transgresor???... jajajaja... te entendí poeta..., era una bromita tonta.
ResponderEliminarVale, revertiré lo revertible aunque igual prefiero saber más.
Un abrazo lleno de plácidez tras la sesión de piscina.
Elvira, cariño, nos pasa a todos..., creo que ha sido una asociación de ideas sin más... las hacemos porque las tenemos en la cabeza, así que alegrémonos por tener tantas ideas en ebullición en la cabeza.
ResponderEliminarUn abrazo mañanero.
Buenos días, Laura,
ResponderEliminarAcabo de leer tu mensaje. Gracias por la rigurosidad en los datos y el recorrido histórico (se nota que eres de Historia :-)). Sé que el sindicalismo anarquista ha tenido un papel importante en la lucha antifranquista en España (sobre todo en Catalunya). También creo en el sistema asambleario (aunque dudo que fuera efectivo ahora mismo, creo que se acabaría imponiendo una minoría sobre la gran masa, esto ya lo viví en la Universidad). No quiero enrollarme más, ha quedado claro el matiz que nos separa, pero de todas formas insistiría en la base de fondo de este debate: ¿el sistema se cambia desde fuera o también se puede cambiar desde dentro? (pienso que por ahí iban los tiros).
Sea como sea, habrá que reinventar alguna alternativa (venga de donde venga) porque está claro que el camino hacia donde vamos es la flexibilización, liberalismo y... uf (estoy leyendo el Informe Lugano y no estoy nada optimista).
Un abrazo conciliador y revolucionario!
Quería callarme ya, pero es que hoy he leído una noticia que creo que vale la pena publicar aquí. Un ejemplo de que no sólo el sindicalismo anarquista ha luchado mucho para conseguir que hoy tengamos unos derechos: http://www.elpais.com/articulo/espana/Fallece/Marcelino/Camacho/padre/sindicalismo/moderno/espanol/elpepuesp/20101029elpepunac_2/Tes
ResponderEliminarUna noticia triste, sin duda.
Y ahora sí, ya me callo.
Un abrazo!
Dona, no tiene mucho mérito mi recorrido histórico, como tú dices soy de historia (además mi Tesis Doctoral fue sobre Sindicalismo). No pretendía, al hacerlo, más que aclarar lo que quería decir en el debate.
ResponderEliminarEl anarquismo en Cataluña fue aplastantemente mayoritario en Cataluña hasta la guerra civil (también lo fue en Andalucía y otras zonas). Durante el franquismo quedó muy diezmado, entre otras cosas, por mantener estructuras no jerarquizadas que les debilitaban mucho en la clandestinidad.
Con todos los inconvenientes, creo que las asambleas son lo más cercano a una auténtica democracia. La alternativa son los representantes (mucho más minoría que la minoría que puede controlar una asamblea) que toman decisiones sin consultar.
La verdad, creo tan difícil el cambio que, dentro o fuera, ni me lo planteo. La transformación desde fuera, llevada a cabo por revoluciones marxistas ha sido un fracaso total. La transformación desde dentro ha reforzado el capitalismo y las ventajas sociales las disfrutamos una minoría a costa de que la mayoría del mundo viva en la pobreza y el subdesarrollo. Así que no sé qué decir, la verdad. Siempre digo que me conformo con ser un "grano de pus en el culo del poder", creo que es lo que hacen los franceses más o menos (no idealizo ya nada).
Sí, ha muerto Marcelino Camacho. Claro que contra el franquismo lucho muchísima gente (no la suficiente para acabar con él, eso sí) con ideologías muy diversas.
No te calles, bastante tenemos que callar para hacerlo en un espacio de libertad pequeñito como nuestros blogs.
Un abrazo muy grande, trangresor y heterodoxo en la medida que podamos.
Nos está sorprendiendo gratamente la reacción francesa. Se puede estar de acuerdo o no con los métodos utilizados, pero, como en el caso de las rebeliones en las banlieu de hace un tiempo, eso es signo de que Francia sigue viva. Evidentemente, lo de España es síntoma de muerte cerebral.
ResponderEliminarSaludos, compañera.
Estoy muy de acuerdo Garito, no creo que nadie idelice ya nada a estas alturas... simplemente el amago de protesta indica vida social.
ResponderEliminarUn abrazo.