domingo, 24 de octubre de 2010
FRIVOLIDADES CULINARIAS. Arroz con setas.
Hacía mucho que no frivolizaba con mis recetas caseras, así que ya tocaba. Además he acabado de leer una novela en la que se hace referencia a la cocina, no a la casera y familiar, que es la que yo siempre traigo a esta sección, sino a la alta y sofisticada alta cocina. A mi me gusta la innovación y el cambio en casi todo (nunca se pueden hacer afirmaciones tan rotundas como "siempre" o "nunca"), por tanto no pienso defender mi cocina caserilla respecto a la vanguardista y moderna..., pero la de la novela no la quiero ehhh (la novela es de Mercedes Castro y se titula "Mantis", y pronto subiré el comentario sobre ella).
Arroz con setas, de “montaña”.
Plato de fin de semana porque requiere cierta elaboración que es imposible en el día a día. En casa es tradicional que el domingo comamos arroz y, dicen, que tengo buena mano para hacerlo en sus múltiples variedades. Algo muy importante para hacer arroz es no tocarlo una vez lo hemos incorporado, excepto en el caso del risotto que, precisamente, hay que removerlo continuamente para que se rompa la cáscara del grano de arroz.
Llamamos arroces de “montaña” a los que son de carne, así los diferenciamos de los arroces de mar, que son de pescado. También esta división, “mar/montaña”, se la debo a mis hijos que cuando me ven trajinar con el arroz, preguntan: ¿de mar o de montaña?
Se pone en una paellera aceite (la que yo utilizo es para hacer también arroces caldosos y es más alta que la paellera normal) para freír la costilla de cerdo en trozos pequeños. O bien la freímos y la retiramos o bien, cuando está a medio hacer, incorporamos el pimiento verde y rojo cortado muy fino, luego la cebolla y el ajo (como la cebolla y el ajo se hace antes conviene incorporarlos cuando el pimiento está medio hecho) y la variedad de setas. Ahora es tiempo de setas pero, cuando no es temporada, yo utilizo setas secas que previamente pongo en agua (conservando el agua oscura de las setas cuando se hidratan), por esta razón es lo último que incorporo al sofrito. Cuando es temporada de setas se incorporan con los pimientos porqué cuestan más de hacer.
Una vez que tenemos la carne y el sofrito se incorpora el arroz (un vaso pequeño por persona), se revuelve con todo y se añade el agua (usamos el agua de las setas o caldo de verdura o agua sin más), dos vasos por cada uno de arroz y uno más de propina porque se trata de un arroz húmedo, es decir no es seco pero tampoco hay caldo… ¡húmedo! Incorporo, nada más echar el agua, hierbas al gusto, yo pongo orégano, menta y tomillo. Rectificamos la sal.
En el fuego se va moviendo la paellera, nunca el arroz con una cuchara y cuando el agua se va consumiendo, probamos para rectificar la sal. Cuando apenas queda caldo se apaga el fuego y se deja unos minutos reposando (yo apenas lo dejo reposar) y listo para servir.
BON PROFIT!!
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Mmmmmm, que bien huele¡!¡
ResponderEliminarEstos días he comido muy poco por algún que otro problemilla intestinal, y lo has descrito de tal modo que me he sentido alimentada.
Mi talento para el arroz es nulo, así que no creo que vaya a hacerlo pero me ha encantado el tener sensaciones al leerte.
Besos nutritivos**
¿Que la cocina es una frivolidad? ¿Desde cuando?
ResponderEliminarMe encanta el arroz de cualquier manera pero no se hacerlo. Tampoco se hacer casi ningún otro plato.
Este lo explicas tan clarito que voy a probar, fíjate.
Y para que lo sepas: esto es divulgación cultural.
Un abrazo
¡Dios que rico!. Yo quierooooo!!!!
ResponderEliminarHace tiempo que no prepero arroz, eso me deja claro que tengo que parar que estoy algo liada, asi que de esta semana no pasa, tal vez pruebe co tu reseta
Un besote
Ofelia, me alegro de alimentar con palabras...la verdad es que huele muy bien. Las setas me encantan y el arroz también.
ResponderEliminarBesos que alimentan.
Jajaja, Uno, noooo, la cocina no es una frivolidad, pero que yo de recetas sí...
ResponderEliminarCuando abrí esta sección lo dije, cocino por obligación, pero es cierto que al tener que hacerlo, he aprendido y logro hacer cosas ricas. Me gusta invitar a mis amistades a cenar, así que si sé hacer algó pues el encuentro es más mejor.
Si te animas, a ver si te sale. Es cuestión de practicar.
Un abrazo.
40añera, es verdad, siempre andamos liadas. Yo ya digo, durante la semana, platos básicos y con la olla expres... el fin de semana se intenta hacer algo más elaborado.
ResponderEliminar¿Cómo se acostumbra a cocinar el arroz por Sevilla?
Un abrazo.
Guauuuuu, Laura, soy una fan de los arroces y me he quedado anonadada mirando la foto y leyendo tu descripción... Me he acordado del rissotto que hace mi madre, que aunque no sea lo mismo que tú cocinas, ella lo hace muy "sui generis", es decir a su manera, con doble ración de setas y está de muerte... Yo es que sólo cocino cosas sencillitas y esto requiere tiempo y mimo. Ay, qué ganas de volver a Barcelona a comerme un arrocitooooooo :-)
ResponderEliminarEspero que te lo pasaras bien el fin de semana.
Yo odio cocinar, admiro a la gente que disfruta cocinando, no sé preparar casi nada, lo mío es cocina de supervivencia.
ResponderEliminarAhora a mi madre se le ha dado por preparar arroz con setas todos los sábados que voy a comer con ella y, la verdad, estoy empezando a odiar ese plato, así que no tomo nota de la receta.
Cuando termine la novela que empecé el sábado leeré la que mencionas, aunque entre tanto fogón ya no sé si me gustará.
Besitos
Le paso la receta a Marta, ella es la cocinera en casa...je,je,je...la de Teresa Sinde me gustaría si en vez de ser hombres son mujeres, además como bien señalas no hay que ser rotunda y decir "nunca jamás" je,je, Espero que sea un comentario favorable que Mercedes nos felicitó por la entrada muy entusiasmada.
ResponderEliminarMuack.
Hola dona invisible. Ummmmm, me encanta el risotto, no me atrevía a hacerlo pero ya lo he incorporado a "mis" arroces. Jajaja... yo también le pongo muchas setas porque me gustan a rabiar. Los arroces me encantan y se echan de menos y si los hacen gente que sabe, y tu madre creo que es de las expertas, aún saben más buenos.
ResponderEliminarSer madre provoca, entre otras muchas cosas, la necesidad de cocinar. Al menos es mi caso.
Síiii, he pasado un estupendo fin de semana con mi amiga (la anónima que a veces aparece por aquí),cena (por cierto tomé risotto pero con foie (estaba de muerte), una exposición de la que espero hablar (y en la que he colaborado) pero acabo agotada.......pero agusto.
Un abrazo grande
Nuria, te entiendo, yo también practico la misma durante la semana. Entusiarmarme, no me entusiasma cocinar, la verdad. Por eso le llamo a la sección "frivolidades culinarias".
ResponderEliminarPues es verdad, cuando se repite siempre un plato, se acaba aburriendo aunque esté bueno.
A ver si te gusta Mantis,
Un abrazo
Xd Emma, yo no devoro humanos, de momento me conformo con la escala llamada inferior. Pero ciertamente, nunca se puede decir de "este agua, no beberé".
ResponderEliminarPues Mantis.......... pronto colgaré la entrada, no desvelo nada. Sólo que prefiero "Y punto". Bueno, Mercedes no verá mi entrada, así que me quedo tranquila por ese lado.
Un abrazooo...
Yo de cocina nada, así que como hace Emma le paso el relevo a Martina.
ResponderEliminarBesos wapa.
Pero Lía, ¿qué haces durante la semana? Algo debes cocinar ¿no? ¿Como dice Nuria practicas cocina de supervivencia? Bueno, yo durante la semana también ehhh
ResponderEliminarUn abrazo
Mummmm, qué maravilla. Me recuerda a los arroces de mi madre. ¿qué tiene la paella de los domingos que es tan querida?
ResponderEliminarReceta apuntada, un día habrá que intentarla.
Saludos.
Jajajaja....es verdad, el arroz del domingo es toda una institución, buena institución en este caso.
ResponderEliminarUn abrazo
Mmmmmmm, qué rico arrocito!. A mí también me encantan los arroces y las setas y su combinación es exquisita. Y también suelo hacerlos los fines de semana, por aquello del tiempo, pero ahora con el dichoso colesterol... los tengo que espaciar más. Y sí, el fin de semana estuvo muy bien, (como todos ). Disfruto muchísimo compartiendo y "charrando" de nuestras cosas sin parar. Ahora a esperar que llegue pronto el próximo.
ResponderEliminarBssss
Esto (gtb)me gusta más que anónimo, jajaja
ResponderEliminarDichoso colesterol... no sabía que el arroz era malo también.
Sí, pasamos una buenísima mañana.
Un abrazo grande, grande.
Buena pregunta, ¿que hace Lía durante la semana? a bocadillo, como si la viera. Sólo come decentemente el fin de semana, cuando cocino yo, o se que siempre cocino yo....me gusta experimentar y probar cosas nueva y el arroz tiene infinidad de gustos.
ResponderEliminarHay que ricooooo.
Un besazo Laurita...jo, Emma, no te comas a la gente mandona. Laura, tiene complejo de Hannibal...je,je,je
Uyyy, uyyy, uyyy... Lía, ¿¿sólo bocadillos?? Eso no llega a supervivencia ehhh. Yo supervivencia entiendo, verdura en la olla express, carne a la plancha, fruta y arreando...
ResponderEliminarMartina, ¿experimentas con los componentes del arroz o modalidades de arroz (seco, risotto...)...? Cuenta, cuenta...En realidad a mi el que más me gusta es el arroz negro que todavía no lo he puesto.
Será broma lo de Emma, ehhh... joder, ni te imaginas hasta que vi la pelí, bufff, qué miedoooo.
Un besazo Martina.
Bueno, me las como pero de otra manera. Ahora no que estoy casada.
ResponderEliminarEspero ansiosa tu critica sobre Mantis. Me tienes en un hay.
Muack.
Emma.
Jajaja... vaya con Emmita... xd...
ResponderEliminarLa voy a colgar, no pensaba hacerlo hasta el jueves (hoy iba a poner otra cosa) pero no quiero que estés con el ay, no se despierte la fiera que hay en ti... jejeje (es bromaaaaaaaa).
Un abrazo.
Arroz con champiñones a la griega
ResponderEliminarINGREDIENTES para 4-5 personas:
-1/2 kilo de champiñones frescos,
-2 cebollas tipo Figueras
-3 dientes de ajos secos
-4 tomates maduros
-1 zanahoria mediana y fresca
-1 kilo de arroz salvaje Basmati
-orégano, perejil, menta y jenjibre
-aceite de oliva de acidez 0'4, agua y sal
PREPARACIÓN
Cortamos la base de los champiñones y los lavamos uno a uno.
Los dejamos escurrir unos 5 minutos.
Mientras, cortamos la base de los ajos y los partimos en dos mitades (al gusto) y los ponemos en la cazuela dejándoles la piel que no ha caído, sobre todo la de su vértice apuntado.
Pelamos y troceamos (más o menos en octavos, o, si hay prisa, en láminas) las dos cebollas y las ponemos en la cazuela.
Ponemos una base de aceite que no sobrepase el poso depositado en la cazuela y encendemos el fuego de la cocina a media llama.
Salamos al gusto.
Tapamos la cazuela.
Tras unos tres minutos, le damos la vuelta al contenido y volvemos a tapar la cazuela; ponemos el fuego al mínimo.
Troceamos los campiñones en cuadraditos y los ponemos en la cazuela; salamos al gusto y subimos de nuevo el fuego a media llama.
Cada 3-5 minutos vamos dando la vuelta al pósito de la cazuela, sin olvidar dejarnos guiar por nuestra nariz.
Pralelamente lavamos los tomates y con agua caliente y les extraemos la piel.
Cuando el pósito de la cazuela se ve dorado, cortamos y añadimos los tomates en cuartos.
Salamos y ponemos en la cazuela las porciones de tomate.
Tapamos.
(continuará)
A mi tampoco me gusta mucho la cocina, pero la verdad que no lo hago mal del todo..., pero el arroz de carne es mi asignatura pendiente, me sale una vez rico y tres (por no decir más) regular bajo...
ResponderEliminarAbrazo grandee
(continuación)
ResponderEliminarLe damos unas vueltas despatando más o menos cada 3 minutos
Añadimos orégano y una pizca de jenjibre sobre el tomate.
3 minutos después añadimos rodajitas de zanahoria en láminas finas, un poco de perejil y un par de hohas de menta formando una capa. Tapamos.
3 minutos y volcamos el kilo de arroz salvaje, volteamos (siempre con pala de madera, claro está), añadimos agua hasta media cazuela, probamos y ajustamos de sal.Tapamos y vamos detapando para darle la vuelta y comprobar que sea adecuada la proporción de agua y arroz (el arroz integral bebe más rápidamente que el blanco), también para elegir entre plato más caldoso o más seco.
Entre 20 minutos y media hora después tendría que estar a punto.
¡Y buen provecho, a disfrutar del olor y del sabor, y de la vista (no me atrevo a ser incorrecto y decir lo mismo del oído y del tacto...)!
Enric, esa receta tiene una pinta excelente (la probaré), ¿¿el arroz queda seco?? Parece que más bien un poco caldoso ¿no? Esto es importante que me lo digas para hacerlo yo.
ResponderEliminarMe encanta eso de dejarse guiar por la nariz... jejeje Pero lo del oido...ummm... no lo pillo...
Gracias de verdad, un abrazo grande.
Qué raro Calma, será que lo muevessss??? No sé, no debería salir mal. Pregunta que contestooo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Con ese arroz puedes dejar que se evapore el agua y, cuando tu nariz te indica que está a punto de pegarse por su base, apagar el fuego, dejarlo enfriar y tomar seco, o bien, puedes añadir agua y degustarlo caldoso; según preferencias.
ResponderEliminar¡Lo del oído es broma!
Un beso en los arroces cocinados
Vale, quizás lo pruebe seco, me pega más. Yo soy muy estricta con la relación arroz-agua... no dejo al ojo o a la nariz ese detalle... jejeje
ResponderEliminarAhhhh.............pensaba que los poetas habían logrado involucrar el oido en la cocina.
Un abrazo,
Bueno, la verdad es que no te he dicho
ResponderEliminarla verdad de verdad toda completa:
seguro que tú sabes, cocinar
tiene un ritmo, su ritmo, y el ritmo
se aprecia en la música ¿callada,
en el silencio "oído" en la cocina?
Un beso en los sentidos al completo
Jajajaja..... ya sabía yo que lo lograrías, como sois los poetas ehhhh....
ResponderEliminarUn abrazo grande Enric.
Me ha dado un hambre tremendo... me hiciste imaginar un fin de semana relajado, alejado del mundanal ruido y después de este arroz, una buena lectura como las que tu nos muestras. Me ha gustado eso de ¿mar o montaña?, como sea el arroz es maravilloso su versatilidad nos permite elaborar diversos platos y conseguir distintas mixturas y sabores. Cocina y Literatura, históricamente, han hecho alianzas ¡exquisitas!.
ResponderEliminarBesos de setas y arroces!
Eva, como me alegra haberte transmitido sensaciones tan bonitas y placenteras con mi plato de arroz. Tienes muchísima razón, que unión tan exquisita, cocina y literatura. Incluso que creativa ¿verdad?
ResponderEliminarUn abrazo lleno de cariño y de aroma de cocina con mesa grande para leer.