Paul Newman (1925-2008).
Hijo de padre de origen judío alemán y madre eslovaca católica nacida en el Imperio Austrohúngaro.
Era graduado en Ciencias Económicas, estudió Artes Escénicas en Yale y en el Actor´s Studio, como oyente, durante una década.
Además de magnífico actor y discreto director de cine, fue un hombre con conciencia política y social. Impulsó, en memoria del hijo de su primer matrimonio, la Fundación Scott Newman, destinada a auxiliar y proteger a personas víctimas de la droga. Ha pertenecido a la Alianza para la Defensa del Medio Ambiente. En 1978 representó a su país ante la Organización de las Naciones Unidas en la Conferencia para el Desarme. En 1990 fue nombrado "padre del año" por UNICEF. Fundó una serie de campamentos de verano para niños y niñas con enfermedades graves, donde utilizan la diversión y la sonrisa como tratamiento para sus dolencias.
Debía tener yo unos 17 años cuando lo vi por primera vez en la película,
La gata sobre el tejado de zinc, de Richard Brooks, adaptación de la espléndida obra teatral de Tennessee Williams. Me quedé embobada, enamorada y embelesada. Vamos, como si hubiera tenido una auténtica experiencia celestial, cosa perfectamente normal ya que estoy hablando de un “santo”, una experiencia inmaterial, incorpórea, infigurable, invisible, intangible, inpalpable, inponderable, mística y aerotransportable......
Siempre lo he visto guapo, guapísimo y esos ojos azules… ummmm
A partir de La gata le declaré mi total y absoluta devoción y me fue confirmando, conforme envejecía, su calidad y cualidad de “santo”. He disfrutado con muchas de sus películas, pero voy a destacar sólo las que más me han gustado: El zurdo, Dulce pájaro de juventud, El buscavidas, Harper, detective privado, Un hombre, Dos hombres y un destino, 300 millas, El golpe, Veredicto final, El buscavidas, Al caer el sol y Camino a la perdición.
Tuvo muchos premios, entre ellos dos Óscar y un Globo de Oro, pero me parece más propio de su condición de “santo” que supo envejecer sin aspavientos y supo morir con valentía… Por eso fue recibido en el cielo como dibujó Forges…
Perdona, en ocasiones-bueno siempre, voy por internet como si me persiguieran-, de hecho mis blogs los hago automáticamente, le doy al enter y más tarde veo faltas, incongruencias y cosas así.
ResponderEliminarHego miles de cosas ala vez, tengo unsíndrome de inquietud, que luego utilizo el tiempo que ahorro pra estar tirada.
Seguiré tus pasos, un abrazo
Que buen comienzo para estas hagiss, y también me gusta mucho la peli de la gata y otra que me gusta mucho es Exodo...
ResponderEliminarUn abrazoteee
Yo también soy muy devoto de P.N.
ResponderEliminarUn hombre tan deseado que permanece casado con la misma mujer hasta su muerte tiene que ser forzosamente un santo. ¿O la santa es Joanne?
En cualquier caso este es un misterio tan indescifrable para mi como el de la Santísima Trinidad.
Echo de menos en tu selección "el largo y cálido verano"
Estupenda entrada. Un abrazo
MARCELA, creo que el medio lo propicia ¿no?... la rapidez, la inquietud, el automatismo... Y yo seguiré los tuyos, un abrazo.
ResponderEliminarCALMA, sí, la gata es muy fuerte... esos ojos azules, esa media sonrisa... para qué seguir...
Otro abrazo.
UNO, iba a hacer alusión al tema de su "santa", pero al final no me he decidido porqué también encuentro que es un misterio.
ResponderEliminarCierto, se me ha olvidado "el largo y calido verano"... lo he hecho de memoria y...
Un abrazo.
Ha sido el amor de mi vida desde que tengo uso de razón, si alguna vez tuve uso de razón..Llevaba mis carpetas del cole forradas con sus fotos..Incluso llevé durante mucho tiempo una foto suya en mi billetero..
ResponderEliminarHe visto todas sus pelis y, como interpretación, me quedo con su papel en Veredicto final.
Un besito!!
Idéntica experiencia. Fue el primer hombre que me hizo despertar el deseo erótico. Aún recuerdo la sensación de vergüenza porque pensaba que toda la familia se daba cuenta. Era una adolescente. Era en la Gata.
ResponderEliminarBesos!!