miércoles, 2 de marzo de 2011
¡INDÍGNATE!...
¡INDÍGNATE! STÉPHANE HESSEL
“El motivo de base de la Resistencia era la indignación. Nosotros, veteranos de los movimientos de resistencia y de las fuerzas combatientes de la Francia libre, llamamos a las jóvenes generaciones a hacer vivir, a transmitir, la herencia de la Resistencia y sus ideas. Nosotros les decimos: ¡Tomad el relevo, indignaos! Los responsables políticos, económicos, intelectuales y el conjunto de la sociedad no deben renunciar, ni dejarse impresionar por la actual dictadura internacional de los mercados financieros que amenazan la paz y la democracia”.
“También llamamos a una verdadera insurrección pacífica contra los medios de comunicación de masas que no proponen como horizonte para nuestra juventud más que el consumo de masas, el desprecio por los más débiles y por la cultura, la amnesia generalizada y la competición a ultranza de todos contra todos”.
“CREAR, ES RESISTIR.
RESISTIR, ES CREAR.”
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¡Tomemos el relevo!
ResponderEliminarEs increíble!!!!. Es el libro que voy a comprar porque lo comentaron en el seminario,jajajaja, y nos comprometimos a leerlo. Y vas tú y lo "subes". (Va a ser verdad lo de clónicas).
ResponderEliminarBsss
No viene nada mal un libro que trate el tema de la Resistencia. Hoy en día falta indignación por todas partes, nos conformamos con todo, con el paro del 20%, con la bajada de salarios, con matanzas en países como Libia... parece que aceptamos todo de forma natural.
ResponderEliminarUn besote
Y nos indignaremos y nos seguiremos indignando. Pero con la indignación no sirve, hay que pasar a la acción.
ResponderEliminarEl problema es que se está gestando una generación descontenta, sin objetivos, porque les han dejado el mundo hecho unos zorros y ahora son ellos los que tienen que levantarlo.
Estamos dormidos en España y no creo que cambiemos.
ResponderEliminarBesitos Laura.
La indignación es uno de los sentimientos más nobles, porque nace de la ira que despierta la injusticia; no hay que olvidarlo nunca.
ResponderEliminarBesos.
¿Cómo puede ser que en España nos conformemos con todo lo que nos está cayendo? ¿Dónde está la indignación de los jóvenes? y ¿del resto de la sociedad?. Estamos perdiendo a marchas forzadas todo el Estado de bienestar conseguido en estas tres últimas décadas y lo aceptamos sin ningún tipo de protesta ni rebelión. Aquí no hay indignación, lo que hay es un gran conformismo (y mucha economía sumergida, sino, no se explica) ¿Qué más tiene que suceder para que la sociedad se movilice y acuse a los verdaderos causantes de esta gran crisis (banqueros, inversores, corredores de bolsa)? y deje de aumentar la distancia entre la cada vez más minoria rica y la más creciente mayoría pobre? .
ResponderEliminarBssss
Apoyo tu grito y el de Hessel. Por el derecho a la indignación.
ResponderEliminarPetonssssss!!!
Parece mentira que tenga que ser este gran hombre de 94 años el que tenga que venir a incitarnos a la indignación.
ResponderEliminarDeberíamos habernos levantado cuando empezaron los primeros signos de rebaja en las pensiones, la seguridad social o cualquier ataque a la libertad de prensa o expresión.
Si alguien quiere leer una traducción puede obtenerla aquí.
Gracias Laura, besos revolucionarios
Laura
ResponderEliminarsupe de este libro a través del blog de babel y me reitero tal cual hice allí sobre mi admiración por el prologuista del libro Jose Luis Sampedro,tal como dije,para mí un ejemplo desde hace años, un octogenario con más rebeldía y más conciencia social que muchos/as veinteañeros/as.
Estamos dormidos,narcotizados por el consumismo,distraídos por los programas del corazón,creyendo que aquí todo está conseguido,haciendo oídos sordos a las convocatorias de huelgas y manifestaciones.Ni todo está logrado,ni los recursos son ilimitados ni las políticas sociales saldrán a flote si nos mantenemos pasivos o indiferentes.
Así que indignadas e indignados,tomemos las calles!
¿qué tal si empezamos por el 8 de marzo?;)
Besos
Muy buena entrada.
ResponderEliminarLos medios de comunicación ejercen un poder increíble, creo que son los grandes manipuladores de esta sociedad.
Algo habrá que hacer, pero sinceramente me lleno de impotencia ¿desde donde educar? ¿desde nuestros pequeños terrenos?, quizá es la única opción. No lo se.
Un abrazo
Mercedes
Vuelvo aquí después de haber leído tu respuesta a mi comentario de la entrada anterior.
ResponderEliminarCiertamente me has emocionado. Me encanta ese poema, y sobre todo me encanta que te lo haya recordado.
Miles de gracias, Laura
Mercedes
Justo y necesario hacerlo, garito. Qué hombre tan magnífico a sus 94 años...
ResponderEliminarSalud!!
gtb, ya hace días que te lo digo... jejeje... estas casualidades me gustan mucho... esa conxión real que se mantiene en el mundo virtual.
ResponderEliminarY sí, estamos narcotizados, el famoso estado del bienestar reduciéndose y aquí nadie dice nada. Y, a veces, dicen atacando a otros trabajadores mejor pagados o con puesto de trabajo fijo. Los santa santorum de la banca, a salvo de paja y polvo.......................ESTOY INDIGNADAAAAA!!!!!!!!!
Pero mis hijos, no... y eso es muy preocupanteeeee!!!
Un abrazo grande.
Nuria, no es un libro, es un panfleto muy breve (12 folios), escrito por un hombre de 94 años que luchó en la Resistencia contra el fascismo. Es propio de un jovén, qué grave que no sea así... pero que grande que lo escriba este auténtico resistente.
ResponderEliminarUn abrazo
Fer, el indígnate es de acción. Hessel dice: lo que motivo la Resistencia fue la indignación... Y la Resistencia contra el fascismo fue bien activa. Desde luego su llamamiento es a actuar: una insurrección pacífica!!
ResponderEliminarEs un grito airado para que espabilen los jóvenes... hmmm... veremos...
Un abrazo.
Laura, pásate por el Club Negro, hay una mala noticia.
ResponderEliminarGracias JL, no había mirado nada.
ResponderEliminarUn beso muy grande Lía.
ResponderEliminarAsí es Aglaia, la injusticia debería provocarnos siempre la indignación, la rabia y la respuesta para intentar, como mínimo, mostrar nuestro descontento y en que dirección queremos que cambien las cosas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues vamos allí con el grito y la acción, Dona.
ResponderEliminarPtnssss
JL, es lo que más me sorprende, que este panfleto tanga que escribirlo un hombre de 94 años, que desde luego está muy bien que lo haga, pero que le toca más a los jóvenes airados... No es así, mal pinta...
ResponderEliminarUn abrazo.
troyana, tenía que ser Sampedro el que hiciera el prólogo (que no he leído), está en la misma línea que Hessel desde hace años, lo admiro mucho.
ResponderEliminarEstamos de acuerdo que la sociedad occidental está aletargada, adormecida por el consumo, estupefacta ante los mercados financieros... Las organizaciones populares están integradas en un sistema que les financia y las tiene sobornadas... No sé por donde avanzara ésto, pero ese grito de Hessel me parece lo mínimo que podemos hacer: ¡Indignarnos!
Ptnsss... y ahí estaremos el 8 de marzo, indignadas por cómo afecta la crisis a las mujeres, por ejemplo.
Mercedes, es verdad lo que dices de la impotencia... somos muchos los indignados pero dispersos y con pocas posibilidades de colaborar. Ya me parece positivo que nos hablemos en el mundo virtual, pero es insuficiente. Yo me he refugiado, en parte, en actuar en nuestro terreno, pero estoy convencida de que es insuficiente.
ResponderEliminarSí, es un poema maravilloso ¿verdad? Gracias a ti por recordármelo.
Un abrazo grande.
"Crear es resistir
ResponderEliminarresistir es crear..."
Brillante!!!!!!!
Besote enorme
La novia, es cierto, es brillante y tiene más miga de lo que parece, da para pensar.
ResponderEliminarUn abrazo creativo y resistente!!
Los jóvenes tienen que encontrar su propia forma de revelarse. No se identifican con las ideologías ni los políticos que hoy las representan. Estan en ello.
ResponderEliminarUn abrazo
Sí, mi niño.... y la que espera, desespera y se indigna y se mosquea. Espero no tener que llegar a los 94 años y andar escribiendo panfletos. Porque... Felicibus brevis, miseris hora longa.
ResponderEliminarBesos.
Hay siempre campo en el que sembrar, Laura. Y aunque a veces el terreno no parezca muy acogedor, las palabras, como la lluvia constante que cala casi inadvertidamente, esponjan y vivifican, despiertan y estimulan. Muchas de esas semillas habrán caído sobre dura roca. Pero otras, otras, Laura, habrán de redimir a todos sus semejantes aun sin saberlo. Resiste, compañera; para enseñar hay, siempre, que predicar con el ejemplo. Que no sea una chispa fugaz, sino una hoguera que se alce hasta el cielo. Beso enorme.
ResponderEliminarEs verdad, nada es totalmente esteril, todo contribuye a nuestro caminar. Pero, aveces, parece que todo se para, e incluso que retrocede. Ese es el momento de indignarnos y, como tu dices, enseñarnos sin tapujos.
ResponderEliminarPues que sea una hoguera!!
Un abrazo cariñosamente indignado.