Desde que leí Estambul. Ciudad y recuerdos, tenía ganas de leer otra de sus novelas y que esta no fuera tan autobiográfica como Estambul. Me costó encontrar este ejemplar de bolsillo y páginas amarillentas por el paso del tiempo y por su uso, ya que se trata de un ejemplar de una biblioteca cerrada (y supongo que sus libros vendidos). Aunque algunas páginas tienen el sello de la biblioteca, no consigo ver de dónde era. Me gusta mucho tener este ejemplar tan manoseado y viejo, tengo la sensación de haber rescatado un libro de su destrucción definitiva.
El tema
Su extensión de 687 páginas ha hecho que el libro me haya acompañado durante casi tres semanas por disponer de poco tiempo.
Me llamo Rojo tiene tres temas principales. Una intriga desencadenada por el asesinato de dos personas y que no se descubre hasta el interesante penúltimo capítulo, “Me llamarán Asesino” (cap. 58). El segundo tema es el amor. El tercer tema es un asunto muy querido por Pamuk y que ya aparecía en Estambul, los símbolos para reflejar el choque y la interconexión de las culturas, especialmente al ser Turquía un país de frontera, entre Oriente y Occidente. En esta línea de contraposición entre culturas, Pamuk nos habla de la manera de entender la pintura islámica. El Corán prohíbe la iconografía, por tanto, la producción artística en Persia, Afganistán, Paquistán, Turquía y otros países musulmanes se orientó a través de artesanos que nunca firmaban sus obras. Eran solamente ilustradores de libros (nada de imágenes en cuadros, alfombras o tapices, todo quedaba limitado a ilustrar libros. La prohibición de las imágenes puede hacer caer a quienes se atrevan a pintarlas en la idolatría.
Las tradiciones de los ilustradores islámicos implicaron en el siglo XVI ignorar la perspectiva para evitar aberraciones, la planitud y la posición del horizonte por encima del marco de la pintura, como si el espectador estuviese muy alto, es la forma de ver el mundo por parte de Dios.
La trama se articula alrededor del deseo del Sultán de que se realice un libro sobre su reinado para impresionar a los gobernantes venecianos para que teman al imperio otomano y se avengan a negociar. Para lograr dicho objetivo había que adoptar el estilo de los “francos” (de occidente) y apartarse de la tradicional manera de hacerlo en oriente que suponía entrar en colisión con la ortodoxia islámica. Cuatro artistas trabajarán en secreto, elaborando un libro lleno de imágenes nuevas, entre ellos el asesino.
¿Cómo consigue hacer compatible los tres temas señalados?
Pamuk estructura la novela en 59 capítulos a través de los cuales presenta a los personajes de la novela (Negro y los demás ilustradores, Seküre, Esther, Tío, etc.), introduciendo múltiples narradores que nos dan su punto de vista personal sobre los diversos temas. Dota de vida, y los convierte en personajes, a un perro (cap. 3), a un árbol (cap. 10), al dinero (cap. 19), un color (cap. 31), a un caballo (cap. 35), al diablo (cap. 47), y también a algún personaje muerto y al propio asesino.
A partir de esta técnica, los temas se van entrecruzando al compás de conversaciones, luchas, odios, intrigas y coacciones. El ser humano es el gran protagonista de esta novela, un ser humano contradictorio que trata de buscarse la vida sorteando las dificultades de la época.
Me llamo rojo (cap. 31 y título de la novela) responde a la pregunta ¿en qué consiste ser un color (rojo)?
-Si lo tocáramos con la punta de un dedo sería entre el hierro y el cobre. Si lo cogiéramos en la mano, quemaría. Si lo probáramos tendría un sabor pleno como de carne salada. Si nos lo lleváramos a la boca, nos lo llenaría. Si lo oliéramos, olería a caballo. Si oliera como una flor se parecería a una margarita, no a una rosa roja (316).
Nunca había leído que un color se transformara en personaje. Fantástica la descripción del rojo (¿se parece a una margarita?).
Un fragmento
Resulta muy difícil elegir un fragmento entre los que tengo resaltados, he seleccionado esta reflexión:
Si se nos presenta la ocasión siempre preferimos creer que hacemos por un objetivo más loable las maldades que estamos dispuestos a hacer por nuestros miserables intereses, por los sentimientos que nos hacen arder de pasión o por el amor que nos convierte en seres desilusionados (…) (206).
Y uno breve pero muy bello
(…) si el rostro de vuestra amada vive grabado en vuestro corazón, el mundo sigue siendo vuestro hogar (64).
Mi recomendación es que leáis a Pamuk, merece la pena situarnos en la encrucijada entre oriente y occidente. Merece la pena no olvidar la represión sistemática y el fanatismo que están sufriendo muchos ciudadanos/as en Turquía en la actualidad.
No lo he leído, seguiré tus sabias recomendaciones.
ResponderEliminarAbrazos decembrinos
Carlos Alberto
Gracias Carlos Alberto, seguro que te gustará porque es un gran narrador.
EliminarAbrazos!!
Tampoco he leído nada del autro. Tengo que ponerle remedio, sin duda.
ResponderEliminarPor cierto, preciosidad de canción la de Ben Webster. Para dejarse llevar...
Besotes!!!
A ver si te gusta si lo lees. Ben Webster es uno de mis músicos preferidos, siempre vuelvo a él.
EliminarBesos!!
Sólo he leído 'El castillo blanco' -la traducción castellana de 'El astrólogo y el sultán'- y me ha gustado, pero reconozco que Pamuk es algo denso.
ResponderEliminarEl choque cultural entre Oriente y Occidente me resulta atractivo. A ver si lo consigo por aquí. Igual, tengo 'El museo de la inocencia' para ir despuntando el vicio...
Un fuerte abrazo, U-to!
Es un narrador al estilo antiguo (y no lo digo despectivamente sino todo lo contrario), quizás cuesta entrar pero cuando te dejas llevar por la narración, crea un mundo maravilloso.
EliminarYo tengo en casa dos pendientes de leer Una sensación extraña y El libro negro, dejaré una pausa porque ambos son de muchas páginas (quizás para navidad) pero la intención es seguir leyendo sus obras.
Abrazos (primaverales para ti)!!
Desde tu reseña de Estambul ya me había quedado con la copla de Pamuk, y esta novela no hace sino aumentar mi curiosidad. Me la apunto en mi lista de lctura, que no para de crecer.
ResponderEliminarPlanteamientos diferentes pero trasfondo común en ambos, desde luego es un autor muy interesante. Lista y libros pendientes rebosan por mi piso, pero eso me hace feliz aunque el espacio escasee.
EliminarAsí que ser 'rojo' tiene una extensión mucho más amplía que ser "contrario a la derecha". Interesante...
ResponderEliminar¡SALUDOS!
Ya ves Antony... lo que nos muestra la literatura.
Eliminar"(…) si el rostro de vuestra amada vive grabado en vuestro corazón, el mundo sigue siendo vuestro hogar (64)." Que lo diga el Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha!!! jajajajaja
ResponderEliminarDesde el comienzo la publicación está cargada de gusto cuando describes la adquisición y características del libro, es otro personaje en la reseña jajajaja
Tengamos en cuenta que a partir del gusto sentimos la belleza y la gestionamos de acuerdo a cada cultura. Hay culturas que sacrifican el gusto por determinadas manifestaciones del espíritu o la existencia (recuerden esa palabra "austeridad", siempre para la mayoría, las élites se pueden exceptuar) Hay otras culturas donde el despilfarro, la bacanal y la orgía son meritorias de culto.
Idolatría y fetiche, válvulas para canalizar, y regular los torrentes vitales individuales y colectivos ayer hoy y siempre, esfinges, gárgolas, tabús, y si también símbolos y metáforas apelmazadas en mantras, lemas o logotipos.
La exploración literaria que reseñas pone sobre la mesa estos mecanismos desde dos experiencias culturales y las contrasta.
Acudiendo a la amplitud de la prosopopeya desenfoca la fuerza vital para romper la tendencia monotea allá y acá y demuestra que esa fuerza, como lo harían algunos artistas, bien puede trascender el pretexto moral que tan asertadamente citas "Si se nos presenta la ocasión siempre preferimos creer que hacemos por un objetivo más loable las maldades que estamos dispuestos a hacer por nuestros miserables intereses, por los sentimientos que nos hacen arder de pasión o por el amor que nos convierte en seres desilusionados (…) (206)."
También me apasionan los números, las medidas, las proporciones, cálculos... y esa historia de las matemáticas y las religiones orientales es para sumirse en éxtasis, por ejemplo esa asociación que hacen entre el álgebra y sus diseños geométricos, o la mágica belleza que logran en su caligrafía.
Hoy un solo beso querida Luna pero con muchas margaritas!!! jajajajajajajajajajaja
Mi queridooooo Aristos (de risa fácil y cantarina, un tornado de posibilidades en tus comentarios)!!
EliminarYa sabía yo que te apuntarías al rojo-margarita :))
Oriente siempre ha sido recreado por occidente como ese lugar (inexistente seguramente, por ello utópico) del despilfarro, la bacanal y la orgía. Ese espacio de olores, sabores, sensaciones y posibilidades más allá de la razón y del pensamiento académico tan occidental. Pero quizás por eso mismo, oriente se siente atraído por occidente (en esta historia por las nuevas técnicas pictóricas que alejan los temas pintados de la mirada de dios y recrean la realidad).
No dejan de ser subjetividades e imágenes que unos y otros imaginan. En todo caso el mundo de Pamuk te encantará.
Yo te dejo besos con olor a canela y especias :))
Me gusta muchísimo Pamuk. Desde que leí hace tiempo "Nieve" y "La maleta de mi padre, me enganchó con otro par de títulos. Sin embargo, el que reseñas no lo conozco, a ver si lo pillo.
ResponderEliminarUn abrazo
Coincidencia plena, Virgi, me tiene cautivada y esas novelas que mencionas no las he leído. Me gusta pensar que tengo mucho Pamuk por descubrir :))
EliminarAbrazos!!
ResponderEliminarHabiendo conocido 'Estámbul' a quién no le interesaría leer a 'Orhan Pamuk'... ;)
Una delicia tu reseña desde esa maravillosa forma de encontrarse con un libro hasta ese último fragmento: "(...) si el rostro de vuestra amada vive grabado en vuestro corazón, el mundo sigue siendo vuestro hogar (64)."
Dicho esto, aún lo tengo pendiente de lectura... uf! :O
Aparte del que leíste tú con anterioridad y de éste del que tomo nota tengo en espera: 'Cevdet Bey e Hijos', 'El libro negro' y 'El novelista ingenuo y el sentimental'.
A ver cuándo y por dónde empiezo... :P
Disfruta mucho de estos días (tengas o no 'macropuente')... más tiempo, entre otras cosas, para leer... :))
Besos y cálidos abrazos frente al frío invierno que ya llama a nuestras puertas!!
:)
El libro negro, lo tengo yo también pendiente de lectura en la estantería correspondiente (cada vez más llena de libros que su dueña no encuentra momento de leer).
EliminarNada de macropuente: día sin otro a trabajar, menudo cachondeo :))
Abrazos grandes y un beso sonosro en cada mejilla helada por el frío :))
Me fascinaron pasajes de "Estambul". Pero me sucede como a ti hasta ahora. No he leído más.
ResponderEliminar¡y qué ganas entran con tu entrada!
Besos.
Pamuk merece una segunda vuelta y una tercera... es un buenísimo narrador y escribe muy bien.
EliminarGracias Ignacio, eres un sol.
Abrazos!!
No conozco al autor pero tendré que subsanar ese desconocimiento porque tu reseña es de las que despierta la curiosidad y ese Oriente que me fascina y del que quiero leer más. Aunque la extensión que comentas me preocupa un poco por mi falta de tiempo.
ResponderEliminarGracias por la propuesta.
Un beso
La verdad es que la extensión es para pensárselo según en que momentos (cosa que no hice yo, pero es que el libro me "llamó" y no pude decir que no :))
EliminarSi te animas a leer a Pamuk, espero que disfrutes tanto como yo por lo menos.
Un beso!!
Buen consejo de lectura de un escritor conocido pero que lamentablemente no he leído.
ResponderEliminarPocas ciudades en el mundo, casi diría que ninguna, representan lo que ha sido Estambul o Constantinopla. Pocos lugares pueden decir que son el punto de ensamblaje, de cruce y al mismo tiempo de separación de dos culturas y lo curioso es que era así hace casi 2000 años y lo sigue siendo ahora. Debe haber alguna fuerza oculta, magnética quizás, que lo posibilite.
Un abrazo
No hace falta que me pongas los dientes largos que no será por ganas de ir a Estambul, pero Erdogan me aleja cada día más de esa posibilidad.
EliminarMe parece que esas zonas fronterizas siempre son interesantes, me gusta la mezcla, lo cosmopolita, lo que no tiene fronteras claras, las des-identidades, así que esas ciudades me encandilan.
Un abrazo!!
Muy interesante reseña. Me ha ilustrado el ver como el arte islámico trata a la perspectiva... vamos, que todos vemos lo que Dios ve... si viese algo...
Por otra parte, no me siento margarita para nada, creo que el rojo es un poco más que lo que se dice, aunque eso de que quema, y no nos llena, me gusta mucho.
un abrazo
· LMA · & · CR ·
Me pareció muy interesante todo lo que cuenta de los ilustradores de libros y de como hicieron el defecto (la subordinación a dios), virtud (pintar con la memoria y no con los ojos, quedarse ciego para un ilustrador no era una tragedia sino la posibilidad de la perfección al no estar condicionado por la visión).
EliminarNunca hubiera pensado que un color pudiera describirse a sí mismo. Nunca hubiera relacionado al rojo con una margarita. Fuera de la rosa que es lo más obvio, quizás con un clavel. Entre el hierro y el cobre me encaja, el sabor también... Una ocurrencia genial la de Pamuk.
Un abrazo!!
Desde luego tus palabras invitan a leerlo. Me ha gustado lo que dices sobre el ejemplar que has leído.
ResponderEliminarAbrazo!
Gracias Zamarat. me gustan los libros con pasado :))
EliminarAbrazos!!
Como tu, desde que leí Estambúl(con motivo de un viaje a la ciudad) me apetecía leer mas de OP. Esta parece una buena novela para hacerlo.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues ojalá te guste si la lees. Espero que tu viaje haya ido muy bien.
EliminarUn abrazo!!
Tu trabajo es realmente apasionante... Consigues acercarnos a este autor de un modo bellisimo. Nos animas a que lo devoremos, amiga...
ResponderEliminarUn abrazo y el deseo de una feliz semana
¡¡Oh!! que amable Ildefonso, gracias mil.
EliminarMe alegra que te haya gustado y que incite a su lectura :)
Abrazos y feliz semana.
Leí a Pamuk hace años. No sé si el libro que citas u otro, algo sobre Estambul. Me llamó la atención ese tono híbrido entre la tristeza y la esperanza, entre la distancia casi helada y el calor de lo que después de todo se ha mamado desde niño. Quizás expresa la turbación casi esquizoide que sienten esos turcos urbanos y modernos de hoy, casi más europeos que otomanos, y desgarrados entre dos fronteras y dos mundos.
ResponderEliminarCreo que la mayoría de sus novelas están ambientadas en Estambul, así que eso no ayuda a saber qué novela leíste. En todo caso las impresiones que te quedaron son muy parecidas a las mías, ese desgarro del lugar de frontera entre dos mundos diferentes e iguales al mismo tiempo.
EliminarUna de las ciudades más increíbles que he visitado en mi vida ha sido Estambul. No te la pierdas...No he leído nada de este Premio Nobel, pero tu reseña resulta muy estimulante. Sin embargo conozco algo de este escritor, sobre todo a raíz de lo que manifestó sobre que en Turquía se habían matado a un millón de armenios y a 30.000 kurdos. Estas declaraciones le supusiron ir a juicio por insultar y debilitar la identidad turca...Creo que le condenaron a unos meses de cárcel. No sé muy bien cómo acabó aquel asunto. Sí sé que tiene más seguidores fuera de su país que dentro.
ResponderEliminarBesos
Esa es mi intención, verla. Sin embargo ahora no es el mejor momento por muchos motivos, no es el menor que no me hace gracia reforzar la dictadura de Erdogan dejando dinero del turisteo.
EliminarLa valentía de Pamuk al mentar a armenios y kurdos me parece excepcional.
Besos!!
Hola laura.
ResponderEliminarSin duda este libro en su deambular, ya avejentado, ha terminado en buenísimas manos, es triste pensar en el final de muchos libros tirados al contenedor sin más, y no digamos los que quemaron los fanáticos religiosos y también los nazis.
Después de la interesante información que aporta Luis Antonio, presumo que la obra de Pamuk hubiese tenido igual destino en el pasado.
Impresionante la interpretación del color rojo, me fascina esa visión holística sobre la vida, trascender el significante de las cosas para ensanchar su significado, eso es lo que logran escritores como Pamuk para nuestro asombro, una actitud que en Occidente tuvo un empuje fundamental con el humanismo renacentista, aún resplandece la llama de aquel humanismo en escritores como Pamuk y otros, claro.
Magnífico tu escrito.
Cuídate amiga!
Me he sentido así, como una rescatadora del libro :)
EliminarEs cierto, es un escritor incómodo para el poder, y más lo debe ser ahora, me gustaría saber como le puede afectar los cambios de Erdogan, igual se ha quedado a vivir en N. York.
Fue asombrosa esa manera de dar vida a un color.
Gracias y abrazos!!
Mmmm qué preciosidades de párrafos nos regalas al final... deliciosos!!
ResponderEliminarEso sí, lo siento muchísimo pero el rojo si fuera una flor paara nada será una margarita ¿ cómo algo que huele a caballo y a carne salada va a ser una margarita? como poco una magnolia por lo carnoso de sus hojas e incluso mucho más una rosa de esas gigantescas rojo sangre oscuro con gotas de rocío ; )
Me ha encantado tu reseña, muchas gracias, un beso muy grande LAURA!
Jajaja, lo comprendo, peroooo, una margarita abre muchas posibilidades.
EliminarGracias a ti y muchos besos!!