Con ese título tan contundente y comprometido esta breve obra, sustentada en un peculiar diálogo entre la autora y Marek Edelman nos guía en uno de esos episodios históricos dignos de conocer: el levantamiento que se produjo en el gueto de Varsovia por parte de sus últimos habitantes en 1943.
Edelman fue el único superviviente de los cinco comandantes del gueto y a través de sus recuerdos y de su vida posterior, se van desgranando en el libro los sucesos más destacados. No esperemos un orden cronológico en los hechos, ni un relato continuado de lo sucedido, este Ganarle a Dios es otra cosa, es una reflexión sobre el ser humano expuesto a situaciones límite cuando tiene que tomar decisiones como vivir o morir, como morir o morir con dignidad luchando, como salvar a unos y abandonar a otros. Dilemas que aparecen entre las páginas de este libro que están preñadas de vida y de muerte, de esperanza y decepción.
Cuando se puede salvar una vida practicando la medicina, tras ver tanta muerte, alguien puede estar tentado de pensar que le ha ganado la partida a Dios. En todo caso, al margen de creer o no que esa partida es ficticia, es balsámico conocer que en el infierno puede sobrevivir cierta dignidad que salva al ser humano… si eso es posible.
Una lectura recomendable y de lectura lenta.
¡Vaya asuntos! Según lo leía, me imaginaba en esa tesitura de tener que salvar a alguien y dejar a otra gente morir. De tenerme que salvar o no, eligiendo la vida ajena.
ResponderEliminarSalgo al fin de semana con esta angustia.
Besos (no obstante).
Te parecerá raro pero yo imagino con frecuencia a qué se vieron sometidas muchas personas (millones) en esos trágicos años de la II Guerra Mundial, por eso le doy vueltas y vueltas a ese periodo.
EliminarEspero que el fin de semana haya sido bonito, no obstante la angustia que te haya provocado con mis palabras.
Besos de invierno (yo adoro el frío).
Doloroso...Hay que encontrar el momento idóneo para leer este libro.
ResponderEliminarBesotes!!!
Sí que lo es, pero es un libro necesario (hoy más que nunca).
EliminarBesos!!
Tema interesante, pero como dice mi predecesora hay que abordar el conocimiento de estas historias en su momento. En mi circunstancia actual me tientan más lecturas de entretenimiento...
ResponderEliminarAbrazos, lectora ¿compulsiva?
Siempre dispongo de un inagotable deseo por leer, desde esa perspectiva acepto lo de compulsiva, sin embargo no es algo incontrolado y obsesivo, algo que parece unido a esa palabra.
EliminarTodo tiene su momento y su lugar.
Abrazos!!
ResponderEliminarGran y complejo/difícil dilema moral...
A veces, demasiadas... no hay una solución buena... y hay que meter el corazón en el congelador a la hora de tomar una decisión...
Me quedo con este párrafo:
"Cuando se puede salvar una vida practicando la medicina, tras ver tanta muerte, alguien puede estar tentado de pensar que le ha ganado la partida a Dios. En todo caso, al margen de creer o no que esa partida es ficticia, es balsámico conocer que en el infierno puede sobrevivir cierta dignidad que salva al ser humano… si eso es posible."
Buen finde!
Besos y achuchones para el frío!!
Esa fue la gran tragedia de la época de la que nos habla este libro, cualquier decisión, hasta comer, se convertía en un dilema ético.
EliminarLa situación que llevó a la insurrección en el gueto de Varsovia se reducía solo a elegir la manera de morir, ese dilema lo tenían que afrontar jóvenes veinteañeros que apenas les había dado tiempo a vivir.
En fin... no me alargo más.
Aquí no hace frío, pero acepto igualmente tus besos y achuchones y cuenta con otros tantos míos ;)
Complejo planteamiento cuando se ve desde un libro o desde una pantalla y se está cómodo, comodidad a la que seguro han contribuido quienes de alguna manera se han visto obligados a jugar semejantes partidas. En el momento de los hechos no hay mucho que pensar y hay que hacer lo que se tiene que hacer o se tuvo que hacer, no hay lugar para reflexiones, estas llegarán después.
ResponderEliminarReseña ágil para una obra ágil que en cambio deja un cuestionamiento esencial para hilvanar los hilos de la historia y las justificaciones morales del presente. Reflexión muy bien traída para la ocasión por un médico quien enfrenta como profesión esa diferencia entre la muerte y vida biológica y su sustento social a cada momento de su existencia.
Besos querida Luna por fortuna estamos en el mes de todo renacimiento, en el volver a nacer de nuevo!!! jajajajajajajaja
Soy consciente de que no puedo imaginar los dilemas a los que se ve sometido el ser humano en situaciones límite, pero me parece obligado hacerlo, puesto que si no es así y nos adormecemos en la comodidad, desconoceremos donde nos pueden llevar decisiones irresponsables y antojadizas como votar a Trump o a otros personajes de su calibre como Marine Le Pen o Hofer en Austria.
EliminarDejarse engañar por mentiras, ocurrió y ocurre ahora. Solo la reflexión, la bondad, la empatía, un sentido de la justicia social y de la libertad puede hacernos pensar que no vamos camino del precipicio de nuevo.
Soy escéptica.
Me gusta pensar que se produce ese renacimiento. Un gran abrazo y unos besos sonoros para mi estimado Aristos :))
Me faltó aclarar que el sufrimiento causado por las guerras de invasión y su forma más abyecta como lo es el terrorismo los medios de comunicación lo han convertido en espectáculo en un entretenimiento más y esto alcanza a la misma historia, a eso me refería cuando hablo de la comodidad nuestra de enfrentar esos desgraciados acontecimientos. Claro que sí, la denuncia objetiva y documentada hay que mantenerla a diario en contravía de las multinacionales de la desinformación que mantienen situaciones inaceptables mintiendo con cinismo y desvergüenza siempre influyendo en la opinión y las decisiones políticas de los desprevenidos.
EliminarJajajajajaja con lo del renacimiento me refiero al ritual del solsticio que ya se aproxima.
En medio del horror recibir besos sonoros si que es un gran aporte para intentar la senda del optimismo.
Besos queridisima Luna de esos de los renacidos jajajajaja!!!!!
Sí sí, lo entendí la referencia al renacimiento en el solsticio de invierno (en el fondo soy más optimista de lo que parezco... incluso más de lo que debiera jajaja).
EliminarMás besos!!
Todo es muy sugestivo aquí, ese título y la fotografía, el contenido que proponen en esa historia terrible que tanto conocemos y tu escueta e intensa reseña.
ResponderEliminarQuedarse sin palabras, o con muy pocas, sucede a veces. Esta lectura me las ha ido robando según leía, ni siquiera he subrayado. Es raro, pero así ha sido.
EliminarLa vida es un juego, el problema es que no sabemos si somos jugadores o las fichas que están en el tablero. Por no saber no sabemos si está Dios al otro lado o también es un elemento prescindible del juego.
ResponderEliminarUn abrazo
Un breve diálogo:
EliminarPapá -dice Mietek-. No te preocupes. Habré hecho una buena acción e iré al cielo.
-¿Qué cielo? ¿Qué Dios? ¿No ves lo que ocurre? ¿No ves que Dios hace tiempo que no está aquí? Y aunque estuviera -el viejecito bajó la voz- estaría del lado de "ellos".
En ciertas circunstancias todo queda bastante claro.
Un abrazo!!
Me has quitado las palabras. Tu reseña es la síntesis perfecta de todo lo que se puede decir.
Las situaciones límite ponen a prueba al ser humano. Es en esas ocasiones cuando uno, si es honesto, sabe de verdad lo que es, no lo que aspira a ser.
un abrazo
· LMA · & · CR ·
Totalmente de acuerdo con tu segundo párrafo. Da miedo llegar a averiguar qué somos.
EliminarUn abrazo!!
Parece un libro poderoso, en el sentido de abordar nada menos que aquello que es ético en medio de una situación que no daba para ética ninguna. Salvaguardar la dignidad, ¡qué tema! Lo apunto, U-to.
ResponderEliminarGracias por descubrirnos libro y autora.
Un gran beso (otoñal por allí)!
Lo es, me gusta ese término de libro "poderoso", tiene la virtud de ponernos ante lo ocurrido con claridad y sin aspavientos, cosa meritoria en este caso.
EliminarOtro beso enorme querido Marcelo.
Visité esos guetos polacos en mi viaje a Varsovia y Cracovia y me contaron allí muchas y muy terribles historias. Tan horrendas que me preguntaba si no estarían exagerando. No tuve luego estómago para indagar.
ResponderEliminarUn abrazo
También los visité ambos (bueno, del de Varsovia bien poco queda porque fue destruido casi por completo, el gueto y toda la ciudad).
EliminarPor lo que conozco de lecturas de historia no exageran nada de nada.
Abrazos!!
Sabía lo del levantamiento, pero no por un libro en concreto. Terrible a lo que llega en ser humano y como también otros compensan con honor, dignidad, valor, creencias...
ResponderEliminarConocer al ser humano en esas circunstancias es asomarte al abismo, algo que conocen los y las supervivientes de aquello (y de otras guerras). Por desgracia las personas justas fueron muy pocas.
EliminarUn abrazo!!
Justamente ayer estaba yo con este pensamiento, sea como sea hay vida hasta en el infierno, como ahora parece que es primavera en invierno, la vida es un crisol de contrastes cambiantes incluso en situaciones absolutamente extremas como imagino fue ese terrible episodio que narra tu libro de hoy,
ResponderEliminaral filo de la vida y la muerte, ante la barbarie más terrible asoma lo mejor y peor del ser humano y sí, debe ser terrorífico tener que decidir a quien ayudar y a quien dejar morir ... si puedo lo buscaré, estos libritos aun siendo densos son de los que podemos bebernos de un sorbo si encontramos el momento.
Mil gracias como siempre LAURA, muy feliz semana y muchos muchos besos !!
Hay vida en el infierno, incluso hay vida que ignoró el infierno que tenían al lado. Lo mejor asomó poco cuando todo el mundo se jugaba la vida y otras humillaciones peores que morir. Pero solo eso nos puede salvar y dar esperanzas respecto a los seres humanos (donde estamos incluidos).
EliminarEs una extraordinaria lectura.
Gracias a ti por tu comentario y te deseo también feliz semana. Un fuerte abrazo!!
Bien te creo que sea recomendada su lectura, pero miedo me da meterle mano a semejante asunto. Lo del gueto de Varsovia me sobrepasa. Quizás los que hoy andan por ahí pregonando que en la segunda guerra mundial los judíos estuvieron en balnearios y casas de reposo debieran leerlo.
ResponderEliminarPor ejemplo..., buenos candidatos a su lectura, pero seguro que no lo harán. Es mejor creer en mentiras, lo que ahora se llama "postverdad", es decir, cuentan más las creencias personales o las emociones que los hechos objetivos.
EliminarHola Laura
ResponderEliminarGanarle a Dios..., derrotarle en su terreno, en ese en el que Él decide sobre la vida o la muerte, ¿Pero, para qué?...¿ Asumir que las decisiones que vas a tomar son las más correctas? ¿Asumir así que las decisiones de Dios, de los dioses, son las correctas? ¿Refugiarte en que las decisiones que tomaste son iguales a las de Dios y por ello asumir su fatalidad, o su infalibilidad? ¿Ganar a los dioses en su terreno, en el de vencer a la muerte, al menos por unos días? ¿Ganar a los dioses arrebatándoles un nuevo sacrificio de muerte?¿Por qué querer ganar a Dios , a los dioses, si acaso solo es una victoria entre un millón de derrotas? ¿Las derrotas de Dios y tus derrotas? ¿Asumir que Dios, los dioses del mundo, los de la muerte, son tan importantes como para decidir que alguien pueda salvarse es asumir que Dios, ellos, te permite que lo salves, luego vuelve a ser una derrota, tu derrota, porque tu no has intervenido? ¿No fue aquel levantamiento de Varsovia la derrota del mundo, de Dios? ¿Entonces quién venció a Dios? Derrotado en todos los terrenos, en los propios y los ajenos, ¿Acaso ha vencido alguna vez? ¿El del amor? nunca, ¿El del fuego y la sangre? Sí, pero... ¿para qué si es el triunfo de la derrota?
Son las pastillas Laura :)
cuídate
Me planteas muchas preguntas que sabes que no puedo contestar. Como no creo en ningún dios, todo el planteamiento hace aguas. En el caso de la novela se refiere a arrebatar vidas condenadas a morir a través de los avances de la medicina.
EliminarHace tiempo que pienso que la humanidad, que me interesa más que el Absoluto, se suicido en Auschwitz. Ese acontecimiento, por llamarlo de alguna manera, marca un antes y un después para el ser humano, sin embargo me parece que no se ha reflexionado lo suficiente sobre ello. Svetlana Alexievich dice que Chernóbil ha sido un paso más después de Auschwitz. Tampoco creo que le hallamos dado la importancia que merece.
Eres tú el que te tienes que cuidar mucho. Un fuerte abrazo!!
Ojala sea cierto, amiga, eso de que hasta en el infierno es posible encontrar seres que actuan con dignidad... Impresionante entrada esta que nos brindas
ResponderEliminarUn abrazo
Ojalá sea así, Ildefonso.
EliminarGracias, un fuerte abrazo!!
Magnífico título e interesante reflexión.
ResponderEliminarAbrazo!
Gracias, abrazos.
ResponderEliminarBuenas tardes, U-topia, quisiera seguir este blog, pero no encuentro la forma la forma de hacerlo, te he añadido a favoritos, pero no hallo la forma de seguirlo en las redes sociales...
ResponderEliminarGracias por tu talento y buen hacer, amiga.
Un abrazo y salud para estas fiestas y el año entrante
Haciéndote seguidor (a) es lo habitual. En el lateral tienes la casilla de seguidores/as. Yo me guardo los enlaces y los voy mirando, no se me ocurren más maneras.
EliminarGracias por tus palabras Unknown y bienvenido (a) por este espacio.
Salud y abrazos!!