Un triángulo que me acerca con frecuencia a la felicidad (no entendida de forma edulcorada sino la que proporciona la vida de cada día), pero que también me conduce, a veces, a cometer errores. Ojeando novedades en una librería encontré esta novela de Agnès Martin-Lugand: La gente feliz lee y toma café, que no pude desestimar por ese título tan evocador al que solo le faltaban las rosas.
Decidí leerlo, tras acabar Ulises, en un viaje que me permitía disponer de más de cuatro horas de tren en un cómodo asiento. Dos errores: pensar que debía leer algo ligero tras Joyce y la elección de esta obra por su título. La novela resultó ser una nadería
absolutamente previsible (que he visto va por la 2ª Edición). En un accidente muere el marido y la hija de Diane,
ésta se aísla del mundo y no quiere aceptar la realidad. Pero algo cambiará
cuando se marcha a un pequeño pueblo de Irlanda (¡¡ja!! este país me persigue).
Qué fuente de placer es la
lectura cuando resulta rica, motivadora y me hace cavilar, no fue el caso de
esa obra de título tentador. Sí lo fue, y lo es, la obra del gran Gabriel
García Márquez que murió el pasado 17 de
abril.
La casa se llenó de amor. Aureliano lo expresó en versos que no tenían principio ni fin. Los escribía en los ásperos pergaminos que le regalaba Melquíades, en las paredes del baño, en la piel de sus brazos, y en todos aparecía Remedios transfigurada: Remedios en el aire soporífero de las dos de la tarde, Remedios en la callada respiración de las rosas, Remedios en la clepsidra secreta de las polillas, Remedios en el vapor del pan al amanecer, Remedios en todas partes y Remedios para siempre. Rebeca esperaba el amor a las cuatro de la tarde bordando junto a la ventana. Sabía que la mula del correo no llegaba sino cada quince días, pero ella la esperaba siempre, convencida de que iba a llegar un día cualquiera por equivocación.
Leer
antes de caer derrumbada en el breve sueño del mediodía, disfrutando de un café,
siempre solo y sin azúcar, se convierte en un momento feliz.
Pensando si había algo más que añadir a ese momento, aparecieron de inmediato las rosas y su evocador olor.
La felicidad no la constituye tan solo este triángulo, pero me siento feliz cuando leo, tomo café y tengo cerca rosas.
Pensando si había algo más que añadir a ese momento, aparecieron de inmediato las rosas y su evocador olor.
La felicidad no la constituye tan solo este triángulo, pero me siento feliz cuando leo, tomo café y tengo cerca rosas.
Buen libro, un café y para terminar la rosa... qué mas se puede pedir.
ResponderEliminarsaludos
carlos
Bueno... puestos a pedir: música, una copa de champagne, patatas chips dobladas...
EliminarBienvenido Carlos, en tu honor que sea una ranchera ¿no?
Cada una de las rosas que rodean y aroman ese rincón de lectura, justifican su existencia,
ResponderEliminarsólo por tú presencia , mientras acompañas tu somnolencia
con un espeso expresso, sólo y sin azucar ya lo sé.
Y el jardinero que las cuida, se siente tan feliz.
Un beso.
Un jardinero de rosas...................................da para un relato, seguro.
EliminarEs muy bonito lo que me dices, compensa dos días oscuros, mejor dicho, grisecillos.
Un beso!!
¡Ay! esos títulos tentadores los atentados que cometen...
ResponderEliminarYa ves!! Menos mal que era breve y en un viaje me lo comí.
EliminarHubiera caído sin duda de estar en tu lugar, el título promete, la portada es hermosa... por suerte, si puede decirse así, ya me habían advertido de que el libro no es muy bueno, lo que es una lástima. Pero recordar a Gabo y oler las rosas borra cualquier sinsabor, ¿cierto? Ya vendrán mejores.
ResponderEliminarBesos.
También las editoriales saben como tentarnos.
EliminarSiempre nos quedara Gabo... y otros muchos buenos novelistas. Y, naturalmente, un buen café y las rosas.
Besos!!
He visto la novela hasta la saciedad en internet, todo el mundo comentando el título tan bonito y demás, pero no había visto una crítica positiva, así que me daba mala espina. Me lo acabas de confirmar...
ResponderEliminarBesos.
Pues no lo había visto, lástima porque me hubiera ahorrado la tentación.
EliminarBesos!!
Qué bonita entrada, saludos!!
ResponderEliminarSaludos y bienvenida!!
Eliminarpues me libraste de un libro,en el que casi pico,agradecido
ResponderEliminarMejor buscar otra novela, eso sí, una rosa (y si te gusta el café un delicioso café) siempre alegra.
EliminarMe lo apunto para cuando termine "la mujer rota" de Simone de Beauvoir".
ResponderEliminarUn abrazo.
Lei esa obra hace mucho (de hecho creo que he leído todo de Beauvoir ;), pero algo recuerdo. Nada comparable con esta insustancialidad de Martin-Lugand.
EliminarUn abrazo!!
Precioso lo que has seleccionado de Gabriel García Márquez para esta entrada. Hace mucho que no lo leo. Tendré que re-hacerlo.
ResponderEliminarBesos,
Arancha
Yo estoy pensando igual. Tengo que releer esta obra de Gabo.
EliminarBesos!!
Es verdad que el libro, el título, es sugerente, más aún para los que amamos leer. Yo también estuve a punto de picar con este libro, menos mal que empecé a ver comentarios que me echaron para atrás y eso que me he ahorrado. Ya me extrañaba ver el libro aquí, según he entrado :) Pero nada, compartamos el resto: café, libros, champagne, rosas, patatas chips dobladas... ¿puedo añadir unas aceitunas con sabor a anchoa? :D
ResponderEliminarAbrazo
Por favor Ana!!! Las aceitunas/olivas me pierden, con sabor a anchoa son perfectas.
EliminarComo salga una novela con ese largo título:
La mujer que amaba el cava/champagne, el café, la lectura, las rosas, las olivas y las chips dobladas
Me arrastrará a la perdición, sí o sí.
Un abrazo!!
ResponderEliminarYa sé que 'consuelo de muchos, mal/remedio de tontos o mal de muchos, consuelo de tontos...', pero me pasó lo mismo que a ti. Lo leí hace poco, lo acabé en poco más de hora y media y me quedé con una sensación parecida a la tuya... en fin.
'Gabo' no tiene comparación... siempre se puede volver a él.
Aunque lamentablemente se nos haya ido, vive en sus letras, en sus libros que ya son un poquito de todos los que lo descubrimos en un momento u otro.
Ese libro junto a 'Los Amores en los Tiempos del Cólera' son dos de mis preferidos.
Preciosas rosas... la natural y esa tacita.... nada como esos pequeños placeres donde refugiarnos para descansar, respirar y reencontrarnos.
Que disfrutes del final de semana con 'puente' o sin él.
Petons y un fuerte y cálido abrazo!!!!
;)
Ha sido puente y acabo de volver.
EliminarYa sabemos que tenemos que ir con cuidado para no dejarnos tentar por "naderías", pero tampoco pasa nada grave, mira, nos ha dado para hablar de cosas agradables, intrascendentes pero que nos procuran felicidad.
Estoy casi decidida a releer a García Márquez, a ver cuando encuentro el momento adecuado.
Muchos muchos besos!!!!!
Ya habia visto malas opiniones de este libro, así que no me tentaba mucho. Aunque ese título y esa portada hay que reconocer que son tentadoras.
ResponderEliminarMenos mal que nos queda nuestro Gabo, que siempre nos hace disfrutar, que siempre nos hace sentir.
¡Preciosas rosas!
Besotes!!!
Síii, muy tentadoras, pero detrás solo hay una novela sin interés alguno.
EliminarBesos!!!
Qué buena forma de sacar lo mejor de "naderías". Ese libro está dando que hablar, reconozcamos que el título está bien escogido pero yo me quedo con tu fragmento, esa taza y las rosas, además he visto a la mujer de papel que me gustó descubrirla entre sus páginas!! :)
ResponderEliminarBesos
Eso intento siempre, sacar aunque sea un milímetro de belleza en lo mínimo.
EliminarBesos!!
Bueno, al menos nos queda el café. Gracias por avisar... Un abrazo.
ResponderEliminarAsí es, nos queda el placer de algo pequeño.
EliminarUn abrazo!!
Me alegra saber que eres feliz con tus amigos los libros, saludos.
ResponderEliminarEres un sol Boris!!
EliminarEl cielo aquel pintado con tizas de colores, me hizo feliz antes, cuando muchacho...
ResponderEliminar¿Y ahora no?
EliminarAcabo de descubrir que soy feliz. Además del vicio del café y los libros, desde mi ventana veo el precioso rosal de mi jardín, cuajado de flores blancas. Gracias por hacérmelo notar.
ResponderEliminar;) Maravilloso descubrimiento que me hace feliz a mi.
EliminarCoincido contigo en las tres cosas y lo practico aunque mis rosas son siempre rojas :) De vez en cuando y según la hora, puedo cambiar el café por un cubata fresquito :)
ResponderEliminarBs.
Me gustan todas las rosas sin excepción (sobre todo si huelen).
EliminarYo puedo cambiar el café por una copa de cava helada :))
Un beso!!
Café uno al día, por la mañana y siempre que pueda mojar algo en él: galletas, rosquillas, un pedazo de roscón o de bizcocho. Hablo de mi claro. El mejor sitio para la lectura es la propia cama que se demuestra como un lugar polivalente, multidimensional y especialmnete apropiado para los grandes placeres de la vida.
ResponderEliminarDiría yo, sin ser especialmente machista, que las editoriales están volcadas últimamente en cierta literatura escrita por mujeres, nunca osaría usar el término distópico de literatura femenina, con muchos problemas sentimentales que se resuelven felizmente en algún paraíso retrasado pero complaciente. Si D.H. Lawrence levantara la cabeza.
Muchos besos y feliz finde
Nunca mojo en el café aunque sí en el café con leche. La cama... para leer me gusta la mañana si dispongo de ella, por la noche caigo rendida.
EliminarPuedes decir lo que te apetezca, ya he dicho que estoy contigo en que esas tentaciones para mujeres existen. Pero hay muchas más tentaciones, también para hombres, para jóvenes, etc etc.
Me uno a ti en tu referencia a D H Lawrence, me ha proporcionado momentos muy gratos.
Besos!!!
Me alegro de leer tu reseña porque a mí el título también me había llamado la atención y la tenía por ahí apuntada: no creo que la lea.
ResponderEliminarAbrazo!
Es una lectura demasiado intrascendente pero hay peores.
EliminarUn abrazo!!
Lo estaba leyendo cuando publicaste esto y preferí leer la entrada después....bueno...a mi el título ya me mosqueaba bastante, lo veía muy chachipiruli. No obstante me dije prejuicios fuera y lo leí debido a que como tu, pensé que en dos ratos lo ventilaba debido a su escasa extensión.
ResponderEliminarMe entretuvo...lo que no es un elogio...demasiados tópicos veo. Eso de la persona que tras un varapalo rehace su vida y redescubre los pequeños detalles de la mano de...en fin. Pero me entretuvo, que supongo que es para lo que está escrito....es el mal endémico de cierta literatura actual. Un abrazo
Pensando si me entretuvo a mi, es posible que así fuera, pero era tan previsible que me distancio mucho de toda la historia. Me parecían marionetas, no me resultaron creíbles de tan tópicos. Vamos que me dejó igual que antes de leerlo.
EliminarUn abrazo!!
Pdt: me fastidia que un buen título consiga ser una tentación tan grande :))
Bellisismas palabras escogidas para Gabriel Garcia Marquez...Me encontre con ´´el de adolescente...algo que ya no se pudo remediar fue mi admiraci´´on por ser un gran mago con las palabras.
ResponderEliminarMe gusta mucho como un libro del que te enamor´´o su frase, su t´´itulo...se convirtiera eso, en lo mejor del libro....al menos eso es lo que me ha parecido entender. A veces pasa...hay libros que parece que nos van a gustar m´´as...y luego nos quedamos solo con la portada...(puede que as´´i pase con las personas...a veces...)
Un beso grande y felices lecturas con esos caf´´es solos sin az´´ucar, con las rosas y muy especialmente...con los libros.
(sigo sin t´´ildes...en fin...)
Así ha sido María, lo mejor el título y la portada, el resto me resbaló sin dejarme nada de interés, ni una frase casi. Cuando una persona pasa por nuestra vida así, es penoso, pero sucede, de hecho sucede más eso que encontrar a una persona que te haga vibrar y te de vida.
EliminarUn beso con lecturas (y té en tu caso ¿verdad?) y rosas.
Pdt: vaya problema con las tildes!!!