Tibio fulgor solar en regocijo sobre el mar (p. 85, vol I).
La casualidad, la
curiosidad, su rareza y/o singularidad
como obra literaria, la originalidad y peculiaridad de la técnica utilizada (la
palabra interior) y el capricho de intentar su lectura. Todo eso y mucho más se
conjugaron para leer esta obra. No puedo olvidar el hecho de que hubo algunas
personas que se ofrecieron a acompañarme en su lectura para no sentirme
trágicamente sola, especialmente mi amigo Carlos que siempre, sí, sí, siempre,
está dispuesto a embarcarse conmigo en cualquier aventura literaria que le
propongo.
Teje, tejedor del viento (p. 105, vol I).
Ulises
se
presenta en diversos formatos, mi edición es muy antigua, Bruguera-Lumen, y son
dos volúmenes traducidos y con un prólogo magnífico de J. M. Valverde. Me gusta
mucho abrir cualquier libro para leerlo sin que sus dos partes se muevan, con
esta edición es imposible porque se descuajeringa el invento. Pese a todo el
cuidado que he tenido, hay hojas sueltas que he decidido mantener en su sitio
rodeando los dos volúmenes con una goma “de pollo”.
He ido desgranando tantas indicaciones de James Joyce y de Ulises, que sería reiterativo y aburrido que me repitiera. Sirva de “promesa” que seguiré leyendo sus obras y biografías o ensayos críticos sobre él y su obra. La wiki está ahí para quien quiera informarse sobre autor y obra más allá de lo que yo pueda decir.
He ido desgranando tantas indicaciones de James Joyce y de Ulises, que sería reiterativo y aburrido que me repitiera. Sirva de “promesa” que seguiré leyendo sus obras y biografías o ensayos críticos sobre él y su obra. La wiki está ahí para quien quiera informarse sobre autor y obra más allá de lo que yo pueda decir.
Quizás es tan penoso ser despertado de una visión como nacer (p. 62, vol II).
Una obra tan personal como
Ulises da licencia para hacer una
lectura también personal que no aseguro sea nada correcta, es la apreciación
desde Utopía, desde una posición concreta ante la vida, desde la búsqueda de
interrogantes, desde el entusiasmo por comprender a un escritor cuya
trayectoria personal resulta tan importante como su obra.
La gran protagonista de Ulises es la palabra, o mejor dicho, el pensamiento
traducido en palabras. Esa palabra
interior como la denomina Joyce, torrentes de pensamiento que se desbocan
como el río cuando se desborda y se sale del cauce. Un hombre, Leopold Bloom,
que a lo largo de un día piensa miles de sensaciones, juegos, opiniones, chistes, presunciones, arrepentimientos, arrebatos, temores, deseos y muchos
más sucesos, muchas veces, intrascendentes. Una mujer, Molly, que aparece
siempre como referencia de su marido Leopold y que aporta un torrente de
palabras sin una sola coma ni punto en el capítulo último, ya de madrugada
(entre las 2 y 3 de la madrugada), cuando Bloom por fin ha vuelto a casa. Y por
último, un hombre joven: Stephen Dedalus, contrafigura del autor en su
juventud.
Y con la misma importancia
que los tres personajes principales, la ciudad de Dublín como marco de
referencia siempre presente a lo largo de toda la obra. La clase media
dublinesa en la que están encuadrados los protagonistas y con abundantes
referencias al resto de la sociedad que poblaba esa ciudad a principios del
siglo XX.
Tanto en el prólogo de
Valverde como en el esquema de interpretación que el propio Joyce le envió a su
amigo, Carlo Linati, y que está reproducido al final de la obra, se dan las
referencias que tiene el Ulises con
la Odisea. Yo no he acabado de ver la
importancia de esas referencias en la obra.
Las claves para leer esta
obra desde mi punto de vista (el de una lectora que no es experta en la obra de
Joyce) residen en lo siguiente:
En primer lugar no hay que
desanimarse en las primeras páginas cuando te encuentras con ese torrente
imparable de palabras que traslucen esa palabra
interior, esa especie de conciencia interna que no estamos acostumbrados a ver reflejada
en palabras pero que transita dentro de nosotros/as así.
En segundo lugar no
podemos pretender entender todo lo que vamos leyendo porque Joyce se recrea en
referencias muy locales y en juegos de palabras que hoy en día es imposible
comprender y conocer. Hay que leer sobrepasando esas barreras y cuando lo hemos
logrado, todo fluye y va encajando cada pieza en su sitio.
En tercer lugar hay que
prestar atención siempre a la lectura, es exigente y nos pide concentración,
pero compensa porque encontraremos fragmentos sublimes, reflexiones llenas de
interés, descripciones bellas.
En cuarto lugar, es una obra que nos abrirá múltiples interrogantes y, con ellos, vías diversas por descubrir. A mí me ha interesado saber qué podía sentir Joyce desde su autoexilio voluntario respecto a la revolución irlandesa de independencia (1916-1922). Coincide la publicación de la obra con el fin del proceso de separación de Irlanda respecto a Inglaterra. Su ataque al nacionalismo se hace muy presente en el capítulo 12 en el que inventa a un Ciudadano que se define por su exaltación de lo irlandés, en contraste con Bloom, judío, masón, extranjero (húngaro) y desarraigado, un auténtico apátrida que adoraba Dublín.
Resultando que Leopold Bloom sin domicilio fijo es un conocido dinamitero, falsificador, bígamo, alcahuete y cornudo y una molestia pública para los ciudadanos de Dublín (…) (p. 112, vol II)
Me interesa conocer la relación que tuvo con Nora Barnacle, me parece que fue importante en su vida, y no sé si en su obra. ¿De dónde sale Molly?
Su anti catolicismo:
Admirable organización, sin duda, funciona como un reloj. Confesión. Todo el mundo quiere. Entonces se lo contaré todo. Penitencia. Castígueme, por favor. Gran arma en manos de ellos. Más que médico ni abogado. (…) Tipos de cabeza equilibrada deben ser los de Roma: organizan toda la función ¿Y no arramblan con el dinero también? (p. 179, vol I).
Su regodeo en episodios de contenido erótico-sexual que rechazó más el puritanismo anglosajón que el catolicismo irlandés.
Seda tibia de sol. Atalajes tintineantes. Todo por una mujer, hogar y casas, tejidos de seda, plata, ricas frutas, aromáticas de Jaffa. (…) Una tibia carnosidad humana se le asentó en el cerebro. Su cerebro se rindió. Perfume de abrazos le asaltó entero. Con carne hambreada oscuramente, mudamente ansiaba adorar (p. 290, vol I).
Me ha interesado estar “dentro” de una persona que divaga, tiene pensamientos contradictorios, sentimientos poliédricos, sensaciones múltiples. Nunca nadie había descrito tan bien lo que ocurre dentro de mí.
Es una obra única de la que muchas personas conocen su existencia, provoca atracción y aceptación pero también rechazo y repudio. No quiero recomendarla, quizás despierte en alguien la curiosidad por su lectura como me ocurrió a mí, eso sería agradable. Nada más (y nada menos).
Gracias por tus recomendaciones, aunque creo que por ahora lo dejaré pasar: no estoy preparada para una lectura de este tipo. ¿Sabes? Creo que has sido una valiente: me parece una lectura tremendamente complicada.
ResponderEliminarAbrazo!
Seguro que encontrarás el momento para aproximarte a su obra, ésta u otra de Joyce. Pero si no lo haces tampoco pasa nada.
EliminarUn abrazo!!
Pdt: sé la valentía que supone encontrar momentos para poder leer cuando se tiene un niño pequeño (o dos).
Yo la estoy leyendo pero con mucha calma, porque es una obra que requiere mucho tiempo. Muy interesantes tus reflexiones.
ResponderEliminarBesos:)
Le he dedicado más de un mes en exclusiva, salvo la lectura de poemas breves de otros autores. Mi forma de leer ha sido dejarme invadir por su mundo interior, no podía salirme sin desconectar.
EliminarEspero las tuyas cuando acabes.
Besos!!
Es una lectura en la que me gustaría adentrarme, pero confieso que temo pueda resultar demasiado profunda para mí en este momento. Lo que sí tengo claro es que lo leeré, sin duda, y espero hacerlo en ese instante preciso para apreciarlo tal y como merece. Mis felicitaciones por atreverte con semejante obra.
ResponderEliminarBesos.
Como decía en otro comentario, seguro que sabrás encontrar el momento de adentrarte en ese mundo interior expresado de una manera tan poco habitual en la literatura.
EliminarUn abrazo!!
Es el único libro que sé que nunca podré leer, por mucho que lo intente, no puedo con ese libro y no sé cuál es el motivo. Tuve la sensación de demasiadas palabras con fondo profundo cuando en realidad no me lo parecían.
ResponderEliminarNunca digas nunca, pero si no lo acabas leyendo tampoco pasa nada.
EliminarPues Joyce demuestra un sentido del humor que no se corresponde con esa idea de que todo lo que dice es profundo y trascendente. Yo me he reído leyendo determinados pasajes........jamás lo hubiera pensado.
Salud!!
ResponderEliminar¡¡ Felicidades por haber hecho 'cima' y con resultados tan positivos para ti !!
Gracias a tus reseñas, ahora sé más sobre este libro, pero no creo que me atreva con él por el momento... necesitaría oxígeno... unas cuantas bombonas, tal vez un tanque o dos... :P
Si ha de llegar el momento oportuno, ya llegará como te llegó a ti...
Molts petonets 'Lady Laura V.'!!!!
:)
Jajajajaja!! tantas felicitaciones por leer una novela no me encajan. Pero te doy la razón en lo motivadora que ha sido su lectura.
EliminarEso es, ya llegará el momento (o no, tampoco es tan importante).
Pero porqué tanto oxígeno?? El descanso seguro que te habrá aportado algo de ese aire necesario........ espero.
Lady?? jajaja, vale, me gusta!!
Muchos besos, muxus, abrazos y siempre mis mejores deseos para ti.
Me encanta que lo hayas leído en la misma edición en la que la leí yo cuando hacía la mili. Ya sabes lo que pasa con los libros de bolsillo, tienden a descuajaringarse los más importantes, aunque en mi caso se mantiene incólume como el cinismo y asqueo del propio Joyce o de su alter ego, Molly Bloom.
ResponderEliminarEs una obra de personajes sí, pero sobre todo es una obra de voces donde el narrador es un gran demiurgo obsesivo que va modificando su voz en cada capítulo. Un demiurgo por lo demás irrespetuoso ya que pasa de la solemnidad a la vulgaridad sin inmutarse en lo más mínimo. Joyce descubrió que en la vida real cabe todo y que si uno quiere reproducir la vida tal cual es, debe olvidarse de organizar la vida y usar todos los registros que ésta dispone. El grave error de los que leen a Joyce y no entienden nada es que pretenden explicárselo a si mismos. Como si para escuchar música pretendieran entender porque ahora llegan las notas graves y y después las notas altas. El Ulises es una sinfonía con una coda final, el monólogo de Molly Bloom, insuperable. Hay leerlo y disfrutarlo como la música, todo lo demás es esfuerzo vano condenado a la dificultad y hasta el fracaso.
Besos
¿En la mili? Veinteañero... eso si que tiene mérito.
EliminarUyyy, si supieras cómo abro yo los libros desde la primera página, seguro que no estaría incólume.
Es verdad. Hace una demostración impresionante sobre cómo es capaz de utilizar cualquier estilo literario desde la Edad Media. Y cómo es capaz, a través de Bloom, de pensamientos profundos y de hacerse una paja viendo las piernas y los ligeros de una joven que luego resulta ser coja.
Si aún tenía capacidad para sorprenderme ese capítulo final me dejó instalada en el asombro. No sé si había leído algo tan irreverente y letal como ese monólogo de Molly.
Besos!!
Mee da vergüenza decir que utilice el monólogo de Molly Bloom como inspiración para un texto en mi blog. Solo a nivel estilístico, claro.
EliminarBesos
Muchísimas felicidades por haber conseguido no solo leer sino disfrutar con esta obra. Yo hasta ahora no me he atrevido. Lo he cogido de la biblioteca, he leído las primeras páginas y me ha pasado lo que dices que no debemos hacer tras leerlas: desanimarme... Y lo he vuelto a dejar en la estantería. Ahora me dejas con curiosidad. Tendré que superar esas primeras páginas. No será pronto, que no es el tipo de lectura que ahora mismo busco, pero le llegará su momento.
ResponderEliminarBesotes!!!
Si encuentras el momento adecuado y te acompasas a su ritmo y a su intencionalidad sin buscar nada más, lograrás seguir adelante. Me parece a mi eh.
EliminarBesos!!
Aunque no he pasado aún del XVII por falta de tiempo, creo que es una obra para deslizarse sobre sus párrafos, como quien navega a vela sobre el mar, sin perder de vista hacía donde sopla el viento tras cada cambio de rumbo y sin sumergir la cabeza buscando profundos significados, Creo que contiene fragmentos muy divertidos, recursos originales y unas sonoras y merecidas patadas dadas al diccionario, como sí fuesen de una serie escrita para la tele. Os animo a todos a emprender su lectura. Me hubiese gustado saber en inglés para leerlo en versiòn original. Un beso,
ResponderEliminarYa no te queda nada, y que lo que te queda te encantará. El cap. XVII tiene una estructura tipo catecismo de pregunta-respuesta muy interesante. He leído que para Joyce era el capítulo más importante de Ulises. Y el XVIII, el famoso soliloquio de Molly. Impresionante.
EliminarRespecto a lo que señalas, ya lo hemos comentado y estamos de acuerdo.
Sin duda, leer en la lengua en que han sido escritas las obras es lo mejor, peroooo, va a ser que no.
Dos besos!
Al final nos has adelantado tanto que la has terminado y yo voy por el capítulo dos, se me han acumulado los imprevistos y no solo literarios, me gusta eso que dices de divagar dentro de una persona. Yo sentí y siento lo mismo, el camino es una descripción de mí mismo, de muchos más aspectos de los que yo hubiera podido imaginar. Esta obra nos dará mucho que hablar. Besos :)
ResponderEliminarPS La has leído muy, muy rápido y la has exprimido del todo :)
No tengo esa impresión de lectura rápida, pero como comentaba antes, salir de su lectura hace difícil el retorno. Me da la impresión que en esta obra las entradas y salidas perjudican su lectura, no sé si me explico.
EliminarTotalmente de acuerdo. Qué fuera capaz de reflejar la manera en que nuestra mente divaga continuamente es excepcional. Encontrar una técnica literaria para reflejarlo, una genialidad.
Besos!!
Leyendo tu reseña casi me entran ganas de volver a cogerlo. Leí el Ulises en compañía: diez alumnos de literatura con un profesor entusiasta fuimos desgranado sus páginas. Pero de eso hace años y tengo muy buenos recuerdos de los debates del grupo.
ResponderEliminarMe alegra que te hayas atrevido y te haya gustado. Es, sin duda, un libro complicado pero también que merece la pena no perderse :)
Bs.
Me gustaría, ahora, hacer esa nueva lectura con un grupo entusiasta. Me parece que sería muy enriquecedor. Pero la lectura individual es imprescindible.
EliminarBesos!!
Qué magnífica entrada U-topía. Y cuánto te la agradezco, porque me has dado las claves para acceder a Ulises, tal vez haya varias formas, pero sé que exactamente esta que tú me has transmitido es la adecuada para mí. No será inmediato pero ahora sé que puedo coger Ulises despacito, sin prisas, no como lectura única, sino alternando.
ResponderEliminarMuchas gracias. Besos!
Si te son útiles, me alegraré mucho. Estoy segura que harás una gran lectura de esta obra, Ana.
EliminarGracias a ti. Besos!!
¡Este libro me intimidas como no tienes idea! Después de tantos comentarios respecto a este título uno no puede tenerle más que miedo jaja, aparte que he tenido la oportunidad de leer un cuento de Joyce y no puedo decir que me gustara mucho. Me ha gustado mucho tu blog, primero en el que encuentro una reseña de Ulises, ¡pocos son los valientes! Jaja, un beso y ya te sigo :)
ResponderEliminarBienvenida a este espacio, Fernanda.
EliminarComo ya he dicho en otros comentarios, la lectura de esta obra es una posibilidad entre muchas otras y si encontramos el momento oportuno podemos encarar su lectura o descartarla. A mi me ha resultado gratificante leerla.
Un beso!!
Otro punto importante de tener en cuenta en esta obra es que es una indagación solar para desmitificar una visión y relación heterotópica monopolizadora de la historia y por ende de sus mecanismos sociales, visión representada en varios pasajes de toda la obra de Joyce, en este caso concreto en el capítulo nueve cuando evoca en la taberna de Barney Kiernan la batalla de Ulises contra el cíclope. El escritor en la vida real estudió en un colegio religioso donde la escolástica era el espíritu de formación como regla, la escolástica basada en la filosofía aristotélica nunca pudo superar "el ojo del alma" platónico y más bien en su ética lo reafirma y lo convierte todavía más monista que el mismo platonismo con su teoría de la sustancia. El simbolismo de este ojo único está presente en todo momento en la historia occidental desde el revelado crismón de Constantino hasta el ojo encerrado en un triángulo en la cúspide de la pirámide del billete del dólar, de donde una de las tantas explicaciones se puede encontrar también en uno de los cánones escoláticos:
ResponderEliminarEl hombre, situado entre el mundo sensible y Dios, pertenece al primero por su cuerpo y se halla orientado a Dios por su espíritu. El alma no es otra cosa que el “yo” y es una, espiritual e inmortal, factor constituyente esencial de la persona humana.
Este “yo” posee un triple ojo mediante el cual ve y contempla:
Este “yo” posee un triple ojo mediante el cual ve y contempla:
El oculus carnis, con el que conoce el mundo sensible y en el que se hallan la sensación y la imaginación, que en opinión de Hugo, es un puente entre el cuerpo y el espíritu.
El oculus rationis, con el que el alma hace scientia y advierte en sí misma la presencia divina, convirtiéndose así en inteligencia.
El oculus contemplativus, con el que se llega hasta Dios y contempla su belleza.
El triple ojo del alma se refiere a un triple objeto, las esferas de lo cognoscible y, del mismo modo, existe un triple modo de ver, según la forma más o menos penetrante de conocer un mismo objeto.
La cognitio es una mirada superficial y aproximativa.
La meditatio es una reflexión sostenida y deliberada acerca de un punto determinado.
La contemplatio es una intuición profunda y comprensiva o un pensar con intensidad.
"El oculus carnis, con el que conoce el mundo sensible y en el que se hallan la sensación y la imaginación, que en opinión de Hugo, es un puente entre el cuerpo y el espíritu." la cita se refiere a Hugo de San Víctor en su exposición del método escolástico en el Didascalion. ...
EliminarNota II
EliminarLo de la taberna ocurre en el capítulo 12 y no en el 9 como digo en este comentario, se me trastocaron las notas con esto de la discusión escolástica y el ojo del alma donde hay una fuerte confrontación argumentativa entre las posiciones platónicas y aristotélicas a raíz de la disertación sobre Shakespeare, en este capítulo 9.
Este ojo único aparte de escrutar controla a manera de un panóptico donde a todos los que mira son de naturaleza culpable y pecadora y obliga a una disciplina totalitaria, ya lo decía el mismo Machado "El ojo que ves no es / ojo porque tú lo veas:/ es ojo porque te ve." Ese ojo les proporcionara sólo una visión parcial, animal, pero les faltara la visión binocular humana, intelectual o reflexiva y complementaria, la que se obtiene mediante la participación de los dos ojos y funde en una percepción única las sensaciones recogidas por ambas retinas. La monstruosidad de estos seres no se debe a que sean tuertos, es decir a que tengan visión sólo por un ojo, sino a que ese ojo ciclópeo, esto es ojo en forma de rueda, está situado en mitad de la frente, fuera del lugar destinado por la naturaleza.
ResponderEliminarToda una ODISEA la de Joyce esta aventura de pinchar ese único ojo que impone y modela a su antojo una visión solar que se reproduce en un eterno retorno, el cómo lo hace lo ilustra desde el capítulo tres donde el lenguaje del mar se diluye en la música, música que a su vez diluye la argumentación escolástica y cierra el párpado ciclópeo para tener una visión diferente y muy terrena. Muchos han hecho notar que Barnacle el apellido de Nora es lo mismo que percebe, ser que se caracteriza por su firmeza de pegarse a las rocas, marinas nota que puede ser de utilidad para ayudar a la interpretación de esta obra sobre todo en la relación de la pareja en la novela. Hay que recordar que el cíclope aplastó con una roca a Galatea al enterarse el monstruo que el corazón de la joven latía por otro...
ResponderEliminarHay un esfuerzo del escritor por develar que la dinámica mitológica permanece en la cotidianidad de todos los seres humanos, dinámica de la que bien se vale en su lucha esta vez para enfrentar el ojo del cíclope de la escolástica.
Besos querida Luna!!!
En una discusión sobre este monopolio monocular encontré una ilustración muy sencilla pero abarcadora que es imposible de olvidar: Estamos entrenados para ver todo por una rendija, por el ojo de una cerradura, y solo mientras dure la luz del día, tal es la estrechez y limitación de nuestro universo. Sin la menor duda Joyce no solo rompe el ojo de la cerradura, sino la puerta y hasta la habitación misma, para explorar todo el universo solar y encontrar que existe otro nocturno que será su siguiente exploración en su novela posterior al Ulises.
EliminarVeamos... sabía que se ha considerado que el Ulises tiene mucha simbología y lecturas basadas en ella. De lo que me explicas del simbolismo del ojo único no tenía ni idea. Si que he leído algo sobre su educación en un colegio de jesuitas y la influencia que pudo tener en él.
EliminarEl mito de Polifemo y Galatea es a lo que te refieres ¿verdad? Polifemo enamorado de Galatea aplastó al amante de ésta, el pastor Acis (no recordaba que también a ella). He visto un magnífico mosaico romano estas vacaciones donde se reproduce este mito de forma bellísima.
A ver que me desvío del tema.
Mi lectura no se ha internado en estos aspectos tan complejos, pero he observado con mucha atención el asunto de la masonería. Bloom es masón y hay bastantes referencias a este hecho. La masonería es una institución de carácter iniciático y muy ritual, las imágenes de la luz (del conocimiento) frente al oscurantismo de las creencia religiosas creo que está presente. Tengo que averiguar si Joyce era masón porque muchas cosas de su anticlericalismo y antinacionalismo encajarían.
Es cierto que el ser humano se mira el ombligo y cierra los ojos a una visión amplia del universo. Joyce abrió con ese pensamiento interior todo un mundo de posibilidades.
Voy a leer una biografía de Joyce que me han recomendado, la de R. Ellmann, a ver qué puede aportar su vida a todo este asunto.
Tu aportación es muyyy interesante, pero a mi me ha pasado desapercibida en su mayor parte.
Seguimos ¿no?
Besos, querido Aristos!!!!
La Naturaleza encierra tantos misterios ,tanta perfeccion y tanta belleza...
ResponderEliminarEstupendo trabajo,tus reseñas son muy buenas
Un Beso de Primavera
Gracias!
EliminarEs difícil que el Arte compita con la Naturaleza ¿verdad?
Besos de primavera!!
Felicitaciones! Has hecho una síntesis brillante de los sentimientos paradójicos que se desarrollan a medida que el lector se adentra en el texto. Por momentos, no sabes bien dónde estás ni hacia dónde se orienta tu lectura; como aquél que, distraídamente se adormece sobre un bus y al despertar no reconoce el entorno y duda en bajarse aquí o en esperar a tener algo más claro el derredor.
ResponderEliminarEl capítulo final no tiene desperdicio; sin menospreciar el resto, Molly se lleva todas las palmas. Esa mirada ácida, mordaz, descarnada de su propia realidad, balancea el carácter deletéreo de los pensamientos de Poldy, mucho más poético y bienintencionado, en general.
Un libro difícil, que requiere buena dosis de paciencia y de volver hacia atrás las páginas. Pues ahora que lo has concluido, sólo nos queda abordar 'Finnegan's wake'. Recibe mi reconocimiento y un beso grande desde el ancho Sur.
Muy logrado lo que dices. Es cierto que en ciertos momentos una se siente perdida y desorientada, sin saber cual es el camino por que que Joyce nos introduce en la mente de sus personajes. Sin embargo, en ciertos momentos la bruma se despeja de golpe y comprendemos aliviados que nos estaba guiando en una dirección muy clara. Sensaciones extrañas.
EliminarTremenda y corrosiva Molly, tan realista que espanta.
¡¡¡¡Solo!!!! Dejemos pasar un tiempo para encarar esa obra que parece que es más complicada que Ulises.
Besos desde la estrecha Europa....... aquí en la puntita peninsular ;)
Bueno pues mucho ánimo, la Ulises pareces Tú¡¡¡
ResponderEliminarUn beso¡¡¡
venga , ánimo¡¡¡¡¡¡¡
Ojalá toques tierra pronto¡
Un besazo.
Un momento, ¿entonces acabaste la novela?
ResponderEliminarQué satisfacción.
Pero en cuanto a lo demás, en principio opino como " X". Un beso.
Ojalá encuentres a alguien que sepa capad de llegar hasta donde tú has llegado, besos.
SÍIIII!!! Ya he acabado su lectura y estoy contenta.
EliminarQuerida Amapola, hay bastantes personas que han leído Ulises y por aquí comentan algunas. He tenido la suerte de encontrarlas.
Un abrazo!!
Me alegro, por lo menos habeis caminado juntas¡
EliminarTe confesaré que del Ulises de Joice lo único que leí en condiciones fue el soliloquio genial de Molly con el que finaliza. Tan alucinante, hiperacelerado e increíble que cuando intenté retomar la novela por orden, no fui capaz. Me encantó esa manera loca de escritura sin puntuación a juego con el torrente mental de Molly, desparramándose y de paso poniendo a los hombre de debiluchos, quejicas y manejables, imaginándose en brazos de un marinero o un asesino que la atornille sobre una pared jaja ( por ejemplo) recuerdo que me hizo partirme de risa imaginado las cruces que se harían muchas de las mujeres de la época. Tengo una maldita manía, que demuestra mi desorden y casi capricho a la hora de abordar un libro, siempre lo empiezo por el final, si me engancha lo empiezo bien, pero aquí... no fui capaz por todo lo que tú y todos comentáis y me quedé con este mordisco y alguno más, solo eso... no tuve ni la disciplina, ni el tiempo necesario para comérmelo entero... quizá algún día... no sé no se. Así que enhorabuena LAURA, sobre todo porque lo habrás disfrutado. Lo de ARISTOS ya.. para tesis doctoral, maaadre mía!! Ahoora comprendo su preocupante desaparición...estaba diseccionando las tripas ciclópeas del Ulises, por mi.. ¡cum laude! ;))
ResponderEliminarMuchos besos y mi admiración para ambos.
Eso de empezar a leer por el final si que es heterodoxo, pero si a ti te funciona, nada que decir.
EliminarEl soliloquio de Molly es la guinda final del pastel. Corrosiva, realista, punzante, ácida, mordaz, espantosa.
Yo opino que cada lectura encuentra su momento, puede haber lecturas que jamás lo encuentren y no pasa nada. No creo en lecturas necesarias en literatura.
Tengo un lujo de comentaristas, hace tiempo que lo sé.
Besos!!
Querida María es que este libro no está escrito para leerlo sola o solo, mínimo hay que leerlo con otra persona ja ja ja y dependiendo de la alquimia entre los lectores así se desarrollará la interpretación o las interpretaciones, esos monólogos no apuntan a la individualidad, todo lo contrario, es a la comunión y reconocimiento hacia lo otro, hacia el otro o hacia los otros donde las epifanías se suceden unas tras otras hasta llegar a ese ritual de afirmación de decir sí de principio a fin como en ese capítulo 18, y así sin comas, ni puntos...y así es toda la obra, descubrirse en una epifanía de un sí permanente ja ja ja "...…oh y el mar el mar carmesí a veces como el fuego y las gloriosas puestas de sol y las higueras en los jardines de la Alameda sí y todas las extrañas callejuelas y las casas rosadas y azules y amarillas y los jardínes de rosas y de jazmines y de geranios y de cactos y Gibraltar cuando yo era chica y donde yo era una flor de la montaña sí cuando me puse la rosa en el cabello como hacían las chicas andaluzas o me pondré una colorada sí y cómo me besó bajo la pared morisca y yo pensé bueno tanto da él como otro y después le pedí con los ojos que me lo preguntara otra vez y después el me preguntó si yo quería sí para que dijera sí mi flor de la montaña y yo primero lo rodeé con mis brazos sí y lo atraje hacia mí para que pudiera sientir mis senos todo perfume sí y su corazón golpeaba loco y sí yo dije quiero sí." Besos queridísima María y gracias por ese cum laude ja ja ja, bueno pero esta novela la leí hace algunos años atrás con la fortuna que lo hice con lectores ya consagrados en esta obra. Pero como todo clásico no hay lecturas correctas, solo interpretaciones de allí su infinitud como obra de arte!!!
EliminarQué malas eran esas ediciones de bolsillo de Bruguera. Recuerdo alguna que además de caersele las hojas las letras desteñían y al acabar de leer tenías que ir a lavarte como si fueras un carbonero.
ResponderEliminarTienes razón en que la grandeza y la flaqueza del Ulises está en la palabra, y que para un lector en castellano es imposible acercarse a la complejidad del original. Y es un hallazgo el representar el devenir íntimo de un personaje, pero el andamiaje argumental es tan endeble que uno acaba perdido, o aburrido.
La verdad es que las ediciones de bolsillo actuales son una maravilla al lado de esta edición de Bruguera. Acaba el libro en formato baraja, pero a mi la tinta no me destiñe.
EliminarLa pérdida es en determinados pasajes, a mi el capítulo 16 se me hizo pesado y a ratos muy aburrido.
Gracias por tu visita, Una brazo, feliz semana¡
ResponderEliminarEncantada querida Amapola.
EliminarFeliz casi-finde!!
Avances y retrocesos constantes, y algún ruego: Mi reino por una coma, A Molly, la terrible señoar, a ratos la imagino hablando sólo consigo misma, atolondrada por recuerdos eróticos y agobiada por la realidad de una sartén requemada y a los pocos instantes haciendo gala de la claridad mental de un psicólogo, Seguimos avanzando hacía la meta: Quizás sea éste el capítulo más divertido, el rotundo postre de un variado menú. . Un beso.
ResponderEliminarY llegué a la meta, pero podría retomar la lectura y partir de nuevo para recorrer otra vez las calles de Dublín, lo cual sería una aventura circular, un periplo de ida y vuelta y cada uno de los escollos reconocidos un faro que guíaría el camino a seguir. Un beso.
EliminarEstoy de acuerdo que el último capítulo es muy especial (sí, se echa en falta comas y puntos).
EliminarYo he quedado saciada por ahora, me ha captado la atención demasiado y me ha absorbido en exceso. Pero me queda aún mucho por leer de Joyce.
Besos!!
El Ulises de Joyce es una obra latera y aburida oara quien desee leerla de un tiron
ResponderEliminarsu Belleza solo apparece en la relectura
cuando ya sabes todo lo que va a pasar y no tienes que seguir la trama puedes olvidar todo y sumergirte en la posía.
Nunca releer la novela entera sino solo un capitulo, y en el caso de los capitulos más largos tan solo una escena o quizás un parrafo.
Tal como se leería un verso
Ahora con internet es facil consultar wikipedia y evitarse la lectura de la novela he ir directo a los capitulos más interesantes.
La clave es centrarse en el texto como poesía. Ver su belleza como se disfrutaría de un cuadro de pollok
Cualquier "interpretación alegórica" destruye la novela, Joyce la incluyo como un "easter egg" pero es del todo innecesario. Lo que importa es su estilo, sus palabras y sus sentimientos, el resto es basura.
No había visto tu comentario y lo encuentro ahora, más de un año y medio después. Me parece una buena recomendación que intentaré en algún momento.
EliminarGracias!
Si alguien quiere entender lo que se lee en la novela, ha de leer la traducción del señor Valverde conjuntamente con el libro “El Ulises de Joyce visto por un desocupado”, que ofrece una visión desenfada e inteligible de ese exceso literario. Todas las preguntas que el lector puede hacerse ante el sinnúmero de ininteligibilidades, embrollos y enredos que se presentan en este libro están contestadas: ¿Quién es ese?¿Qué quiere decir eso? ¿Por qué lo dice? ¿Habla el narrador (Joyce) o el personaje? ¿A qué se refiere esta frase? ¿Pero no se estaba hablando de esto? ¿Cómo es que se entiende otra cosa? ¿Y a qué viene esto aquí? ¿No se habrán olvidado de poner una coma ahí? ¿Cómo es que al cruzar un puente sobre un río queda uno en la misma orilla? Pero en este párrafo ¿se vive una realidad o se trata de un recuerdo? ¿Cómo es que se sale de una habitación entrando en ella? ¿Cómo es que suena (cruje) la puerta de un despacho si el personaje ha entrado en otro? ¿Pero cómo el abogado defensor puede ser el asesino? ¿Y…? ¿Y…? Me atrevería a decir que no queda ninguna pregunta sin contestar, por eso el libro de que hablo tiene cerca de mil trescientas páginas.
ResponderEliminarMuchas gracias, Antonio Manuel. No conocía la existencia de ese libro que puede aclarar tantas incógnitas como se van planteando conforme vas leyendo "Ulises".
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