jueves, 9 de diciembre de 2010
MARIO VARGAS LLOSA. CLAVES DE "ELOGIO DE LA LECTURA Y LA FICCIÓN"
Tras una atenta lectura del discurso del Nobel, Mario Vargas Llosa, en la Academia sueca (7 de diciembre, 2010), me parece que desvela las claves de lo que le define, en estos momentos, como persona y como escritor. La política, entendida como “cosa pública”, ocupó una parte importante de su discurso porque lo ocupa en su vida y en su literatura. En todo caso es mi lectura de un brillante y rico discurso.
Claves vitales alrededor de su oficio como escritor: LEER, ESCRIBIR (FICCIÓN) y APRENDER:
--LEER:
“La lectura convertía el sueño en vida y la vida en sueño y ponía al alcance del pedacito de hombre que era yo el universo de la literatura”.
“Mi salvación fue leer, leer los buenos libros, refugiarme en esos mundos donde vivir era exaltante, intenso, una aventura tras otra, donde podía sentirme libre y volvía a ser feliz”.
--ESCRIBIR (FICCIÓN):
“…he podido dedicar buena parte de mi tiempo a esta pasión, vicio y maravilla que es escribir, crear una vida paralela donde refugiarnos contra la adversidad, que vuelve natural lo extraordinario y extraordinario lo natural, disipa el caos, embellece lo feo, eterniza el instante y torna la muerte un espectáculo pasajero”.
“…la ficción es más que un entretenimiento, más que un ejercicio intelectual que aguza la sensibilidad y despierta el espíritu crítico. Es una necesidad imprescindible para que la civilización siga existiendo, renovándose y conservando en nosotros lo mejor de lo humano. Para que no retrocedamos a la barbarie de la incomunicación y la vida no se reduzca al pragmatismo de los especialistas que ven las cosas en profundidad pero ignoran lo que las rodea, precede y continúa”.
--APRENDER (de los maestros, escritores de América Latina, pensadores):
“Seríamos peores de lo que somos sin los buenos libros que leímos, más conformistas, menos inquietos e insumisos y el espíritu crítico, motor del progreso, ni siquiera existiría. Igual que escribir, leer es protestar contra las insuficiencias de la vida”.
Claves vitales: PATRICIA
“... Patricia, la prima de naricita respingada y carácter indomable con la que tuve la fortuna de casarme hace 45 años y que todavía soporta las manías, neurosis y rabietas que me ayudan a escribir. Sin ella mi vida se hubiera disuelto hace tiempo en un torbellino caótico y no hubieran nacido Álvaro, Gonzalo, Morgana ni los seis nietos que nos prolongan y alegran la existencia. Ella hace todo y todo lo hace bien. Resuelve los problemas, administra la economía, pone orden en el caos, mantiene a raya a los periodistas y a los intrusos, defiende mi tiempo, decide las citas y los viajes, hace y deshace las maletas, y es tan generosa que, hasta cuando cree que me riñe, me hace el mejor de los elogios: “Mario, para lo único que tú sirves es para escribir”.
Claves políticas en positivo: LIBERTAD, FRATERNIDAD, CIUDADANO DEL MUNDO.
“Sin las ficciones seríamos menos conscientes de la importancia de la libertad para que la vida sea vivible y del infierno en que se convierte cuando es conculcada por un tirano, una ideología o una religión”.
“La literatura crea una fraternidad dentro de la diversidad humana y eclipsa las fronteras que erigen entre hombres y mujeres la ignorancia, las ideologías, las religiones, los idiomas y la estupidez”.
“No me parece que haberme convertido, sin proponérmelo, en un ciudadano del mundo, haya debilitado eso que llaman “las raíces”, mis vínculos con mi propio país –lo que tampoco tendría mucha importancia–, porque, si así fuera, las experiencias peruanas no seguirían alimentándome como escritor y no asomarían siempre en mis historias, aun cuando éstas parezcan ocurrir muy lejos del Perú”.
Claves políticas en negativo: FANATISMO, DICTADURA (abandono del MARXISMO), NACIONALISMO.
“Como todas las épocas han tenido sus espantos, la nuestra es la de los fanáticos, la de los terroristas suicidas, antigua especie convencida de que matando se gana el paraíso, que la sangre de los inocentes lava las afrentas colectivas, corrige las injusticias e impone la verdad sobre las falsas creencias. Innumerables víctimas son inmoladas cada día en diversos lugares del mundo por quienes se sienten poseedores de verdades absolutas”.
“...mi convicción de que una dictadura representa el mal absoluto para un país, una fuente de brutalidad y corrupción y de heridas profundas que tardan mucho en cerrar, envenenan su futuro y crean hábitos y prácticas malsanas que se prolongan a lo largo de las generaciones demorando la reconstrucción democrática. Por eso, las dictaduras deben ser combatidas sin contemplaciones, por todos los medios a nuestro alcance, incluidas las sanciones económicas”.
“En mi juventud, como muchos escritores de mi generación, fui marxista y creí que el socialismo sería el remedio para la explotación y las injusticias sociales que arreciaban en mi país, América Latina y el resto del Tercer Mundo. Mi decepción del estatismo y el colectivismo y mi tránsito hacia el demócrata y el liberal que soy –que trato de ser– fue largo, difícil, (...)”.
“Detesto toda forma de nacionalismo, ideología –o, más bien, religión– provinciana, de corto vuelo, excluyente, que recorta el horizonte intelectual y disimula en su seno prejuicios étnicos y racistas, pues convierte en valor supremo, en privilegio moral y ontológico, la circunstancia fortuita del lugar de nacimiento. Junto con la religión, el nacionalismo ha sido la causa de las peores carnicerías de la historia,(...)”.
Sus espacios físicos: AMÉRICA LATINA (Perú), EUROPA, ESPAÑA (Barcelona).
Sus referencias a los países y ciudades en que ha vivido son muy numerosas, selecciono un fragmento sobre España y Barcelona.
“Quiero a España tanto como al Perú y mi deuda con ella es tan grande como el agradecimiento que le tengo. Si no hubiera sido por España jamás hubiera llegado a esta tribuna, ni a ser un escritor conocido, y tal vez, como tantos colegas desafortunados, andaría en el limbo de los escribidores sin suerte, sin editores, ni premios, ni lectores, cuyo talento acaso –triste consuelo– descubriría algún día la posteridad. (…). Y España me concedió una segunda nacionalidad cuando podía perder la mía. Jamás he sentido la menor incompatibilidad entre ser peruano y tener un pasaporte español porque siempre he sentido que España y el Perú son el anverso y el reverso de una misma cosa, y no sólo en mi pequeña persona, también en realidades esenciales como la historia, la lengua y la cultura”.
“Igual que antes París, Barcelona fue una Torre de Babel, una ciudad cosmopolita y universal, donde era estimulante vivir y trabajar, y donde, por primera vez desde los tiempos de la guerra civil, escritores españoles y latinoamericanos se mezclaron y fraternizaron, reconociéndose dueños de una misma tradición y aliados en una empresa común y una certeza: que el final de la dictadura era inminente y que en la España democrática la cultura sería la protagonista principal”.
“La transición española del autoritarismo a la libertad, del subdesarrollo a la prosperidad, de una sociedad de contrastes económicos y desigualdades tercermundistas a un país de clases medias, su integración a Europa y su adopción en pocos años de una cultura democrática, ha admirado al mundo entero y disparado la modernización de España. Ha sido para mí una experiencia emocionante y aleccionadora vivirla de muy cerca y a ratos desde dentro. Ojalá que los nacionalismos, plaga incurable del mundo moderno y también de España, no estropeen esta historia feliz”.
UN DISCURSO QUE OFRECE MUCHOS TEMAS DE CONTROVERSIA, REFLEXIÓN Y DEBATE.
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Si es que cuando habla cautiva, cuando escribe captura y embelesa.
ResponderEliminarSu discurso tiene a todo el mundo literario babeando y con razón.
Ami me ha encantado
Besos amiga
Un bonito homenaje al excelente discurso de Vargas LLosa, Dª Laura. Y la suya, una muy buena y cuidadosa edición.
ResponderEliminarCreo que su texto para ELDEBATE ira este fin de semana. Se lo confirmaré por mail. Un saludo, amiga.
Yo escuché en directo la mayor parte de su discurso y me encantó, fue un discurso lleno de emociones, fue muy bonito ver cómo se le quebraba la voz al hablar de Patricia..., un discurso que merece la pena leer con calma.
ResponderEliminarUn beso
Gracias por darnos esta oportunidad de leer los párrafos más importantes del discurso de M. Vargas Llosa en Suecia.Lo escuché por televisión y me pareció humano, emotivo, brillante, inteligente, apasionante....contagia su amor por la literatura y el mundo,¡tán necesario!, de la ficción.
ResponderEliminarNo me gusta mucho este escritor pero bueno sobre gustos...
ResponderEliminarSaludos Laura
Con tu permiso Laura, me he imprimido tu entrada. has resumido perfectamente el discurso de un gran escritor. Yo vi fragmentos y estaba muy emocionado cuando hablaba del apoyo de su mujer.
ResponderEliminarBesos wapa.
(A Eduard Pascual lo recomendamos pero no está incluido en las lecturas del grupo pero lo hemos leído así que puedes debatir cunado quieras con nosotras)
Hola!
ResponderEliminarLeí ayer esta entrada enterita y tenía tantas cosas que decir que no supe por donde empezar.
Bueno, te diré que no sé si soy objetiva, pero -al contrario de muchas otras personas- este escritor no me gusta, y no me gusta por lo que dice y por su discurso un tanto ambiguo. Sólo he leído "Quién mató a Palomino Molero" de él. Y no dudo que sea un buen escritor, pero en este caso me puede lo que sé de él y lo que dice. El discurso de la libertad es muy peligroso, Laura, ¿qué es la libertad? ¿libertad de empresa? En ese caso, se pone por encima de derechos intrínsecos a la persona, la libertad de algunos para obtener beneficios. Ser liberal (o neoliberal) implica también que, bajo la alfombra de la democracia mal entendida, se esconden también regímenes autoritarios que permiten la pena de muerte (por ej., en Estados Unidos). Para mí la libertad es siempre la libertad de los demás (sic). El neoliberalismo llevado a extremo sólo acarrea más desigualdades ecónomicas y, a pesar de que Vargas Llosa tiene razón respecto a la aplicación del marxismo en su día, no creo que el camino que tomó fuera para mí el más justo.
No me cae bien este tipo, qué quieres que te diga. Pero me parece estupendo que le hayan dado el Nobel, ¿eh? Una cosa no quita la otra.
Un abrazo! (siempre consigues que entre al debateeeeee).
Mmmm, me dejaba un tema importantísimo: su crítica hacia los nacionalismos y ese concepto de ciudadano del mundo. Se olvida Vargas Llosa que el nacionalismo se puede entender como defensa de las minorías culturales frente al imperialismo de las culturas más poderosas. Se olvida que cuando muere una lengua, muere una visión del mundo y nos empobrecemos. Cuando se refiere a los nacionalismos en España, ¿de qué habla concretamente? me parece muy ambiguo ese discurso. ¿Acaso el nacionalismo español -en sí, entendido como esa España grande y libre, que no admite la pluralidad y la riqueza de que consta España- no es también un nacionalismo? Yo me siento muy respectuosa con todas las culturas, es más: me enriquece un mundo en el que se aprende de quien es diferente a mí, pero también me siento nacionalista y no por eso excluyente. Existe un nacionalismo integrador, que aprende e integra todas las culturas que conviven con él, pero este señor parece desconocerlo...
ResponderEliminarAdemás, ¿qué es ser ciudadano del mundo? ese concepto también es muy ambiguo. Tú eres lo que tus padres han hecho de ti, pero también el contexto en que naciste te define, te da una identidad y "qui perd els orígens, perd identitat", sin que ello dejes de respetar otras culturas... Porque... ¿si todos somos ciudadanos del mundo, qué lengua acabaremos hablando, qué cultura será la que tengamos como "background" (la palabra no está escogida inocentemente y el idioma tampoco)? No, no, no... nada de acuerdo con Vargas Llosa en ese tema.
Más besos (prometo no dar mucho más la lata :-))
DONA INVISIBLE....GUAY, ESTOY DE ACUERDO CONTIGO Y A MÍ TAMPOCO ME GUSTA EL ESCRITOR POR LO QUE SÉ...eres mi ídolo...mira una musa y una ídola...je,jeje...Laurita no nos pegues bronca porfa...te invitaré a unos churros con chocolate como compensación...
ResponderEliminar¿Cuántos discursos de cuántos premios Nobel se han comentado tanto?
ResponderEliminarCreo que V.Llosa habla de cosas que todos comprendemos. En sus novelas y en su discurso.
Todos sabemos, por ejemplo, lo que es un dictador pero ¿conoce alguien algún lugar donde exista un nacionalismo integrador?.
Estupenda entrada.
Un abrazo
Aquel que elogie la lectura me tiene conquistada. Además la ficción me ha acompañado desde que empecé a leer con cinco años como él. 40añera, pregunta a tu hermana, había una asignatura en aquellos años llamada lectura... siempre sacaba un 10, por cierto no fui buena estudiante hasta los 14 o 15 años. Era una rebelde sin causa (hasta que encontré ésta) y suspendía y estaba muchas veces expulsada de clase.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho su discurso.
Un abrazo compartido.
Gracias D. García Francés, ¿se ha dado cuenta Ud de que nuestro Nobel es un "ciudadano del mundo"? Jajaja... qué casualidad ¿verdad?
ResponderEliminarMe alegro que le guste la entrada y estaré atenta al debate.
Un abrazo.
Yo no lo escuché en directo, Nuria, leí que se había emocionado mucho y que él que apenas llora nunca, lo hizo en diversos momentos del discurso.
ResponderEliminarEstoy contigo en que es un discurso para leerlo con calma.
Un abrazo.
Maite, estoy de acuerdo en lo que dices, esa pasión por la lectura (y por la escritura), por la ficción (novela, pero también muy hermoso lo que dice del teatro que a mi me apasiona) y por el compromiso del escritor con el mundo que le rodea.
ResponderEliminarUn beso.
AMOREEEEE....cuanta razón tienes... para gustos los colores, claro que sí, la homogeneidad es muy aburrida.
ResponderEliminarMartinaaaa... gasto el bronqueo con los adolescentes (también procuro darles cariño ehhh), así que nada de eso, me gusta (de hecho, me apasiona) la diferencia de opiniones, la discrepancia, el debate y si encima me los dan con churros....... te hago la ola (el chocolate por eso, te lo perdono... no me mola).
Abrazote
Clarooo, Lía, sin problemas. Me encanta que te guste. Es impresionante que se emocione cuando menciona a su mujer de toda la vida... qué gran amor ¿verdad?
ResponderEliminarAysss... lo entendí mal, creí que era el debate de diciembre. Por tanto, este mes no hay ¿no? ¿o me he perdido? Soy muuuuuuu despistadaaaaa..... de todas formas me alegro, y mucho, de haberlo leído. Así colgaré la entrada esta semana que viene.
Un abrazo grande.
Dona invisible, la gracia de blogear es que estamos en un espacio que nos permite ser subjetivas, que no quiere decir que irracionales. Así que como le dije a Martina, para gustos, los colores...
ResponderEliminarNo saldré en defensa de las ideas políticas de Vargas Llosa, él se defiende solo y yo, además, no comparto su ideología política.
Hace años, dejé de leer a Vargas Llosa, a Borges, a Cela... por su ideología política. No me arrepiento de ello (no sirve de nada), pero con la edad reconsideré mi posición al concluir que la ideología no hace buenos o malos escritores. Retomé a los tres y me alegro de haberlo hecho.
He leído bastantes obras de Vargas Llosa, no todas me han gustado por igual: destacaré "La ciudad y los perros", "Pantaleón y las visitadoras", La tía Julia y el escribidor", especialmente "LA FIESTA DEL CHIVO" y "El Paraiso en la otra esquina". No me gustó mucho "La guerra del fin del mundo". Sus ensayos, especialmente "La orgías perpetua" sobre Flaubert y Madame Bovary, leo sus artículos periodísticos y me suelen gustar.
Admiro su implicación en el mundo real, en la política del momento, aunque, como ya he dicho no comparto su ideología en algunos aspectos.
Como escritor, pues, lo admiro y me parece muy merecido el premio que le han concedido.
Sigo en otro post....
Muacsssssss
Sobre la LIBERTAD, es un concepto político clave en mi manera de pensar, uniéndolo a la igualdad real y la justicia social. Una vez cubiertas las necesidades básicas, el ansia del ser humano por la libertad, por la lucha contra la opresión, ha movido el mundo. La libertad entendida como libertad individual: librepensamiento, libre conciencia, libre decisión y responsabilidad ante las decisiones tomadas. Libertad social, ádemás de la explotación económica, tan bien fundamentada por el marxismo, libertad contra la imposición y la opresión de múltiples instituciones (no solo de poder político) que limitan la libertad y oprimen al individuo... Me siento cómoda en la tradición libertaria (la que sin duda más valora esa libertad de la que hablo).
ResponderEliminarMe siento ciudadana del mundo, "alma sin fronteras" que dice Miguel Hernández. Me hace gracia que este debate lo he sostenido estos días en el blog de García Francés (a raíz de las elecciones en Catalunya), que finalmente me propuso escribir algo que saldrá mañana. Mi texto se titula "Agnostica Nacional" y con él me meto en un nido de avispas.
Por supuesto, me disgusta por igual el nacionalismo español (y no el de una, grande y libre, sino el democrático que lo hay), el catalán, el vasco, el aragonés o el de las quimbambas.
Respetar las culturas y las lenguas no es nacionalismo, si lees el discurso de Vargas Llosa hace esta diferencia, no me gusta el uso de la palabra patria, pero diferencia entre ser nacionalista y sentirse cómodo en el espacio en que naces, usando tu lengua materna, disfrutando de tradiciones culturales (o no), etc.
Lo siento, no conozco nacionalismos integradores, todos se sustentan en la competencia y el enfrentamiento con las otras naciones. Ser ciudadano del mundo es entender que nacer aquí o allí, hablar una lengua u otra, tener unas tradiciones culturales u otras, no construyen ninguna diferencia relevante, no construyen ninguna esencia diferenciadora, no son una marca de autenticidad. Son más relevantes otros rasgos como la clase social (para mi es clave vivir de nuestro trabajo sin explotar a otros en lo que depende de nosotros), la defensa de la libertad (entendida como he dicho), la fraternidad, la filantropia, la fraternidad la solidaridad... En esos valores me siento cómoda, valores cosmopolitas, internacionalistas, universalistas.
No me importa perder identidad ligada a un origen que no he elegido. Me gusta lo que eligo libremente. Ya sabes que hubo un intento de hablar una lengua universal ¿verdad?... ni sí, ni no... para mi la lengua es un medio de comunicación, no una seña de identidad.
A mi no me das la lata ehhh...
Un abrazo grande.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
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ResponderEliminar¿Cuántos discursos de cuántos premios Nobel se han comentado tanto?
ResponderEliminarVAYA TELITAAAA!!!! Ha salido el comentario largo por triplicado... ni idea de cúal es la razón, por eso hay dos supresiones.
Uno, de acuerdo, Vargas Llosa está en el mundo, se "moja" y toma posición, se equivoca, acierta... eso me gusta de él.
No he leído mejor denuncia de una dictadura que en "La fiesta del chivo", simplemente impresionante.
Ya he dicho que no conozco ningún nacionalismo integrador, la esencia del nacionalismo es la diferencia (si no hay diferencia, no hay nación) y el rechazo de las otras naciones cuando compiten, sino se ignoran (y muchas veces se desprecian). Cuando la competencia es feroz generan guerra terribles.
Gracias y un abrazo grandeee!!
Martina :-) jajaja, eres la pera!!
ResponderEliminarUno (por alusiones), bueno, todos los partidos verdes de Europa, por ej., y otros partidos de izquierda, promueven el nacionalismo integrador como fórmula de convivencia. Podrá haber políticas equivocadas en ese sentido, pero no creo que se pueda decir que no existe el nacionalismo integrador. También existe el autoritario y el excluyente, ojo, no lo niego... Pero a veces ese pretendido "no-nacionalismo" en el fondo esconde también un imperialismo.
Un saludo, Uno!
Laura Uve, estoy de acuerdo en que debe separarse la figura política del escritor y disfrutar de la lectura de sus novelas, sin juzgarlo por lo que el escritor supone. Pero este discurso es político (y no niego que los intelectuales, igual que toda otra persona, tengan su derecho a hablar de política, faltaría más), y si lo es, pues creo que podemos opinar también sobre lo que dice.
Ah, no sé si evité leerlo por sus ideas políticas o por otros motivos, pero lo que sí que sé es que no leerlo te hace más ignorante; o sea que prometo darle una oportunidad :-)
Besitos!!!
Sí sí, de acuerdo... Dona invisible... Por eso he hecho dos posts: uno como escritor, lo admiro y me gusta. Otro como intelectual que se involucra, toma postura y no se queda en el limbo intocable de los escritores inmaculados, admiro que tome posición aún a riesgo de equivocarse, me gustan algunas afirmaciones políticas, me disgustan otras, no puede ser de otra manera, es raro estar de acuerdo al cien por cien en la arena política.
ResponderEliminarSi le das otra oportunidad te recomiendo "La fiesta del chivo", y te asombrará, creo, "El paraiso en la otra esquina"... Flora Tristan y su sueño de liberación social, Paul Gauguin, su nieto, y su sueño de paraiso individual... hay un nexo de unión, la búsqueda de la felicidad... ummm!!!
Si acaba tentándote alguna de estas novelas, espero tu opinión...
Besos y ¡¡viva la lectura y la ficción!!
(ah, perdona, no había visto la segunda parte de tu respuesta, me he tenido que ir corriendo)
ResponderEliminarYo es que sinceramente no creo en el concepto "ciudadano del mundo", pero cuando se trata de sentimientos, no puedo dar ninguna explicación lógica. Entiendo el sentimiento, pero no me acabo de creer el concepto, ya que todos tenemos una idea y un bagaje cultural detrás que nos enriquece y desde el que entendemos el mundo y las demás culturas.
Yo creo que el nacionalismo (igual que el feminismo) tiene actualmente connotaciones muy negativas porque se entiende detrás de él: autoritarismo, imposición, terrorismo, etc. etc. Pero, aunque admito que hay una vertiente negativa, yo lo entiendo desde una perspectiva integradora (sí, pienso que hay nacionalismos de izquierdas y nacionalismos de derechas). Como ciudadana en este mundo (que no como ciudadana del mundo :-)), tengo un sentimiento de pertenencia a una cultura, en la que se integraron mis padres (andaluces, por cierto) y para mí se trata de la defensa de las minorías culturales, los pueblos que tienen derecho a sobrevivir y a expresarse como tal, con los instrumentos políticos (pacíficos, se entiende) que haga falta. Pero eso no significa que esta cultura excluya a otras, sinó que abre sus manos a personas que quieran formar parte de esa sociedad, para enriquecernos mútuamente. Así es como yo entiendo el nacionalismo. Se trata, también, de un sentimiento. Y como nacionalista, sin embargo, no renuncio a esos valores que a ti te mueven: derechos sociales, filantropía, solidaridad... No los entiendo como contrapuestos; es más, creo que soy coherente con ellos.
Otro tema es la lengua y ahí quizás sí que tengas razón: no me gusta que las lenguas minoritarias estén en peligro de extinción, pero quizás el hecho de politizarlas no las ayude para nada.
Bueno, y no me enrollo más (espero esa entrada sobre los apátridas, pero creo que en este tema no estamos de acuerdo :-P)
Un placer!
Efectivamente, creo que en este tema no vamos a coincidir. El cosmopolitismo/universalismo (o sea ser ciudadano del mundo) no es un sentimiento, precisamente para serlo hay que luchar contra el sentimiento de pertenencia a lo propio y hacer un proceso de raciocinio (suena mejor un proceso intelectual) que te haga superarlo.
ResponderEliminarSer cosmopolita no significa despreciar o marginar la lengua propia, el espacio en el que vives, la cultura propia, etc, significa no convertirla en seña de identidad diferenciadora, nada más.........y nada menos.
En fin, no me siento nada unida a los grandes empresarios o banqueros, por no hablar de "los mercados" feroces, por mucho que vivan en mi misma ciudad, hablen mi lengua y tengamos algún rasgo cultural común. Estoy a años luz de ellos... (pongo un ejemplo burdo para hacerme entender), no me une nada y que me vengan con rollos de que somos la misma nación me disgusta profundamente.
El origen de la izquierda fue internacionalista, perdió el oremus a partir de la Iª Guerra Mundial cuando picó el anzuelo del nacionalismo y se alistó tras sus gobiernos (que luchaban por un nuevo reparto de las colonias), enfrentándose en el campo de batalla con sus colegas de otros países. En fín... es un largo debate en el que creo que los sentimientos deben estar fuera.
Pero también quiero dejar algo claro, por encima de todo valoro a las personas y por ello, discrepar no significa sino eso, compartir y debatir ideas con respeto y afecto, me parece que ahí nos movemos las dos.
Un abrazo cosmopolita (jejeje)
Bon dia!
ResponderEliminarAquí seguimos jajaja (fatal de lo mío :-)).
Mmmm, vale, de acuerdo que entonces el "cosmopolitismo" no es ningún sentimiento, sinó el resultado de un razonamiento. Pero las personas que vivimos la pertenencia a una cultura como un sentimiento no por eso dejamos de ser solidarias con el resto. Es cierto que seguramente me sentiré más identificada con una persona de origen humilde en Austria, Barcelona, Islandia o cualquier otro lugar; pero, aunque el nacionalismo en Catalunya, por ej., nace del movimiento romántico impulsado básicamente por la burguesía (véase "Oda a la pàtria", de B.C. Aribau), no creo que ese sentimiento sea exclusivo de una clase social. Es más, en la tradición catalana esa reivindicación ha formado parte también históricamente de las luchas obreras. Es recomendable, por ej., el libro "La catalanitat obrera", de Josep Termes. También recuerdo el papel del PSUC en Catalunya, tan importante en la lucha antifranquista, cuyo lema muchas veces fue "llibertat, amnistia, Estatut d'Autonomia..." En fin, podríamos hablar horas y horas.
Sólo quiero añadir que pienso que muchas veces la defensa de una cultura (ya sean los indios en Sudamérica, las minorías étnicas en África o en Nueva Zelanda o donde sea) nace de una situación de opresión por parte de otra cultura, de otro pueblo. Y la defensa de esas culturas es un valor de izquierdas, creo yo.
Y así podríamos seguir días y díasssss...
Petons!
Dona, solo una matización. El movimiento obrero durante el siglo XIX y, prácticamente hasta la guerra civil, rechazó el catalanismo de la Lliga por burgués. Solidaridad Obrera (origen de la CNT) nació en contraposición a Solidaridad Catalana liderada por la Lliga Regionalista. Se acercó lateralmente a Esquerra Republicana por su fuerte contenido social (durante la IIª República) pero siempre marcando distancias (vease la revolución del 34 en Catalunya, liderada por Esquerra y nunca apoyada por CNT, fuerza obrera aplastantemente mayoritaria, razón por la que fracasó estrepitosamente). Los líderes obreros, entre los que he estudiado con detalle (y está publicado) a Teresa Claramunt eran radicalmente contrarios a la idea de nación y patria, lo que no les impedía hablar catalán, por supuesto.
ResponderEliminarLas cosas cambian durante el franquismo, la unión de fuerzas para luchar contra la dictadura incluyó el nacionalismo, cristianos de base y otros muchos... la valoración sobre lo que eso ha supuesto para la izquierda es arena de otro costal.
Un abrazo.