La ciudad provoca en el joven Jacinto (se encuentra en la treintena) un aburrimiento y un decaimiento que ni siquiera su amigo Fernández, portugués como él, consigue cambiar. Un hecho intrascendente (el traslado de los huesos de sus antepasados) consigue que ambos amigos se desplacen a la sierra bien pertrechados con numerosas cajas donde llevan de todo para su estancia en el campo. Pero las cajas se pierden y la sorpresa de encontrarse sin apenas nada en un recóndito lugar alejado de cualquier comodidad urbana producen el cambio. Jacinto despierta a la vida en contacto con la naturaleza y con gentes sencillas, sin artificios ni lujos.
Una novela muy bien escrita cuyas descripciones prolijas son bastante propias de la literatura realista del siglo XIX pero que resultan de una belleza extraordinaria. Además, aborda un tema: el contraste medio urbano/medio rural que hoy sigue de plena actualidad.
Tomo nota, que no me sonaba. Un tema que se ha tratado mucho, sin duda.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola, no lo conocía de nada y tampoco me acaba de llamar, pero gracias por tu recomendación.
ResponderEliminarUn beso <3
Excelente reseña, como acostumbran a ser todas las que compartes.
ResponderEliminarUn abrazo