Me repito si digo que estoy
interesada en una época, el periodo de entreguerras en Europa, y en un tema, la
libertad y su limitación a extremos intolerables. Y esto me trae de un libro a otro,
del ensayo a la ficción, de esta a la historia o a la política y vuelta a la
ficción, en fin, un auténtico bucle que tiene un sentido, como mínimo,
personal.
Esta novela de Milosz es una
de las obras que llevaba más tiempo en mi biblioteca esperando su momento, se
traspapeló y acabó en la sección de leídos, extraviado en cierta manera,
invisible a mi mirada. El encuentro fue totalmente casual, al colocar otro
libro lo vi y, extrañada, lo saqué de su sitio y, ¡¡oh sorpresa!!, comprobé que trataba de
lleno el tema que tanto me subyuga.
El poder cambia de
manos (1953) recibió el Prix Littéraire Européen, tiene 272 páginas y su título
hace referencia a cómo el poder cambió de manos (de los nazis a los comunistas
soviéticos) en Polonia, en el verano de 1944.
Czeslaw Milosz nació en
Vilna en 1911 en el seno de una noble familia lituana y murió en Cracovia en
2004. Abogado de formación, se dedicó a la escritura, tanto narrativa como
poesía, y recibió el Premio Nobel de Literatura en 1980. Se exilió en 1951 y se
instaló en Francia. En 1960 se trasladó a Berkeley (EUA), donde ejerció como
profesor de Lenguas y Literatura eslavas, escribiendo a partir de este momento,
sobre todo, poesía.
Esta novela mantiene, sin
duda, toda su actualidad puesto que trata un tema universal, el del poder. La
novela está dividida en dos partes: “Verano de 1944” y “Hasta el Elba”,
tratando la primera, a partir de diversos personajes y situaciones, la
insurrección de Varsovia (la primera, la del guetto, había ocurrido en 1943) y
su destrucción por el ejército nazi ante la pasividad del ejército rojo que
estaban en la otra orilla del Vístula. La segunda parte transcurre en el primer
año en el que la URSS asienta su poder en Polonia, al igual que en el resto de
la Europa oriental, tras su liberación del sometimiento nazi durante la II
Guerra Mundial.
Muy pronto Milosz deja clara
su posición, a través de uno de los personajes más interesantes, el profesor
Gil:
Al querer justificar unos actos que hasta entonces se consideraban censurables, hubo que cambiar el sentido corriente de las palabras. La audacia irreflexiva fue considerada valeroso sacrificio; la precaución prudente se convirtió en una cobardía disimulada. El sentido común no era más que un pretexto para la molicie, y la gran inteligencia era sólo inercia reprobable. La violencia llevada hasta el frenesí pasaba por ser la condición de un alma auténticamente viril; las precauciones contra los proyectos del adversario se convertían en honrados pretextos contra el peligro. El violento conseguía siempre que lo creyesen; y el que resistía la violencia, se hacía siempre sospechoso (p. 11).
Los personajes que aparecen
en escenas diversas, que se estructuran como si fueran un puzle, reflejan las
reflexiones, las dudas o el fanatismo que, los rápidos cambios producidos,
provocan en ellos. La población polaca, con una división interna dramática por
el fuerte antisemitismo, se encuentran zarandeados por un destino trágico y
desalentador entre dos poderes totalitarios, el nazi y el soviético, uno sucede
al otro entre 1944 y 1945 sin que la propia población pueda hacer mucho para
evitarlo.
La galería de personajes nos
ofrece una rica variedad de posibilidades: el héroe, el traidor, el que se
adapta a cualquier situación, el que piensa, el que prefiere no hacerlo, en
definitiva, muchas de las respuestas que se produjeron en una situación tan
trágica como la que le tocó vivir a Polonia. ¿Hay fatalismo en sus páginas? No
podía ser de otra manera, sin embargo, hay dos personajes, Piotr y Gil que la
niegan, uno marchando del país y el otro a través de los libros y la palabra,
las opciones del propio Milosz.
El tema judío transita, como
no podía ser de otra forma, por las páginas de esta novela y esta reflexión me
parece una buena manera de cerrar esta reseña:
Berlín cae -dijo
como si estuviera leyendo la noticia en el cielo-. Es la Historia. Pero, ¿quién
puede decir si el curso de la Historia futura no cambiaría si pudieran nacer
unos hombres que no han nacido y que jamás podrán nacer? (p. 162).
Y es que Milosz no solo
escribe muy bien sino que su pensamiento es certero y profundo.
¿Qué he podido leer yo de este hombre, que no me acuerdo de nada? y sé que lo he leído.
ResponderEliminar¡Me da un coraje!
A veces pasa. Mi problema es cuando no recuerdo el nombre del autor, si lo sé, como tengo mis libretas donde apunto las lecturas, normalmente lo localizo.
EliminarLeemos autores que nos van contando la historia envuelta en su experiencia y que tú nos presentas adornados con tu sensibilidad y conocimientos. Añades en tus reseñas una garantía extra. Un beso.
ResponderEliminarGracias!!!
EliminarPor fortuna, sin olvidarme de esta época, he salido del bucle porque estoy leyendo de otros temas.
Un beso!!
Muy interesante esa reflexión del libro que compartes, sin duda el autor tiene pensamientos muy profundos y siempre es bueno leer esta clase de historias, nos mantiene con la memoria fresca de lo que fue y no debería volver a ser, en especial en estos tiempos tan complicados... Me llevo el título, gracias.
ResponderEliminarBesos.
Gracias Aglaia.
EliminarBusco comprender cómo el ser humano (en masa) fue capaz de llegar a esos límites de perversión, intolerancia y odio.
Besos!!
Hiciste una pequeña referencia de este autor cuando enlazaste a Cercas, Primo Levi y este que comentas, me interesó tanto lo que decías que he leído los dos primeros, sobre Cercas ya hemos tenido unas pequeñas diferencias, en cuanto a el libro de Levi, fantástico, te deja mudo en cuanto al de Milosz lo tengo para empezar en esta semana, lo estoy compartiendo, nada más y nada menos, que con el Quijote.
ResponderEliminarUn abrazo¡¡
Espero que te guste más que la de Cercas :))
EliminarMe alegro que te haya gustado la obra de Levi, a mi me impresionó bastante. ¡¡Te has lanzado a leer o releer el Quijote!! Tengo previsto hacerlo en algún momento de los próximos meses, veremos si me animo a releerlo después de tanto tiempo.
Un abrazo!!
Lo estoy disfrutando y riéndome a mandíbula batiente. También te digo que el que estoy leyendo es el que ha traducido Andrés Trapiello, que más que traducir ha actualizado algunas palabras.
EliminarUn abrazo.
Anda pues igual es buena idea, por lo que dices, lo es. me lo voy a pensar pero es que tengo ya dos ejemplares del Quijote, un tercero me parece un exceso.
EliminarAbrazos!!
Hola Laura. Traes un autor que no me es desconocido.
ResponderEliminarAlgo que siempre me asombra de los intelectuales centroeuropeos y eslavos, como es el caso que nos traes, es su pasmosa habilidad para psicoanalizar la angustia existencial de sus contemporáneos.
Como viene siendo habitual, me parece muy acertada tu elección de algunos fragmentos del libro, y el primero tiene una importancia capital en todo conflicto bélico; nada más y nada menos que cambiar el sentido de las palabras, adoptar una retórica y construir un nuevo discurso para justificar lo que antes se condenaba.
El gabinete de comunicación de George W. Bush era experto en esa cuestión, los ejemplos son de sobra conocidos.
Salvando ya las distancias con el libro, pero sin perder el hilo de su mensaje, por eso nos referimos a las personas que, voluntaria o involuntariamente, no leen, como fácilmente manipulados por el poder, porque desconocen el sentido profundo de las palabras y adoptan el discurso impuesto con fervor dogmático. Un abrazo amiga y aquí sigo, pendiente de tus lecturas siempre reveladoras. Cuídate.
Me atrae mucho la cultura Mitteleuropea y ese afán por reflexionar sobre el destino y sobre la angustia existencial.
EliminarTienes mucha razón, cuando se avecina una guerra, las campañas mediáticas, para exaltar el patriotismo y censurar todo aquello que signifique salirse de los parámetros marcados por los estados, son terribles. Pero no hace falta una guerra para generar la línea predominante impuesta por un sistema totalitario, o como muy bien señalas, por una democracia. Entonces, "mantener la mente virgen" como decía Thoreau es muy muy difícil.
No puedo imaginar la mente de una persona que no lee, pero sería algo así como un espacio frío, angosto, desapacible, sin el calor que ofrecen las palabras.
Abrazos!!
Pdt: es bonito compartir lecturas
Pues me apetece leerlo aunque estoy bastante saturada ahora mismo y tendrá que esperar.
ResponderEliminarUn saludo.
Nunca es tarde si la dicha es buena... o eso dicen ;)
EliminarSaludos!!
Un poco de belleza y un poco de doctrina, decía Julio Camba que ponía en sus artículos, al principio, antes de descreer en las ideas.
ResponderEliminarComo siempre, sugerentes tus propuestas.
Abrazos
Camba, anarquista en su primera etapa, me interesa mucho.
EliminarGracias y abrazos!!
No sé el tiempo que llevará el libro en tu estantería, pero desde luego la edición ya tiene sus añitos :) En Polonia "estoy" yo también, aunque unos cuantos años antes en un libro sorprendente cuanto menos. Como a mí también me interesa la época de la que hablas y además esa primera cita que has compartido es tan tremendamente clarificadora que sólo por ella ya me lo llevaría... pues que voy a buscar este libro...
ResponderEliminarUn abrazo
Está en mi biblioteca pero no es mío aunque ha migrado a mi biblioteca y le gusta el acomodo que le he buscado ;)
EliminarHmmm... ya siento la curiosidad que me generan tus lecturas.
Un abrazo!!
Personalmente prefiero su poesía. "El valle del Issa" es también una lectura interesante. Voy a buscar esta novela aunque el tema del Levantamiento es para mí muy doloroso. Un abrazo
ResponderEliminarTengo ya en mi estantería El valle del Issa pendiente de leer, luego pasaré a la poesía.
EliminarSupongo que tuviste familiares o personas conocidas que estuvieron implicadas en este suceso y comprendo que ha de ser doloroso por fuerza. La novela me ha parecido muy buena.
Un abrazo!!
Solo leí poesía de éste autor y me encanta, en todas las etapas por las que ha pasado.
ResponderEliminarAqui va uno de los últimos tiempos.
Besos y buen fin de semana Laura
Después
Convicciones, creencias, opiniones,
certezas, principios,
reglas y hábitos me han abandonado.
Desperté desnudo en el borde de una civilización
que me pareció cómica e incomprensible.
Los salones abovedados de la academia postjesuítica
donde había tomado mis clases
no estarían contentos conmigo.
Aunque conservo algunas oraciones en latín.
El río fluye a través de un bosque de roble y pino.
Estoy de pie con el pasto hasta la cintura,
Respirando en el aroma salvaje de flores amarillas.
Arriba, nubes blancas. Como es normal en mi región,
una abundancia de nubes blancas.
Junto al río Wilia, 1999
C.Milosz
"¿Qué es la poesía —se preguntó Milosz en una ocasión— si no puede salvar/ a una Nación o una persona?"
Un excelente poema y una trascendente pregunta que me atrevo a contestar siendo demasiado arriesgada: la poesía es alivio cuando una persona o un país sufren.
EliminarVoy a buscar su poesía ya!!
Gracias querida Adriana y un fuerte abrazo!!
Esperaba tus líneas para tomar real conciencia de su trascendencia. Sabes que aun lo tengo para leer, aunque considero que cada vez le falta menos.
ResponderEliminarCuando le he preguntado a uno de mis superiores de origen polaco qué ha sido de Polonia al fin de la IIGM, me ha contestado lacónicamente: 'un poco más de lo mismo'. Al calor de tus líneas, parece acertado.
Gracias por tu esclarecedora reseña, U-to.
Un fuerte abrazo!
Lacónica y tristemente acertada, sí. Y no solo por lo que dice Milosz en esta novela sino por lo que sé de este país desde el punto de vista histórico.
EliminarEspero que te guste.
Abrazos!!
ResponderEliminarSi las manos son otras manos, pero hacen lo mismo...
Como que no me atrae...
Otra cosa es su poesía... ésta tal vez sí... ;)
Besos, petons, muxus!!!!
:)
PD: Aquí acatarrada y acalorá... ¿hay algo peor? No sé yo... ¬¬
ResponderEliminarPD2: Lo que no me impide que te robe esa flor que yace debajo de 'Bryan Ferry'... ;P
Ostras!! Esos catarros de verano son joíos!! Cuídate mucho que queda verano por delante.
EliminarLas manos que hacen lo mismo y que ahogan países... algo de plena actualidad. Un asco.
Abrazos y mimos para que te recuperes. Muacssssss
Reconozco (avergonzada) que no conocía al autor y mucho menos la novela... Así que te agradezco que lo hayas puesto en mi mapa, intentaré investigar más al respecto. 1beso!
ResponderEliminarAnda, avergonzada nooo, es difícil conocer a todos los autores y mucho más poderlos leer, así que esta tertulia de adictos a los libros nos va de cine para ir tapando lagunas.
EliminarUn beso!!
Tú y yo vamos a tener que ponernos de acuerdo jajja. Llevo ya tiempo queriendo leer este libro porque como a ti me interesa mucho el tema, te puedes imaginar que, por mi historia personal, ese paso del Regimen nazista al soviético no puede llamarme más la atención. Me hace gracia que digas lo del ensayo porque yo el año pasado devoré las 800 páginas de El fin del hombre rojo, referido en el libro como Homus sovieticus y fue una de las lecturas del año. No sé, tal y como lo presentas es cuestión de tiempo que lo lea. Una vez más, una pena no haber coincidido. Besos :)
ResponderEliminarDesconozco tu origen, aunque por las pistas que me has dado es algún país de Mitteleuropa ¿no? Soy una rendida admiradora de su cultura y conozco bastante su historia, por fortuna no tengo implicación personal, que bastante dolorosa es también la de aquí.
EliminarHe buscado El fin del hombre rojo pero no está traducido ¿no? Me interesa mucho.
Abrazos!!
siempre me he preguntado si todos los paises que los rusos liberaron, agradecieron alguna vez ese cambio de poder de una mano malo a otra peor...
ResponderEliminarMe interesa mucho este libro...
lo buscaré
besos
carlos
Siempre que se produce un cambio de manos hay grupos que salen favorecidos, el resto... bueno, la novela lo explica bastante bien.
ResponderEliminarBesos!!
Creo que la historia de la humanidad, como nuestra propia vida en individual, es la que es, pudiendo ser mil versiones diferentes de lo mismo dependiendo de mil factores exógenos y endógenos ... naturalmente que si nacieran unas personas que jamás nacerán y murieran antes de hacer daño, otras, todo sería diferente... A veces, mirando la trayectoria histórica de algunos países , este de Polonia que comentas es uno, me viene a la cabeza la vida de esas mujeres que entran y salen de relaciones destructivas, sufriendo una y otra vez mal trato acostumbrándose de tal manera, supongo que por propia supervivencia que ya no son capaces de llevar una vida normal... como si el miedo y la humillación constante pasaran a ser circunstancias tan naturales como ser de noche o de día...es terrible cómo puede llegar a degradar a las personas la violencia sostenida ... perdóname me he ido del todo de tu estupendísima reseña, me pregunto también por qué te interesa tanto este periodo de entreguerras - es solo una pregunta retórica- ¿quizá por que puede que nos encontremos en una etapa histórica semejante? yo tengo esa sensación ... a medio/largo plazo siento que estamos en una especie de caída del imperio romano .. la duda que tengo es quienes serán nuestros bárbaros :)
ResponderEliminarUn beso muy grande LAURA
PD
Si una persona como tú, que se mete tan a fondo en la lectura, no ha sentido esa garra que traspasa el cerebro a veces, entonces estás hecha de acero inoxidable ;) en todo caso me refería en general... por ejemplo, recibir una sentencia, leer la nota de un examen, cualquier noticia inesperada e impactante de tus personas queridas, ese tipo de cosas, extrapolable a todo ...de eso intenté hablar en lo que leíste en mi casa, mil gracias por hacerlo cielo.
Que el calor sea bueno contigo y no te funda.. aquí a estas horas de la mañana ya casi asusta salir a la calle.. así que imagino ahí con el grado de humedad tan terrible que tenéis, en fin.. muucho ánimo muaaaks!
No, querida María, mi interés no tiene el objetivo de relacionar aquella época con la actualidad. La historia es cambio. Los errores y los aciertos no se pueden repetir, siempre habrá variantes. Hay que conocer el pasado, naturalmente, y aprender de él lo que nos pueda ser útil, pero nada más. Las circunstancias siempre son nuevas.
EliminarMe parece que es un gran error intentar entender el pasado en términos del presente, si nos acercamos al pasado así, siempre encontraremos lo que queremos ver y no lo que es.
Mi interés es conocer la naturaleza del totalitarismo y las diferentes versiones que se produjeron en el periodo de entreguerras, no solo el nazismo, sino con la misma importancia el estalinismo. Por otro lado, me inquieta profundamente los límites de crueldad al que puede llegar el ser humano incentivado por la ideología: nacionalismo, religión o incluso ideologías que buscaban la transformación social y perseguían la utopía.
Entrando en las PD, no entendí tu entrada (me lo pareció tras leerla) y pensé que te referías a las opiniones que sobre una misma pueden llegar del mundo virtual o del real sin ser opiniones fundamentadas puesto que parten del desconocimiento de la persona.
Abrazos y gracias por tu comentario!!!
Me gustan esos bucles que nos hacen ir de un lado a otro, en un mismo tema. Quizá solo los entendemos nosotras, pero es nuestro bucle, nuestro universo de ideas que se entrecruzan y van dando medianamente sentido a lo que pensamos, somos y sentimos...
ResponderEliminar¡¡Qué de cosas ofrece la lectura, verdad!!??
Tomo nota de este autor...hace poco estuve hablando con un amigo que es polaco y aún, ese periodo de entreguerras tiene mucho sentido para él. Me parece interesante ese fragmento del libro que escoges, en el que los conceptos cambian de significado. ¿Habría que hacer un nuevo diccionario dependiendo de la situación en la que vivimos, de las experiencias...?
De repente me he traladado a Krakovia, a sus calles, y a una librería especial que está en el barrio que era judío (y que lo sigue siendo un poco, o más en nombre que en presencia de quienes vivían allí)...
Me apunto este libro y sin duda algún día, me trasladaré con él a aquella época donde los sentimientos son tan devastadores como diversos.
Un abrazo, felices lecturas refrescantes...
Así es María. Más de una vez he intentado explicar uno de estos bucles porque me parece interesante cómo hacemos los vínculos de una lectura a otra y cómo nos va enriqueciendo.
EliminarEl centro de Europa vivió grandes cambios políticos en una generación, siempre pienso en Hrabal que nació en el Imperio Austro-Húngaro, vivió en la Checoslovaquia del periodo de entreguerras, conoció la división en dos y la ocupación de la Alemania nazi de la parte checa (primero los Sudetes y después toda la parte checa), volvió a vivir en Checoslovaquia bajo el comunismo y ahora de nuevo vuelve a existir la República Checa. Cuantos cambios políticos (y económicos) en una sola vida y cuantos cambios de lo políticamente correcto ha vivido este escritor y su generación.
Un abrazo y felices lecturas!!
Pues tiene buenta pinta.
ResponderEliminarSí, es interesante.
EliminarA mi me sucede que creo que nunca llegaré a comprender lo que pasó en la primera mitad del siglo XX. Son "cosas" tan tremendas que uno siente que nunca llegará a entender el fondo de todo ello. Nos quejamos de que vivimos malos tiempos, y es verdad, pero antes fue infinitamente peor. Creo que el mundo es demasiado despiadado
ResponderEliminarUn abrazo, amiga
Te doy toda la razón el siglo XX, especialmente la primera mitad, parece insuperable en desastres, especialmente para Europa. Cuando hablamos de las tensiones que existen en la UE y el maltrato de los países poderosos a los débiles, olvidamos que los europeos/as se mataron sistemáticamente en dos guerras terrorifícas, prolongadas por la guerra fría.
EliminarAbrazos!!
Hola Laura!
ResponderEliminarLlegué a tu blog por las lianas de esta selva que es la blogósfea, y me quedo encantado.
No conocía a este autor, pero gracias a ti es posible que lo busque y lea. También comparto tu gusto por, como tú la llamas, "la cultura Mitteleuropea y ese afán por reflexionar sobre el destino y sobre la angustia existencial". En su seno han nacido grandes escritores/pensadores. Uno que yo descubrí de casualidad es Saul Bellow. En su momento me conmovió, tanto que le dediqué un entrada en mi micro y mínimo blog. Me sorprende la habilidad (el talento) de este hombre para aunar en una prosa que es literaria (y no un ensayo camuflado) historias junto con profunda reflexión. Si a esto le agregas un humor corrosivo pero que no cae en el nihilismo, tienes un libro para leer desde muchos ángulos, y obtener placer desde todos ellos.
Perdón por la disgresión, pero era para agradecer tu entrada, y para compartir este gusto por lo centro-europeo, que es un gusto por muchas cosas, más allá de lo literario (o será que lo literario es literario precisamente porque también admite en su seno esta riqueza de exploraciones???) Yo no sé si Solyenitsyn escribe literatura -es eslavo, no centroeuropeo, pero lo podríamos incluir-, para mi gusto ya está en los bordes, en la frontera con la crónica ideológica. Pero Bellow es un novelista, Sandor Marai, Stefan Zweig... Bueno, no me extiendo. Gracias de nuevo
Te sigo. Saludos
Hola Josebla, disculpa pero cuando te he contestado en la reseña actual, no había leído esta anterior.
EliminarDe Bellow he leído solo Herzog, una obra de contrastes con un personaje central con el que no acabé de conectar, de "bailar", sin embargo, tal y como digo en la reseña, es una obra con muchas otras cualidades. Buscaré tu reseña a ver si se trata de la misma obra.
¡¡Qué curioso!! no he leído a Solyenitsyn pero lo ando buscando a raíz de mi inmersión en el periodo de entreguerras y II Guerra Mundial y de la lectura en especial de Vasili Grossman... y ahora la mencionas en este comentario.
Te recomiendo esta obra de Milosz, te gustará. Marai, Zweig, Joseph Roth... todo un mundo literario extraordinario.
Saludos!!
De Milosz es esta preciosa frase que se hizo bastante popular por formar parte del programa Diálogos de Radio 3: "Buscad la belleza, es la única protesta que merece la pena en este asqueroso mundo"
ResponderEliminarSaludos
Anxo (Boiro)
Es una frase contundente y hermosa, gracias por dármela a conocer, la colgaré en el lateral.
EliminarSalud-os!!