Cuando decidí buscar esta
biografía lo hice pensando que conocer a Joyce me permitiría comprender mejor
sus obras y lucirme con una súper reseña en la que trazaría los rasgos
principales de su vida. Tras leer sus 834 páginas, que se amplían con notas y
bibliografía a 942, no me siento capaz de tal proeza.
La lectura de esta larga y
documentada biografía clarifica mucho de la personalidad de Joyce y de su
literatura. Sus páginas van desgranando con minuciosidad las peripecias vitales
del niño, del adolescente, del joven y del adulto, que van forjando un carácter
tozudo, persistente, confiado en su genialidad, arriesgado y aventurero,
polemista, bebedor infatigable, lleno de vida y de humor.
Su oscuro y fuerte cabello, partido por la mitad cuando se dignaba peinarse, y su terco mentón eran los dos rasgos más recios de un rostro que por lo demás parecía delicado, con su nariz afilada, pálido ojos azules y su boca ligeramente fruncida. Su rostro era más bien expresivo. Su miopía empezaba a conferirle personalidad y, en lugar de forzar la vista o de llevar gafas, adoptaba una mirada de indiferencia. Era delgado y al final de su vida apenas aumentó de peso (pp. 82-83).
De la misma manera que se
repasa su personalidad, sus relaciones familiares (en las que su mujer Nora
tiene un papel fundamental en su vida) y sus amistades y enemistades, se repasa
el origen y concepción de todas sus obras y cómo llevó a cabo el proceso de
escritura. De su lectura se deriva la importancia que tenían para Joyce los mil
y un detalle de su vida cotidiana que iba insertando en sus obras y que es
imposible conocer en su totalidad para poder comprenderlas.
Visto desde nuestros días, parece claro que el “Monstruo” como llamó Joyce varias veces a Finnegans Wake, tenía que ser escrito, y que él debía escribirlo. Es posible que en la actualidad haya lectores que se quejen de que su autor no decidiera hablarles más directamente, pero parece que esa posibilidad no existía para él. En sus narraciones de Dubliners, Joyce había explorado la conciencia del hombre despierto desde fuera. En A Portrait y Ulysses había llevado el examen desde dentro. Y había empezado a tratar, aunque sólo muy cautelosamente, la mente dormida. Ante él quedaba, como muy bien sabía en 1922, todo ese mundo casi completamente inexplorado (p. 802).
En estas páginas queda
descrito un escritor excepcional que apenas triunfó en vida aunque empezó a ser
reconocido, un hombre que se negó a volver a su país, un ser humano que cambió
de vivienda y de ciudad (Pola, Roma, Trieste, Zurich y París) cuando las
circunstancias económicas, políticas o personales lo conducían a hacerlo. Un
marido y padre de familia preocupado por los suyos y despreocupado de sus
rutinas. Una vida marcada por la provisionalidad y la desorganización pero que
siempre tuvo un objetivo preciso: ser escritor y difundir su obra pese a los
muchos inconvenientes con los que tropezó. Una personalidad contraria a los
convencionalismos burgueses, extravagante, despreocupada de acontecimientos tan
graves como las dos guerras mundiales, dolorido por la enfermedad mental de su
hija Lucía y en eterna discusión con su hermano Stanislau. Quejoso de sus
múltiples enfermedades entre las que destaca la temida ceguera.
Después de tantos meses de
lectura de esta biografía tengo anotados fragmentos en decenas de hojas en las
que aparecen indicaciones que me han parecido interesantes y que no puedo
reproducir porque sus dimensiones acabarían aburriendo, si no lo he hecho ya, a
quienes han llegado hasta aquí.
Mi admiración por James
Joyce no puede crecer más, queda arraigada en mí, convirtiéndose para siempre
en uno de los escritores cruciales de mi vida lectora.
ResponderEliminarParece un hombre poco común y a la vez, lleno de normalidad cotidiana.
Se nota que ha dejado 'huella' en ti...
Como canta desde tu lateralidad 'Patti Smith' todo el mundo siente y padece... o casi todo el mundo... ;)
Besos a borbotones*!!!
:)
PD: Que no 'borbones', eh... :P
:)) a BORBOTONES!!
EliminarSí, ha dejado huella en mi... y Patti Smith, también. Aspectos de mi paisaje que me alegra compartir contigo.
Abrazos!!
No soy de leer biografías pero esta vez me dejas con la duda. Me gusta tu reseña y los fragmentos que has dejado. Y quizás me anime de una vez a leer a James Joyce.
ResponderEliminarPor cierto, me encanta la canción de Patti Smith!
Besotes!!!
Te animo a leer a Joyce, quizás luego pueda venir la biografía.
EliminarMe alegra que te guste ese "Everybody hurts", es una pasada ;)
Abrazos!!
Bien, eso es lo que todo artista transmite cuando se expresa, su arte de escritura es una permanente instigación a la epifanía. Y por lo que confiesas en esta publicación has tenido una importante y crucial epifanía.
ResponderEliminarBesos!!!
Tengo que darte la razón. Y mira que no me gusta mucho la palabra "epifanía".
EliminarPor cierto, he sabido de un libro publicado en 2014 que no sé si conoces, Injertando a Dioniso. Las interpretaciones del dios, de nuestros días a la antiguedad de DIEGO MARIÑO SÁNCHEZ.. Voy a ver si lo encuentro.
Besos!!
Después de leer tus reflexiones, tan interesante, voy a buscar esta biografía disfrutar de su lectura , al menos , tanto como tú. Un saludo, Eva.
ResponderEliminarQuerida Maite, qué alegría verte comentando. Es una biografía excelente, espero que te guste.
EliminarSaludos!!
Preciosa la foto de cabecera. Un beso.
ResponderEliminarP.S. Primer comentario
Creo que puedo decir, sin exagerar, que más que leer a Joyce hemos navegado sobre sus palabras,velando a ratos,y entre dos, como se atraviesa el mar compartiendo el timón. Una personalidad fascinante. Un beso.
ResponderEliminarCuánto me alegra que te guste. Tú si que sabes de fotografía.
EliminarEs verdad, ha sido una navegación en la que hemos disfrutado, reído, alucinado, asombrado y muchas otras sensaciones difíciles de explicar.
Un beso!!
Leí “Dublineses” con dieciséis o diecisiete años y mi encuentro con Joyce fue algo frío. Supongo que mi ánimo, por aquel entonces, no me predispuso de la mejor manera para la cita lectora. Sé que tengo una deuda que saldar con Joyce y será más pronto que tarde. Un texto como el tuyo anima mucho. Tengo pendiente “Retrato de un artista adolescente” título que me gustaría enlazar con “Retrato del artista cachorro”, libro de Dylan Thomas que no escapó al influjo del primero. Me atraen esos experimentos lectores, quizá así halle matices en esta última lectura que de otra forma pasarían inadvertidos. Una de esas manías lectoras que padecemos, sin las cuales leer no sería un tan placer cautivador. Por cierto, aunque pretendieses una super reseña, como dices, me gustan estos escritos que responden al impulso espontáneo de contar aquello que bulle por tu cabeza, cuando la lectura está “recién horneada”. Un saludo y un placer pasar por aquí.
ResponderEliminarPaco, bienvenido primero de todo.
EliminarNo sé cómo explicar que en un año y medio me he leído todo Joyce. Si me lo dicen cuando empecé con Retrato de un artista adolescente, no lo hubiera creído, pero así ha sido, una auténtica locura.
Buscaré la obra de Dylan Thomas.
Y gracias por tus palabras. Saludos!!
Pues me alegro mucho de que se haya convertido en un asesor aúlico de mesa camilla y sillón de lectura. Cada estoy más convencido de que la escritura es más propicia en los seres maniáticos, minuciosos y esforzados que encuentran en ella lo que no puede darles las estrechuras de la realidad. También aventuro con cierta inquietud una segunda hipótesis: quizás sea el proceso creativo literario la causa de que seres aparentemente normales se vayan transformando en individuos imposibles, tan aptos para contemplarse a si mismos como imposibles para convivir con los demás.
ResponderEliminarEstoy leyendo en estos días la biografía que ese inmenso Emmanuel Carrère dedicó al gran mago de la ciencia ficción Philiph K Dick y es sorprendente que ciertas características de comportamiento se sigan repitiendo en un conjunto bien diferenciado de escritores. Puede ser Joyce, Dick, Wittgenstein o Proust.
El título de la biografía sobre Dick es Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos.
Un abrazo
Por lo que conozco de algunos autores, tus afirmaciones me parecen acertadas. No sé qué es primero, el carácter ya de por sí peculiar o que la escritura lleve a definir ese carácter, digamos, maniático por decirlo suavemente. Mientras leía la biografía de Joyce iba pensando en lo difícil que debía ser convivir con él, pero, a la vez, lo interesante y enriquecedor que debía de ser.
EliminarNo soy una gran lectora de ciencia ficción y, por tanto, aunque conozco a Dick, soy una auténtica ignorante respecto a su obra. Sin embargo, guardaré en la nube de mi cerebro esa lectura y quién sabe...
Abrazos!!
Joyce y su vida...a veces se puede decir en pocas páginas algo de alguien, pero cuando se le admira, se le lee, se necesita más. Por ello, quizá esas más de novecientas páginas, no sean suficientes...al mismo tiempo, pasamos por la vida con sencillez,...y tal vez, llenaríamos estanterías...y quizá, con pocas palabras, diríamos todo. Con esto no me refiero a resumir a James Joyce,...ni mucho menos. Pero si, la sencillez y la complejidad de una vida resumida en un instante fugaz. Como en Mrs Dalloway, donde un día resume la vida de una mujer, por mucho que parezca imposible, y no está exenta de sus complejidades...
ResponderEliminarTomo nota de este libro, para un futuro. Cuando haya leído algo más de la autora. Gracias por contárnoslo tan bien.
Un beso muy grande y felices lecturas
María, conforme he ido leyendo a Joyce, he ido necesitando saber de su vida, de su personalidad. Me ha pasado con algunos autores, no muchos. Precisamente me llama la atención que menciones a Virginia Woolf porque fue otra autora de la que, leyendo su obra, necesité saber sobre su vida personal.
EliminarGracias a ti y felices lecturas!!
Besos!!
Me encantan las biografías, y cuando un autor me seduce siempre busco saber más y más de su vida.
ResponderEliminarLa de Joyce es muy interesante.
Besos Laura.
Sí que lo es Adriana, aunque es demasiado extensa y minuciosa.
EliminarBesos!!
Aunque no me llama mucho la atención Joyce, conocer su universo mental y contexto histórico sí me parece interesante. Una cosa es que su escritura se me haga dura y otra no reconocer su importancia en la historia literaria. Pero ochocientas y pico páginas es mucha página
ResponderEliminarEs mucha página, en efecto. Si Joyce no te llama la atención, una biografía tan detallada se te hará pesada. O quizás no, nunca se sabe.
EliminarCon su “Ulises” tuve una durísima toma de contacto con el universo Joyce, estoy convencido de ser de las pocas personas que lo ha leído entero –así cómo suena-, no he vuelto a retomarlo… aunque ahora que lo pienso tengo “Dublineses” por casa e igual algún día me da por continuar la exploración. Eso sí, esta biografía de Ellman tiene muy buena pinta y supongo (ya la conocía y había leído algo al respecto) que será un muy minucioso análisis sobre el autor y la obra inmortal que legó a la humanidad, de ahí que ese interés por este libro en particular puede ir más allá de eso y mucha peña, que no son joycianos de pro como servidor, pueda encontrarla interesante…
ResponderEliminarLa última biografía de estas características que leí fue “La vida desaforada de Salvador Dalí” – Ian Gibson – 962 páginas, que también publicó Anagrama, una auténtica maravilla para amantes de las biografías excelsamente documentadas.-
Jau (Dijo el indio)!
Por este espacio "danzamos" unas cuantas personas que hemos leído entero Ulises y lo que resulta más arriesgado Finnegans Wake . He leído toda su obra en los dos últimos años (más bien año y medio) a falta de leer su poesía. Así que me parece que soy joyciana, sí.
EliminarDublineses es una obra muy interesante y más relajada de leer que el Ulises, lo digo por si te animas.
Pues no está nada mal esa biografía de Dalí. La conozco pero no me animado a leerla, quién sabe.
Jau!! y un abrazo indio!
Puedo palpar entre las lineas tu gran admiración por este escritor...
ResponderEliminargracias por iluminrnos...
besos
carlos
uyyy me faltó la a en Iluminarnos...
EliminarMuy acertado, lo admiro por su escritura y por su loca personalidad.
EliminarGracias y un abrazo!!
Si bien es cierto que soy muy malo comentando tus reseñas, si que es cierto que sé apreciar el valor de tus palabras.
Como el que me antecede, gracias por iluminarnos.
Un abrazo
· LMA · & · CR ·
Gracias!! La luz como símbolo de sabiduría (tan usado por la masonería, por ejemplo), me sobrepasa.
EliminarUn abrazo!!
Comentario de usar y tirar:
EliminarDado que no tienes correo a la vista, te dejo aquí la explicación a tu pregunta.
http://cristalrasgado.blogspot.com.es/2009/11/cuarenta-mil.html
Ah... no soy el del vídeo.
Saludos
¡Uf! A mí las biografías no me atraen demasiado. Oye, vaya intensivo de Joyce estás haciendo, ¿no? Está claro que, cuando un autor gusta, hay que conocerlo por completo y más cuando se trata de alguien tan interesante como Joyce.
ResponderEliminarAbrazo!
Cuando era veinteañera acostumbraba a leer "todo" de aquellos autores/as que me gustaban, luego dejé de hacerlo. Curiosamente estoy haciéndolo de nuevo con algunos autores como es el caso de Joyce, no tanto como antes de todas formas.
EliminarAbrazo!!
Tú nunca aburres (al menos a mí). Me fascina tu capacidad lectora. Hasta tu terquedad lectora, diría. Leer a Joyce ya tiene su tela. Leer su biografía en más de 800 páginas ya es de quitarse el sombrero (eso sí que es una proeza...) Pero entiendo perfectamente esa necesidad de conocer al autor para entender la obra. Y me alegra un montón ver esa admiración que sientes por James Joyce, y que se ha arraigado en ti. Es precioso "verlo" desde fuera, verte así, admirada por un autor. En serio.
ResponderEliminarUn abrazo
:))) Es verdad, soy obstinada si un autor/a capta mi atención de forma especial, para mi sorpresa ha sido el caso de Joyce.
EliminarGracias por tus afables y bellas palabras.
Abrazos!!
Joyce esta ahí esperándome, lo sé. Pero quiero que nuestro encuentro sea tranquilo y con tiempo por delante, porque intuyo que me va a pasar como a ti, que una vez comience ya no voy a parar.
ResponderEliminarMe atrae mucho la personalidad del autor. Cada vez que leo alguna reseña o fragmentos de sus obras, me digo: nena, a por él, pero no sé por dónde empezar, quizá tirarme en plancha e hincarle el diente directo a Ulises. ¿Qué me recomiendas?
Un beso,
Es muy importante que el encuentro sea favorable y tenga el viento a su favor.
EliminarA mi me recomendaron, y lo seguí a rajatabla, leer primero la Odisea, después Retrato del artista adolescente y, finalmente, Ulises. me fue bien y te recomiendo lo mismo.
Un beso!!
Me tomo nota de eso que dices de la Odisea, el artista adolescente, y Ulises
ResponderEliminarPor cierto, la imagen de la portada es de cine...
Un abrazo, amiga
Bueno, viniendo de un fotógrafo como tú es un gran elogio. Gracias!!
EliminarUn abrazo!!