miércoles, 16 de junio de 2010
PEDRO GÁLVEZ, “Hypatia. La mujer que amó la ciencia”.
Este libro es prestado, hace mucho que conozco la figura de Hypatia pero fue la película de Alejandro Amenábar, “Agora”, la que ha relanzado la figura de esta mujer y ha puesto en el mercado muchas novelas, y alguna investigación histórica, sobre ella.
El libro está en mi mesa de trabajo y le acompaña una caracola…. Una de mis manías es ir recogiendo piedritas, conchas, caracolas y otros despojitos por la playa. Esta es especialmente bonita y grande.
Hypatia nació a mediados del siglo IV en la ciudad de Alejandría (Egipto). Ciudad fundada por Alejandro el Grande en el siglo IV a.C y que era famosa por su biblioteca y el faro que guiaba a los navegantes. Además se convirtió en un centro cultural a lo largo de los siglos.
De esta novela llama la atención lo peligrosa que es una mujer sabia en cualquier época y lugar. Una mujer que se salía de los estereotipos femeninos: no se casó, ni tuvo hijos y nunca permaneció en el espacio privado de la casa. Fue una mujer científica y librepensadora que se dedicó con pasión a las matemáticas. Ocupó el espacio público: la tribuna como profesora, la escritura y la investigación científica.
Su comportamiento no podía pasar desapercibido en una época de intolerancia religiosa protagonizada por las diferentes corrientes del cristianismo que habían alcanzado el poder al ser declarada como religión oficial del Imperio Romano.
Pagó un alto precio por la heterodoxia de su comportamiento privado y público: fue objeto de una violación multitudinaria, protagonizada por monjes cristianos, descuartizada y quemada. Se la quiso hacer desaparecer y casi fue así. Su rescate se lo debemos a otra corriente librepensadora, la Ilustración en el siglo XVIII.
RECOMENDACIÓN: es una novela histórica que refleja muy bien el contexto histórico del siglo IV y que describe lo que debió ser la vida de Hypatia ya que pocos datos se tienen de ella, además de no conservarse ninguno de sus libros. Que el sutil rastro de las mujeres que nos precedieron, no se borre nunca…..
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que tus busquedas nunca cesen.
ResponderEliminarQue encuentres y busques todos los tesoros.
La muerte siempre llega (menos a mi que por contrato soy inmortal). Pero que sea tarde y con todo lo que se ha deseado hecho.