Este es uno de esos libros que tengo en las estanterías de libros comprados y pendientes de leer. No recuerdo cómo fui a parar a este libro de un autor francés que me resulta desconocido y que escribió en el último tercio del siglo XIX. Como estoy decidida a ir despejando estas estanterías y a no nutrirlas con nuevas adquisiciones (salvo excepciones muy justificadas) voy eligiendo libros para leer que compré hace años y que no siempre recuerdo porqué lo hice, como es el caso de este libro.
Vidas imaginarias recoge veintitrés minibiografías singulares (solo cuatro de ellas corresponden a mujeres: Séptima, Clodia, Katherine la Encajera y Pocahontas). Entre estas pequeñas biografías (el libro tiene 164 páginas) encontramos personajes históricos conocidos de la época clásica y del Renacimiento junto con personajes desconocidos, quizás inventados o imaginados.
El autor se recrea en la construcción de estas biografías con una escritura notable y con una percepción de los personajes clara e interesante. La imaginación ronda estas historias que parecen reales y que quizás lo sean, por lo menos en la mente de Schwob. Adentrarse en ellas es un placer porque cada una de ellas te maravilla y te adentra en mundos del pasado con lirismo y mucha creatividad. Un hallazgo que me ha complacido y que demuestra que algún criterio debí tener para encontrar esta joya.
Bueno, amiga Laura, ¡espectacular esa cabecera del blog que nos recibe! Siento deseos de estar ahí mismo, preciosa instantánea, te felicito.
ResponderEliminarTambién lleva unos pocos años en casa este título que nos traes de Marcel Schwob lo curioso es que lo compré en una librería de viejo madrileña (a la que hace una eternidad que no voy) junto con otra de sus novelas; “El libro de Monelle”, en sendas ediciones de Bruguera; Libro Amigo (1982), y Nostromo Editorial (1973).
Ambos los curioseé por encima en su momento, y me parecieron tentadores, pero lo de siempre, con las lecturas que tenía entonces, por los estantes quedaron a la espera…
Suena realmente bien todo lo que cuentas.
Un fuerte abrazo, Laura.
Gracias Paco, la foto es de muy cerca de Benasque, Pirineo aragonés.
EliminarYo ando en el propósito de no comprar hasta que no aligere las muchas estanterías de libros que tengo por leer (alguno compro pero muy poco, me refiero a ficción).
Un abrazo.
Pues no lo conocía. Muy interesante. Curiosa esa mezcla de personajes históricos con otros inventados.
ResponderEliminarBesotes!!!
Síii, muy original la verdad.
EliminarBesos
Yo no lo conocía, pero me parece muy interesante. Me lo voy a apuntar y espero que no caiga en el olvido de los libros pendientes. Un saludo
ResponderEliminarCon ese mantra he acabado con seis estanterias llenos de libros sin leer jajaja
EliminarUn saludo
Imagino que el hecho histórico en sus diferentes facetas tuvo que ver en tu elección.
ResponderEliminarYo me resigno a saber que tengo libros que difícilmente abriré y mas con las diferentes posibilidades que tiene este medio que nos acoge y que permite usar el libro electrónico que te hace ser amigo de elecciones momentáneas de lectura a veces regidas por la apetencia puntual.
Un abrazo
Por fortuna no tengo libro electrónico, así que esa tentación, de momento, no existe para mi, cosa que me consuela mucho.
EliminarUn abrazo.
Gracias por acercarme un autor y un libro desconocido para mí. Me quedo por el blog. Besos
ResponderEliminarBienvenido al blog, te visitaré. Un abrazo.
EliminarTodo Schwob me fascina. Las vida imaginarias, La cruzada de los niños, La máscara de oro, Doble corazón...y cómo no, El libro de Monelle. Ay Monelle. No lo tengas pendiente, te lo está pidiendo.
ResponderEliminarQué maravilla ese conocimiento exhaustivo de Schwob... tomo nota, especialmente de ese El libro de Monelle. Gracias!
EliminarTus palabras me animan a su lectura... Me pondré manos a la obra, amiga
ResponderEliminarUn abrazo
Bienvenida sea la información sobre libros y autores notables.
ResponderEliminarConozco el paisaje que ilustra la cabecera de tu blog. Muy bello in entrañable. Quizás también influya en esta valoración el hecho subjetivo de que sea de mi tierra aragonesa..
Abrazos
Y de la mía, algo que compartimos querido Luis Antonio.
EliminarAbrazos