Es el primer libro de Padura que leo, tenía esta novela desde hacía años y no me decidía a leerla, no me «llamaba». Sus seiscientas páginas seguro que eran un motivo, pero no el único. Por fin me decidí a leerla y el resultado ha sido muy grato.
Herejes es una novela que cuenta con gran acierto varias historias. Está dividida en cuatro capítulos: Libro de Daniel, Libro de Elías, Libro de Judith y Génesis. Los tres primeros son muy extensos a diferencia del último que, sin serlo, es importante para comprender algunos acontecimientos sucedidos en el resto de la novela. El Libro de Daniel empieza en La Habana en 1939, su protagonista Daniel Kaminsky es un niño nacido en Cracovia que hace poco ha llegado a Cuba y espera reunirse con el resto de su familia. El capítulo acaba en La Habana en 2007, el hijo de Daniel, Elías, ha acudido buscando explicaciones para resolver el misterio de un pequeño cuadro de Rembrandt que poseía su familia.
En este primer capítulo aparece Mario Conde, un expolicía que tendrá gran protagonismo en la historia que se desarrolla en Cuba en el siglo XXI. Según tengo entendido es un personaje que ha protagonizado diversas novelas de Padura.
El Libro de Elías nos traslada a Ámsterdam y al siglo XVII, en este capítulo conoceremos la historia de Elías Ambrosius Montalbo de Ávila, un joven judío empeñado en pintar pese a la prohibición que su religión había establecido sobre esa posibilidad. Quiere aprender a pintar con Rembrandt. Es en este capítulo donde el título de la novela tiene pleno sentido.
El Libro de Judith nos traslada de nuevo a La Habana y al año 2008. Una joven llamada Judith quiere alcanzar una libertad que parece misión imposible en la Cuba socialista. La joven desaparece y Mario Conde la buscará. La historia parece no tener relación con los otros dos capítulos, pero hay un hilo sutil que enlazará esta historia con las otras.
Génesis es un capítulo breve que cierra los hilos sueltos de los anteriores «Libros», se desarrolla en La Habana en el año 2009.
Sin duda hay un tema central en esta novela: las ansias de libertad de sus personajes, eso es lo que les une. Libertad entendida como una actitud ante la existencia que se obstina en el ardiente deseo de elegir el camino que desean al margen de las normas (sean políticas, étnicas, religiosas o vitales). El tema es ese, las historias y los personajes nos cuentan épocas diferentes, situaciones variadas y prohibiciones múltiples.
Una buena novela, muy bien escrita y con una enorme capacidad para tejer historias diferentes dotándolas de un sentido que vas descubriendo a medida que la novela avanza.
Creo que tengo alguna otra obra de este autor, sin leer... Tendria que aplicarme a ello.
ResponderEliminarUn abrazo, amiga
Tengo intención de seguir leyéndolo, me parece buen escritor, así que si te animas a leer la que tienes a ver si te gusta.
EliminarUn abrazo.
Padura es un magnífico escritor cubano con algunas "novelas negras" su policía Mario Conde se repite en varias de sus magníficas "noir".
ResponderEliminarSaludos
Sí, eso tengo entendido. De Hecho, en esta sale Mario Conde pero como policía retirado.
EliminarSaludos.
Estoy con su lectura, pero creo que no la he empezado en el mejor momento. Admiro su prosa, que me parece rica y brillante, y la increíble labor de documentación que ha tenido que realizar para esta novela. Y por eso sigo con ella, que si no, la hubiera dejado, pero en ocasiones me está resultando demasiado densa, demasiado extensa. Me da la impresión de que ha querido abarcar demasiado. Pero eso, aún estoy con ella, pero voy lentita.
ResponderEliminarBesotes!!!
Sí, lo sé, hemos coincidido en la lectura. La verdad es que es una novela larga y que no siempre es adecuado empezar una novela de esta extensión.
EliminarBesos.
Voy a serte sincero, conozco a Padura y a su personaje Mario Conde a través de una serie de televisión protagonizada por el actor cubano más conocido, Jorge Perugorría. Por lo que vi, Padura es un tipo que se enfrenta con valentía al sistema cubano haciendo énfasis en las rigideces burocráticas y las estrecheces económicas de la población. Creo que solo la fama internacional le ha permitido no ser reprimido como otros autores menos afortunados.
ResponderEliminarUn abrazo
Lo que dices, responde muy bien a esta novela. Y creo que es acertado lo que comentas de que la fama le salva de la represión.
EliminarUn abrazo
Lo que más me gusta de tu reseña es que dices que está muy bien escrita.
ResponderEliminarUn abrazo
Eso me parece, pero seguro que tú debes hilar más fino que yo en ese terreno.
EliminarUn abrazo
Me parece un tema muy genérico para darle coherencia a la novela, sobre todo con tanto salto temporal y espacial
ResponderEliminarPese a ello, me parece que lo resuelve con gran solvencia.
EliminarMe leí un Padura hace tiempo y no me disgustó.También tengo Herejes mirandome con ojitos desde la balda desde hace años. Igual tu reseña me empuja a decirle un sí en breve.
ResponderEliminarSaludos.
Qué bueno, pues si te hace ojitos no te resistas.
EliminarSaludos
No me llama mucho la atención. No conocía el libro de antes, pero con lo que cuentas, con lo que pone Margari en su comentario y teniendo en cuenta sus 600 páginas, creo que no es para mí.
ResponderEliminarBesos!
Pues seguramente así será si lo ves tan claro.
EliminarBesos.
Me he apuntado el libro "Herejes". Me pica el tema. Sí leí hace bastante "La transparencia del tiempo", donde sale el policía Mario Conde, peculiar, como tantos individuos de Cuba y en concreto de La Habana y muy logrado.
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