No sé qué esperaba de esta novela. Lo cierto es que tenía grandes expectativas tras leer algunos comentarios sobre ella en redes sociales. Era una lección aprendida: es mejor no tener ideas preconcebidas, no levantar grandes expectativas sobre un libro. Sin embargo, periódicamente lo hago y, casi siempre, la lectura es decepcionante respecto a lo que esperaba.
No digo que la novela esté mal, no lo está. El contenido es interesante porque da la voz a los más pobres, a los más vulnerables. A los invisibles y, por ello, descartados. La historia se refiere a un hecho acaecido a mediados del siglo XIX: unos mil setecientos jóvenes gallegos fueron llevados voluntariamente a Cuba esperando encontrar un trabajo en la caña de azúcar (o azucre). Es la pobreza la que impulsó un viaje duro y de resultados dudosos hasta llegar a las Américas.
Tras el duro viaje, llegan a puerto y muy pronto se dan cuenta que estaban que no son trabajadores libres sin esclavos. El autor de tamaño engaño parece que fue otro gallego que trabajó como mediador en Cuba, Urbano, Feijoo de Sotomayor.
La historia está bien entrelazada con momentos de tensión intercalados sabiamente. Está bien escrito, con una introducción inicial que nos sitúa en el contexto sin extralimitarse en el número de páginas.
Pese a todo, no he logrado que el libro me apasionara, pese a los hechos terribles que describe, no he podido empatizar con sus personajes y he acabado la novela sin lograr conectar con la historia y frustrada porque mi plan era otro al iniciar su lectura.
Es lo malo de las expectativas. El tema que trata es interesante, pero no creo que me anime, que tengo muchos pendientes y se me están rebelando los libros ya en las estanterías. Últimamente no entro ni en las librerías, para alejarme de la tentación...
ResponderEliminarBesotes!!!
No me extraña lo que dices, me ocurre lo mismo..., procuro entrar poco en las librerías o nada.
EliminarUn abrazo.
Tengo curiosidad por saber en qué fuentes bebes para leer uno u otro libro.
ResponderEliminarUn abrazo
Normalmente leo libros de autores/as reconocidas y que ya sé que me gustan o me fío de los conductos marginales (revistas RRSS, blogs) o de las amistades. Pero, a veces, fallo.
EliminarUn abrazo
Conozco la historia por la prensa y el programa de libros de la Segunda Cadena, Página 2, se lo recomiendo a Luis Antonio. Sin haber leído el libro aventuro la posibilidad de que lo importante es que su autora haya sacado a la luz un tema desconocido para la gente, pero demasiado real. En este caso extremo y en otros menos duros se demuestra lo terrible que fue la emigración a América. Pocos gallegos no tienen ancestros que no hayan emigrado, yo los tengo en la propia Cuba, hoy en USA, y en Uruguay por mis dos ramas familiares.
ResponderEliminarUn abrazo
Desde luego fue el contenido lo que me atrajo, pero su prosa poética resulta interesante. Sé lo que me dices de la gran cantidad de población gallega que migró a las américas, al punto que todo el mundo que procedía de España han sido denominados gallegos.
EliminarUn abrazo
No conozco el libro ni tampoco la historia atroz de la que nos habla... Ay, son tantas las cosas que desconocemos...
ResponderEliminarUn abrazo, amiga
Es verdad, resulta imposible conocer tantas cosas como han ocurrido. Saberlas por la literatura es una vía interesante.
EliminarAbrazos.
Las expectativas antes de acercarse a una obra te pueden frustrar la lectura, son peligrosas. Yo tampoco conocía el suceso, pero del negocio esclavista cubano vienen fortunas que llegan hasta la actualidad, otra página infame de nuestra oligarquía.
ResponderEliminarSí, es lo que me ha pasado con esta novela.
EliminarConozco algo de ese negocio, vivo en una ciudad con muchos indianos.