Un nuevo libro de Alexiévich. Ya conozco muy bien su
estilo, su manera de escribir, sus fuentes, lo que pretende y cómo me afecta su
lectura. Temas recurrentes: guerras, el hombre y la mujer soviética, el
testimonio individual, el totalitarismo y sus consecuencias. Su método está
basado en hacer entrevistas a testigos de los diversos temas que ha elegido
para escribir; en este caso se trata de la guerra de Afganistán que se prolongó
durante diez años: 1979-1989 (prolongándose en algunos aspectos hasta 1992).
La guerra de Afganistán es conocida como el «Vietnam
de la URSS», una guerra con contenido colonial, una sangría de jóvenes muertos
o herido gravemente, una guerra perdida. La URSS intentó ocultar la dimensión
de esta larga guerra haciendo propaganda de que se trataba de una colaboración
internacionalista y que los y las soldados/as iban a construir escuelas,
puentes, a colaborar culturalmente, etc.
Los muertos/as volvían en ataúdes de zinc sellados,
las familias quedaban desoladas porque además de la muerte de un familiar
próximo, no podían verlo, no sabían qué había dentro del féretro. La guerra fue
atroz y eso es lo que se explica en el libro a través de diversos testimonios
de personas que eran soldados, oficiales, médicos/as enfermeros/as,
prostitutas, madres. El resultado de sus testimonios es desolador, las guerras
matan y hieren cruelmente, pero además transforman a las personas involucradas
en ellas.
El relato es aterrador (y para mi gusto repetitivo).
Incorpora en la parte final un apartado titulado “Juicio sobre Los muchachos de zinc en la que se
explica las dificultades
que tuvo la autora para publicar este libro.
Algunos fragmentos:
«No logro quitarme de encima la sensación de que la guerra es fruto de la naturaleza masculina, de la que en muchos aspectos me siento muy alejada» (24).
«El derecho del hombre a no matar. A no aprender a matar. No está escrito en ninguna de las constituciones existentes» (28).
«Me sorprende lo poco que reflexionamos mientras estuvimos allí. Veíamos a nuestros chicos, torcidos, quemados. Los observábamos y aprendíamos a odiar. Pero no aprendimos a pensar» 200).
Y siempre la sombra de la duda sobre la
participación de las mujeres en la guerra. Sobre si se prostituían o no.
ResponderEliminarEl tema es interesante, pero esa forma suya de escribir, a través de entrevistas no me atrae demasiado. El caso es que siempre he sentido curiosidad por leer algo suyo, ¿quizás el Nobel?
No sé, quizás más adelante...
Un beso
Yo me inicié con el Homo Sovieticus, me encantó.
EliminarUn beso.
Todavía no he leído nada de ella. ¿Me recomiendas alguno para empezar? Un abrazo
ResponderEliminarEl Homo sovieticus, Chernobil, La guerra no tiene rostro de mujer. Los tres son buenos, pero siempre me decanto por el que leí primero: El Homo sovieticus.
EliminarUn abrazo.
No he leído aún nada de la autora. Tema interesante el que toca, no me importaría estrenarme con este libro. Aunque me asusta un poco lo que señalas de que sea repetitivo...
ResponderEliminarBesotes!!!
Todos los temas que trata ALEXIÉVICH son actuales y tienen un gran interés para conocer la URSS desde la actualidad
EliminarBesos.
Este tipo de libros me da mucha tristeza, supongo que soy una hipócrita y me tira la ficción porque no me gusta sufrir. A pesar de ello, luego leo ensayos mucho más crudos. Incongruente que es una.
ResponderEliminarLos libros de ALEXIÉVICH son durísimos, se lleva la palma Chernobil. No he leído un libro más duro en mi vida... y he leído unos cuantos duros.
EliminarBueno, las apetencias lectoras son un misterio que hay que respetar mucho. No lo veo como una incongruencia.
Hola Laura estoy leyendo muy poquito y aunque el tema me parece interesante ahora no creo que encuentre el momento para hacerlo.
ResponderEliminarEspero que hayas tenido unas buenas fiestas, aunque hayan sido muy distintas y que el 21 nos devuelva la tranquilidad.
Besos
Todo tiene su momento y hay que respetarlo.
EliminarDías tranquilos. Me parece que el 21 no empieza del todo bien, pero bueno, acaba de empezar.
Besos
Un libro sin duda muy interesante. Es curioso que en estos tiempos el ejercito, para muchas mujeres, es algo muy positivo y al que desean incorporarse. Es como si la guerra tambien atrajera ahora a algunas mujeres
ResponderEliminarUn abrazo, amiga
Hay gustos para todo, querido Ildefonso. Pero, en general, el ejército no suele atraer a las mujeres.
EliminarAbrazos.
Lo dejé por la mitad, me parecía muy duro y su escritura no me atrae mucho. Si a la crueldad de cualquier guerra le sumas el secretismo comunista el resultado es desolador
ResponderEliminarEs una escritura peculiar, desde luego. Es una literatura periodística que no siempre gusta.
EliminarSí, la impresión que te deja es terrible.
Solo lo que cuentas ya me ha producido cierto desasosiego. Estoy hipersensible. Habrá mejor ocasión porque tengo ganas de conocer a la autora. Un abrazo
ResponderEliminarYo sigo recomendando el Homo sovieticus (proceso de disolución de la URSS), excelente para entender la Rusia actual.
EliminarUn abrazo.
Interesante libro de Alexievich, no he tenido la oportunidad de leerla pero sin duda es una mujer de su tiempo o lo retrata muy bien con su literatura, siempre refiere a las situaciones políticas y de conflicto relacionadas a su Ucrania Soviética y sus mujeres, respecto a lo que dice que la guerra es un tema masculino yo difiero, las mujeres chechenas participaron directamente en el conflicto Ruso-Cheheno, diría mas que la guerra es propia de la condición del ser humano siempre expuesto a inseguridades y ambiciones de todo tipo.
ResponderEliminarGracias por compartir
Un abrazo
Sobre el tema de la guerra y las mujeres, lo mejor para entender porqué dice lo que dice es leer La guerra no tiene rostro de mujer. No se refiere a que no vayan a la guerra, que fueron (y van), sino a la manera en que encaran la guerra y los recuerdos de la guerra.
EliminarLas guerras en el mundo las han protagonizado los hombres en un porcentaje abrumador, no las mujeres.
Gracias por tu comentario Pablo.
Un abrazo.
Como sabes, lo he leído en mi 'Año Ruso', bajo otro sello editorial. La autora revela sin concesiones los mecanismos del poder, del colonialismo y de la dominación. Un buen libro, en suma.
ResponderEliminarEn otro orden, veo que estás leyendo a Tokarczuk, en un texto que sospecho más amable que 'Los errantes'. Esperaré tus jugosos comentarios.
Recibe un fuerte abrazo.
Sus libros son como bofetadas a quienes quieren saber la realidad de los sucesos sobre los que indaga. Es una autora que me gusta mucho.
EliminarEs el segundo de Tokarczuk que leo, pero no he llegado a Los errantes. Todo el mundo dice que es "raro".
Un enorme abrazo!!
La guerra de Afganistan es la otra guerra de Vietnam.
ResponderEliminarAdmiro de esta enorme escritora la pluralidad de voces que convoca, testimonios personales, pero no sé donde acaba el puro periodismo de calidad y donde empieza la literatura, aún siendo consciente de que la realidad ficcionada se está imponiendo a la ficción pura en los últimos años.
Un abrazo
Me parece que la literatura empieza en la interpretación y composición del relato (basado en las entrevistas). Ahora bien, en ella predomina la realidad, no creo que haya ficción.
ResponderEliminarUn abrazo.
no leo me aburre veo netflix pero entiendo a los que les gusta leer
ResponderEliminarTe aburre leer?? Me resulta incomprensible... este blog es de libros básicamente.
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