La tentación, para comprar este libro, fue leer en la contraportada que se trataba de una novela cuyo trasfondo histórico era la década de 1930 en la ciudad de Nueva York. Una época y una ciudad que siempre me han gustado tanto en lo histórico como en la ficción. Tenía buenas expectativas y estas se han cumplido sobradamente. ¡¡Que buenos momentos (pese al confinamiento) he pasado con su lectura!!
La protagonista es una joven, Katey Kontent, que intenta sobrevivir en la «selva neoyorkina», llena de peligros, tentaciones y posibilidades una vez se sale de la dura crisis del crac de 1929.
Diversos personajes acompañan a Katey y con ellos aparece el amor, la amistad, posibilidades laborales, literatura, jazz y hasta una breve mención a Emma Goldman que ya no vivía en EUA expulsada del país desde 1919.
Towles escribe muy bien, su lenguaje es rico en expresiones, descripciones de ambientes y psicología de los personajes. La historia resulta interesante desde el principio del libro, sus personajes resultan atractivos e interesantes, son complejos y contradictorios. La protagonista va sorteando aquellas relaciones humanas que no le interesan o que pueden dañarla y, desde la sencillez y sus referentes éticos, lo va logrando, algo bastante de lograr en el contexto que le tocó vivir.
Normas de cortesía es una gran novela, de esas que nos hace amar la literatura.