Se trata de una novela corta (apenas cien páginas) destinada a acompañar a El buscador de huellas.
Las editoriales del régimen comunista húngaro solo publicaban a apartir de una determinada extensión, El buscador de huellas no llegaba al mínimo y para publicarla el editor le propuso que añadiera un relato breve. Así nació Un relato policíaco.
Aunque el escenario de la narración es un país sudamericano imaginario, el autor pensaba en Hungría. Evitó dejarlo en evidencia para burlar a la censura. Tenía sus motivos, esta narración es un relato escalofriante (y frio) sobre la toma del poder ilegalmente para imponer una dictadura, de la esencia de un sistema autoritario (de verdad) y de cómo una persona, el narrador, puede convertirse en un torturador, en un verdugo.
La indiferencia moral de este policía, que espera su ejecución años después, nos habla de nuestra época.
Excelente como todo lo que escribe Imre Kertész.
A veces tengo la sensacion de que aqui tambien los libros tienen que tener mas de 400 0 500 paginas para ser publicados... Uno lee y siente como que sobra muchisimo, como que hay demasiada paja, como si la editorial exigiera al autor que no escribiera solo 250 paginas... De este autor he leido algo, sobre un campo nazi... Me tomo nota de esto que nos aconsejas.
ResponderEliminarUn abrazo, amiga
Supongo que has leído "Sin destino", excelente obra. Te diré que tengo todos los libros publicados en castellano de Kertész (me quedan tres por leer que voy dosificando para no acabar de descubrir algo de él). Es uno de mis autores preferidos y entre los preferidos es muy preferido, jajaja
EliminarUn abrazo.
Qué curioso que tuviera que añadir para publicar, pero me alegro de que lo hiciera.
ResponderEliminarSí, creo que es el único texto que es invención total, que no tiene nada que ver con él.
EliminarLo bueno de los libros de escasas páginas es que te los "meriendas" en un santiamén...
ResponderEliminarAbrazos
Así es. A veces se queda una con ganas de más...
EliminarAbrazos!
Pues mereció la pena ese añadido. Tendré que leerlo.
ResponderEliminarBesotes!!!
PD: Me alegra ver de nuevo música en la barra. Que siempre me descubres artistas. Qué sensación más reconfortante me ha dejado ese Behind the clouds... ¡Gracias!
Como le decía a Ildefonso, soy fan de Kertész, me gusta toda su obra, incluso estos textos que aparentemente son menores.
EliminarLa puse porque me preguntaste que escuchaba últimamente y me di cuenta que no tenía música, así que ya está solventado de momento.
Besos!!
Gracias, lo comenzaré pronto. Sólo conozco un libro de este autor y, ahora que estoy con cierto tiempo, no quiero perderlo con insensateces.
ResponderEliminarTenemos tanto tiempo que alguna insensatez se puede hacer y/o leer. En todo caso Kertész es un gran autor.
EliminarAcabo de terminar el libro, que he leído de un tirón. Naturalmente, una maravilla que me sabe a poco. Me doy cuenta, al releer mi comentario, que parece que digo que los libros de Kertész son una insensatez: ¡al contrario! Me he explicado fatal, quiero decir que, habiendo autores como éste, perder el tiempo con insensateces no tiene sentido.
EliminarComo ya he dicho, lo conozco poco, pero voy a seguir con él.
Perdón por mi torpeza al explicarme. Intentaré mejorar.
No, no, te había entendido bien.
EliminarQue suerte tener la obra de Kertész por leer...
Un abrazo
La temática es muy interesante por que hoy estamos en una sociedad disciplinaria como decía Michell Foucault y ahora nuestra aldea global está sujeta a lo que la tecnología puede ayudar para imponernos la voluntad de unos cuantos grupos de poder ,sin embargo la gran pandemia deja en el tapete nuestra fragilidad , más allá de las ideologías. Gracias por tu recomendación.
ResponderEliminarLa sociedad disciplinaria está dejando paso (y ahora de manera acelerada) a la sociedad de control. El miedo a la enfermedad hará que mucha gente acepte ese control sin poner reparos. Si nos monitorizan, esta sociedad será insufrible. Kertész conoce bien las sociedades disciplinarias, conoció dos dictaduras: la fascista y la comunista.
EliminarYa dice la sabiduría popular que lo bueno si breve, dos veces bueno pero las editoriales no siempre comparten esa máxima. En este caso por lo que comentas el añadido es muy bueno, lo anoto.
ResponderEliminarBesos y salud Laura
Como vengo diciendo en anteriores comentarios, Kertész es uno de mis autores más favoritos y tengo toda su obra (casi toda leída). No obstante tiene otras más elaboradas como es el caso de "Sin destino".
EliminarSALUD (mucha) y un beso.
Curioso el dato de las editoriales comunistas. Como cada vez tengo peor memoria, me lo pienso dos veces antes de leer un libro muy extenso porque me cuesta retener lo leido si dejo pasar algun tiempo entre lecturas. Me apunto este. Un abrazo
ResponderEliminarAcabo de empezar a leer una novela de casi mil doscientas páginas (pesa un kilo y medio), así que es la antítesis de esta de Kertész.
EliminarAbrazos!!
Pues ya le cunden las cien páginas, parece interesante. Las dictaduras totalitarias son morbosamente atractivas.
ResponderEliminarJajaja, pues sí, le cunden mucho. Kertész es muy grande.
EliminarComo ya conocemos, Laura, veo que retornas a uno de tus valores seguros, Kertész, uno de esos escritores que, como decía el crítico Andrés Amorós (refiriéndose a los clásicos), sea de la época que sea, su mensaje siempre apela a la sensibilidad actual.
ResponderEliminarAbrazos, cuídate.
Muy acertada la afirmación de Amorós. Kertész es justamente eso para mi.
EliminarAbrazos!!
Mira que has comunicado de diversas maneras tu amor por la literatura de Kertész, y yo que aún no le he hecho más que un par de visitas.
ResponderEliminarPica mi curiosidad qué volumen de casi mil doscientas páginas habrás de estar leyendo... No son muchos de esa extensión.
Gracias por recordarnos las letras de este autor.
Un fuerte abrazo!
Es verdad, lo he dicho muchas veces (igual demasiadas).
EliminarYa sabes el libro... aún batallo con él. La verdad es que me está gustando mucho.
Un fuerte abrazo.