Estamos ante una historia conmovedora, tierna, profunda, emocional. Una novela que hace referencia a una niña que fue entregada a una pareja que no podía tener criaturas. La familia biológica y la familia adoptante estaban unidas por vínculos familiares, el motivo de la entrega era la miseria de la familia biológica.
Para la protagonista de esta novela, su adopción había resultado feliz, su familia adoptante la quería y le proporcionaba una buena vida desde el punto de vista material. Sin embargo, todo cambió cuando fue retornada a los trece años a su familia biológica. Su vida cambió de la noche al día y pasó a sufrir carencias materiales y emocionales sin saber los motivos por los que había sido devuelta.
Con el tiempo perdí también aquella idea confusa de normalidad y hoy ignoro de verdad qué lugar es una madre. Me falta como puede faltarme la salud, un cobijo, una certeza. Es un vacío persistente, que conozco pero no supero. Me da vueltas la cabeza si miro dentro. Un paisaje desolado que de noche me quita el sueño y fabrica pesadillas en el poco que me deja. La única madre que nunca he perdido es la de mis miedos (153).
Su nuevo hogar era pequeño, oscuro y con importantes carencias materiales, empezando por la propia comida. No es bien acogida por la familia y la falta de cariño hará mella en la protagonista. Por fortuna, allí encontrará a una hermana, menor que ella, Adriana, que empatizará enseguida con ella, que le proporcionará sabiduría para desenvolverse en el nuevo «mundo» que habitaba y que le dará amor a raudales.
Cuando conozca los motivos reales por los que fue retornada, la frustración de la protagonista buscará la manera de hacer frente a lo sucedido, es por ello que podemos considerar esta novela como un auténtico relato de aprendizaje.
La novela está bien escrita y la autora le imprime un ritmo trepidante que te absorbe desde el principio y que tiene una intensidad destacable.
Hola Laura esos "retornos" siempre me han parecido de una crueldad que nunca encuentro justificada sea cual sea el motivo, porque para esos niños retornados el sufrimiento es enorme. Y me ha gustado que hables de superación y de hacerle frente, así que por supuesto la anoto.
ResponderEliminarBesos y muy feliz semana
Terribles, Conxita. Devolver a una hija me parece inimaginable, pero ocurre.
EliminarBesos y muy buena semana.
La historia me parece muy interesante tal como la cuentas. También te digo que, de haber sabido que existía, yo habría leido cualquier cosa firmado por una señora que se llama nada menos que Donatella di Pietrantonio. Yo a ese nombre le ponía una estátua, le componía una ópera le dedicaba un auditorio...
ResponderEliminarEn serio, me gusta mucho ese argumento. Un abrazo
Ando yo cautivada con ese apellido compuesto, ¡maravilloso!
EliminarLa novela tiene interés sin ser una obra de arte.
Un abrazo!!
Seguimos coincidiendo, U-to. También tengo este libro esperando, en base a un par de buenos comentarios que me habían llegado.
ResponderEliminarHe sabido de la devolución de mascotas... pero de hijos, nunca. Tengo un par de compañeros de trabajo que han adoptado dos y tres hermanos, y le han hecho frente con hidalguía.
Tus líneas refuerzan mi interés. Veré si puedo incluirlo en el año.
A propósito. En la fotografía del libro de Wassmo, he visto el de Hustvedt que también tengo. Si te place, cuando comiences a leerlo, podemos hacer una lectura conjunta 'transatlántica'. Y una sutileza, toda una definición de ti: el libro de Wassmo apoyado sobre el de Uri Gordon sobre anarquismo... Magnífico.
Un beso para ti.
Marcelo, aquí he conocido de devoluciones de hijos/as adoptadas, algo desgarrador para todas las personas implicadas.
EliminarLa novela habla del dolor de una retornada, pero, a la vez, de la felicidad de encontrar personas (una hermana en especial) que la ayudan a superar el trance (la hermana es menor, un gran personaje).
De acuerdo, cuando decida leerlo, te digo y hacemos una conjunta.Eres un gran observador ;)
Un beso y un buen abrazo.
Tremendo ese relato, amiga, que ademas se ha repetido demasiadas veces...
ResponderEliminarTomo nota, como siempre
Un abrazo
Sí, una historia triste (con algunas sorpresas también agradables).
EliminarUn abrazo.
Ya llegaron mis vacaciones y por fin podré leer toda la lista de libros que has ido recomendando, porque nunca me defraudas.
ResponderEliminar¡¡Que alegría!! Empezar las vacaciones es una sensación maravillosa... tanto tiempo por delante para no hacer nada, para leer y para lo que se tercie :))
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