La autora se centra en este libro en la literatura del Holocausto, para ello elige a tres autoras judías que murieron en Auschwitz. Unidas por un final trágico, su muerte en un campo de exterminio, Monmany describe la desaparición de la intelectualidad judía que se había convertido en un rasgo de la cultura europea.
Pese al final inhumano que les estaba reservado, ninguna de las tres se rindió, las tres siguieron valorando la vida y lucharon hasta el último suspiro para mantener su humanidad ya que hacerlo era salvarla de la barbarie del fascismo.
La introducción está dedicada a reflexionar sobre el Holocausto utilizando una amplia bibliografía que la autora va desgranando y comentando. Se analiza el sistema de exterminio no sólo de cuerpos sino también de almas que los nazis construyeron (17). También es relevante la unión contra el mal y la comunión en el sufrimiento de las víctimas para demostrar que la vida no se deja encerrar en un esquema preestablecido (18).
En el apartado sobre “Auschwitz o el Holocausto como cultura” la autora se interroga sobre el verdadero significado de este campo de exterminio. Auschwitz no afectó solo a los judíos, afectó a la civilización occidental en su conjunto, ya que lo inconcebible se produjo de una manera muy simple.
Después, la vida de tres mujeres: Irène Némirovsky, Gertrud Kolmar y Etty Hillesum, sirven de punto de partida para observar los puntos comunes de la vida de las tres mujeres, las tres escritoras, y también son perceptibles las diferencias, pese a que para los nazis, ser judío indicaba una identidad única. La simplificación de los mensajes políticos, la nula empatía con el otro, el totalitarismo, la intolerancia y la crueldad frente al adversario político, son otros tantos aspectos que definen el nazismo.
Un libro bien escrito y una metodología que combina lo particular con lo general y lo individual con lo colectivo. Muy interesante.
Pues sí, muy pero que muy interesante. Anoto bien este título, que no conocía. Como admito que del trío de escritoras, sólo conocía a Némirovsky. Tendré que investigar un poco más.
ResponderEliminarBesotes!!!
Yo no conocía a Kolmar. Lo extraordinario es la visión que desarrolla Monmany partiendo de estas tres mujeres que tuvieron un destino común, solo por ser judías.
EliminarMonmany es una gran ensayista.
Besos.
Laura, justo ayer vi la película "Denial" en la que se retrata la historia de investigación para probar la existencia del Holocausto. Seguro que has escuchado hablar de ella. En la vida real Deborah Lipstadt, una profesora de Historia, es demandada por un "historiador autodidacta" por mentir en sus libros y hablar del Holocausto. Él niega su existencia. En fin...si no la has visto, creo que te gustará.
ResponderEliminarEl libro que tienes entre manos, no podría llamarme más la atención. La frase de "Ya sabes que volveré" no sé quien la dice de las tres, pero Etty Hillesum no tenía la sensación de que su vida fuera a terminar. Estaba casi segura de continuar con vida después de todo el sufrimiento, temor, odio,...en definitiva, todo el horror que estaban experimentando. Desde luego, echaré un ojo al libro y prestaré atención porque de las tres mujeres, sus vidas fueron interrumpidas.
Gracias por la recomendación...por tus palabras. Un abrazo grande, y si no te lo he dicho aún, Feliz Año...lleno de lo mejorcito.
Sí, sí, he oído habalr de ella pero no la he visto. Por desgracia se miente, se ningunea, se banaliza sobre el Holocausto de una manera terrible en la actualidad. No solo se niega su existencia sino que se utiliza Holocausto a cualquier hecho en el que se produzcan muertes. El Holocausto no tiene comparación posible, hoy por hoy, con ningún otro hecho (y esperemos que siga siendo así).
EliminarLas tres lucharon hasta el final pensando que podrían sobrevivir al horror que les tocó vivir. Era la única manera de no dejarse llevar y morir a los pocos días de entrar en los campos de exterminio.
Igualmente, María. Creo que si nos habíamos felicitado :))
Un buen y gran abrazo.
Interesante propuesta Laura y la anoto para leerla aunque ya sé que me va a angustiar porque me duele leer sobre las atrocidades que es capaz de hacer el ser humano y la incapacidad de reaccionar de otros, o como tú reflejas en que la autora se interroga sobre el verdadero significado de este campo de exterminio. Auschwitz no afectó solo a los judíos, afectó a la civilización occidental en su conjunto, ya que lo inconcebible se produjo de una manera muy simple.
ResponderEliminarEn estos momentos en que cada vez es más habitual escuchar a energúmenos loando al nazismo, me pregunto si va a resultar que el ser humano nunca aprende y estamos condenados a que se repitan los hechos, por más atroces que resulten.
Besos
Es un tema duro, difícil y angustioso. Pero estoy casi convencida que es afrontándolo y reflexionando acerca de lo ocurrido que podemos intentar evitarlo. Es la forma de detectar los síntomas que indiquen que puede volver a suceder, distinguir lo cierto de la mentira, lo importante de lo secundario...
EliminarLos hechos no pueden repetirse pero las actitudes y acciones humanas sí. El holocausto marca un antes y un después en la historia de la humanidad. Se traspaso la frontera del mal en estado puro. eso lo describe, relata y reflexiona muy bien Primo Levi, un imprescindible sin duda alguna.
Besos.
ResponderEliminar"Pese al final inhumano que les estaba reservado, ninguna de las tres se rindió, las tres siguieron valorando la vida y lucharon hasta el último suspiro para mantener su humanidad ya que hacerlo era salvarla de la barbarie del fascismo...
Auschwitz no afectó sólo a los judíos, afectó a la civilización occidental en su conjunto..."
Y sigue afectando...
Sobre todo cuando en la historia los patrones se repiten.
El eterno retorno...
Besos y cálido abrazo!!!
Sobre el eterno retorno no lo veo claro, pero la historia no se repite nunca porque las circunstancias son siempre diferentes, lo que se repite, en todo caso, son los comportamientos humanos. De ahí mi escepticismo hacia el ser humano, triste y penoso. En fin, veremos... no soy nada optimista.
EliminarUn inmenso abrazo y cuatro sonoros besos!!
Seguro que es interesante, Laura, según dices. Parece que nunca se termine el recuerdo de aquellos tiempos tan inhumanos y sobre los que no sé si nos han quedado lecciones.
ResponderEliminarAbrazos.
Comparto tu opinión. Aquellos tiempos están ahí, se recuerdan y conmemoran, pero no sé si hemos aprendido sobre lo ocurrido algo que nos vacune definitivamente contra algo parecido a su repetición (estoy convencida que no lo hemos aprendido).
EliminarAbrazos!!
Interesante planteamiento. Se ha escrito mucho sobre el holocausto, pero menos sobre los escritores que lo padecieron, y si son mujeres imagino que menos que nada.
ResponderEliminarAsí es, por eso este libro es original pero no por ello menos profundo.
EliminarCuesta creer que estas cosas hayan pasado... Y cuesta creer el auge de la extrema derecha en la actual Polonia... Uno se siente vencido...
ResponderEliminarUn abrazo, amiga
Otra que se siente vencida.
EliminarAbrazos!!
Siempre me gusta leerte, pero más en estos temas, que tienen mucho que ver con la Memoria Colectiva y con el rol de mujeres en circunstancias atroces como la de estas escritoras.
ResponderEliminarNo conocía a la autora del libro, y creo que sólo a Nemirovsky entre las citadas. Aún no ha llegado a estas riberas, pero lo apunto por si aparece.
Un fuerte abrazo.
Gracias Marcelo, ya sabes cuanto me interesa el tema. Nunca llego a la idea de que ya sé todo lo que podía saber y cuando leo algo como este libro sé que he acertado.
EliminarTe recomiento a la autora si encuentras otras obras suyas, merece la pena conocerla.
Un fuerte abrazo!!