Relectura…
Me he propuesto releer a Kafka
porque lo leí muy pronto y no tengo consciencia de la huella que me dejó. Como
no podía ser de otra forma he comenzado con La
metamorfosis.
Una
historia fantástica e impensada…
…parece hacerse real al quedar
integrada en una situación familiar de normalidad. Este es el primer mensaje
desde mi punto de vista, el ser humano puede integrar cualquier cosa y seguir
con su vida normal ¿o no fue lo que ocurrió durante el nazismo con el holocausto?,
¿o no es lo que ocurre ahora mismo con la guerra en Siria y las muertes de
refugiados en nuestro pequeño mar Mediterráneo?
Gregor Samsa se despierta un día
transformado en un raro insecto, tras el susto inicial todos los miembros de la
familia rehacen su vida normalizada con la presencia del Samsa insecto recluido
en su habitación.
Una
historia de exclusión
El Samsa insecto sufrirá una
exclusión familiar cada vez más radical, su deshumanización, ahora es un
asqueroso insecto, ayuda a la familia a ir arrinconándolo deteriorando sus
condiciones de vida (comida, higiene, habitación, afecto) progresivamente. Ese deterioro y exclusión
dan sentido a la necesidad de su muerte. El hijo o hermano ya no lo es y debe
morir para que no moleste con su presencia en la casa la nueva vida que han. La
muerte se percibe con total normalidad al deshumanizar al hijo escondido tras
el insecto. Esos ecos también se convertirán en realidad dentro de muy pocos
años en Europa. El libro fue escrito dos años antes de la Iª Guerra Mundial
pero publicado en 1915, un contexto de matanza generalizada y admitida por la
mayoría de la sociedad europea. Los y las pacifistas eran “bichos raros” que
había que acallar como lo fue Jean Jaurès por desanimar la intención patriótica
del sacrificio que se difundía desde todos los medios de comunicación para
preparar, y hacer aceptable, la matanza. Igualmente el Samsa insecto debía
morir, es forzoso librarnos de él, dice
la hermana a los padres, hemos hecho
cuanto era humanamente posible para cuidarle y tolerarle, y no creo que nadie
pueda, por tanto, hacernos el más leve reproche (95).
La
manera de escribir de Kafka
Kafka demostró que se podía escribir
sobre temas diversos desde la ficción sin recurrir a la literatura psicológica
tan de moda en Alemania por aquellos años.
Kafka muestra ya de manera clara en
esta novela la muerte de la figura del narrador, en el lugar de éste hay un
inmenso vacío y la angustia que esta muerte ha causado. La metamorfosis está escrita en tercera persona y en esta obra
excepcionalmente se tiñe de afectuosa intimidad con el personaje de Samsa
insecto. Sin embargo Kafka provoca un gran vacío cuando parece oportuno
explicar los hechos capitales de la vida de Samsa.
Sin narrador, sin interpretaciones,
con ausencias y vacíos, recorremos esta obra como si fuera un gran enigma que
solo el lector/a puede dotar de sentido si puede (o quiere).
A La metamorfosis le acompañan en esta vieja edición de Alianza (la
13 edición) dos cuentos breves estupendos y que inciden en esta línea de
desarrollar historias fantásticas que se integran en la normalidad: “Un artista
del hambre” y “Un artista del trapecio”.
Buen
inicio de esta relectura que
acompañaré con una biografía que hace Pietro Citati, Kafka, que compré hace pocos días.
Me ocurre como a ti, leí a Kafka muy joven, siempre he tenido sus obras en un lugar preeminente en la biblioteca; de hecho, cuando guardaba libros por problemas de espacio, el siempre se quedaba, pero no lo he releído va a ser cosa de reinterpretarlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Leyendo todos los comentarios, incluido el tuyo, me he dado cuenta que fue muy habitual leer a Kafka muy jóvenes. No consigo recordar si fue una moda o inducido en los institutos, pero no es habitual ahora tal hecho. Me parece que Kafka requiere una lectura más sosegada, al menos que la que yo hice en su momento. Me ha gustado mucho esta relectura que pienso continuar.
EliminarSalvar a Kafka parece obligado ¿verdad?
Un abrazo!
ResponderEliminarConvertir lo inusual,lo extraño,lo cruel en algo real sin traspasar la línea de comodidad.
Años sin releerlo...No recuerdo lo que entendí pero me viene la imagen de la caratula y de respuestas que nunca había pensado.
Besos
Convivir con inusual, lo extraño, ignorándolo y seguir con la vida "normal". Ha pasado demasiadas veces.
EliminarBesos.
La metamorfosis siempre me ha parecido el antecedente literario del realismo mágico; ese modo viscoso y envolvente de exponer un acontecimiento imposible como algo cotidiano, casi razonable, ¡vamos! de lo mas natural. Solo que en Kafka la angustia es el sentimiento que impera y lo impregna todo, en el realismo mágico no se siente esta opresión. Gregorio Samsa amanece escarabajo, esto es lo que hay! Un hecho inaudito del que sin embargo nadie se pregunta por qué. Ni una sola pregunta, nada, se acepta y se va viviendo con él como se puede.
ResponderEliminarY sí LAURA, en ese sentido coincido contigo, tal cual sucede en la Metamorfosis, terminamos normalizamos todo lo anormal y no solo en relación con los conflictos armados que mencionas, tb con los esperpénticos mandatarios que resultan electos, los resultados de los recientes referéndums, la violencia e injusticias que como la visión de ese insecto en el que se convierte Samsa primero nos asombra, incluso como con los atentados y sobre todo los refugiados nos conmueven, nos apenan ( por eso la hermana se encarga de alimentarle y le toca el violín) para poco a poco, a medida que se sufren los inconvenientes muta a malestar e incluso repulsión, para finalmente imponerse el deseo imperioso de que desaparezca la molestia. La muerte final del insecto es una verdadera liberación para todos, creo que hasta para el propio Samsa… ¿así de terrible es el final que nos espera? ¡vaya metáfora más horriblemente bien traída de lo que está sucediendo! Tienes razón, tienes un puntito masoka tú ¿ eh? Necesitas ver urgentemente no sé... ¿qué te parece Drive o el diario de Noa? ; )
Muchos besos y feliz finde !
Nunca hubiera establecido esa relación con el realismo mágico pero si tú lo has hecho seguro que debe existir alguna conexión.
EliminarRespecto a cómo trasladas las posibilidades de interpretación de la "aventura" de Samsa, estoy totalmente de acuerdo.
Drive la vi y me pareció muy buena película, pero "necesitar" es mucho decir, salvo por Ryan Gosling :)))
Un abrazo y buena semana.
jaja pero LAURA.. ¿por qué iba a ser si no por Ryan Gosling ? están bien, pero no son pelis memorables. A ver si viéndole se curaba tu lado masoka, q imagino no quieres se te cure ; )
EliminarNo me considero masoquista, pero si tu lo percibes así, algún motivo habré dado.
Eliminarjaja No, ninguno... es una broma al hilo de lo que comentaste respecto a que te gustaba sufrir leyendo... tú misma comentaste por ahí atrás, debo ser un poco masoquista ; )
EliminarHola Laura
ResponderEliminarJoder!! qué desasosegante estás hoy,..:) mira que leí "la metamorfosis", no sé... creo que con 16 años, hace algún tiempo...:) Y yo que la recordaba como un juego de un tipo que se caía de la cama hecho un bicho, y que era una literatura diferente,,fantasiosa, muy freudiana, , vas y me vienes con la representación real de lo que nos cuenta, y yo hubiera preferido recordarlo con aquella simplicidad de mi adolescencia inconsciente...;)
No sé si volver a leerlo ...jajaja pero como leemos parecido seguro que me sale el lado desasosegado que me va envolviendo desde hace algún tiempo(que crece desde que leí "la Metamorfosis":)) Así que, aunque lo tengo, lo pondré en la fila, pero al final final final de la fila de libros que tengo al lado de la cama...;)
cuídate
Uyyy, ¿¿esas torres que amenazan con desmoronarse??
EliminarSeguro que no he hecho mella en ese idílico recuerdo que conservas del bicho panzudo en que se transforma Samsa.
Zaindu!!
:))
DEsde la tranquilidad de haber leído esta obra he de decirte que has hecho una reseña del diez con la que estoy plenamente de acuerdo.
ResponderEliminarBiennnn... me alegra coincidir contigo; y muchas gracias.
EliminarYo lo lei tambien joven, y lo relei en diversos momentos... El inicio de este relato fue una de las causas de que Gabriel García Marquez decidiera dedicar su vida a la escritura... Le impactó...
ResponderEliminarUn abrazo, amiga
No sé si había leído que fuera tan decisivo en García Márquez. Desde luego es una novela magnífica, no ha perdido nada de su vigencia cien años después.
EliminarUn fuerte abrazo.
Kafka, leído tan pronto, me enseñó (junto con otras lecturas) a leer mejor. A leer entre líneas, se puede decir. A hacer varias lecturas de una lectura. Creo que ha sido, pasado el tiempo, cuando he valorado lo que libros como este hicieron en mí como lectora.
ResponderEliminarUn abrazo
Seguramente tienes razón, pero yo apenas recordaba nada y eso me fastidiaba sobremanera. Estaba convencida de la inconsistencia de esa primera lectura, pero tu manera de verlo que tranquiliza, quizás fue una primera capa de sedimentos para los que luego vinieron.
EliminarUn abrazo!!
También soy de las que lo leí demasiado pronto y seguramente toca hacer una relectura como tú has hecho, para desde mi edad adulta releerlo.
ResponderEliminarUn beso
Si te animas, vuelve por aquí y me cuentas.
EliminarUn beso.
ResponderEliminarNo he leído a 'Kafka'.
Conozco esta su obra más conocida y su argumento, aunque sólo de manera literal.
Por lo que se ve es lectura obligada, pero nunca me ha atraído...
Tu reseña hace que vea lo de la transformación en insecto de otra manera.
Aún y todo sigue sin atraerme por el momento...
Eso sí, no me niego a tenerlo en cuenta para el futuro, 'chi lo sa'...
Me atrae más 'Sampedro' que veo que asoma por tu lateral... y está en la 'Sala de Espera'... ;)
Besos y abrazos de primavera con frío y aguanieve!!
:)
PD: Puestos a elegir, preferiría mutar en 'mariposa'... :P
EliminarPD2: Aunque fuera una 'mariposilla inculta'...
Hay que leer lo que apetece, así que si es Sampedro me parece también una buenísima elección.
Eliminar¿Dónde vas a parar? Mejor mariposa que insecto panzudo y patoso, pero Samsa no pudo elegir el pobre...
Feliz semana, ya con menos frío supongo.
Un gran abrazo!!
Caaaaaaaaaaasi nada!!!!!!!!! Luna!!! fantástico!!! de seguro que tendrás que volver a Praga jajajajajajaja pero eso sí, siempre mi recomendación, que alguien te acompañe y si es kafkiano pues nada más no se puede pedir.
ResponderEliminarOtra recomendación tener muy en cuenta la ascendencia judía del novelista, aunque parece ser que nunca se interesó por ello pero si en cambio por el jasidismo. También un punto a considerar el Maharal Judah Loew Ben Bezalel conocido como el rabino de Praga quien influyó en sus inicios en el escritor y quien basa sus enseñanzas en la oposición de dos principios contradictorios concebidos uno de ellos como un poder horizontal que sería todo el conocimiento humano entiéndase desde la ética, la estética, la filosofía, la ciencia, tecnología, la opinión, etc etc etc; y otro poder vertical que sería el divino o Dios que muestra la insignicancia de lo humano, su finitud y reducción al polvo...En esta cruz de coordenadas es fácil asociar las diversas exploraciones estéticas como las de Mondrián y cualquier arte que se base en la línea horizontal y su equilibrio (¿tooooodas!!! o casi todas?) jajajajajajajajaja qué divertido!!! pero también las exploraciones teóricas de la ciencia, por algo el cero es considerado desde centenares de años como una puerta a lo divino o el mismísimo dios.
La Metamorfosis una obra más que se desarrolla desde la cama!!! desde ese poder horizontal que indaga el Maharal, recuerden que el Ulises termina en un monólogo desde la cama por Molly Blooom y seguidamente la novela de Finnegans Wake se desarrolla desde una posición horizontal por su protagonista. Así que muy atentos a toda la dinámica y actividad de Gregor Samsa haciendo peripecias y malabares en su cama y habitación y el contraste cultural que se da en el manejo de la motricidad y sensibilidad en un medio tomado por el idealismo al servicio del patriarcado y el naciente capitalismo. Kafka es conocido por sus fábulas donde el mismo toma consciencia de algún animal y se contrapone ante el comportamiento social y con ello mide y denuncia el drama y tragedia, desde la estética, la desnaturalización de lo humano el triunfo del Golem.
Estaré atento entonces a estos sueños de los sueños de Kafka, yo también he soñado sus sueños o sus pesadillas, fantástico!!!
Besos en El Castillo querida Luna!!! jajajajajajajaja
Buenooooooo... aparecido Aristosssssssss me has dejado patidifusa, confusa circunfusa, difusa, efusa, fusa, infusa, profusa y semifusa, jajajaja.
EliminarEvidentemente no tenía ni idea de todo eso que cuentas del Maharal Judah Loew Ben Bezalel.
Y no había caído en la importancia de la cama ni lo había relacionado con Joyce, pero en viniendo tú, las posibilidades más impensables aparecen y parecen factibles.
Hacia el Castillo voy ¿cómo lo has adivinado?
Besos!!
Eeeeeeeeeeeeeesooooo Lunísima!!!!! jajajajajaja esa es la función primordial de la estética quedar...patidifusa, confusa circunfusa, difusa, efusa, fusa, infusa, profusa y semifusa...si no entonces la estética no tendría el menor sentido. Ya en esta dimensión todo es aventura y fuga a lo extraordinario, al destino trágico del héroe o de la heroína según el maestro Nietzsche.
EliminarMás besos!!!
Me gusta lo que dices, especialmente la aventura y fuga a lo extraordinario.
EliminarCoincido contigo, yo también leí muy joven a kafka, cuando lo leí me gusto y también impresiono su lectura, pero creo que tienes razon y haber de redescubrie esta autor, a ver si ahora me produce el mismo sentimiento
ResponderEliminarGracias
Me parecen que somos legión quienes hemos leído muy jóvenes a Kafka, es curioso...
EliminarGracias a ti por tu visita.
Leí a Kafka en mi periodo universitario, y quizá tengas razón...lo mismo ahora rescato otras lecturas, quizá me fije más en esa deshumanización del ser humano como sociedad y no como individuo. No lo sé. Actualmente tengo el recuerdo de convertirme en insecto junto al protagonista. También la parte positiva de volverme invisible para el mundo, de encontrarme en una soledad agradable, aunque resulte repulsiva para el resto del mundo.
ResponderEliminarParece que hay libros que se anticipan a la realidad de un siglo.
Desde luego, leyéndote, me han entrado ganas de volver a visitar a Kafka.
Un abrazo y que tengas un feliz día.
Las lecturas cambian según las circunstancias, la edad, los estados de ánimo y otras muchas circunstancias. Está claro que según los momentos somos más receptivos a unas emociones que a otras, a unos planteamientos que a otros. Y todas las lecturas son "buenas", pero también pueden ser diversas cuando cambian las circunstancias. Hay obras que merecen ser leídas varias veces y esta puede ser una.
EliminarAbrazos y buena semana.
Uyyyy leí éste libro en la preparatoria, era materia de análisis y debate en su época.
ResponderEliminarUn tiempo donde la autoestima y los valores estaban en crisis y en un país en plena dictadura..."cuántos recuerdos..."
Me diste ganas de volver a él.
Besos Laura.
Qué presente a estado Kafka en nuestras vidas, vidas diversas y en lugaresalejados pero unidos por la lectura de sus libros.
EliminarBesos!!
Siempre merecerá la pena leerte. He aquí una prueba más.
Cuando leí La Metamorfosis no estaba lo suficientemente maduro como para apreciar los diferentes planos de lectura. Ahora, tras leerte, recompongo mis recuerdo y todo encaja a la perfección.
Me quedo con este interrogante tuyo...
¿o no es lo que ocurre ahora mismo con la guerra en Siria y las muertes de refugiados en nuestro pequeño mar Mediterráneo?
Vivimos cómodamente y no queremos que nada nos perturbe. ¡Mierda de mundo!
Un abrazo Laura
· LMA · & · CR ·
El paso del tiempo es importante porque influye en nuestra manera de percibir y de entender una lectura... y la vida.
EliminarVivimos ya, como señala Imre Kertész, en un fascismo discreto con abundante parafernalia biológica, supresión total de las libertades [por supuesto por nuestro bien, por nuestra seguridad] y relativo bienestar económico en el mundo rico. Una mierda, en efecto.
Abrazos!!
Yo también tengo esa vieja edición y también debería releerle pues hace mucho de ello. La recuerdo como una obra muy perturbadora. Sí que me parece una premonición de lo que luego se desencadenó en Europa.
ResponderEliminarSaludos
No puede dejar indiferente a nadie, así que no me extraña que recuerdes ese efecto perturbador que guardaste en el recuerdo hasta hoy mismo.
EliminarSaludos!!
Hola Laura.
ResponderEliminarEs muy difícil recordar que fue "aquello" que nos dijo tal (La metamorfosis en este caso), o cual libro hace 20, 30 años, etc.
Pero tendría su valor con las circunstancias y experiencias que entonces se hallaban en nuestra vida.
Pasado tanto tiempo es complicado rememorar esas interpretaciones, preguntas y reflexiones que nos suscitó (la huella que nos dejó, como bien señalas), pero darse se dieron, desde luego.
Esto me hace pensar que releer un libro siempre tiene un doble valor; la reinterpretación del propio libro que, a su vez, es una relectura de nuestra propia evolución personal en ese lapso de 20 o 30 años.
Leí "El jugador" de Dostoyevski creo que con 15 o 16 años... se me pasarían muchos aspectos, claro, aunque intuía que había algo de hondo calado. Vamos, que el libro me dio lo más importante en ese momento, por encima de consideraciones intelectuales, un enorme entusiasmo por seguir leyendo literatura en esa senda. Supongo que los libros tienen algo valioso que darte en cada tramo de tu vida. Una excelente opción ese regreso a Kafka :)
Un abrazo
Ah, y "La metamorfosis" la leí no siendo entonces un jovencillo, los cuarenta tacos ya me habían caído ;)
ResponderEliminarCoincido con tus reflexiones Paco.
EliminarMi preocupación era que apenas recordaba nada de su lectura y me parecía imposible, por eso he decidido volver a leer estas novelas de Kafka, espero que no vuelva a ocurrirme,
Las lecturas se intrincan con la vida formando un todo que no deja de tener su coherencia interna. Lo que si está claro que las lecturas de la niñez (montones de tebeos) y de la adolescencia, cumplieron en tu caso, en el mío y en el de la mayoría de comentaristas de esta casa, con su función de hacernos amar la lectura.
Un abrazo!!
Tienes mucho valor para enfrentarte a semejante monumento literario.
ResponderEliminarA mí lo que más me gusta de todos estos libros magistrales es que nunca agotan las posibles interpretaciones. Tú lo enfocas desde una perspectiva histórica pero aguanta casi cualquiera que queramos echarle encima.
Filosoficamente, en el plano psicológico -como una imagen de la locura y el comportamiento frente a ella desde la familia- incluso tiene claros matices religiosos, morales, éticos etc...
Las grandes obras son aquella que siguen viendo en nuestras mentes cuando hemos cerrado la última página del libro.
Un abrazo
Totalmente de acuerdo contigo, las mejores obras aguantan el paso del tiempo y permiten miradas nuevas desde la actualidad.
EliminarResulta curioso que en ningún momento he pensado en la locura de tan real que me parece aunque sea impensable esa metamorfosis.
Un abrazo!!
El año pasado recorrí este mismo camino y también lo hice con "La metamorfosis". Impresiona en cualquier momento. De acuerdo con tus análisis.
ResponderEliminarMe quedo con el párrafo de la muerte del narrador. Sugerente me resulta, aunque no soy capaz de analizarlo en el conjunto de la literatura.
Abrazos, chica (y felicidades por ocuparte de Luciano de San Saor).
Ignacio
Me parece también una parte muy destacada, aunque la figura del narrador convencional es inexistente como muestra esa opción de la tercera persona.
EliminarGracias, Ignacio, Lucía Sñanchez Saornil lo merece de sobra.
Abrazos!!
Recuerdo el desasosiego que me provocó su lectura hace algunos años. Tal fue así, que comencé con `El proceso´ y lo dejé a la mitad, en un volumen que compilaba los trabajos de Kafka más renombrados, junto a `El castillo´. Justamente hace unas semanas lo encontré y me pregunté cuándo iba a terminar de leerlo. Y tú vienes en este momento a recordármelo!
ResponderEliminarEspecialmente, me golpeó el hecho de que alguien común, por alguna razón ajena a sí mismo, se convierta en motivo de exclusión de la noche a la mañana, despertando así el rol del `diferente´, que es suficiente para que sea eliminado en breve. Recuerdo haberme preguntado si el solo hecho de visitar una tierra en la que se habla un idioma diferente no desencadenaría algo semejante...
Gracias por señalarme lo que aún tengo pendiente.
Un gran abrazo!
Tengo ahora dudas sobre si seguir con El Proceso o con El castillo. Como aun tardaré en releer la segunda obra, ya decidiré (me inclino por El castillo.
EliminarDesde luego llegar a un lugar en el que se habla otra lengua genera una rara impresión de soledad y de extrañeza (lo digo por experiencia).
Un gran abrazo!!
Ha pasado mucho tiempo desde mi lectura.
ResponderEliminarRecuerdo -yo que recuerdo poco- dos cosas del relato: que nada explica, y nadie, la razón de la metamorfosis. La novela empieza y, sin más, Gregorio ya es un horroroso insecto.
Y no voy a especular (el gen hermenéutico lo tengo desactivado ahora).
La segunda cosa que recuerdo causa más horror que el bicho: a su hermana y su madre, ¿eran ellas?, les importa un bledo esa transformación y Gregorio queda recluido en su habitación sin atención, o apenas, de nigún tipo.
Y eso sí duele porque la indiferencia, más que una marginación implementada a conciencia, es la norma en estos días en los que al personal le puede más atocinarse en su sofá de Ikea que cultivar la cortesía o la amistad.
Es cierto, lo digo en la reseña cuando señalo que... Kafka provoca un gran vacío cuando parece oportuno explicar los hechos capitales de la vida de Samsa.
EliminarSí, hermana, madre y padre. Solo la hermana siente al principio pena, pero luego será la más activa defensora de su abandono y, luego, de su desaparición.
La indiferencia, el mirar hacia otro lado, el conformismo... pura actualidad.
Me pasa lo mismo: lo leí muy joven y tengo la idea de que me gustó, aunque vete tu a saber porque en esa época leía muchas cosas que "había que leer". Luego he oido tantos comentarios, tantas referencias a La metamorfósis que ya no se si mi opinión del libro tiene que ver con aquella lectura. Dudo mucho que yo fuera capaz, en aquel momento, de reflexionar en el sentido que tu lo haces. Me ha gustado mucho lo que dices.
ResponderEliminarUn abrazo
Yo sé que no lo hice, no reflexioné sobre la novela como se merecía. La juventud y las prisas por leer una obra que "había que leer" como bien dices debieron contribuir a ello.
EliminarUn abrazo.
Hola.
ResponderEliminarTengo "La Metamorfosis" en la misma edición de Alianza, con la misma portada y los mismo relatos cortos. Por cierto, "El artista del hambre" es un relato que está a la altura de la propia "Metamorfosis". Deja sin aliento.
Compré el libro hace más de veinte años y lo he leído unas cuantas veces. Durante una época pasó por muchas manos y tengo la suerte de seguir conservándolo. Es una edición a la que tengo mucho cariño. He visto que la portada actual de Alianza es diferente, y lleva el dibujo de un escarabajo. También he visto que otras editoriales la han titulado "La tranformación" (creo recordar que durante unos años Alianza también lo hizo) porque se ajusta mejor a la traducción del título original.
Pero para mí, esta obra de Kafka siempre será "La metamorfosis" y tendrá la portada que aparece en tu reseña.
Un saludo
Estas ediciones por las que pasa el tiempo, las lecturas propias y ajenas, son joyas a conservar, sin valor económico pero joyas para cada una de nosotras/os.
EliminarEstoy totalmente de acuerdo con lo que señalas de El artista del hambre, te deja en el sitio, sin aliento como bien dices. Muy bueno.
Para mi el título también es La metamorfosis.
Un saludo.
La leí también de muy jovencita, y ya me impresionó. Por ahí anda, entre esos libros que pese a mis multiples mudanzas van conmigo.
ResponderEliminarLa Metamorfosis es de esas historias que no consigues olvidar, aun así hace unos pocos años la volví a releer y disfruté el doble.
Aunque a mí me deja hecha polvo la soledad de Samsa y me desasosiega como la gente que nos rodea y hasta los que parecen querernos "normaliza" la tragedia, y lo peor es que no es sólo ficción, ocurre en el mundo actual todavía más deprisa que en la novela.
Por ejemplo, lo he vivido, se pasa sin transición de comentar que se han ahogado 800 personas en lo que va de año en el Mediterráneo, a hablar de aquella caleta donde se lo pasaron tan bien.
Qué buenas reseñas haces, me encanta pasarme por aquí, aunque lo haga a trancas y barrancas. Luego me doy el atracón, no me salto ni una.
Un beso,
Coincido contigo en tus reflexiones sobre la novela y sobre la actualidad. Y qué gran personaje es Samsa, como nos transmite esa soledad del extraño, del otro, del no aceptado.
EliminarMe alegra que puedas sacar algo de las reseñas que voy haciendo al compás de mis lecturas.
Un beso!!
Buenas. He leído algunos comentarios y creo que obligan a leerlo en los institutos. Estoy de acuerdo con vosotros en que no es un libro "para niños". No en el sentido de que no lo vayan a entender o algo así; pero sí es cierto que es difícil de leer (en cuanto al ritmo) y que hace planteamientos morales que son positivos a todas las edades.
ResponderEliminarPasa algo parecido con La tregua, de Benedetti, aunque en España no es muy famoso en Latinoamérica suelen mandarlo y sorprendentemente no gusta o no convence.
Aprovecho de paso para compartir con vosotros un audiolibro que hice hace un tiempo:
https://www.youtube.com/watch?v=dZO2vli6XbM
Espero que os guste y os facilite lecturas y relecturas :)
Un saludo!
Las lecturas obligatorias en los centros escolares son cuestionables pero, a veces, es la única posibilidad de que ciertas obras las puedan leer.
EliminarMe ha encantado la grabación Francisco, muchas gracias.
Un saludo
Esta novela magnífica necesita de una nueva traducción para comprender si es o no insecto el personaje.
ResponderEliminarPero es siempre oportuna, claro.
¿Tan mala es la traducción?
Eliminarhttps://filosofiacriticaposmoderna.blogspot.com
ResponderEliminarhttps://filosofiacriticaposmoderna.blogspot.com/2018/10/la-metamorfosis-aka-la-transformacion.html?m=1
Un análisis sobre La metamorfosis de Kafka coma base para una reflexión hacia un nuevo sentido de dicha obra.
(PDF con el texto completo: https://bit.ly/33J2Bn5)
Obviamente, los dos primeros tercios de la presente entrada son totalmente soslayables para quien conozca la obra y lo que académicamente se ha dicho sobre ella. La novedad, si es que como tal podemos presentar el presente análisis, se constriñe a lo escrito en el capítulo Buscando un sentido alternativo, y en menor medida, en el último capítulo, Una carta de Kafka a Kafka.
Buscando un sentido alternativo
Pero ¿Y si, si bien es válido encontrar a la obra múltiples sentidos -en función, obviamente, de nuestros intereses, aunque ello imprima un sesgo a la búsqueda de esos sentidos- Kafka no hubiera albergado ninguno de esos -ya canónicos- sentidos al escribir La metamorfosis?
Veamos lo que Millás en su prólogo recoge: “Dice Maurice Blanchot que aunque Kafka sólo quiso ser escritor, en su Diario íntimo se revela como algo más, de modo que una vez leído este diario, «es a él al que buscamos en su obra». Y añade: «Esa obra forma los restos dispersos de una existencia que aquélla nos ayuda a comprender, testigo inapreciable de un destino excepcional que, sin ella, habría permanecido invisible».”
Así pues “«es a él [, a Kafka,] al que buscamos en su obra»”. Busquémosle, pues.
Si queremos, porque parece ser que sí queremos, ver a Kafka en Samsa, proponemos ver en la transformación de Samsa en cucaracha, la transformación de Kafka en escritor, y en base a ellos, analizaremos a continuación el desarrollo del argumento.
A partir de aquí, y hasta nuevo aviso, donde aparece Kafka, se debe leer Samsa, y donde escritor, cucaracha.
Kafka un día se descubre, y se reconoce, a sí mismo como escritor, profesión que sabe que le va a alejar de una forma radical de su familia, incluso, ¿por qué no?, es posible que ni le entiendan, por -o a pesar de- ser escritor y aunque él y su familia utilicen el mismo idioma. Pero Kafka no siente odio ni rabia por el tiempo en que sí se entendían, el tiempo en que, de alguna manera, él les pertenecía (“a su alrededor todo estaba tranquilo, aunque, sin duda, la casa no estaba vacía. «Qué vida tan apacible lleva mi familia», se dijo Gregor y, mientras miraba fijamente en la oscuridad, se sintió muy orgulloso de haber podido proporcionar a sus padres y a su hermana una vida así, en una casa tan bonita.” La metamorfosis). Sin embargo, sí le preocupa cómo en el futuro su decisión de anteponer su profesión, ser escritor, impactará en sus relaciones familiares (“Pero ¿qué pasaría si toda la calma, todo el bienestar, toda la satisfacción, tuvieran ahora un espantoso final?” La metamorfosis). En ningún momento de la novela Kafka nos muestra un sentimiento negativo o vengativo para con su familia, ni tan siquiera en el más que famoso final, al que volveremos más tarde.