Periodista y escritora sueca nacida en 1947, escribió esta novela en 1997, siendo premiada con el Premio August de su país. Como periodista ha tratado temas sobre los problemas actuales del mundo especialmente relacionados con la infancia, desde el trabajo infantil a la pobreza y desde la prostitución infantil al turismo sexual. Algo de todas estas preocupaciones está presente en esta novela.
¿Es posible hacer literatura nórdica sin ser negra?
Desde luego que sí, pero resulta curioso que, quizás por no ser novela negra, esta autora solo tiene esta novela traducida en castellano.
El título lo toma prestado de Ray Bradbury, su mentor literario, haciendo referencia a una festividad celebrada en la noche del 30 de abril al 1 de mayo en extensas regiones de Europa Central y del Norte, noche conocida como la noche de las brujas o noche de Walpurgis.
La bruja de abril es otra cosa [que los benandanti]. Ella sabe lo que es. Y cuando ha llegado a familiarizarse con sus facultades, sabe ver a través del tiempo que se cierne por el espacio, sabe esconderse en gotas de agua y en insectos tan livianos que llega incluso a tomar posesión de seres humanos. Pero no tiene vida propia. Su cuerpo es siempre tenue, incompleto, inmóvil (121).
Como he dicho no se trata de una novela de género negro y tampoco tiene nada que ver con el género fantástico o de terror pese a que la protagonista tiene poderes especiales y es capaz de habitar a otras personas (y animales) y manipularlos a su antojo. Memorable resulta como logra tener relaciones sexuales con el hombre del que está enamorada, el Dr. Hubertsson, pese a su minusvalía física que lo hace materialmente imposible.
¿De qué trata la novela?
Desirée Johansson, la protagonista y narradora de la novela, nació con parálisis cerebral siendo abandonada por su madre e internada en un centro para incurables de una clínica cercana a Estocolmo en la década de 1950.
Cuando a través del médico sabe quién es su madre y que ésta acogió en su casa a tres niñas abandonadas por sus familias se plantea como objetivo que sus hermanas se junten una vez más y hablen pese a lo dolorosos que puedan ser los recuerdos. Las vidas de las tres hermanas, Christina, Margareta y Birgitta, no ha sido fácil, el daño causado en su infancia por el maltrato, el abuso y el abandono no les resultó fácil de asimilar pese a encontrar en Ellen, la madre de Desirée, una persona adulta que las trataba con afecto y que cubría sus necesidades básicas, cosa que no ocurría en el caso de las madres verdaderas.
La vida de cada una de las tres irá apareciendo en la novela dejando su carga de tristeza, amargura y dificultad para afrontar la vida cuando pierden a Ellen aun siendo adolescentes. Sus vidas, envueltas en las mentiras y en la incapacidad para superar los traumas infantiles, duelen y nos dejan un regusto amargo cuando todo acaba orquestado por Desirée, la bruja de abril, que las manipula para que acaben hablando en una especie de catarsis que, seguramente, llega demasiado tarde.
Sus méritos…
La autenticidad del contenido que nos desvela, como hace la novela negra nórdica, una cara desconocida de los mitificados países del norte. Una historia bien narrada y construida pese a los numerosos saltos en el tiempo que se producen y las varias historias que se entremezclan.
Los problemas psicológicos que algunas personas cargan desde el momento de nacer, o en sus primeros años de vida, por el maltrato que reciben de sus progenitores. Los sentimientos están a flor de piel en muchos momentos de la novela sin caer en la ñoñería y en la autocompasión.
Una novela que engancha.
Un fragmento que describe uno de los pocos buenos momentos…
(…) la aurora boreal. Era inmensa, tan grande que llenaba la mitad del cielo, y tenía un color que hasta entonces ella nunca había visto, solo había oído hablar de él. Habitualmente, la aurora boreal es blanca o azul, pero esa noche arrojaba ondas de color violeta oscuro por todo el cielo, líneas esponjosas se hinchaban y se deshinchaban, grandes golpes de púrpura aleteaban como sábanas puestas a secar en un sueño ventoso. Y el cielo se reflejaba en la tierra. La nieve, allá abajo, sobre la tierra, cobró de pronto un color lila (368).
Y una frase…
Confían el uno en el otro. Pero no se fían el uno del otro (367).
Una novela recomendable.
Hola Laura
ResponderEliminarComo no suelo leer noticias literarias, o no solía, pues la novela negra nórdica, me viene un poco lejos -por no decir al pairo jajajaj porque siempre estas cosas no sabes si son movimientos literarios o movimientos comerciales. jaja-(con perdón)- A mí si me preguntan por novelistas nórdicos siempre diré primero: Lars Gustafsson, porque es el primero bueno que conocí , y luego los demás. Si me dicen por qué pie cojeo, diría que por Pêr Petterson y por Kjell Askildsen: Ahora me haces sumar a esta escritora que desconocía. Los movimientos, en este caso, de las editoriales españolas siempre son muy raros y los escritos anteriores al 2000 siempre son orillados por ellas mismas si no han vendido muy bien.
En cuanto a esos temas de maltrato infantil y turismo sexual tengo una experiencia extraña, por que tengo la experiencia de una lectura “Historias del Mariposa” de William T. Vollmann, en la que era , ,se supone, un análisis y crítica con dureza de todo eso, pero a mí me pareció una novela rara indescifrable, a veces irritante,..Era algo llevado al extremo, me dejó esa extraña sensación de ser alegorías radicales, expuestas en extremo, o por decirlo de otra maner: critican enseñándolo demasiado, ¿mostrando lo sucio se limpia más? Difícil tema.
Un abrazo grande
La novela negra ha pasado por muchas vicisitudes, cuando yo empecé a leerla era considerado como un género menor y poco serio. Yo me aficioné en aquel tiempo con la novela negra norteamericana: Raymond Chandler, Dashiell Hammett, James M. Cain, Edgar A. Poe, Conan Doyle y otros.
EliminarDespués fui descubriendo algunos autores/as europeas y entre los nórdicos leí a la pareja sueca (y comunistas si no recuerdo mal) Maj Sjöwall y Per Wahlöö, entre los más actuales aunque ha muerto recientemente, H. Mankell.
Creo que a estas alturas tengo un criterio para determinar la buena novela negra, refugio de contestarios y rebeldes en el pasado que cuestionaron la justicia, la policía, el estado y especialmente la división de buenos/malos sobre la que la novela negra es tan crítica (no así la novela policíaca).
Cuando se puso de moda leer novela negra, me quedé un poco descolocada pero me ofreció la oportunidad de conocer nuevos autores, entre los que está uno de mis favoritos: Dennis Lehane, también norteamericano.
En fin, que te he soltado el rollo de mi afición a la novela negra.
Como bien dices los temas de abuso y prostitución infantil son duros porque aflora la maldad en estado puro al producirse sobre víctimas sin capacidad para defenderse. Es de las perversiones que más odio en este mundo. No conozco la novela de la que hablas, la buscaré.
Un abrazo grande y buen fin de semana!!
Hola Laura
ResponderEliminarPues algún día te pediré una lista de lo que a ti te parece buenas novelas negras, me encataría tenerla.
Con respecto a Vollmann: esa novela trata sobre la prostitución en los países del sudeste asíatico, en concreto Camboya, con todo lo que supone de abuso tanto del hecho de ser mujer em ese país, con sus connotaciones casi esclavistas, y de desprotección, como del abuso del proxeneta, como del abuso del occidental por el hecho de ser poderoso economicamente; es una novela dura y , para mí,recuerdo, desagradable
un abrazo
Un tema duro y que me provoca dudas sobre el ser humano.
EliminarCuando quieras te paso la lista, en ella seguirán los clásicos norteamericanos que te he mencionado, eso seguro.
Abrazos!!
¿Una escritora nórdica que no hace novela negra y es traducida? Albricias que decían los antiguos.
ResponderEliminarSinceramente, Laura, ese retrato oscuro, casi siniestro que los grandes creadores artísticos y por tanto que trascienden la novela, caso de Munch, Kierkegaard, Swedenborg, Ibsen, Bergman, Dreyer o incluso un compositor como Sibelius casi se ha convertido en un tópico siendo una realidad explicable por cuestiones puramente climatológicas. Supongo que es el reverso de la moneda de esas sociedades que nos han vendido como paradigma del estado del bienestar, ese que nos están robando ante nuestros propios ojos.
Un abrazo
Ya ves... pero solo una ehh (al menos de momento).
EliminarDesde luego el clima tan extremo debe ejercer su influencia, pero el problema lo veo en la idealización que los países del sur hemos llevado a cabo de lo nórdico, sus ventajas sociales especialmente (algo, por lo demás, que no deja de ser reciente porque eran más pobres que ratas hace cien años).
Y respecto a lo último, decir que no hemos sabido defender lo que teníamos, tras una explosión de descontento que apuntaba bien, todo ha quedado reducido a esperanzas electorales, algo que bien poco preocupa a los poderes económicos. La derrota lleva años produciéndose y es antológica.
Un abrazo.
Muy interesante Laura, es cierto que a través de los escritores nórdicos se descubre que todo aquello tan idealizado sobre los países nórdicos ni siempre es tan dulce ni tan cierto.
ResponderEliminarMe ha gustado tu reseña y esos sentimientos a flor de piel sin ñoñerías que siempre parece muy difícil de conseguir, ese emocionar sin recurrir a lo fácil, eso me gusta y la historia me parece muy interesante, esas heridas que se hacen en la infancia y que se arrastran en la vida, esa falta de oportunidades que algunos acusan más que otros que sí consiguen superarlo y llevar una buena vida dejando atrás lo malo aunque lleven cicatrices.
Me apunto a la autora.
Un saludo
Gracias Conxita por tus palabras, me alegra haber despertado tu interés hacia esta novela, si la llegas a leer espero que cumpla las expectativas abiertas con mis palabras. Las heridas que se abren en la infancia, sobre todo si son abusos, dejan una huella para toda la vida.
EliminarUn saludo!!
Infancias duras... Siempre es un tema que duele mucho. No me importaría nada leer este libro. Y me sorprende ver a una autora nórdica traducida y que no sea novela negra...
ResponderEliminarBesotes!!!
Es verdad, es un tema terrible, el abuso siempre duele pero sobre los niños y niñas es más doloroso si cabe por su indefensión.
EliminarBesos!!
Me gusta; sí, me gusta mucho, así que me lo llevo anotado.
ResponderEliminarAbrazo!
Espero que te guste si lo acabas leyendo.
EliminarAbrazos!!
Tomo nota,a pesar de que el tema del sufrimiento infantil me afecta mucho.
ResponderEliminarBuen finde y besos!
Afecta mucho, estoy contigo.
EliminarBuena semana y besos musicales (acabo de oír tu propuesta musical).
Hola Laura.
ResponderEliminarYa sabes de mi debilidad por la literatura nórdica, que viene de lejos, de la fascinación que ya desde chiquillo sentía por aquellos países sumidos en el silencio y la nieve, como también sabes que de todos los autores que tengo, y son bastantes, ninguno es de novela negra ni policíaca propiamente dicha... algo que debería de matizar.
Yo me metí de lleno con estos autores allá por mediados de los 80 y 90, y me deslumbraban los ya mencionados por Wineruda, Lars Gustafsson y Askildsen, y otros como J.Gaarder, Dag Solstad, Inger Christensen, H. Wassmo, Henrik Stangerup, Veijo Meri, etc, etc. (qué tengo que parar!). Y los clásicos que todos tenemos en mente, algunos nombrados por Krapp, a los que me acerqué algo más tarde.
Antes decía algo sobre matizar, verás, en todos estos autores que he leído, la novela negra, y supongo que la policial, siempre han estado latentes, en estado germinal dentro de las historias, y viendo el pasado de estos autores parece que la narrativa nórdica actual, profusa en el género negro y policial, no es sino una deriva lógica, habida cuenta de que los jóvenes leyeron a los veteranos, y además consecuencia de esa angustia existencial que siempre parece atenazar a estas gentes con sus altas tasas de suicidios… (ahora no sé como estarán), algo que está magníficamente retratado, no en un libro, sino en una pintura, “El grito” del autor que ya cita Krapp, Edvard Munch.
Y en verdad, cuando uno mira fijamente este cuadro, creo que tú los has hecho en Oslo, igual que yo, puedes llegar a comprender la natural inclinación de estos pueblos a escribir sobre lo oscuro y siniestro que subyace en su ser. Por cierto, si yo me adentrase en el género negro, tal vez sería con Sjöwal, una autora de largo recorrido ya en estas historias, mucho antes de la moda de marras. Este que nos traes me ha parecido interesante, bueno tú siempre eres persuasiva :)
Cuídate.
Todas las sociedades tienen su lado malvado, siniestro, el género negro tiene muchas ventajas para destacarlo, pero no es el único, ahora esta muy de moda el género de la novela sin ficción (muy polémica, por cierto, con la publicación de la novela de Elvira Navarro sobre mi admirada Adelaida García Morales).
EliminarMaj Sjöwall y Per Wahlöö me parecen una estupenda elección, de hecho se dice que esta pareja son el fundamento de la novela negra actual.
Abrazos!!
ResponderEliminarPara mi el mundo de las brujas (aquí 'sorgin(ñ)as') y sus celebraciones ('akelarres') no es algo ajeno o extraño...
Ni tan poco ese clima más oscuro y frío...
Tomo nota.
Buen finde! Ya más fresquito... ;)
Besos, petons, muxus y un cálido abrazo plenamente otoñal!!
:)
Pues este libro te gustará, aunque el tema es duro (no más que la pura realidad que ves cada día).
EliminarSíiiiii, por fin hace algo de fresco (y lluvia).
Buena semana y muchos abrazos!!
Cada vez que entro en tu blog me siento un poco intimidado por la variedad de lecturas y propuestas que nos traes cada semana, sin fallar ni un día. Luego leo los comentarios y me siento además un ignorante, aunque esto, por suerte, me ocurre todo el tiempo: nunca creo saber lo suficiente. Llevo un rato meditando y de autores nórdicos que haya leído recuerdo a Knut Hansum, Isak Dinesen y Mika waltari, y supongo que a estos cualquier aficionado a la lectura los tiene en nómina. Me llevo un buen botín de nombres en esta visita, especialmente el de Askildsen, con el creo voy a hacer buenas migas.
ResponderEliminarRespecto al título que nos presentas, puesto que rompe muchos tópicos, me hace reflexionar sobre el papel que tiene la literatura y su capacidad para ir más allá del prejuicio y debilitar el pensamiento único, la homogeneización que lo invade todo. Otro valor añadido al acto de leer y pensar.
Un abrazo.
Yo también me siento na ignorante y malo sería lo contrario, como decía G. Steiner, lo ideal es ser mejor ignorantes de lo que éramos el dái anterior.
EliminarEstoy de acuerdo en que la literatura puede cumplir un papel de romper en pedazos el pensamiento uniforme y único que los "mass media" tratan de universalizar.
Un abrazo!!
Y hasta poesía, mi querida LAURA ;)
ResponderEliminarConozco muy poca obra de escritores nórdicos - no conozco a la escritora de la que nos hablas- y aunque todo lo que recomiendas sin duda merece la pena, por lo que has anticipado de esta novela, me temo no creo vaya a leerla... últimamente necesito literatura que me deje confortable y mullido el cerebro.. fuera ya es todo demasiado sórdido y duro como para abordarlo también en ficción.
Sin embargo por casualidades de la vida llegó a mis manos un libro de poesía de Tomas Tranströmer el poeta vivo más importante de Suecia, eterno candidato al Nobel y me cautivó. Te lo comento porque merece mucho la pena... me sorprendió leerle y a veces tener la sensación de que leía a un japonés por su extrema sensibilidad e imágenes increíbles a la vez que elegantes y sencillas. "El cielo a medio hacer" es como se titula su antología poética, fíjate que maravilla de haikus “El silencio gris/Pasa, azul, el gigante/La brisa del mar.”.. o esto otro que recuerdo... “el periódico, gran mariposa sucia”.
Un beso grande, muchas gracias y hasta otro ratito aquí en tu mágico salón de té y literatura jaja
No he leído a Tranströmer, así que te agradezco mucho tu propuesta. Leo poesía pero muy lentamente y la comento muy poco en el blog porque me cuesta mucho hacer explícita una opinión, me cuesta menos con la narrativa.
EliminarEn efecto, no parece un nórdico y esos haikus son deliciosos.
Un gran abrazo, me alegro que estés tranquila y relajada en este rincón inexistente lleno de realidad.
Hola Laura, no conocía esta obra...
ResponderEliminarEspero muy pronto que me dediques un espacio en tus reseñas jajajaja
en breve saldrá mi opera prima.
besos
Carlos Alberto
No lo dudes, espero leer tu primera obra, no es la primera vez que lo haría. Aprovecho para felicitarte, publicar hoy parece tarea casi imposible.
EliminarBesos!!
Vengo, leo tus reseñas y los comentarios y aprendo... un poquito más sobre novela... y os lo agradezco...
ResponderEliminarTiene que ser cruda la historia...
Abrazo.
Estupendo, me alegra que disfrutes y "aprendas", de eso se trata :))
EliminarAbrazos!!
Creo que los nórdicos, si bien son menos expresivos, también son mas concisos en sus expresiones lo que ayuda al análisis. Yo es que me pierdo muy facilmente en la palabrería.
ResponderEliminarSuena muy bien esta bruja
Odio la palabrería, diría que soy muy nórdica por la concisión, sobre todo es que no me gusta perder el tiempo.
EliminarUn abrazo!!
Sorprende una escritora nórdica que no tenga las manos llenas de sangre. Aún así parece una historia sórdida. Cada día da más miedo el paraíso del norte.
ResponderEliminarY que lo digas... en Suecia avanza la extrema derecha con sus pantoloncitos negros, camisas blancas y corbata negra remetida en la camisa. Esa mujer negra que se plantó enfrente de ellos con el puño en alto es extraordinaria.
EliminarAl no leer prácticamente novela negra, me pierdo gran parte de la literatura norteña. Así que agradezco tu entrada, aunque no sepa si me "toparé" con el libro.
ResponderEliminarBesos.
No deja de ser un tópico que solo hagan novela negra (comercialmente es lo que ha interesado, pero no es así).
EliminarBesos!!
Una literatura que para mí resulta desconocida. Ni negra ni blanca, No he leido practicamente nada. Habra que ir pensando en hacerlo
ResponderEliminarUn abrazo, amiga
Nos queda lejos, pero a la vez yo la siento cerca.
ResponderEliminarAbrazos!!
Pues después de tu reseña me la pido. Me apetece mucho el tema aunque sé que me afectará. Pero y ¿qué? Me gustan las historias que no se limitan a entretenerme.
ResponderEliminarAunque leo mucho desde siempre, he empezado a leer novela negra gracias a todos estos autores "exóticos", y me estoy enganchando.
Así que puede que por fin lea a los clásicos Chandler, Dashiell Hammett, M. Cain etc. que están en mis estanterías ya que mi marido sí es muy aficionado a este género y tenemos una buena colección.
Y hablando de "exoticos" tengo un escritor mongol, Ian Manook, en mi cola de lectura, a ver qué tal.
Como siempre es un placer leerte y también a todos tus comentarisatas, tan entusiastas y eruditos. Si hay algo que me gusta con pasión son los libros.
Muchos besos,
Si has empezado a engancharte a la novela negra y tienes en la biblioteca a los clásicos norteamericanos, no lo dudes y empieza a leerlos (déjate recomendar por tu marido).
EliminarNo me suena ese escritor... ¿mongol? eso si que es exotismo.
Gracias Tesa por tu opinión sobre este blog, respecto a los comentaristas estoy de acuerdo contigo, tengo mucha suerte, tienen esa sabiduría que da la lectura y que tú también tienes.
Muchos besos!!
Resulta que pique como una pardilla, el tal Ian Manook es francés, aunque sí que la historia transcurre en Mongolia y claro el comisario es mongol.
ResponderEliminarCruzo los dedos para que me valga la pena porque es un tocho. Ya te contaré.
La trama empieza bien aunque algunas fracesillas como "...la libertad de aquella llanura salvaje de hierbas irisiadas sobre la que corrían caballos enloquecidos..." me hace temer lo peor.
Un beso,
Bueno, a ver si hay suerte y al final compensa. Esas intuiciones a veces salen bien y otras... regular:))
EliminarUn beso.
He visitado varios autores nórdicos en los últimos años y me he llevado buenas sorpresas en general, pero de esta autora nada sabía hasta que tú la presentaste.
ResponderEliminarSí se que esta edición no ha llegado por aquí, por eso apunto el título para cuando lo haga.
No soy lector de novela negra, en general, pero si ésta matiza con otras cosas que tienen que ver con el lado B de la sociedad tan idealizada -algo que ya ha hecho Henning Mankell a través de Wollander-, no puedo dejarla pasar.
Un fuerte abrazo, U-to!
Si, sí, esta novela no es novela negra, creo que te gustará. Mankell se pasó los últimos años de su vida huyendo de ser una autor de negra y escribiendo novelas fuera del género que le hizo famoso en España. La verdad es que Wallander es un personaje cautivador, a mi me encantó desde la primera novela que se publicó aquí (que no era la primera de la serie).
EliminarUn gran abrazo!!
Es cierto...jajaja...parece que la novela nórdica se la encierra en la novela negra...pero por casa, tengo la evidencia de que eso no es cierto. Esta novela, la desconocía por completo. Tomo nota, y quizá algún día nos encontremos. Un abrazo.
ResponderEliminarParece increíble ese encasillamiento de la literatura nórdica, pero así es para la mayor parte de los lectores. Por aquí pasa alguno que es gran admirador de esta literatura y no lee novela negra, me refiero a Paco Castillo.
EliminarUn abrazo.
Negra o no, tal como nos lo cuentas parece una novela muy interesante. Creo que de literatura nórdica solo he leído un par, o sea dos, libros.
Bueno, lo de siempre, encantado de leer tus reseñas.
Un abrazo
· LMA · & · CR ·
Este libro creo que tiene el suficiente interés para ser el tercero :))
EliminarEncantada de verte de nuevo por aquí ñOCO
Un abrazo!!