Me impactó esa frase de que Cada cual tiene las cobardías que puede. No me tengo por cobarde, al contrario, sin embargo, escarbando muy dentro de mi aparecen momentos de cobardía. No un gran acto de cobardía manifiesto, pero sí pequeñas cobardías que han supuesto grandes renuncias a la pasión.
¿Serán esas las que he podido tener en la vida? Quién sabe.
Cuando publiqué en octubre la reseña de El informe de Brodeck, varias personas me recomendaron la lectura de esta obra anterior (2003). No pude resistir la tentación y enseguida me propuse leerla.
¿Serán esas las que he podido tener en la vida? Quién sabe.
Esra Roise
Cuando publiqué en octubre la reseña de El informe de Brodeck, varias personas me recomendaron la lectura de esta obra anterior (2003). No pude resistir la tentación y enseguida me propuse leerla.
Almas Grises es algo más breve que El informe…, 222 páginas, pero su
contenido tiene muchas semejanzas con este. El título de la novela ya nos
anuncia que Claudel tiene una obsesión por reflexionar sobre la naturaleza
humana porque las cosas no son ni blancas
ni negras, lo que reina es el gris (107).
Por este motivo las almas son grises, rematadamente
grises, ya que el ser humano tiene tendencia a no hacerse las auténticas
preguntas que son la clave de su vida, les cierran el paso por cobardía, por
miedo.
Suele decirse que tememos lo que no conocemos. Yo en cambio creo que el miedo surge cuando descubrimos lo que hasta el día anterior creíamos ignorar (36-37).
Al igual que en El informe…, el trasfondo de la historia
de Almas Grises es la guerra, en este
caso la Iª Guerra Mundial (1914-1918), un hecho que reduce la importancia de
una muerte, la de Belle, por la matanza que se produce a solo unos pocos
kilómetros de distancia. La guerra facilita que emerja la maldad que permanece
invisivilizada, salvo excepciones, en tiempos de paz. Igual que en El informe… hay un narrador, un policía
que años después de los sucesos, nos cuenta en primera persona la historia
desde una pretendida objetividad. Su narración parece un registro de sucesos del Caso. Pero el policía está involucrado
en los sucesos y su propia historia tiene tanta relevancia como lo que explica
en torno a la muerte violenta de una niña de diez años.
Cada cual tiene las cobardías que puede (67).
La narración del Caso permite que vayan apareciendo los diversos
personajes que van destilando maneras diferentes de entender la vida, de
relacionarse con los demás y de mostrar las emociones. Tres mujeres formaran un
nudo gordiano que se irá desatando para descubrir que su parecido ha podido
provocar el asesinato de la más pequeña e inocente.
Belle de Jour, Clélis y Lysia eran como tres encarnaciones de la misma alma, un alma que había dado a los cuerpos que había revestido una misma sonrisa, una dulzura y un fuego que no se parecían a ningún otro. La misma belleza, encarnada, nacida y destruida, surgida y desaparecida. Verlas así, una junto a otra, producía vértigo (212).
El Caso nos permite conocer la estructura social de una pequeña
localidad francesa cercana al frente de trincheras que la guerra no disuelve,
manteniéndose, como si nada pasara, los intereses de clase, los privilegios de
los sectores acomodados y las servidumbres de los débiles. Entre estos últimos
a Claudel le gusta, por lo que he visto en ambas novelas, construir personajes
femeninos marginales, como Joséphine Maulpas, que son ignorados y
desprestigiados por el lugar que ocupan en la sociedad pese a que el autor los
adorna con la sabiduría de los inocentes.
Para intentar comprender a la gente, hay que excavar hasta las raíces. No basta con darle un empujón al tiempo con el hombro para darle mejor aspecto; hay que arañar entre las fisuras y obligarlo a dar el máximo. Ensuciarse las manos (86).
Claudel parece pensar que en
el universo de las almas grises
incluso los que parecen mejores pueden ser unos canallas, especialmente si la
vida los coloca en una situación difícil o que propicie dicha actitud. No
parece muy optimista el mensaje que Claudel, que con su prosa viva, ágil y
envolvente, nos va depositando con grisura en cada rendija mientras avanzamos en una
historia que nos sorprende siempre con giros inesperados.
Con esta novela me estrené con el autor y me conquistó totalmente, sobre todo por su forma de perfilar tan bien los personajes. Aunque sí, te deja con cierto pesimismo en el alma.
ResponderEliminarBesotes!!!
Compartimos el gozo de la misma lectura, que bien!!
EliminarBesos!!
Me he sorprendido a mi misma asintiendo interiormente con cada una de las afirmaciones que cuentas contiene esta novela de Philipp Claudel. Comparto al cien por cien cada una de sus manifestaciones. Cuando has vivido algo terrible lo que asusta de verdad es que se repita, la inconsciencia no es más que desconocimiento .. la experiencia( viva vivida) te enseña a lo que temer y fíjate, a mi no me parece pesimista aceptar que dentro de cada uno hay capacidad para hacer lo peor y más terrible, es una realidad tan cierta como que existe la misma capacidad de lo mejor y más maravilloso, por eso cuando sacamos el dedo presto a señalar o a criticar a los que han sido pillados en su lado oscuro siempre pienso, que no nos ponga la vida en la circunstancia propicia para que aparezca en todo su esplendor nuestro lado oscuro porque seguramente todos seríamos ese que señalamos horrorizados. Aun cuando siempre habrá límites en lo más y lo menos. Lo mismo respecto a la cobardía y la valientía… depende ante qué, cómo y cuando … yo misma a veces soy la más cobarde de la Tierra y otras no sé cómo hago cosas que ni yo misma creo he podido hacer … de hecho a veces soy cobarde en lo que a todo el mundo el resulta sumamente fácil de encarar y yo no soy capaz y al revés.
ResponderEliminarCreo que los humanos somos grises jaspeados y dependiendo de la luz a veces ...hasta con brillos ;)
Mil gracias por esta reseña y lo que contiene, tb me gustó mucho la anterior aunque no haya llegado a comentártela .. de hecho gracias a ti, "Nosotros, los ahogados" será uno de los libros que regale a alguien quien nunca sé que libro comprarle ... este tiene todo lo que sé le va a fascinar .. un beso enorme LAURA!
Estoy de acuerdo contigo en que en el ser humano cabe todo porque todo ha sido realizado ya, no sé si hay espacio para muchas novedades. Pero que sea posible, no quiere decir que no haya personas que no traspasen la línea de lo peor y que sean capaces de actos de generosidad. Son esas personas las que nos permiten soñar con que sean posibles otros mundos justos, libres, colaborativos, solidarios. Cada vez soy más escéptica. Si un día llego a la conclusión de que no hay esos seres "justos", tendré que cerrar este blog que lleva ese nombre por algo.
EliminarRespecto a la cobardía no soy capaz de añadir mucho más a lo que ya he dicho.
Espero y confío que le guste Nosotros, los ahogados. Ya me contarás!!
Abrazos grandes e imposibles!!
Me encantó, es uno de mis escritores favoritos y uno de los libros que más he recomendado =)
ResponderEliminarBesotes
Qué bien coincidir.
EliminarBesos!!
Creo que fui yo uno de los que te recomendó este libro. Hubo un intercambio de títulos, yo me llevé El informe y tú este, ambos hemos acertado. No creo que se puede condensar con más precisión la idea central que aparece en este libro, ese tono gris cambiante, la mezcla que somos y cómo podemos reaccionar ante ciertas circunstancias aunque ni nosotros mismos lo creamos. Te avanzó ya que Claudel vuelve y pisando muy fuerte, la crítica en Francia espera con ansia la publicación de su nuevo libro del que he leído el primer capítulo, es aún más oscuro L´arbre du pays Toraja, sale el 30 de diciembre, cierro el año con Claudel. Un beso :)
ResponderEliminarSí, es cierto, fuiste uno de los que me lo recomendaste.
EliminarNunca sabremos cómo reaccionaríamos en determinadas circunstancias, esa incertidumbre me provoca quebraderos de cabeza e interrogantes sin respuesta.
Soy de la idea que hay que entender a los perpetradores (a los victimarios), después de todo, el peligro moral no es que uno pueda convertirse en víctima, sino en perpetrador o en testigo mudo.
Ya tengo ganas de leer esa nueva novela (aunque tengo anteriores por leer y eso me consuela hasta que llegue la traducción, aunque en francés puedo leer).
Un beso!!
Creo que es cierto, amiga... Una de las cosas que nos distinguen es que en el fondo siempre tenemos momentos, quizas demasiados, de cobardia, de no ser capaces de hacer que deseamos. Pero es que estamos muy condicionados, por multitud de circunstancias. No nos criamos para ser heroes de un modo continuo. Como dijo alguien, hay que ser sublime sin interrupcion, pero nada nos conduce a eso.
ResponderEliminarLa cobardía es mas usual.
Un abrazo fuerte
¿Estamos condicionados? ¿O esos condicionantes son la excusa para no arriesgar?
EliminarMe gustaría ser una heroína :))
Abrazos!!
No solo tenemos miedo a lo desconocido. Como dijo Machado, lo menospreciamos. Lo triste es que haya tanta gente que alardee su ignorancia.
ResponderEliminarbesos
Tienes toda la razón. Además, para mi Machado es un argumento de autoridad indiscutible (casi).
EliminarBesos!!
Alguién dijo que la vida pasa por ejecutar el arte de lo posible, cual sí de pulsar un delicado instrumento se tratara. Anoto a Claudel en la lista de los autores investigables. Un beso.
ResponderEliminarMi desacuerdo se llama UTOPÍA.
EliminarInvestígalo, si lo lees, seguro que te gustará.
Un beso!!
Me resulta curioso que tú hayas leído justo los libros de Claudel que yo no leí. Quedan ambos apuntados.
ResponderEliminarSospecho que muchos de los que parecen temerarios y, como dice Agnieszka, alardean de ello, han encontrado esa manera para hacerle frente a los propios miedos.
De a ratos, creo que todos alternamos gestos de cobardía tanto como de heroísmo. El problema es que a veces la circunstancia nos exige ser protagonistas y solo sabemos desempeñarnos como testigos mudos...
Un beso, U-to.
Sí, es curioso que hayamos leído obras diferentes del mismo autor, pero bien seguro que coincidiremos en un momento dado.
EliminarCobardía y valor son dos posibilidades que siempre tenemos a nuestro alcance ante una situación personal o colectiva. Me afecta mucho renunciar a algo que valoro y que considero positiva por cobardía, pero no siempre son fáciles estas decisiones, así que prefiero no juzgar a nadie, cosa que si hago conmigo misma.
Besos!!
Laura, rescato dos o tres frases, tuyas y del libro, que me parecen magníficas, no solo para entender el sentido de esta historia que nos traes, muy atrayente, sino por la contundencia con que revelan nuestras oscuridades:
ResponderEliminarTuya. Por lo que acabo de decir; la contundencia con que revelan nuestras oscuridades:
“La guerra facilita que emerja la maldad que permanece invisibilizada, salvo excepciones, en tiempos de paz”
A pesar de su obviedad, o precisamente por ella, algunos tienden a “perderse” en nobles consideraciones para justificar su uso. Dicen, como si fuera, eso mismo, una obviedad, que para obtener la paz hay que hacer guerras. Lo único obvio es que la guerra significa todo lo contrario que la paz.
Otra, del libro. Por señalarnos, una vez más, el camino que casi nadie transita pero todos conocemos:
“Para intentar comprender a la gente, hay que excarvar hasta las raíces”
Tuya. Porque me parece excelente que nos apercibas de la exquisita complejidad que atesoran los que, en apariencia, vemos como seres simples:
“A Claudel le gusta (…) construir personajes femeninos marginales, (…)
que son ignorados y desprestigiados por el lugar que ocupan en la sociedad pese a que el autor los adorna con LA SABIDURÍA DE LOS INOCENTES”, (las mayúsculas son mías).
“LA SABIDURÍA DE LOS INOCENTES”. Si viese un libro con este título me lo compraría con los ojos cerrados. Ese enunciado, con tan poco, dice tanto…
Abrazos Laura!
Recurrir a la guerra para resolver conflictos es la mayor derrota del ser humano. La guerra no resuelve el conflicto, impone la fuerza bruta sin más. Sin embargo yo hacía alusión a la maldad individual que encuentra un foro excelente en el contexto de una guerra para mostrarse en toda su dimensión, sin barreras legales ni morales puesto que el fin, la victoria, justifica los medios, las atrocidades y el asesinato legalizado.
EliminarLos aspectos que entresacas dan para una larga conversación en la que entrarían todas las posibilidades de enfrentar la realidad que tiene el ser humano, especialmente en situaciones extraordinarias como una guerra.
Gracias por tu comentario y un fuerte abrazo!!
ResponderEliminarEstos dos escritos son de hace algún tiempo... y sí, acertados más o menos, o no... son de mi autoría (para variar/puede que ya los conozcas porque los he puesto por ahí más de una vez como comentario):
“Porqué cada vez me gusta más el GRIS:
Cada vez que me permito conocerme y conocer al otro, el blanco y el negro se van diluyendo y el abanico de grises con todos sus matices va ganando terreno… Somos luces y sombras pero si me atrevo a limpiar el vaho del cristal, a preguntarme el porqué, si me atrevo a preguntarte el porqué y el cómo…puede que veamos luz donde antes no y que la oscuridad de paso a la claridad y donde antes no veíamos, no entendíamos, ahora sí… Y entonces y sólo entonces, pueda apreciarme yo y valorarte a ti en la justa medida. Porque lo que al final importa es que, seamos como seamos, la luz pese más que las sombras… Si no voy un poco más lejos, si me quedo sólo con lo que parezco, sólo con lo que pareces, perderé la oportunidad de conocer lo que soy, de comprender lo que eres… TODO LO QUE SOMOS… Porque somos más que una frase… o dos… o tres…”
________________________________________
"Las apariencias, a veces, engañan... las que ves en el otro y las que ves en ti."
________________________________________
En mí se alternan los miedos y las valentías... casi siempre conducidos unos por la inseguridad, la gragilidad y las otras por la pasión... aunque se parecen en algo... muchas veces unos y otras han aparecido en los momentos más inoportunos... Cuando debí ser valiente, me gano por la mano el miedo... y cuando debi ser cauta, se apoderó de mí la pasión y como consecuencia, el valor (sin pensar en las consecuencias) para hacer algo que no fue lo mejor... o lo más acertado...
Pese a todo, también ha habido aciertos, eh...
Paradojas, contradicciones... de una misma y de la vida... :)
Tengo en la salita de espera a este autor desde que lo reseñaste la vez anterior.
Veremos...
Besos... de puente en puente... y tiro pa'lante que si no... ¡me lleva la corriente!
Y no. Suelo ser más de... a contracorriente... diga lo que diga la gente... :P
;)
Estoy muy de acuerdo con lo que dices, me suena de haberte leído algo parecido en alguna ocasión, sí.
EliminarLa realidad es compleja (yo digo poliédrica) y las personas también. Muchas veces nos ocultamos por motivos diversos en un estereotipo o en una de las muchas caras que nos constituyen. Poca gente se para a vernos completas y también hago yo lo mismo, los motivos son infinitos, sin embargo cuando alguien o algo nos interesa y hacemos una auténtica inmersión, los grises son infinitos, las caras y sus vértices muy complejas.
Hay tantas cosas que nos influyen para la cobardía o la valentía que resulta difícil valorar, salvo a posteriori, su acierto. No suelo arrepentirme de mis decisiones, aunque me he equivocado en numerosas ocasiones. Sí me arrepiento de la cobardía, de no saber si hubiera acertado o no.
Este autor es una joya para abrirnos los tonos de gris o las múltiples caras de nosotras mismas y de la realidad, por eso te lo recomiendo.
Muchos abrazos (me he traído el aire de la montaña para afrontar lo que queda de mes).
ResponderEliminarPD: 'Fragilidad'... no gragillidad... Y "me ganó"... y "debí"... :S
ResponderEliminarPD2: Coincido con el anterior comentarista en la belleza y el calado de... 'La sabiduría de los inocentes'.
Para comprender a la gente hay que ir hasta la raíz.
ResponderEliminarMuy cierto y muy complejo.
EliminarNo he leído pero creo entender por tu reseña que el autor defiende la idea de que en situaciones extremas sale lo peor del ser humano.
ResponderEliminarSi es así no estoy en absoluto de acuerdo. En las situaciones extremas sale lo pero también lo mejor del ser humano, he vivido y conozco casos increíbles que lo corroboran.
La grisura humana es indiscutible porque se asienta en realidades contradictorias pero tampoco creo que la gente huya de esas preguntas esenciales para vivir. Si buscas el sentido de las cosas, las cosas pierden su sentido.
Besos
Es mi interpretación de la novela, es lo que me dice la experiencia. Más que salir lo peor, que en situaciones extremas, la maldad tiene su mejor espacio para actuar, pero existe en situaciones normales también.
EliminarNo estoy de acuerdo con que buscando el sentido de las cosas, estas pierdan su sentido. No soy partidaria de vivir todo lo que la vida nos pone en el camino (y nosotras buscamos) como si fuera nuestro destino sin más. Prefiero reflexionar, entender, pensar, comprender. ¿Sirve de algo? Para mi sí, aunque puedo entender que para otras personas sea lo contrario, de hecho me parece que sí hay personas que huyen de hacerse preguntas sobre lo vivido (lo de que sean esenciales es algo muchas veces exclusivamente personal, otras es colectivo).
Besos!!
Me encanta tu reflexión inicial sobre las cobardías. Hasta el o la más valiente tiene ese rincón de pequeñas cobardías. Yo he sido siempre muy cobarde. Y ahora que he decidido ser valiente me he llenado de miedos. Curioso.
ResponderEliminarClaudel me gusta mucho, no quiero terminarlo, tiene tan poco publicado... Lo reservo con ferocidad :)
"Ensuciarse las manos". A eso está dispuesta poca gente.
Un abrazo
Pero la cobardía la suele provocar el miedo ¿no? Esos miedos ya debían existir, quizás ahora son más explícitos al decidir no hacerles caso. No sé, es una manera de verlo que se me ocurre.
EliminarLa vida merece que nos ensuciemos las manos, luego nos suele dar la oportunidad de lavarlas y seguir. Ver la vida desde la barrera conlleva sus servidumbres también.
Un abrazo!!
En mi caso es "El informe de Brodeck" el que tengo pendiente. Leí "Almas grises" hace años y me ha encantado recordarlo con tus reflexiones.
ResponderEliminarAbrazo!
Gracias!! Y te recomiendo encarecidamente El informe de Brodeck.
EliminarAbrazos!!
No voy a apuntar en mi lista esta novela, aunque no dudo de su excelencia literaria si te ha gustado a ti, pero ahora no me apetece nada el gris.
ResponderEliminarNo soy una "happy" que deja de lado la parte oscura y cutre de la vida, pero sí me dejan elegir en este momento me tira más la aventura, la belleza, y las pasiones desbocadas.
A mí también me gustaría ser una heroina, y admiro a esas personas que son capaces de conseguir sus sueños cueste lo que cueste, o de renunciar a ellos por una causa que creen justa y que acaba haciéndolos felices, aunque no siempre hasta el final.
Pienos que si alguna vez soy cobarde lo sería en la medida que pueda soportar el resto de mi vida las consecuencias de esa cobardía.
Un placer, como siempre.
Besos,
Cada lectura tiene su momento, así que ya llegará ese momento, el autor lo merece.
EliminarA todo el mundo nos gusta la valentía frente a la cobardía, que tiene muy mala prensa, pero la vida nos enseña de todo y a todo nos tenemos que enfrentar como podemos en cada momento.
Tengo que reconocer que muchas veces he sido imprudente alimentando imposibles.
Besos!!
Yo lo del gris nunca lo he tenido muy claro... me creo más el vaivén entre lo blanco y lo negro... o sea, unas veces en el blanco y otras en el negro... pero el gris es un lugar que me es extraño... el gris me trae a la memoria esa frase bíblica que dice: "porque no eres ni frío ni caliente te expulsaré de mi boca"...
ResponderEliminarEsto de la cobardía y de la valentía es un asunto cuya profundidad está más allá de donde llega el sentido propio de las palabras que las definen... habría que ver qué es cobardía y qué valentía con respecto a situaciones concretas, respuestas concretas y resultados concretos...
Wiliam Shakespeare dijo: "La mejor parte del valor es la discrición"... o sea, es más recomendable ejercer el valor con sensatez que de forma temeraria...
Creo que todos somos cobardes (¿tal vez prudentes o sensatos?) para unas cosas y valientes, incluso temerarios, para otras... supongo que afrontamos los retos que se nos presentan según nuestro mejor entender en esos momentos... y sabemos lo que sabemos e ignoramos lo que ignoramos...
A veces la tribu absorbe al individuo... y dentro de esa manada hace cosas que no haría encontrándose solo... no es fácil ser valiente, como individuo diferenciado, frente a una mayoría grupal, enfrentándose a opiniones y decisiones, de la misma, conteniendo o apartándose...
A estas alturas de la vida yo no tengo ni idea de qué es ser cobarde y qué es ser valiente... Dice un dicho que "de valientes están los cementerios llenos"... También me gusta lo que se dice en la película "El club de los poetas muertos": "Hay un momento para el valor y otro para la prudencia. El que es inteligente sabe distinguirlos".
En fin, no sé las conclusiones que se podrán sacar de esta novela que reseñas, pues se referirá a hechos concretos y a decisiones concretas y, en tal caso, la catalogación será más precisa y pertinente.
Me gustan tus reseñas... me hacen pensar... aunque el tema de esta novela, según lo reseñado, me produce un poco de desasosiego...
Abrazo.
Tampoco me gusta mucho el gris :)
EliminarAcabo de leer algo sobre la cobardía que me parece interesante, es de Pessoa:
Si un hombre es cobarde puede no hablar de ello -que es lo mejor-, o bien decir "soy cobarde", con la palabra propia y brutal. En un caso tiene la ventaja de la dignidad, en el otro la de la sinceridad; en ambos casos se librará de lo cómico: pues en un caso no ha dicho nada y, por tanto, nada hay de risible, y en el otro no hay nada que descubrir, porque él mismo lo ha revelado. Pero el cobarde que cree que necesita demostrar que no lo es, o decir que la cobardía es universal, o confesar su debilidad de un modo confuso y figurado, que nada revela, pero nada vela, es ridículo en general e irritante para la inteligencia. Sobre esta clase concibo a los poetas pesimistas y a todos aquellos que erigen en universales los males particulares que los afligen.
Todas las actitudes y emociones tienen muchos costados por las que verlos ¿no te parece? Tú me has regalado posibilidades y te lo agradezco.
Abrazos!!
Sí me parece...
ResponderEliminarMe cae muy bien el "desasosegado" Pessoa... llevaba consigo el dolor de todas las batallas que había evitado... ¿por cobardía? ¿por sensatez? ... no importa... hacemos las cosas por ser quienes somos y ya está... andamos y aprendemos y el siguente paso estará más informado... y así sucesivamente...
Abrazo.
Lo encuentro tremendamente valiente, dice lo que quiere y eso no es nada fácil. De La educación del estoico, un librito breve que acabo de leer:
EliminarHa caído sobre nosotros la más profunda y mortal de las sequías de los siglos: la del conocimiento íntimo de la vacuidad de todos los esfuerzos y de la vanidad de todos los propósitos.
OLÉ!!!
Abrazos!
Fue el primer libro que leí de Claudel. Por supuesto, me sorprendió desde el primer párrafo. Parece que oía su voz con la tonalidad justa para tocar mis cuerdas.
ResponderEliminarMe parece los mismo que a ti, U-topia, no es demasiado optimista, pero seguramente es bastante realista.
Abrazos (esperanzados).
A mi me paso eso con El informe de Brodeck, este me ha sorprendido menos que el primero, pero quizás leídos en orden contrario me pasaría lo mismo.
EliminarLo veo realista, mejor siempre partir de la realidad con expectativas de que algo se puede hacer para mejorarnos.
Abrazos!!
A mi me impactaron las referencias a la Primera Guerra Mundial, con esas frases que sugieren y que te hacen intuir la destrucción. Es algo que me gusta de Claudel, sin grandes descripciones, sólo con alguna frase, dice mucho.
ResponderEliminarUn abrazo
Es verdad, estoy totalmente de acuerdo, sugiere más que describe y eso, a veces, es peor ¿verdad?
EliminarUn abrazo!!
Tal vez todo dependa del ideal que cada quien tenga, de la escasa posibilidad en los laberintos del universo de verter la inconmensurable capacidad de pasión que cada cual posee en ese feliz encuentro entre lo que se es y lo que se pueda llegar a ser dictado desde el interior de cada quien y no desde el exterior por cada quien. Cuando ese feliz encuentro por casualidad se da hasta el destello de una mirada es suficiente para diluirse en esos excitantes momentos de ósmosis que permiten palpar la intimidad de grandiosas aventuras que solo en nuestros espasmos más silenciosos podríamos escuchar "Para intentar comprender a la gente, hay que excavar hasta las raíces. No basta con darle un empujón al tiempo con el hombro para darle mejor aspecto; hay que arañar entre las fisuras y obligarlo a dar el máximo. Ensuciarse las manos"
ResponderEliminarBesos mi especial arqueóloga de estéticos y cómplices sustentos...de vida!!!
Es cierto, todo es relativo, todo depende del ideal de pasión que cada cual tiene. Y también estoy de acuerdo con que cuando se produce esa conjunción, esa ósmosis preñada de fuerza, de emoción y de placer, solo queda disfrutarla, aunque sea breve y después pasemos tiempo y tiempo buscándola de nuevo.
EliminarBesos también para ti, huracán de expectativas y de vida!!