Desde que supe que este contrabajista de jazz había muerto el 11 de julio
pasado, me rondaba cómo escribir sobre él desde mi conocimiento intuitivo del
jazz, que tan difícil hace que pueda decir algo que tenga algún valor.
Como (casi) siempre la literatura ha venido a
ayudarme de la mano de un oso sorprendente. Así que le dejo paso y lo acompaño
con dos de las piezas que más veces he escuchado de Haden, At The Edge Of The World y Moonlight. El contrabajo es uno de los instrumentos que más me gustan, en especial cuando no tiene acompañamiento y Haden puede buscar espacio para ir donde quiera.
Se sentía lo bastante cómodo como para fijarse en que Haden estaba tocando ciclos de pulsaciones divididos en series de tres con la fundamental afinada a la perfección y elevando las notas más altas infinitesimalmente hacia el sostenido para imprimir en los acordes un tono de búsqueda. Cuando hubo llegado al fondo del ciclo, liberó una de sus telúricas notas del fondo del contrabajo y la dobló con un impresionante movimiento de los dedos. La nota se arqueó de forma tan bella que devastó el corazón del Oso, que para entonces ya estaba prestando toda su atención, hasta el punto de que no acababa de creerse que fuera a tocar realmente con aquel tipo.
Todo el grupo se inclinó, escuchando, y un profundo silencio se apoderó de la estancia por si acaso se acababan las apariencias y el mundo del inmenso Significado, del cual procedía la música y hacia el cual ésta siempre apuntaba, tenía a bien aparecer a pesar de los pesares, bajaba el telón y vaciaba el escenario de todo engaño para llenarlo de verdad.
Estos fragmentos son de RAFI ZABOR, El oso llega a casa, novela en la que
estoy ahora inmersa con profundo placer y de la que ya os daré cuenta cuando
acabe de leerla.
Demasiado grave para mi gusto, con otros instrumentos se suaviza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Comprendo que soy rara pero es mi instrumento favorito y me gustan los solos de contrabajo a rabiar. También me gustan mucho el saxo alto y el piano. Me gustan los grupos pequeños: cuartetos (a los instrumentos dichos le añadiría la batería).
EliminarAbrazo!!
Gran pérdida... Estaré pendiente de tu reseña, que la novela no la conocía. Los fragmentos me han gustado. Y tu reseña parece que va a ser positiva.
ResponderEliminarBesotes!!!
Se ha notado ¿verdad?
EliminarBesos!!
Esperemos la reseña bajo los acordes de estas melodías.
ResponderEliminarabrazos
carlos
No hay mejor manera que dejarse acunar por Haden :)
EliminarUn abrazo!!
ResponderEliminarHabía oído/leído la triste noticia, creo que no era muy mayor aún... una traidora enfermedad, no?
Como sea, descanse en paz...
Besos y que sigas disfrutando del 'Oso'... ;)
No era joven, nació en 1937.
EliminarDel Oso y del jazz, inmejorable compañía... ¿y una copita de cava helada? Puestas a pedir que no quede ¿no?
Feliz fin de semana querida X!!
Besos!!
Esperaré también esa reseña y mientras tanto, escucharé esas melodías...
ResponderEliminarBesos.
Nos encontraremos, pues, con esa novela tan poco convencional cuando la reseñe.
EliminarBesos!!
Buena música y el adelanto de lo que parece una buena novela...que más podemos pedir?
ResponderEliminarQue ternura me dan los osos!
Abrazos Laura y buena semana.
Adoro los osos, por eso elegí esta extraña novela... y no me está decepcionando.
EliminarBuen fin de semana, querida Adriana!!
Desconocía esta triste pérdida. Gracias por el momento musical y por ese fragmento de texto tan bellamente intenso. Nos queda su música para disfrutar.
ResponderEliminarAbrazos.
Nos queda su música y su buen hacer.
EliminarAbrazos!!
Ya nos contarás¡
ResponderEliminarEn cuanto acabes la novela. Besos.
Síii, así lo haré.
EliminarUn abrazo!!
"...las notas más altas infinitesimalmente hacia el sostenido para imprimir en los acordes un tono de búsqueda. Cuando hubo llegado al fondo del ciclo, liberó una de sus telúricas notas del fondo del contrabajo y la dobló con un impresionante movimiento de los dedos." Como cuando se acaricia una espalda con ternura y de pronto la mordida en alguno de los hombros... ja ja ja
ResponderEliminarBuscaré esa novela!!!
Besos!!!
Aristossss!!
Eliminar¿Quién puede dudar de que el jazz es puro erotismo en muchas ocasiones? Esa suave cadencia que desgrana las notas como si de besos o caricias se tratara, ese deambular por notas que se alargan o se unen según la inspiración de los músicos.
Escucho Theme for Ernie tocado por el maravilloso saxo tenor de Coltrane.
Besos!!
Haden, compañero.
ResponderEliminarQue supo impregnar con su ritmo y llenar de escalas algunos párrafos y bastantes conversaciones, aún sabrá hacerse presente y llenarnos por dentro con notas y reflejos.
De mil noches.
Tú que dices, que no entiendes. Eres Jazz vivo.
Un beso.
Sí, inmejorable compañía para largas noches de conversación, risas y conexión más allá de cualquier limitada realidad.
Eliminar:))
Besos!!
Espero tu reseña del libro.
ResponderEliminarCharlie Haden no solo fue un de los componentes de aquel trío mágico, formado además por Ornette Coleman y Billy Higgins, que transtornó al jazz de finales de los 50 con su propuesta free. Más adelante hizo una ingente labor y con su permanente compromiso y a través de la Liberation Music Orchestra resucitó la música de los combatientes republicanos de la Guerra Civil Española llevándola al territorio inédito del jazz.
Forma y fondo hicieron las paces en su expresión musical.
Besos
Coleman y Haden, una unión perfecta Y también Higgins, claro.
EliminarTengo ese CD sorprendente de canciones comprometidas.
Tú si que sabes de jazz, doctor ceñudo :)
Besos!!
Qué hermoso es leer a alguien que sabe de música, es como si la misma música sonara. Un abrazo.
ResponderEliminarCierto, da gusto.Zabor tocaba la batería en un grupo de jazz y era crítico musical.
EliminarUn abrazo!!
Me gusta el jazz pero me pone muy melancólico... me gusta más el saxo... sobre todo en un "solo cañero"... perdón por ponerlo así, pero no sé nada de música, aunque sí lo que me gusta y lo que no me gusta...
ResponderEliminarBueno, en cuanto al autor fallecido que dices, pues nada, que la tierra le sea leve... y que su música permanezca imperecedera para regocijo de quienes sepan apreciar, como tú, su virtuosisimo...
Saludos.
Pues estamos en la misma situación, me gusta mucho el jazz desde que tenía 18 años, pero no sé nada de música ni he leído mucho sobre jazz, por eso digo que mi saber es intuitivo: ¡¡¡sé lo que me gusta y lo que no me gusta!!!
EliminarEl saxo tenor me encanta, cañero o tejiendo una balada suave.
Salud!!
Me es difícil elegir un instrumento,según quien los toque...me puede atrapar cada vez uno.
ResponderEliminarEl contrabajo me gusta,y es una gran pérdida la de este gran músico.
Quizá me quedaría con el cello.
Moonlight es...mmmmm
Buen fin de semana y besos!
; )
Aunque estoy de acuerdo, al contrabajo le tengo devoción :)
EliminarUna pieza maravillosa para soñar, o eso me parece a mi.
Buen finde y besos!!