En busca del tiempo perdido, monumental obra estructurada en siete volúmenes, siempre me había tentado, pero su gran extensión me desanimaba. Tenía comprado el primer volumen, en otra edición que la que he leído, desde hacía años. Fue la propuesta de Marcelo Z del blog Libros en estéreo quién me llevo a reunir los ánimos para hacerlo. A mi vez se lo propuse a Carlos y los tres hemos iniciado esta aventura con este primer paso. Por la parte de Swann tiene 510 pág y su título responde al protagonismo que Charles Swann tiene en este primer volumen.
Marcel Proust nació en París en 1871 y murió en la misma ciudad en 1922. Proust nació en una familia judía acomodada. Fue un niño muy protegido por su frágil salud, ya que padecía ataques de asma.
De muy joven frecuentó salones y pudo conocer el ambiente burgués y aristocrático de estas formas de sociabilidad de la clase alta parisina, frecuentó también a literatos y artistas. Debido a los recursos económicos de su familia, pudo vivir sin trabajar y dedicarse a escribir, con poco éxito, hasta la publicación en 1913 (de hecho autopublicación) de Por la parte de Swann. La segunda parte, A la sombra de las muchachas en flor, obtuvo el premio Goncourt en 1919, poco después de acabada la Iª Guerra Mundial, y fue la consagración del exquisito estilo narrativo de Proust que dio continuidad a su proyecto novelístico, En busca del tiempo perdido. Murió en 1922 de una bronquitis mal curada y fue su hermano quien editó los manuscritos hasta que en 1927 publicó el séptimo, y último, El tiempo recobrado.
El volumen está compuesto de tres partes (Combray, Un amor de Swann y Nombre de país: el nombre) que contienen temas y aspectos formales esenciales en la escritura de Proust, yo destacaré dos: la recuperación poética de lugares y anécdotas de la infancia y juventud del protagonista, Marcel; y la enunciación, a partir de anécdotas particulares vividas por los distintos personajes y por el protagonista, de elementos psicológicos de la naturaleza humana (el amor, los celos, la pérdida del ser amado, la subjetividad de la percepción individual, etc.).
¿Llegaría hasta la superficie de mi clara conciencia aquel recuerdo, el instante antiguo que la atracción de un instante idéntico había venido desde tan lejos a excitar, conmover, despertar en lo más profundo de mi ser? P. 64
Destaca el personaje de Charles Swann y su sufriente experiencia amorosa con Odette (¿o es ésta la que sufre como consecuencia de los celos del exquisito Charles?). A través de ese hecho, el amor, o su carencia, la obra progresa, a veces con monotonía por pecar de reiterativo, de forma circular hacia esa recuperación del tiempo (¿perdido?) de unos personajes errantes vistos a través de un «yo» narrador que aparece y desaparece.
Al principio no sintió celos de la vida entera de Odette, sino solo de los momentos en que una circunstancia, tal vez mal interpretada, le había hecho suponer que Odette hubiese podido engañarlo. Sus celos, como un pulpo que lanza primero una amarra, luego otra y después una tercera, se aferraron sólidamente a aquel momento de las cinco de la tarde y después a otro y luego a otro, pero Swann no sabía inventar sus cuitas. No eran sino el recuerdo, la perpetuación, de un sufrimiento que le había llegado de fuera (p.342).
Proust crea personajes muy diversos, ya hemos señalado a Swann, pero también construye personajes cómicos, como Mme. Verdurin y su grupo de afines, y a todos ellos nos los muestra con un ritmo lento que, a veces, te distancia de la obra pese a su prosa exquisita, lírica donde las haya. Su parsimonia a la hora de expresar las pasiones y la vida privada requiere de concentración y paciencia para leerlo. Pero si nos adaptamos a su ritmo encontraremos fragmentos perfectos y relatos sobre la condición humana letales y precisos como un estilete de filo hiperafilado.
Leer a Proust no es difícil, nada comparable con leer a Joyce, pero si requiere de esa mencionada concentración. Si logramos entrar en el ritmo de su obra, las compensaciones serán inagotables.
La opinión de Marcelo Z la podéis leer en el enlace a su blog y lo que destaca Carlos lo incluyo a continuación:
Dije que al comienzo esta obra me parecía ñoña en exceso, porque entendía que era el retrato de una clase social, desde el punto de vista de un niño que como se descubre al final acaba creciendo, pero sin anticipar acontecimientos, las ti-itas del niño que se la traen, sobre todo aquella que obtuvo plaza permanente de residente en la cama, desde donde controlaba hasta el vuelo de las palomas. La cocinera que se sabe ama y resulta respondona. El retrato despectivo que hacen de la clase más baja cuando apenas los rozan con el texto. La presencia de Swann, que practica el deporte de asombrar modistillas y resulta ser un Don Juan de pacotilla, y casi fallece celos y comete un disparate, cuando se enfrenta a una mujer de verdad. Odette, maravilla de mujer que se sabe desenvolver y sacar partido en una sociedad de ociosos y diletantes. Me surge la duda de si en verdad Proust pertenecía a esa casta de pretenciosos. En la última parte, la tercera, se resuelve en parte la situación con un niño enamorado de verás, como sólo saben amar ellos, los infantes, y los dementes.
Una interesante lectura en buena compañía siempre proporciona satisfacciones.
Tratando de entender esta pregunta: ¿Llegaría hasta la superficie de mi clara conciencia aquel recuerdo, el instante antiguo que la atracción de un instante idéntico había venido desde tan lejos a excitar, conmover, despertar en lo más profundo de mi ser? Me doy cuenta que sí hay que leerlo... Voy a por el.
ResponderEliminarSaludos
Carlos
Es una pregunta clave en la recuperación del tiempo a través del recuerdo o de las evocaciones a través de un sabor (la famosa magdalena de Proust), de un olor, etc.
EliminarSi he contribuido a animarte a leerlo, me haces feliz.
Saludos!!
Ahora mismo estoy viendo delante de mis ojos los 7 libros de Marcel Proust editados por Alianza, están junto a otros tanto de Franz Kafka, estos si los he leído, pero con Proust al igual que el "Ulises" de Joyce, ahí están esperando, desde hace muchos años, que tenga el ánimo de leerlos. Cuando te leo y veo que tu lo estás teniendo, me infundes unos gramitos de ganas para cogerlos, de momento los miro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ay!! vistos los siete a la vez debe dar susto :))
EliminarYo solo tenía este, y era tan mala edición que lo compre nuevo, de momento tengo decidido comprar el segundo, y así iré avanzando si Proust me convence de hacerlo.
He leído poco a Kafka, tendré que remediarlo también.
Un abrazo!!
Me estás estimulando en exceso, y por eso, me voy a sumar ya, yo también, desde este otro mundo, a la aventura heroica de los siete tomos. De por si ya pretencioso, siete, seguro pertenecía a esa casta. Un abrazo.
ResponderEliminarSi he logrado despertar un vivo deseo de leer la obra en ti, me das una alegría.
EliminarEmpezar por el primero y hasta donde queramos ¿no te parece?
Un abrazo!!
En buena compañía siempre produce más satisfacciones. Y se le saca mucho más provecho a la lectura. Y como siempre, me dejas con ganas de quitarme el miedo que le tengo a este autor.
ResponderEliminarBesotes!!!
(Volveré a cotillearte la columna lateral, que los cascos los tiene ahora mi hija y el ordenador lo tengo en el salón, mudito... Más besotes!!!)
En mi caso la propuesta de Marcelo Z fue toda una avalancha de ánimos para lanzarme. Luego ir comentando algunas cosas sobre la trama es interesante. No hemos hablado mucho, los tres somos de ir leyendo a nuestro aire y llegar al final para compartir.
EliminarCompartir los cascos también es interesante :))
Un beso!!
No he leído a Proust... me resulta interesante tu capacidad lectora y extractora de ideas... haces unos análisis de las obras que causan interés... lo que pasa es que a mí me sacas del ensayo y la poesía y adiós muy buenas... la novela no me gusta mucho pero leyéndote me está entrando curiosidad...
ResponderEliminarSaludos.
Eres muy peculiar.
EliminarEnsayo leo mucho, especialmente en una dirección muy concreta. Y acostumbro a llevar siempre un libro de poesía que voy leyendo despacio, casi poema a poema.
Saludos!!
Jejejeje, espero que "peculiar" no sea un eufemismo, jejejeje.
EliminarSaludos.
Nooooo!!!
EliminarPeculiar entendido como especial y poco habitual. No suele ser habitual combinar ensayo y poesía, claro que me falta la clave del tipo de ensayo para apreciar la verdadera dimensión de tu peculiaridad. Quizás con el tiempo lo averigüe.
:))
Bueno, me interesan todos los temas... soy de los que piensa que "las ideas contrarias clarifican las propias"...
EliminarMe interesa mucho el tema socio-político... creo que todo es política y que todos deberíamos "ser políticos"... tal vez de esa manera las liebres no serían gatos...
Como verás no te ha llevado mucho tiempo averiguarlo... no forma parte de mis inconfesables secretos...
Bueno, el ensayo también bebe de la poesía...
Saludo.
La política, entendida como "res pública", es decir, bien común, que entiende la política en un sentido mucho más amplio que el de gobernar, o el de elegir a quienes nos han de gobernar, me interesa también. Entiendo la política al estilo aristotélico: el arte de debatir sobre lo justo y lo conveniente. La política convencional me aburre y no me interesa.
EliminarRespecto al valor que tienen las ideas contrarias para clarificar las propias me parece una afirmación interesante y complicada de practicar.
Política, sociedad y poesía (y narrativa y historia y....) se pueden alimentar mutuamente, ojalá fuera más frecuente esa interacción.
Saludos!!
Si el debate sobre la cosa pública no alcanza una participación, una conclusión y una materialización, no adelantamos nada... La política convencional que tú dices, es la que nos rige, y a su manera debaten (en el Parlamento) sobre lo que cada grupo político cree justo y conveniente para la "cosa pública"... por eso es tan importante lo que cada ciudan@ decida al respecto y la participación que en ello tenga...
EliminarTu sabes perfectamente que en un plato de lentejas, por poner un ejemplo, hay una porción de política agraria, otra de política sanitaria, otra de política comercial, otra de política familiar, otra de política económica... y seguro que se me olvida alguna porción... mi opinión es que la política es más estructural que convencional... pues por falta de participación directa no la convenimos entre todos sino que la acuerdan entre unos pocos... perdona el rollo... y más habiéndome dicho que no te interesa la política convencional... pero quería puntualizar lo que significa mi interés por la política...
Dicha afirmación no es mía, la leí una vez, me identifiqué y la utilizo con frecuencia... pues enlazada a lo que dijo otro que no me acuerdo quién fue de que "si quieres conocer a alguien, no le mires escúchale"... pues amplío perspectivas y pondero pareceres acerca de lo que sabemos y de lo que ignoramos... y aún te diré más, casi me interesa más la opinión de los que están lejos de mis pareceres que la de los afines... me ayuda a entender mejor la diversidad cuando escucho sus porqués...
No sé... es una mera opinión personal, sin más fundamento que mi observación subjetiva sobre los asuntos del vivir...
Saludos.
No coincidiremos en pensar que la participación, la conclusión y la materialización tiene que ser la política parlamentaria-autónomica-municipal. Por otro lado confiar casi exclusivamente en ella nos ha llevado al punto actual, no sé si hemos adelantado mucho...
EliminarMi visión de la política es otra al margen de las instituciones basadas en la delegación del poder y de la responsabilidad sobre la cosa pública en "profesionales". Crear espacios arrebatados al poder donde establecer modos de relación, de consumo, de producción incluso, de cultura, de educación sobre bases solidarias, de cooperación, de igualdad y de libertad.
No rechazo que haya quien crea que es posible la participación directa en las instituciones y estaré atenta a su consecución, pero mi opinión es clara, a día de hoy, respecto al tema.
Mira por donde has encontrado a alguien lejana a tus pareceres en el campo político. Aprendamos mutuamente a través del diálogo. Me gusta escuchar y hablar.
Saludos!!
Lo que Camus llama una utopía modesta tal y como he colgado en el lateral.
EliminarEstamos más cerca de lo que piensas. En los fines estamos muy muy muy cerca. Debí expresarme muy mal pues has inferido de ello que estoy de acuerdo con la política al uso que nos rige y, sin embargo, es todo lo contrario. Tal vez discrepemos en los medios a utiliza y dónde y cómo, pero, si no me equivoco, tenemos un horizonte muy parecido.
EliminarSaludos
Quizás hemos querido expresar mucho con pocas palabras.
EliminarSigamos y veamos coincidencias y diferencias políticas.
Proust estaría contento de habernos dejado su espacio para hablar de política :))
Un abrazo.
Gracias por compartir esta quimera loca, U-to! Lo cierto es que me ha gustado mucho el estilo literario, más que el trasfondo. Disculpa, pero lo recomendaría a todos aquellos que han sufrido penas de amor; se van a sentir identificados en gran medida.
ResponderEliminarRecibe mi reconocimiento; también Carlos, que quiso acompañarnos. Un beso grandísimo!
Un auténtico placer, querido Marcelo Z.
EliminarSobre el trasfondo me gustó mucho la primera y tercera parte, "Un amor de Swann" me agotó y, a veces, me crispó por lo bien que conoce el mecanismo de los celos. Pero me parece reiterativo.
El estilo literario es admirable.
Besos!!!
ResponderEliminarMi admiración por atreveros con esa titánica obra/lectura... 7 tomos... y con sustancia... :O
Menudo año literario llevas... calidad pero también densidad/cantidad... y disfrutándolo a fondo como siempre nos transmites desde tus reseñas...
Te deseo que así siga siéndolo porque sé que es uno de tus mayores placeres... ;)
7 Besos y un fuerte y cálido abrazo!!!!
:))
PD: Y ánimo para los 6 restantes...
PD2: Bonito ese mural/ilustración sobre la conocida obra "Alicia en el País de las Maravillas".
Eii!! de momento solo me he atrevido con el primero, cierto que ya he decidido que pasaré al segundo, pero los siete, no sé, no está claro.
EliminarEs verdad, no sé cómo ha salido así. Un año denso y aún lo hago más denso con algunas lecturas que no son fáciles (tampoco difíciles). Me encuentro bien, en calma, relajada, feliz (a mi manera que es bien poco ñoña)... ¿será eso?
Sí que lo es. He encontrado una página con murales literarios :))
Besos que ayuden a descansar de tanta fiesta a mi querida X
Describes muy bien al escritor, especialmente en la parte de la creación de sus personajes, saludos.
ResponderEliminarGracias Boris!!
EliminarSaludos!!
Tu amigo Marcelo Z quizás piensa que Proust se identifica con el narrador de la historia pero lo curioso es que ese narrador va a adaptándose a las diferentes perspectivas del relato y va cambiando. Aparentemente es un narrador con una personalidad bien definida pero en realidad esa personalidad se nos escapa por todas las rendijas ya que es producto de las circunstancias que le rodean en cada momento. Es decir, en la primera parte él se identifica con ese niño hiperprotegido y caprichoso pero luego se convierte en ese observador obsesivo del obsesivo amor de Swan, la forma y el contenido están siempre unidos, luego en otros tomos es el personaje que se revela, desde ssu acusada hipersensibilidad, y adopta posiciones que contradicen lo que ya casi nos habíamos acostumbrado a pensar de él. Proust rompe los tradicionales esquemas narrativos lineales para intentar acercarse a la vida desde una realidad menos tangible ya que deriva de las propias emociones. Eso es lo que ha hecho a esta obra tan inmortal.
ResponderEliminarBesos
Sobre el narrador no tengo aún criterio para valorar lo que comentas Doktor, cuando vaya leyendo otros volúmenes apreciaré mejor esa característica. Ahora bien, desde la lectura de Por la parte de Swann, es cierto que existen esas múltiples perspectivas que pueden estar relacionas, quizás, con la edad, las emociones que relata y hacia quién van dirigidas.
EliminarMe ha llamado la atención su manera de rememorar el pasado. No es desde el presente hacia el pasado sino desde el pasado, desde la memoria, hacia la percepción en el presente (ejemplo de la magdalena, pero también de los besos de su madre, etc.).
Escribe extraordinariamente bien, quizás por eso ese aspecto prima sobre su rememoración de una clase alta parisina que ya no existe, aunque sus valores, emociones y comportamientos sean universales (por ejemplo, los celos).
Muy interesante tu aportación, se nota el aprecio que le tienes a la obra.
Besos!!
Coincido con Ud., Dr., en la apreciación. El narrador no parece ser uno solo, sino varios; eso sí, hipersensible y omnipresente. Cómo ese niño enfermizo deviene en un observador obsesivo, mantiene mi curiosidad. Imagino que habrá más indicios de ello en los volúmenes posteriores. Es la emoción la que domina la escena; el estilo narrativo da sobradas muestras.
ResponderEliminarUn saludo.
“Pero a mí, aunque me durmiera en mi
ResponderEliminarcama de costumbre, me bastaba con un sueño profundo que aflojara la
tensión de mi espíritu para que éste dejara escaparse el plano del lugar
en donde yo me había dormido, y al despertarme a medianoche, como
no sabía en dónde me encontraba, en el primer momento tampoco sabía
quién era; en mí no había otra cosa que el sentimiento de la
existencia en su sencillez, primitiva, tal como puede vibrar en lo
hondo de un animal, y hallábame en mayor desnudez de todo que el
hombre de las cavernas; pero entonces el recuerdo .y todavía no era el
recuerdo del lugar en que me hallaba, sino el de otros sitios en
donde yo había vivido y en donde podría estar. descendía hasta mí
como un socorro llegado de lo alto para sacarme de la nada, porque yo
solo nunca hubiera podido salir; en un segundo pasaba por encima de
siglos de civilización, y la imagen borrosamente entrevista de las
lámparas de petróleo, de las camisas con cuello vuelto, iban
recomponiendo lentamente los rasgos peculiares de mi personalidad.”
en mí no había otra cosa que el sentimiento de la
ResponderEliminarexistencia en su sencillez, primitiva, tal como puede vibrar en lo
hondo de un animal, y hallábame en mayor desnudez de todo que el
hombre de las cavernas;
en mí no había otra cosa que el sentimiento de la
ResponderEliminarexistencia en su sencillez,
Hago esta extracción de esta frase desde las primeras páginas de la obra porque considero que es aquí donde se da el primer paso que conduce a toda la novela. Determinar la diferencia entre existir y ser le permite al autor abordar esta cámara del tiempo donde navegará como otro Ulises en los vericuetos del fluir de su vida y de la historia palpando desde la existencia antes que de cualquier otra facultad las manifestaciones de conciencia propias y de lo demás.
ResponderEliminarLa aventura está servida!!!
Besos querida Luna!!!
Recuerdo ese párrafo perfectamente aunque en el momento no pude ser consciente de todo su significado.
EliminarEl tiempo desde el pasado, desde la memoria de ese pasado, va fluyendo a través de percepciones que se producen en el presente.
El tiempo, la duración del tiempo, consiste en la vida continua de una memoria que prolonga el pasado en el presente en diversos actos que corresponden al ser. La vida es el impulso vital y solo la intuición permita un conocimiento desde dentro que es lo que intenta, y consigue, Proust.
Toda una aventura a la que debe sumarse Penélope para que sea completa.
Interesante aportación desde la perspectiva filosófica que yo no domino pero que aprecio mucho.
Besos, querido Aristos!!!
Finalizada la lectura, quizás sea llegado el momento de arriesgar una reflexión, no es que tenga una trama absorbente, se desenvuelve a través de variados personajes y durante diferentes épocas imaginarias. Esa podría ser la originalidad de la obra, la exquisita descripción de cada uno de ellos en cuanto el autor los usurpa o es suplantado por cada uno, hasta el punto de que parece el relato, siempre vivido en primera persona, aunque el pronombre deje la frase en tercera. Extensa si que es, más cuando se trata el tema de los celos. O esto es lo que me ha parecido a mi, además de los trazos, en lentes de atisbar, ya anticipados por correo y con tanta amabilidad añadidos a la reseña. Dos besos
ResponderEliminarCoincidimos en que esa construcción que hace de los personajes a través de ese multifácetico narrador, es un gran hallazgo.
EliminarReiterativo el tema de los celos, aunque los celos son así: reiterativos.
Un placer concluir esta nueva lectura. ¿Te animarás al segundo volumen?
Pues que sean tres besos :))
Por supuesto que me animo, el verano es tiempo adecuado para siestas y largas lecturas vespertinas, escuchar el viento y oir el canto de los pájaros. Cuatro mejor.
EliminarMe gusta tu visión poética del verano.
EliminarPues que sean cinco!!
Lo leí de jovencita y al ver tu reseña...me están dando ganas de retomarlo!
ResponderEliminarA ver si lo cuelo en mi lista.
; )
El post de las lágrimas también está en lista de espera jiji
Besos!
Una relectura pasado el tiempo tiene que ser interesante.
EliminarPues ya llegara su momento, voy a ver el que tienes ahora.
Besos!!
Muy buen artículo , saludos.
ResponderEliminarGracias!!
EliminarSaludos!!
Me alegro, besos.
ResponderEliminarBienvenida, Carmen!
EliminarLeí Un amor de Swan hace tantos años... el caso es que por aquella época no era la concentración mi mayor virtud, pero de alguna forma tuve la paciencia o algo tocó en mí en su momento que me dejó buen sabor de boca. De hecho no recuerdo tanto la parsimonia, sí la reiteración y la sensación de tener que descifrar cosas. En cualquier caso creo que ahora mismo sí que no tengo tanta concentración y no sé si tanta paciencia. Y sobre todo, tengo un porrón de libros pendientes. Y una sola vida :(
ResponderEliminarAbrazo!
Siempre digo lo mismo, los libros tienen que llamarnos y desearlos. No entiendo la lectura de otra manera cuando es por placer.
EliminarAbrazo!!