En más de una
ocasión he dicho que me considero austeriana
aunque no he leído, ni mucho menos, todas las obras de Auster. Mi intención es
hacerlo poco a poco, así que me dejo guiar por la intuición o por comentarios
que oigo o leo sobre sus obras. Leviatán
era una obra que quería leer y le llegó su momento, no puedo añadir ningún otro
motivo para su lectura.
Leviatán
es una bestia marina del Antiguo Testamento, a menudo asociada con Satanás,
creada por Dios. El término Leviatán ha sido reutilizado en la actualidad, en
numerosas ocasiones, como sinónimo de gran monstruo. En la novela de Auster es
el título que le da a su libro para
conmemorar lo que nunca existirá, el mismo título que su personaje
principal, Benjamín Sachs, planeaba usar
para el suyo (p. 161).
Sobre el autor no añadiré más información, puede consultarse en la etiqueta correspondiente o a través de otros
medios puesto que es suficientemente conocido.
Esta obra me ha parecido peculiar respecto
a las demás que he leído del autor. Me explico. Una característica de las
novelas de Auster es que explica muchas historias con personajes diferentes y
luego esas historias se van entretejiendo entre sí de forma asombrosa. Aunque
algo de eso hay en esta novela, no me parece que domine como acostumbra en
otras novelas como La trilogía de Nueva York
o Brooklyn Follies.
Decía en la reseña sobre La trilogía de Nueva York que Auster es
el escritor del azar y de la contingencia, no cree en la causalidad y persigue
en lo cotidiano las bifurcaciones surgidas por hechos aparentemente anodinos.
En esta novela es así sin duda alguna, todo empieza con un muerto anónimo en
una carretera de Wisconsin un día de 1990. A un hombre le estalla una bomba y
vuela en mil pedazos, pero hay alguien, un amigo, que sabe quién es y empieza a
escribir su historia, Leviatán, antes de que el FBI conozca su identidad y lo convierta en un personaje
que no es. Así empieza Peter Aaron a escribir sobre Benjamín Sachs, un
escritor, un activista, un hombre que ama y es amado.
Sachs, se dice
en la novela, tenía un modelo en Henry
David Thoreau (1817-62), y su obra La desobediencia civil, un anarquista
individualista que fue ensayista, naturalista y poeta y que Sachs admiraba por
su planteamiento de vida y su actitud de
implacable vigilancia interior (p.
39). Thoreau quería bastarse a sí mismo y en 1845 se retiró a una choza en las
orillas del solitario estanque de Walden.
La lectura de los clásicos, la composición literaria y la precisa observación
de la naturaleza ocuparon sus días. Le gustaba la soledad. En una de sus
páginas leemos: El hombre que encuentro
suele ser menos instructivo que el silencio que rompe.
(…)
Sachs llegó a ser considerado un caso atávico, alguien en discordia con el
espíritu de la época. El mundo había cambiado a su alrededor y en el actual
clima de egoísmo e intolerancia, de golpes de pecho, de americanismo imbécil,
sus opiniones sonaban curiosamente duras y moralistas. Ya era bastante malo que
la derecha estuviera en ascenso en todas partes, pero para él aún era más
perturbador el colapso de cualquier oposición efectiva (p. 121)
Este fragmento es mucho más largo y
extraordinario pero no quiero alargarlo, leedlo por favor. Auster es un
maestro combinando lo anecdótico con lo que es importante, tejiendo la trama de novelas que van mostrándonos toda
la riqueza y diversidad de los personajes y de sus emociones y sentimientos. En
su literatura, y es el caso de esta novela, Auster es laberíntico y un
auténtico mago al combinar realidad y ficción, atrapándonos en la trama que va
tejiendo como si de una tela de araña se tratara. Peter está casado en segundas
nupcias con una mujer que se llama Iris, mientras la segunda mujer de Auster se
llama Siri, un juego que a Auster le gusta diseñar y sus fieles seguidores
como yo disfrutamos con un cierto regodeo.
Lo mejor de sus
novelas son los personajes complejos que va estructurando, en este caso
destacaría a tres mujeres: Fanny, María Turner (inspirado en la artista
conceptual Sophie Call) y Lillian Stern, las tres ligadas a Sachs. Señala María
respecto a su amiga Lillian que le impresionaba ésta por:
(…) su absoluta libertad interior, su forma de vivir
de acuerdo con sus propias normas sin importarle un comino lo que pensaran los
demás (p. 89).
Y para acabar,
mi mayor sorpresa porque yo lloro así:
Entonces ella empezó a llorar, mirándole fijamente y
dejando que las lágrimas corriesen por sus mejillas, sin tocarlas, como si no
quisiese reconocer que estaba allí. Era una forma orgullosa de llorar, pensó
Sachs, a la vez una revelación de congoja y una negativa a someterse a ella, y
la respetó por dominarse tan bien. Mientras las ignorase, mientras no se las
secara, esas lágrimas no la humillarían (p. 228).
Sin duda
recomiendo su lectura, una de las mejores novelas de Auster.
Hace muchos años que lo leí. También soy de este autor, y también estoy leyendo sus obras poco a poco. Ahora estoy con Brooklyn Follies.
ResponderEliminarBrooklyn Follies es la obra de la que guardo mejor recuerdo, la que me hizo "austeriana", quizás haya leído mejores pero esa me encantó.
EliminarHoy no leo tu entrada porque tengo hecha la misma reseña para el Reto de Paul Auster y no quiero que me influyas, pero cuando la publique vuelvo a leerla.
ResponderEliminarUn beso fuerte.
Espero no despistarme y leer tu reseña para ver si coincidimos.
EliminarBesos!!
ResponderEliminarCreo que 'P. Auster' y yo nos entenderíamos... 'casualidad versus causalidad'...
'Walden'... lo tengo hace tiempo,
'Leviatán'... es un regalo,
ayer me hice con uno recién salido del horno que habla sobre el 'Anarquismo'... ;)
(ahora sólo hace falta que los lea... o relea...),
las lágrimas... ésas vienen de serie...
...y os robo (a 'Paul A.' y a ti)...
"(…) su absoluta libertad interior, su forma de vivir de acuerdo con sus propias normas sin importarle un comino lo que pensaran los demás (p. 89)."
Sólo me faltan los besos...
Te mando los míos:
Petons i una molt forta abraçada i cálida.
Pues ya tienes lectura asegurada, ahora faltan las ganas y el tiempo.
EliminarMe fastidia mucho que las lágrimas me traicionen y por eso procuro adoptar esa posición digna tan bien relatada por Auster. También ese fragmento que has elegido es muy revelador de lo deseado.
Mis besos también para ti (y mis "gracias")
Qué hambre.
ResponderEliminarPues a "comer", no te prives :))
EliminarDesde que leí "la música del azar", tengo en el libro electrónico varios suyos, entre ellos, el que comentas.
ResponderEliminarUn abrazo
No he leído el que mencionas, no sé si te gustó.
EliminarUn abrazo!!
He leído casi toda su obra.
ResponderEliminarY es una maravilla.
Para mí uno de los mejores escritores de todos los tiempos.
Besos.
De acuerdo, también lo considero uno de mis favoritos.
EliminarBesos!!
He pasado muy por encima porque tengo este libro en casa; prometí ponerme con Auster en estos días y pretendo hacerlo, que sé me pierdo de un gran autor.
ResponderEliminarBesos, Laura y muy feliz finde.
Las casualidades de las que habla Auster y que conducen a otras casualidades, no dejes de leerlo Aglaia.
EliminarBesos y buena semana!!
Un gran libro, un gran autor. Un clásico.
ResponderEliminarSuper recomendable.
Saludos.
totalmente de acuerdo, le tenía ganas por que todo el mundo lo nombraba como un imprescindible de este autor.
EliminarSalud!!
Con una presentación tan apasionada y está puesta en escena, me la apunto en la nota de pendientes. Un beso.
ResponderEliminarMe alegro de haberte convencido.
EliminarBesos.
Como muchos de tus comentaristas he leído ese libro que es una de las grandes joyas de Paul Auster. Has hablado de Thoreau y yo incidiría en el más famoso libro de Thomas Hobbes "El Leviatan" que representa a ese Estado soberano y absoluto que en su perfección evita que los humanos acabemos devorándonos los unos a los otros. También esta obra me ha hecho recordar a Theodore Kaczynski, más conocido por Unabomber, el filósofo y matemático que durante 20 años tuvo en jaque al FBI con sus cartas bombas. Un intelectual que vivía apartado en una cabaña y que fue arrestado tras conseguir que los dos grandes diarios norteamericanos, The New York Times y Washington Post, publicasen su manifiesto anarquista contra los desmanes de la sociedad industrial. Lo llamativo del caso es que siendo personajes tan parejos, la novela de Auster es del 92 y la detención de Unabomber en el 95.
ResponderEliminarBesos
Son buenas referencias las que apuntas, especialmente el último, parece una copia del personaje central de la novela de Auster.
Eliminar¿Para que no nos devoremos es necesario un Estado absoluto? No sé si te he entendido bien.
Besos!!
Como para dejar pasar este libro tras esta reseña...
ResponderEliminarBesotes!!!
Gracias!! es una estupenda novela, verás como te gustará-
EliminarUn abrazo.
Me encantó este libro cuando lo leí.
ResponderEliminarComo todos los q he leído de Auster.
Me ha gustado tu reseña.
Buena semana y un beso!
Es una novela que no se olvida.
EliminarGracias, un beso!!
Bueno, Laura. Lo suelo decir: Auster es mi menos favorito de mis favoritos totales, este libro, y veo que a ti también te ha llamado la atención, destaca mucho por su estructura, con el contenido resulté menos impresionado, me parece brillante como está conformado y creo que es el valor más sólido de la obra. Un beso :)
ResponderEliminarYossi, por lo que veo en este caso es el contenido lo que no te acabó de entusiasmar ¿no?
EliminarLa historia es bastante peculiar.
Un beso!!
Me pasa siempre, ahora que he dejado de seguir tan de cerca la obra de Auster, que cada vez que leo una reseña de alguna de sus obras me suben unas ganas enormes de volver a esos mundos entretejidos de los que hablas y que no se puede negar que son el sustento de sus obras. No sé por qué, quizás por estar hasta en la sopa, dejé de leerlo y algún día lo retomaré, porque independientemente de su condición de superestrella de la literatura me quedo con cómo me han hecho sentir sus novelas: intrigado por lo que pasa fuera y dentro de los personajes.
ResponderEliminarLeviatán, curiosamente fue la primera novela que leí de Auster y recuerdo esa sensación de que una muesca salta dentro del cerebro, Aquí hay algo que tienes que conocer mejor, este hombre sabe de lo que habla y si no sabe lo cuenta muy bien, eso pensé. Me quedé en Brooklyn Follies así que ya veremos cuando vuelve a llegar el momento del azar.
Saludos.
Yo suelo leer guiada por el azar, por eso digo que los libros me llaman a mi y no yo a ellos. Yo voy comprando y los dejo reposar, cuando acabo uno miro lo que tengo y ahí está el azar. Eso sí, hay escritores que quiero leerlos completos si puede ser. Auster es uno de ellos.
EliminarBrooklyn Follies es uno de mis favoritos.
Salud!!
Sin duda, hay que leer "Leviatán" y desde luego, será de las próximas novelas que elija. Saludos y gracias por recordarme una de aquellas obras pendientes.
ResponderEliminarTe gustará Marcos.
EliminarUn abrazo!!
Aquí otra austeriana declarada. Ahora mismo estoy con "Diario de invierno" y estoy, literalmente, fascinada desde el primer párrafo.
ResponderEliminarSaludos
Es uno de los que he leído, está reseñado en la etiqueta del autor por si te aparece mirarla cuando acabes.
EliminarMe gustó también esa "especie" de autobiografía.
Salud!!
No he leído nada de AUSTEN . Tendré que empezar por esta recomendación tuya.
ResponderEliminarVisitando tu blog , también, he disfrutado de esa preciosa versió, de Summer time, de Sam Cooke . Saludos.
Te animo a indagar en su literatura, empezar por esta obra sería un buen comienzo pero hay otras muchas posibilidades.
EliminarEs preciosa esa versión ¿verdad?
Salud!!
otro austeriano, aunque sólo haya leído tres novelas suyas, pero de pocos autores puedo decir eso.
ResponderEliminarcon poco tiempo, pero saludarte
y mandarte un abrazo muy muy fuerte
El comentario se ha ido al final :(
EliminarHay artistas que logran trascender el virtuosismo y conectar con esa dimensión universal que todo lo genera. Tal es el caso de la prosa de este escritor que roza el pálpito y respiro de la universalidad.
ResponderEliminarBesos querida Laura Uve!!!
Me está tocando lo que no tengo los dichosos comentarios que se me van abajo!!
EliminarHe de admitir que le he leido poco. Ahora bien con solo dos, coincido con esa aproximación a la contingencia y a las historias entrelazadas. Parece ser que ahora mismo ha escrito sobre si mismo. Esta no la he leido. Y no te puedes imaginar lo mal que queda uno en muchas partes diciendo que apenas ha leido a Auster.
ResponderEliminarTomo debida nota y me voy a la barra lateral a ver que tienes por ahí....Un abrazo
V, a ver si no se va abajo también, me curo en salud y pongo tu nombre y el ojo.
EliminarSí, Diario de invierno es una peculiar autobiografía (la tengo reseñada si te apetece).
Pues no quedas mal, al menos en mi casa, cuya dueña ya sabes cómo te aprecia.
Espero que disfrutaras en caída libre por el lateral.
Besos!!
Hoy te lo agradezco, porque nunca sé qué leer de Auster. Leí tres novelas pero creo que no son de las mejores (igual me gustaron, sobre todo El país de las últimas cosas). Y su poesía es magnánima. Un abrazo.
ResponderEliminarDarío, esta es una buena apuesta. He leído poca poesía suya, buscaré porque tu recomendación me guía a ella.
EliminarNo he leído El país de las últimas cosas, es una especie de dístopia ¿no? Me interesa.
Un abrazo!!
Me gusta Auster del que he leido un par de cosas. Tambien creo haber leido otra novela con el título de Leviatán que no era suya. Tendría que buscar entre mis viejas lecturas repartidas ahora por tres casas diferentes. En cualquier caso, este Leviatán de Auster suena muy bien, lo apunto.
ResponderEliminarUn abrazo
Lo más conocido con ese título como indican en otro comentario es del filósofo y político inglés Hobbes, pero no es novela.
EliminarUn abrazo!!!
Uno, comenta Marcelo Z que en Moby Dick existen muchas referencias al leviatán, ¿¿será esa novela??
EliminarEste es de los multiples autores que desconozco, la verdad. No obstante me quedo con la presentacion de tu blog:
ResponderEliminar"PERO HAY UN RAYO DE SOL EN LA LUCHA QUE SIEMPRE DEJA LA SOMBRA VENCIDA"
Siempre me gusta ver como la luz rompe la oscuridad...
Un saludo..
Es nuestro agarradero ¿no?, confiar en que la oscuridad nunca sea total.
EliminarBienvenido y salud!!
La tengo presente, sin duda.
ResponderEliminarGracias
Bienvenido a este espacio!!
EliminarHe visitado el tuyo y me ha gustado.
Muy buena reseña. Gracias a esta novela descubrí a Sophie Calle y es una de mis favoritas de Auster. De Paul Auster recomiendo siempre, y por este orden, las siguientes novelas, mis tres preferidas:
ResponderEliminar. Leviatán
. El libro de las ilusiones
. Mr. Vértigo
Luego está también la maravillosa "El Palacio de la Luna"... en fin, un abrazo Austeriano
Gracias Jordi, ya las tengo anotadas y seguiré por ahí.
EliminarAbrazo austeriano (de cruce de caminos???)
Espero disfrutes de éste link.
ResponderEliminarhttp://elmalpensante.com/index.php?doc=display_contenido&id=1904&pag=2
Qué bien me conoces.
EliminarMe ha encantado. Gracias!!!
Besos, "chica que lee" :))
Está dentro de aquellos que se encuentran en el tótem esperando su momento, Laura. Después de leerte, se acerca al tope de la lista. Lo único que he leído de Auster me ha gustado -'La habitación cerrada', de 'La trilogía...'-, pero tengo entendido que ha tenido períodos en los que mejor no incursionar...
ResponderEliminarLeviatán es un término que Melville ha utilizado hasta el cansancio en su célebre 'Moby Dick'. Desconozco el paralelismo -si lo hay- con esta obra. Ni hablar de Hobbes...
Perece interesante según tu apreciación. Un beso grande.
Leí la trilogía toda seguida (hay reseña si la quieres ver) y sólo me encandiló la tercera, la que has leído tú, La habitación cerrada.
EliminarAhhh, puede ser esta novela la que menciona Uno pero me ha despistado al decir que era título.
Eso, ni hablar de Hobbes!!
Un beso y un deseo de que tengas buen fin de semana!!
Por lo que te conozco, no me extraña que te guste Auster :))
ResponderEliminarOstras, igual vamos estresados por lo mismo (o como mínimo me da que coincidimos en que corregir es una gran p. ¿no?).
Abrazos querido Senses!!
Es cierto.
ResponderEliminarEsa virtud de la literatura, y de los buenos escritores, nos proporciona momentos llenos de placer y gozo.
Besos querido hedonista!!