Esta novela corta es una recomendación y el préstamo de una amiga. Cuando empecé a leerlo me di cuenta de que ya lo había leído, pero decidí releerlo porque en su momento, en el 2002, no me llamó excesivamente la atención y ya no leí nada más de esta autora. Así que solo he leído un libro de Ernaux, pero eso sí, dos veces.
Cuando muere su padre, la autora decide que tiene que contar la historia de su padre y el distanciamiento de «clase», tal y como ella lo define, que se produjo entre ambos como consecuencia de los estudios superiores que emprendió ella y que generaron orgullo, pero también desconfianza en su padre.
La historia que nos cuenta Ernaux es casi la de una clase social y la de una época en Francia. Explicando quién era su padre, la autora nos habla del traslado del campo a la ciudad de miles de personas que buscaban en las fábricas una vida menos miserable. Su conversión en obreros no supuso un cambio excesivo y la lucha por los aspectos más básicos de la vida (comida, vivienda, educación para los hijos e hijas, etc.) continuaron condicionando su vida. El paso a tener un pequeño negocio de venta de alimentos y café tampoco supuso un cambio radical en sus vidas.
El trasfondo del fin de la ocupación alemana y la guerra, la reconstrucción, la vida en una pequeña ciudad, ilustra también las penurias para tirar adelante y dar educación a su hija, la autora del libro. Son los estudios de la hija y su acceso a una plaza de profesora de secundaria lo que le permitirá a ella dar el salto a una vida más acomodada (¿burguesa?) que su familia no había logrado nunca.
El salto social de la hija fue generando un distanciamiento, especialmente con el padre, que la autora describe con minuciosidad porque entra en el terreno resbaladizo de los límites sociales de comportamiento (el uso de la lengua, la ropa, los modales…) que tienen unos lugares (de ahí el título) y otros (barrios obreros, de clase media o alta, urbanos o rurales, etc.).
Me ha quedado una mejor impresión esta relectura además de que me ha recordado en algunos aspectos a mi propio padre.
No he leído nada de la autora aún. Me gusta lo que cuentas de esta lectura. Parece que ha ganado con esa relectura.
ResponderEliminarBesotes!!!
Es curioso lo mucho que a algunas personas les marcan sus orígenes y ese ansia por ascender – a veces sin conseguirlo- que a la postre , seguramente sin ser conscientes de ello les llenan de resentimiento, desconfianza e incluso, casi diría yo, cierta inquina contra los que han conseguido una mejor posición. La lucha de clases, en un tiempo sirvió de revulsivo, para que la gente reivindicara sus legítimos derechos, pero a la vez sembró un resentimiento intrínseco que me temo incluso aun hoy, muchos no han superado. Esa es la parte mala de la lucha ( la que sea).. cuando ese poso amargo se instala ahí para siempre y va erosionándolo todo en el interior de la gente. Tiene buena pinta, muchas gracias, me lo apunto. Buen finde y un beso LAURA!
ResponderEliminarMaría, he dejado un comentario en tu blog pero me he quedado con muchas dudas de que haya llegado, jajajaja Ya me dirás.
Eliminarjaja llegó llegó ... a la otra entrada sí, tranquila.. y mira, como soy así de amnésica ni me había dado cuenta que ya te había comentado, aun así, te dejo lo que acabo de escribir ahora, al hilo de lo que me ha sugerido hoy tu entrada.. quizá no tanto el libro... te decía que sin duda tal cual comenta esta autora las ideas anarquistas son ” las más humanas, complejas e interesantes “ lástima que también sean las más difíciles de realizar en la práctica, cuando se han intentado hayan resultado de lo más destructivas, no hay más que ver cómo terminaron todas las comunas hipies y sus miembros… no sabemos digerir el paz y amor sin pasarnos de frenada, la utopía como dice nuestro amigo Galiano, es para seguir caminado hacia ella, solo eso… mucho me temo que el hombre tiene un componente masoka que le impide funcionar en ámbitos de libertad, siempre viene un listo que abusa o un bruto, o las dos cosas… otro abrazo fuerte y de nuevo buen finde! de otro semana jajaja
EliminarLo he leído y hago míos tus comentarios. Libro recomendable a todas luces.
ResponderEliminarUn abrazo
Interesante los que pasan de una clase a otra, cómo puedes conciliar tu nuevo estatus sin traicionar de donde vienes
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