Dice la traductora de este libro, Simona Skrabec, que este libro es como un dedo índice dirigido al pecho de cada lector en singular. Es por eso que el rompecabezas no está acabado y sus hilos narrativos se pierden.
Tengo muchos párrafos subrayados, muchas palabras que hieren cuando se leen, muchos sucesos ocurridos que nos enseñan el camino de la maldad humana. Hay que tener el estómago o las espaldas muy grandes para leer este libro que, sin embargo, es imprescindible.
Los observadores ciegos, la gente “normal”, son los que hacen apuestas seguras, son los que no arriesgan. Ellos quieren vivir sus vidas sin interrupciones. En la guerra, e ignorando la guerra, esos observadores ciegos giran la cabeza con indiferencia y rehúsan activamente saber nada. Su autodefensa consiste en un escudo duro. Encerrados en su cápsula, se regocijan como larvas.
Los hay en todos los sitios. En los gobiernos neutrales de los países neutrales, entre los aliados, en los países ocupados, entre la mayoría, entre la minoría, entre nosotros. Somos nosotros, los bystanders.
Durante sesenta años, esos observadores ciegos se han golpeado el pecho diciendo “somos inocentes porque no lo sabíamos”, pero al llegar nuevas guerras y nuevas desgracias, aparecieron nuevos observadores. Así nacieron ejércitos de jóvenes y fuertes bystanders con los ojos vendados, que se alimentan directamente de esa exculpación al observador, de esa inocencia indestructible. Esos hombres inocentes son los que hacen posible el mal. (p. 130)
Hacía tiempo que no leía un libro (de ficción realidad) que me impactara tanto como este. Aparecen las víctimas, pero especialmente los victimarios y sus descendientes, y la zona gris que lo acapara casi todo.
Lo recomiendo de forma total. Una lectura imprescindible sin duda alguna.
Hace tiempo que voy detrás de leer este libro. He leído crítica muy buenas, y la tuya va en el mismo sentido. Esa ficción- realidad que señalas me recuerda a “Sin destino” de Imre Kertész.
ResponderEliminarHace un par de días, mientras indagaba sobre Dasa Drndic, me enteré de que había fallecido el pasado 5 de junio. Y me impactó un poco saber que había muerto a pesar de no haberla leído. Me extrañó que la noticia no la recogiera ningún periódico en España, tan sólo la Wikipedia.
No tardaré en leerla.
Un abrazo
He sabido por tu comentario de su muerte, una pena, era una mujer con una capacidad para comunicar tremenda. Tu comparación con "Sin destino" es muy acertada y nombras a uno de mis escritores favoritos del que he leído casi toda su obra (las que me faltan por leer las tengo en mi estantería y las voy desgranando poco a poco para que me duren más).
EliminarSeguro que te gusta "Trieste".
Un abrazo.
Demoledora esa frase: "Esos hombres inocentes son los que hacen posible el mal"
ResponderEliminarEs de las que pesan como una losa sobre nuestra conciencia, y nos incomoda leer, pues en mayor o menor medida nos atañe.
Gracias por una propuesta tan aleccionadora.
Un abrazo, Laura.
Todo el libro es demoledor, tengo muchos párrafos subrayados e incluso en casa he ido comentándolos porque me dejaban noqueada algunos de ellos.
EliminarUna obra de las imprescindibles.
Abrazos Paco.
Te veo señalándome con un dedo indice muy gordo, como en el cartel ese de "Tu pais te necesita":
ResponderEliminarTU tienes que leerlo.
Será mi mala conciencia.
Un abrazo
Jajaja, no era esa mi intención pero el libro es necesario leerlo, es de esos libros que resalto como imprescindibles. Me ha gustado mucho y me ha afectado como pos libros lo han hecho.
EliminarUn abrazo.
Pues hija mía... el libro nos señala al pecho, pero tú directamente nos impeles a ir por él corriendo... (y eso voy a hacer)
ResponderEliminarUn abrazo
Es muy bueno, de verdad, espero que si lo acabas leyendo lo aprecies.
EliminarUn abrazo.
¡Cuántos libros que no conocía! he estado mirando tus entradas anteriores y solo he leído uno o dos, eres un pozo de sabiduría lectora. Gracias por compartir tus experiencias. Yo he leído la semana pasada La mujer del bolso rojo y ahora estoy con Texas Blues. Terminé dos de Fred Vargas, que me encanta. Un abrazo.
ResponderEliminarHay tantos libros buenos que nunca leeremos..., pero bueno, la cosa es disfrutar con los que sí leemos.
EliminarHe oído hablar de Texas Blues y he leído a Vargas (el otro título no lo conozco).
Un abrazo.
Pues recojo tu sugerencia, Laura. Además con esa urgencia que transmite tu comentario.
ResponderEliminarAbrazos para estos días de estreno.
Ignacio
Te gustará seguro (o eso creo), a mi me ha entusiasmado.
EliminarAbrazos!!
Con el párrafo seleccionado, has tocado mi fibra social. Cuando quedó en evidencia la desaparición de personas en esta tierra entre fines de los '70 y principios de los '80, la frase entre comillas era la que se escuchaba por doquier. Yo comenzaba mi veintena y lo asumí como un mecanismo de defensa social, pero no dejaba de ser una hijaputez.
ResponderEliminarCorro a ver cómo y dónde encuentro este libro.
Gracias por seguir allí, azuzando nuestra conciencia ciudadana.
Un fuerte abrazo!
Es un libro impactante en lo político-social, muy humano a la vez pese a confrontarnos con la maldad.
EliminarUn gran abrazo para ti.
ResponderEliminar'Trieste'.
Triste...
Somos tan contradictorios... especialmente algunas veces o en algunos momentos/ocasiones...
Bueno, así me siento/pienso/percibo a mí misma...
Tomo nota.
Besos y cálido abrazo!!!
PD: Que disfrutes mucho de las vacaciones/verano!!
Es verdad, somos contradictorios. Leo a Steiner que dice:
Eliminar"(...)¿qué otra presencia humana puede resultarme más extraña de lo que mi propia presencia me resulta en ocasiones?".
Sin embargo en "Trieste" se habla de otra extrañeza, de otra otredad.
Te deseo también un buen verano para ti.
Besos y abrazos.
Hola Laura leí tu reseña hace unos días y hoy al volver a leerla me ha dolido de nuevo, me ha resonado demasiado eso de vivir su vida sin interrupciones, ese girar la cabeza con indiferencia y rehusar saber nada, solo eso ya remueve, esa indiferencia que se practica, ese mirar sin ver, y me apunto esta propuesta aunque sé que es un libro que será doloroso de leer.
ResponderEliminarBesos
Es verdad, la indiferencia, el mirar a otro lado es duro, muy duro. Se hizo y se hace en la actualidad.
EliminarBesos.
No es tan sencillo achacar el mal a la pasividad de la mayoría. El espíritu gregario es mucho mes dañino y no actúa por omisión.
ResponderEliminarPuede, y así lo hizo, actuar por omisión. Omitir ayuda a las víctimas es el mal también.
EliminarYo, heredado de mi padre..pongo fecha, cuando lo he leído,,algo relacionado..y le pongo puntos a todos los libros del 1 al 10...un saludo desde Murcia...
ResponderEliminarYo tambiénbpongo la fecha. Un saludo.
EliminarEl mal solo se impone porque las gentes "normales" lo permitimos... Eso es evidente...
ResponderEliminarY una cuestion mas que compleja
Un abrazo
Totalmente cierto, una responsabilidad que tenemos que asumir.
ResponderEliminarAbrazos.
Impactante este libro. Sólo ese párrafo ya me ha ganado totalmente. Cuánto daño hace también la pasividad... Tengo que leer este libro.
ResponderEliminarBesotes!!!
Es impresionante, no se olvida.
EliminarAbrazos.