Vulturno es una localidad situada en la España latifundista del primer tercio del siglo XX, probablemente durante la II República. Los jornaleros/as viven en la miseria, al borde del abismo del hambre y la ignorancia, el anarquismo difunde sus ideas de cultura, libertad y justicia social. Durante la II República las ideas anarquistas llevaban sesenta años calando en jornaleros/as y obreros/as por toda España, creando ateneos, escuelas racionalistas y sindicatos, construyendo un mundo paralelo que confiaba en la rebelión interior y social como factor de emancipación.
Frente a ese proyecto de largo recorrido, que es hoy desconocido por la mayoría y que ha sido desprestigiado asociándolo exclusivamente a la violencia, estaban las fuerzas vivas, la oligarquía formada por los más ricos. Esta poderosa minoría la formaban los grandes propietarios de tierras (el Amo de Vulturno) y la gran burguesía financiera e industrial. Esta oligarquía conservaba el poder económico, mientras el poder político lo tuvo que compartir con otras fuerzas sociales durante la II República. Su riqueza se sustentaba en una cultura de defensa del orden social y de valores conservadores que tenía el aval de la Iglesia católica y una gran parte del Ejército.
La novela de Pérez Zúñiga es una buena novela social que describe de forma acertada ese contexto social, político y económico.
(…)
dile que vivir es cristal de frágil, como esta esfera de reloj; dile que será derrotado para siempre en su persona pero que las obras permanecen cuando las cuidamos para otros, como yo he salvado este reloj en tus manos (…).
El franquismo rompió la genealogía (este fragmento habla de eso) de un movimiento obrero que era algo más que sindicalismo, supo muy bien lo que hacía aunque para ello necesitó una guerra y casi cuarenta años de dura dictadura. La democracia ninguneo y banalizó ese proyecto, solo desde la historia y desde la literatura suenan los ecos de ese proyecto que fue único en el mundo: la revolución anarquista de 1936.
ResponderEliminarPinta interesante, pero esta pobre diabla no lo atacará de momento... pues tiene otros muchos pecadillos literarios y no literarios, pendientes de Ⓐcometer...
Besos y cálido abrazo!!
Buen finde!
EliminarPD: Por cierto, el anterior ya lo tengo. Ahora a ver cuándo lo acometo...
Lo comprendo, hay tantos libros por leer que hay que seleccionar, yo también lo hago. Tengo una cantidad indecente de libros por leer.
Eliminar(¿Cómo se hace la A circulada? Yo no sé, jajaja).
Un fuerte abrazo (a ver si te gusta "Arenas Blancas")
EliminarLa Ⓐ la encontré en el 'Mapa de Caracteres' que hay en el sistema operativo del ordenador.
Para buscar dicho 'Mapa' depende de qué sistema operativo tienes instalado (en mi caso es 'Windows').
Te dejo dos enlaces a ver si te sirven para buscarlo en el tuyo:
https://fsymbols.com/es/mapas-caracteres/
https://fsymbols.com/es/mapas-caracteres/windows/
A ver si te sirven.
Espero que sí.
Besos y abrazo de lunes!!!
:)
Ufff, mucho lío, pero probaré a ver si lo encuentro :))
EliminarMuchas gracias y un fuerte abrazo sabatino.
El anarquismo, al menos el surgido aquí, siempre me ha parecido una cuestión compleja, de difícil abordaje por las numerosas bifurcaciones que se han originado desde su propio seno, prácticamente desde su existencia, debidas entre otras cosas a las diferencias entre los obreros de la industria catalana, el mundo cerrado del sector agrícola andaluz, los gremios obreros de Madrid y otras regiones castellanas, etc. Aunque sobre esto tú eres la experta.
ResponderEliminarSin embargo hay una matriz unitaria entre todas estas divergencias, como ya apuntas, Laura, el deseo de instaurar un principio de justicia social, equidad y dignidad de los trabajadores.
Excepto el anarquismo, ninguna otra ideología política ha exigido con tanta claridad y rotundidad, la formación de una sociedad civil sobre la base de tales valores. Algunas, tristemente conocidas... han ido justo por el camino contrario.
Es justo reconocer el principio de solidaridad que reside en el nacimiento del anarquismo, y que tanto se echa en falta hoy día.
Un fuerte abrazo, Laura. Tomo nota.
Es un movimiento muy amplio, diverso, pluralista y complejo que se ha tendido a simplificar para desprestigiarlo. No quiero dar una imagen ideal porque no sería real pero el anarquismo por su misma idiosincrasia, por su defensa de la LIBERTAD como elemento fundamental, ha dado lugar a muchas polémicas, discusiones y divisiones. No me parece negativo sino la muestra de la libertad de pensamiento y su rechazo del monismo. El cuestionamiento del poder le ha librado de caer en las terribles distopias en que ha caído el marxismo. Es muy largo de hablar...
EliminarLa novela recoge aspectos que tu señalas y que explican el arraigo que tuvo el anarcosindicalismo entre la población más pobre.
Un fuerte abrazo.
Y en gran medida han conseguido enterrar ese legado. Lo que queda hoy de la clase obrera no se inteeresa por ateneos sino por la programación de Telecinco.
ResponderEliminarPretenden enterrarlo, es cierto, sin embargo el anarquismo emerge aquí y allí en momentos puntuales dando sentido a movimientos que ni siquiera se llaman anarquistas aunque sus prácticas lo sean.
EliminarHola Laura, interesante referencia.
ResponderEliminarMe has hecho pensar en tal y como lo dices en ese proyecto de largo recorrido, que es hoy desconocido por la mayoría y que ha sido desprestigiado asociándolo exclusivamente a la violencia, cierto si se habla de ello siempre es referido aludiendo la violencia que en muchos casos lo ha rodeado sin indagar en las razones ni en el sentido que tuvo cuando se originó y aquello que perseguía.
Besos
Sí, es la marca del desprestigio para el anarquismo: la violencia. En realidad el liberalismo o el nacionalismo han provocado millones de muertos pero no tienen la fama de violentos. Así son las cosas.
EliminarBesos.
Muchos esperamos el renacer de las organizaciones obreras que luchen por sus intereses en España y Europa y puedan tener destacadas decisiones políticas frente a las poderosas dictaduras de las oligarquías y monarquías de ayer y hoy. Hay un despertar mundial de resistencia ante el avance de la decadencia del poder neoliberal.
ResponderEliminarHasta la Victoria Siempre!!! jajajajajajajaja y que nunca falten los besos libertarios!!!
Me alegra mucho tu optimismo, yo soy más bien escéptica con el avance de la transformación social, resistir es lo único que podemos hacer de momento.
EliminarBesos rebosantes de libertad.
Me seduce venir a tu espacio, porque siempre se que voy a encontrar unas lecturas que trascienden el noble marco de la literatura. Y cuando ellas presentan un matiz político, como ésta, las disfruto plenamente.
ResponderEliminarDespués de esta reseña, ya nadie -por si lo hubiera- podrá decir que no asumes tu compromiso social con coherencia.
En nuestro caso, el anarquismo local ha desaparecido tras la aparición del peronismo en 1945. No obstante, como bien señalas, algunas de sus prácticas se vienen desarrollando o manteniendo activas. Eso sí, en voz baja... porque si no, te tildan de anacrónico.
Yendo al libro, lo has hecho ver interesante. Veré qué posibilidades existen de hallarlo por aquí.
Recibe un fuerte abrazo.
Cuanto me alegra lo que dices, espero que siempre encuentres algo de lectura en este espacio y que logre sorprenderte (por lo menos un poquito).
EliminarAlgo de anarquismo debe quedar, he conocido a una pareja argentina joven que son anarquistas de la FORA, por cierto excelentes personas y él muy buen fotógrafo, lo están pasando mal por el tema del trabajo (solo ella tiene "papeles") y porque no se ubican, desde el punto de vista de lucha social, en Barcelona.
Es un autor peculiar en su obra literaria.
Un fuerte abrazo también para ti.
El anarquismo siempre llega a mi en forma de libros prestados o regalados en los que siempre me sorprenden nuevos aspectos. Igual me pasa con la poesía.
ResponderEliminarY no es que quiera que me lo regales ;). Un abrazo
Anarquismo y poesía, unidos a través de tus palabras, me parece un buen maridaje :))
EliminarPues quién sabe, me gusta regalar libros :))
Abrazos.
Yo quiero pensar que esos tiempos eran otros tiempos, y que nunca deberian regresar... Ojala, de una vez, no haga falta regresar a aquellos tiempos en los que las utopias y la violencia fueron de la mano... Ojala nunca haga falta que vuelvan esos tiempos... Aunque mira como nos esta luciendo el pelo ultimamente...
ResponderEliminarUn abrazo, amiga
Pues sí, nos lucen bastante mal y encima sin la conciencia y las organizaciones que pueden canalizar el descontento de la mayoría porque las existentes son "estómagos agradecidos".
EliminarUn abrazo.
Gracias, Laura, por recordarnos este libro. Lo tuve presente en su momento.
ResponderEliminarPor mi parte, considero que el anarquismo es el movimiento popular que más cultura genera en este país desde su llegada en el XIX. Una parte notable de los actuales movimientos (pacifistas, feministas, ecologistas...) se fundamenta en aquellas personas que defendieron su dignidad desde sí mismas y no desde los privilegios a los que conducían los partido.
Abrazos.
Comparto tu opinión, Ignacio.
EliminarAdemás el anarquismo sigue vivo en múltiples prácticas que muestran elementos básicos de esa ideología: la libertad, el antiautoritarismo, la rebelión (mejor que la revolución), la desobediencia civil y otros muchos aspectos como el naturismo, vegetarianismo, feminismo, etc.
Abrazos.
Yo quiero ampliar ese concepto sobre la labor educativa del anarquismo al movimiento republicano federal del que surgieron los grandes teóricos del anarquismo español. Aquellos republicanos de la Primera República, Pi y Margall, Fernando Garrido, Fermín Salvochea o Ricardo Mella entre muchos otros propiciaron desde su visión laica, librepensadora, federalista y democrática lo que fue el anarquismo posterior. Creo que no nos hemos recuperado 40 años después de la muerte de Franco de la tragedia que supuso la destrucción de la república y su obra. Cuando digo república hablo de las Misiones Pedagógicas, los Ateneos Libertarios, las Casas del Pueblo, El Instituto Libre de Enseñanza y el asesinato bárbaro de tantos maestros que pretendieron un país moderno, civilizado y humano. El postfranquismo, la Transición, no supo recuperar la memoria de aquel momento único de civilidad.
ResponderEliminarUn abrazo
Comparto algunas de tus sugerencias, especialmente la importancia del republicanismo federal que era más una propuesta social transformadora que una forma de Gobierno. Y comparto que el anarquismo procede en parte de dicho republicanismo que dio un giro hacia el internacionalismo.
EliminarSin embargo, no soy tan entusiasta de la obra de la II República que trató de desarrollar desde el Gobierno un sindicalismo negociador y reformista aprovechando su situación en el poder (Largo Caballero) para desplazar y arrinconar el anarcosindicalismo y todo lo que lo rodeaba (ateneos, escuelas, grupos de afinidad de todo tipo -igual naturistas que dedicados a la educación, al deporte, al excursionismo, etc-) que no se creó durante la República sino mucho antes. Con eso no pretendo cuestionar su vocación modernizadora y de reformismo social, pero la República tuvo limitaciones evidentes y procuró debilitar en lo posible al anarquismo.
Y estoy contigo en que no se recuperó su memoria social (sí académica, es una de las épocas más investigada) por el pacto que se produjo en la Transición. Sin embargo no concuerdo con la idealización-mitificación que algunos sectores políticos están haciendo hoy de la II República, que por otro lado creo que no conocen bien.
Un abrazo.