Me ha costado casi un mes leer esta novela, pide lectura lenta aunque no es excesivamente voluminosa, 430 páginas de una buena edición. Empecé a leerla en un momento de vuelta al trabajo que no favorecía su lectura, empecé más lenta de lo habitual (digo lenta en mal sentido, esa lentitud que dificulta coger el hilo), sabía que tenía entre manos buena literatura, así que no me apuré y dejé que la lentitud se transformara en lectura lenta, cogí el hilo y lo fui tejiendo con parsimonia, disfrutando del contenido y del estilo de escribir de Enard.
No había leído nada suyo, ahora sé qué debo hacerlo. Mathias Enard es un francés enamorado de Oriente y de Barcelona puesto que en esta ciudad vive y ejerció (desconozco si lo sigue haciendo) de profesor de árabe en la Universidad Autónoma.
Cual Ulises de mi admirado Joyce, Brújula se desarrolla en una larga noche de insomnio en la que Franz Ritter, con una enfermedad indescifrable, evoca su vida de adulto. Vive en Viena, cuyas imágenes mantengo frescas en mi mente tras visitarla este verano, en un apartamento desde el que ve como empieza a nevar. Es musicólogo, lo que nos dará la oportunidad de disfrutar de sus saberes sobre música que más de una vez me han llevado a internet a buscar las piezas de las que habla, así que es una novela musical, o así permanecerá en mi memoria.
Franz tiene un gran amor, Oriente Próximo, así que sus evocaciones transcurren por Estambul, Alepo (sí, la destruida Alepo, de la que habla antes y después de la guerra que la está destruyendo sistemáticamente), Damasco, Teherán, pero también el oriente de Oriente (China, India…). Viena es la puerta de oriente, parece increíble pero es así, los turcos estuvieron a sus puertas. Rememorando a Oriente, el autor hace gala de su erudición, sin que sea una barrera para seguirle en sus evocaciones, y nos habla de música, de arte, de literatura y con todo ello nos va desgranando deliciosas anécdotas de los y las orientalistas que irá conociendo en sus viajes. La influencia de Oriente en Europa y en sus escritores/as es enorme, a veces es un orientalismo subjetivo, inventado, pero no por ello menos relevante.
Franz tiene otro gran amor: Sarah. Una pelirroja francesa, de origen judío, que adora también Oriente y a la que conoce entre ese ambiente de orientalistas del que os he hablado. El amor de Franz hacia Sarah inunda todas las páginas de esta novela, un amor imposible, un amor que quizás es la causa de la enfermedad indescifrable que padece al estilo del joven esclavo árabe de la sevdalinka (canción) que he tenido en mi lateral desde hace tiempo y que pertenece a una tribu de Yemen, los asra, que mueren cuando aman (p. 411).
Pero Brújula no se acaba en estos dos amores que lo inundan todo, el autor nos habla de la actualidad en Siria, del nazismo y de su persecución a muerte contra los judíos austriacos, del yihadismo, de Europa, que quizás ha perdido el norte por su defectuosa brújula (una broma que le gasta Sarah a Franz), del opio, de la prostitución…, resulta imposible resumir esta novela marcada por los viajes y la cultura oriental.
Un fragmento…
Lo que me fascina de Sarah es que no posee nada. Sus libros y sus imágenes están en su cabeza; en su cabeza, en sus innumerables libretas. A mí los objetos me tranquilizan. Sobre todo los libros y las partituras. O me angustian. Puede que me angustien tanto como me tranquilizan (57)
Y otro…
En una biblioteca está el universo entero, no hay necesidad de salir de ella; a santo de qué dejar la Torre, decía Hölderlin, el fin del mundo ya aconteció, no hay razón para ir a comprobarlo por uno mismo… (235).
Y un tercero…
Oriente es una construcción imaginaria, un conjunto de representaciones del que cada uno, dependiendo del lugar desde el que habla, saca conclusiones distintas (315).
Amores imposibles (430).
Cierro los ojos,
mi corazón sigue latiendo ardientemente.
¿Cuándo reverdecerán las hojas en la ventana?
¿Cuándo tendré a mi amor entre mis brazos?
Tengo algunos libros del autor para ir esperando este que reseñas. Por tus sentidas líneas sobre el libro y la magnitud de los fragmentos que has elegido regalarnos, diría que es de lectura casi obligatoria. Además, esos temas que aborda -más allá de la historia de amor- despiertan curiosidad, de la misma manera que lo hace ese concepto inasible de Oriente que cada uno tenemos de él, como bien lo señala Enard.
ResponderEliminarAsí como tú, me fascinan los libros que sabiamente combinan letras y música; tienen un encanto especial.
Gracias por compartirnos tamaña delicia.
Un gran abrazo para ti!
Tengo apuntadas más novelas de Enard, iré leyéndolas poco a poco. Desde luego es una lectura intensa y llena de propuestas para pensar. Mi amor por Turquía, especialmente Estambul, no deja de ser una imagen creada en mi imaginación, un oriente entre muchos otros.
EliminarLa música le da un valor añadido sin duda alguna.
Un gran abrazo y buen fin de semana!!
Estambul, Damasco, Sarah y amores imposibles....
ResponderEliminarIngredientes de mi predilección, lo leeré en cuanto pueda.
Besos Laura.
Si encuentro algún regalo para ésta ocasión, volveré por aqui.
Ya sabes cuanto aprecio tus "regalos", pero no te preocupes si no lo encuentras que tengo muchos que me has hecho para poderlos disfrutar.
EliminarLa novela tiene muchos aspectos atractivos, eso es indudable.
Besos!!
Hay libros que tal y como los empiezas, sabes que los tienes que degustar lentamente, saborearlos despacito. No he leído nada de este autor así que me apunto este libro que tanto has disfrutado. Que además los párrafos me dejan con ganas de leer más.
ResponderEliminarBesotes!!!
Es cierto, el libro impone su ritmo, si lo sobrepasas corres el riesgo de no apreciar toda la riqueza de matices que aportan estos libros de lectura lenta.
EliminarBesos!!
Muy atractiva la propuesta de la música, como sabemos y sentimos esta es un juego de equilibrios, de ecuaciones emocionales donde siempre se despeja la x del silencio cuando no la del corazón jajajajajajaja. Y me río porque justo lo que más desequilibra es el corazón mismo en su búsqueda de su propio equilibrio siguiendo esa aguja de brújula de cada personal destino!!! Cultura oriental fascinante!!! mujer oriental como la que se describe en la reseña super fascinante!!!
ResponderEliminarBesos desequilibrados querida Luna!!!
La unión de literatura y música es un "prender", un "cuajar" de cuerpos y sentidos, en el sentido de una improvisación de jazz: modos de asociación de entidades radicalmente dispares y singulares que recomponen el mundo sin dejar nunca de ser diferentes. Y sí, tienes razón, el corazón es un factor imprevisible que puede variar el equilibrio.
EliminarBesos con corazón, querido Aristos (que tengas un excelente fin de semana).
Uno de los motivos ( tengo muchísimos ;) por los que creo disfruté tantísimo de Rayuela es porque como comentas de esta novela está plagada de música .. en ese caso jazz... es muy diferente leer algo sin sonido o solo con el de nuestros propios pensamientos ... de lo que sea que suceda o cualquier tipo de música que nosotros elijamos, a leer una obra con música incorporada ... como si amplificara el efecto que produce su lectura, como si te acercaras a lo que el escritor pretendía transmitir .. al menos eso me gusta pensar cuando leo y escucho la música que me indica en la lectura .. por eso buscaré este libro LAURA, sin duda será un libro de los que necesite tiempo, espacio y dedicación pero por tu mimo al presentarlo -muchísimas gracias- creo que es uno de esos que merecerá la pena sin duda alguna.
ResponderEliminarMuchos besos y feliz finde!
Tienes toda la razón María, hay libros con música interna, con un ritmo musical en su manera de desgranar las palabras, en su forma de tejer las emociones, en su manera de hilvanar la historia.
EliminarEspero que su lectura sea tan motivadora y rica como lo ha sido para mi.
Besos y buenísimo fin de semana.
Hola Laura
ResponderEliminarLos libros de los que hablas son puertas a más libros, y a más ideas, son destinos en sí mismos, tan necesarios como los que nos llevan a los lugares que admiramos.
La caída de las hojas
EL aura primaveral
despierta al jardín, mimosa,
y el ruiseñor, por la rosa
entona su himno nupcial.
Bajo la aromada sombra
de los tupidos rosales,
en las horas estivales
reposa en la muelle alfombra.
Sus pétalos al caer
sobre ti, te irán diciendo:
-Como tú, vamos volviendo
hacia donde fue el nacer-.
Estos poemas de Omar Kayyan, son lo primero que me atrajo de la literatura oriental, que no de oriente en sí, los paisajes no me interesan, más bellos o mas secos, son todos mismos instantes que pasan por la ventana de un avión, por la de un tren o autobús, un durante cinco minutos en el paseo de un turista,. Yo prefiero conocer lo que está debajo de esos paisajes, y debajo de esos paisajes, están , claro, las gentes que hablaron de ellos, los que los desnudaron de afeites y desconsuelos. Y allí conocía a dos bellos libros de Orhan Pamuk . “Mi nombre es rojo” y “el libro negro”, conocí a Naguib Mahfuz, a Abd al-Rahman Munif , a Amin Maalouf, a Yasar Kemal,no sé a muchos, pero para conocer esa tierra me vuelvo a sus poemas, desde la lejanía de Kayyan, al presente -por desgracia muerto hace no demasiado- de uno de mis poetas más preciados
TENGO LA SABIDURÍA DEL CONDENADO A MUERTE
Tengo la sabiduría del condenado a muerte:
No tengo cosas que me posean.
He escrito mi testamento con mi sangre:
¡Confiad en el agua, moradores de mis canciones!.
He dormido ensangrentado y coronado con mi mañana...
He soñado que el corazón de la tierra era mayor que
Su mapa
Y más claro que sus espejos y mi cadalso.
He creído que una nube blanca me
Ascendía,
Como si yo fuera una abubilla con el viento por alas.
Y al alba, la llamada del sereno
Me despierta de mi sueño y de mi lenguaje:
Vivirás en otro cadáver.
Modifica tu último testamento.
Se ha retrasado la fecha de la segunda ejecución.
¿Hasta cuándo?, pregunto.
Esperaré a que mueras más.
No tengo cosas que me posean, respondo,
He escrito mi testamento con mi sangre:
¡Confiad en el agua,
moradores de mis canciones!
Y yo, aunque fuera el último,
Encontraría las palabras suficientes...
Cada poema es un cuadro.
Pintaré ahora para las golondrinas
El mapa de la primavera,
para los que pasan por la acera, el azufaifo
y para las mujeres el lapislázuli...
El camino me llevará
Y yo le llevaré a hombros
Hasta que las cosas recobren su imagen
Verdadera,
Luego oiré lo genuino:
Cada poema es una madre
Que busca a su hijo en las nubes,
Cerca del pozo de agua.
Hijo, te daré el relevo.
Estoy encinta.
Cada poema es un sueño.
He soñado que soñaba.
Me llevará y le llevaré
Hasta que escriba la última línea
En el mármol de la tumba:
Me he dormido para volar.
Y llevaré al Mesías zapatos de invierno
Para que camine como los demás
Desde lo alto de la montaña hasta el lago.
Podría poner un millón de poemas de Mahmud Darwish
Un abrazo Laura, cuídate, cuida de tus libros.
Tú eres un experto en vincular libros, en casarlos, en maridarlos. Estoy leyendo Me llamo Rojo por recomendación tuya, además lo compré de segunda mano y resulta que lleva el sello de una biblioteca pública desaparecida. Me gusta pensar que lo he rescatado de ser destruido (prensado) como en el libro de Hrabal, Una soledad demasiado ruidosa. Si no lo has leído te lo recomiendo encarecidamente (al autor y a la novela).
EliminarMe has dejado impresionada, que dos poemas tan hermosos, tan íntimos, tan profundos. Un millón de gracias.
Me cuido, los cuido y cuido a un comentarista como tú que tanto ama los libros.
Un fuerte abrazo!!
Ya sabes que no estoy para lecturas lentas, pero lo tendré en cuenta de todas formas.
ResponderEliminarAbrazo!
Síii, lo sé. Ya llegará ese momento, entonces acuérdate de este título.
EliminarAbrazos!!
Me ha recordado a "Hildur" de Toni Montensinos. Pero fíjate qué escenario más distante y contrapuesto: Islandia. Y un amor imposible, al límite, que incluye una reflexión sobre la muerte y el suicidio. También es una novela de lenta degustación y los protagonistas son músicos, en fin que veo muchos puntos en común. Incluiré este autor entre mis futuras lecturas y como siempre añado a mi botín algunas sugerencias de tus lectores.
ResponderEliminarBuen finde.
No he leído Hildur, así que no puedo saber si ese paralelismo que señalas es acertado o no. Lo que si es cierto es que me encantan los países nórdicos, así que si está ambientada en Islandia, me interesa.
EliminarGracias por rememorar la novela de Montesinos.
Abrazo y buen fin de semana.
Me gusta buscar esa música que encuentro en los libros que me están gustando, me acaba de sumergir en ese ambiente que el escritor está viviendo y recrea para los lectores. No conozco al autor y me interesa conocer de su mano a esos amores.
ResponderEliminarMe gustan las frases que has escogido, especialmente ese mundo entero que hay en una biblioteca y esa fascinación por Sarah y me quedo con No tengo cosas que me posean del fantástico poema que deja Wineruda.
Saludos
Estoy muy de acuerdo contigo, cuando la propuesta musical está incorporada a la lectura, ésta se enriquece (y nosotras con ella al leerla).
EliminarEs muy hermosa la poesía.
Saludos!!
Me alegra que hayas disfrutado con la lectura. Besos.
ResponderEliminarGracias Amampola, besos y buen fin de semana.
EliminarLlevaba unas semanas fijándome en la portada de este libro ubicado en tu interesante lateral, pues esa imagen de la viajera frente al vasto desierto, que se muestra bajo el título "Brújula" (una palabra preciosa), ya configura en sí mismo un relato que invita a expandir (será por la expansión desértica) la mente.
ResponderEliminarEs cierto, la fascinación de los intelectuales occidentales por Oriente es un hecho que se ha visto reflejado en multitud de manifestaciones culturales (artísticas, literarias, periodísticas, cinematográficas, arquitectónicas, etc). Pienso que les seducía de Oriente contemplar lo que ya se perdió en Occidente, un espacio en donde el misterio y la fuerza de lo primigenio ocupan un lugar preponderante frente al incontestable dominio de la razón (entiéndase Ilustración) en Occidente… La mente también necesita “un espacio descontaminado” de excesivo y frío racionalismo. Vaya, veo que me ido por los Cerros de Úbeda.
Es un libro cuya primera atracción me vino por la fotografía y el título, “Brújula”, no en vano el mecanismo de dicho artefacto se basa en la magnetismo terrestre.
Impresionantes fragmentos, sabes destilar la mejor esencia de los libros :)
Un abrazo querida Laura.
Hay portadas, y títulos, que resultan tremendamente sugerentes y desde luego este es el caso de esta novela.
EliminarPamuk, ahora que estoy leyendo otra de sus novelas, es uno de los novelistas que recrea más este debate entre oriente y occidente, entre razón e intuición, pero también habla de cómo en occidente se recrea oriente y lo poco que tiene que ver con la realidad. Algo de todo eso aparece en esta novela de Enard.
El tema de la crisis occidental y del mito de la razón desde la Ilustración es un tema que me interesa mucho. Tampoco creo que oriente esté para dar lecciones a nadie, han destruido también la ingenuidad que suponía la intuición, el misterio...
Gracias y un fuerte abrazo!!
ResponderEliminarMe interesa... lo tengo apuntado desde que lo vi en tu lateral...
Y también tengo en espera otro de este mismo autor al que aún no he leído pero intuyo que me va a gustar (su escritura)... "Calle de los ladrones".
A ver cuándo les hinco el diente...
Besos, petons, muxus y un cálido abrazo bajo un cielo gris de hojas secas arrastradas por el cierzo!!
:)
EliminarPD: 'Trump es un pendejo'... y de los gordos! ;)
Quiero leer más novelas de este autor, esa "Calle de los ladrones" puede ser candidata, tengo que buscar a ver qué me atrae más.
EliminarMe gusta el otoño, el fresco, los colores de los árboles (el cierzo si sopla fuerte, no tanto).
Es lo más suave que se puede decir a semejante tiparraco... me he contenido.
Besos, petons, muxus y un cálido abrazo!!
Desde luego parece un fascinante viaje por el oriente lleno de descubrimientos. Lo apunto.
ResponderEliminarUn abrazo
Si finalmente lo lees, me gustaría saber si te gusta.
EliminarUn abrazo!!
La tengo en mi mesilla de noche esperando, y tras tu reseña no creo que tarde en ir a por ella. Oriente y Occidente, el aceite y el agua, amor y odio, la premisa me parece buenísima.
ResponderEliminarA ver si te gusta cuando lo leas. El tema ha dado mucho de sí en la literatura y ha sido tratado muchas veces, Enard lo hace bien desde mi parecer.
EliminarUn autor que desconocía, pero del que me han encantado tus citas... Ay, la noche y su mundo tan real en los sueños...
ResponderEliminarUn abrazo, amiga
La realidad adopta múltiples formas, la noche propicia las formas más inverosímiles.
EliminarAbrazos!!
Siempre es interesante, mucho, leerte. Tu selección de fragmentos es un collar de perlas.
Me gusta que me confirmen que el fin del mundo, que yo siempre escribía ElFinDelMundo, es algo que ya aconteció. Me gusta saber que Sarah no tiene nada, solamente libros y partituras en la cabeza...
Por eso vuelvo.
Abrazos
· LMA · & · CR ·
Todas esas noticias y otras muchas, las cuenta Enard de maravilla.
EliminarYo hace tiempo que lo sospechaba, con Trump (y sus amigos) tengo la prueba de que el fin del mundo está aquí desde hace tiempo.
Siempre me alegra y ma gusta tu visita :)
Abrazos!!
Por las citas que pones y es mucho atrevimiento por mi parte decirlo parece un libro que reclama una vuelta a cierta subjetividad, a cierto lugar interior, a creer que podemos crear un mundo propio a salvo de las contingencias del mundo real y exterior. Ojalá fuera así, ojalá las lecturas, la música y ese visión fantástica que creamos nosotros mismos sobre mundos lejanos pudiera seguir funcionando en vez de esta farsa infame en que nos hemos metido y donde no encontramos puerta de escape.
ResponderEliminarAbrazos!!
No es así exactamente, el libro está inundado de realidad (incluso habla de la guerra actual en Siria, de la destrucción de Alepo). No es una canto poético a oriente, no hay mitificación ni creación de una especie de eden. La farsa está dentro de Brújula, soy yo la que he seleccionado lo más optimista puesto que me invade el escepticismo.
EliminarAbrazos!!
Has escogido unos trozos muy sugerentes, creo que me gustaría este autor, aunque ahora tengo varis cosas pendientes y tampoco estoy leyendo al nivel que suelo.
ResponderEliminarUn abrazo
Bueno, tiempo habrá ¿no? Cada época tiene sus momentos lectores y estos se reducen o se amplían según las circunstancias. Si lo recuerdas y un día lo lees, espero que te guste.
EliminarUn abrazo!!
¡Vaya, Laura, lo narras de tal manera que ya he localizado la novela en la biblioteca del barrio!
ResponderEliminarCon dos amores.
Besos.
:)) Rápido has sido como acostumbras. Espero que te guste, Ignacio.
EliminarO tres...
Besos!